Por Víctor Eduardo Vital.-

La elite opera a través de sus siervos globalistas, tanto los de izquierda, como los de derecha.

Estos globalistas, donde hay unión, amor y paz, crean división, odio y violencia.

Hace muchos años que vienen trabajando para desculturizar, para quitar identidad y debilitar a las naciones. Por ejemplo, una de las corrientes separatistas que se está llevando a cabo es crear rencores y odio con lo que sucedió hace más de 500 años atrás entre españoles y aborígenes. En realidad, aquellas personas descendientes de inmigrantes que nacieron en esta tierra, tienen los mismos derechos y obligaciones que cualquier habitante del territorio nacional; eso es justamente lo que ellos quieren romper; lo mismo pasa con la “igualdad de género”.

¿Cómo operan los siervos globalistas? La masonería inglesa, que es parte de la elite, a través de la izquierda internacional en la década de los 70, creó una bandera para los pueblos aborígenes, llamada Wiphala. Esto fue para confrontar con las banderas nacionales de cada país. De ese modo fomentan discordias y divisiones. Recordemos que los pueblos aborígenes no usaban banderas.

Otra operación de la masonería fue cambiar el nombre de “pueblos aborígenes” por “pueblos originarios”. Lo hicieron con la intención de dividir desde las raíces mismas, para que perdamos identidad y perder el sentido de ser hermanos argentinos, todos unidos en una misma patria. También para crear un sentimiento de culpa por el origen de nuestros antepasados.

Lo que está pasando en Jujuy con las comunidades aborígenes, es simplemente que se quieren quedar con sus recursos.

Morales reformó la Constitución provincial, en medio de una brutal represión policial hacia manifestantes, mayoritariamente de maestros y aborígenes. Esta nueva Constitución reconoce la neuro modulación artificial que nos lleva al transhumanismo, se adhiere a la agenda 2030. Para tapar esta aberración, organizaron los hechos de violencia a través de los infiltrados de organizaciones de izquierda, partidos políticos, piqueteros, etc., mandados por el gobierno Nacional y también para tener argumentos para militarizar toda la provincia y aplastar futuras manifestaciones genuinas de toda índole.

Con la reforma de la Constitución provincial, sólo queda vender al gigante chino o al mejor postor el litio y otros minerales existentes en la región. ¿Esta situación se implementará en otras provincias? La batalla es en todos los frentes. El plan es la secesión de la República Argentina.

No dejemos que desalojen a las comunidades aborígenes de sus propiedades.

Todos somos hermanos, todos somos argentinos.

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