D’Alessio colaboraba con Carrió
Por Alexis Di Capo.-
Imputado por supuesta extorsión a varios empresarios investigados en la causa de los cuadernos y por sospechas de ser el cajero del fiscal federal Carlos Stornelli, Marcelo D’Alessio saltó a la fama en los últimos días. Detenido a disposición del juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla, D’Alessio, en sus primeras declaraciones, desligó a Stornelli de cualquier sospecha. Conocido traficante de influencias, D’Alessio se hizo notar a su paso por ENARSA, de cuyo directorio fue desalojado por el macrismo.
En poco tiempo se convirtió en un supuesto especialista en narcotráfico y se vinculó con distintos sectores del oficialismo. Lo que no trascendió es que durante varios meses este singular personaje se sumó al equipo de trabajo de Elisa Carrió, a la cual le proporcionó valiosos informes sobre los manejos del kirchnerismo en el área energética. Algunas denuncias de Carrió se habrían originado en la documentación aportada por D’Alessio. Sin duda éste sería el motivo de que Carrió no haya dicho una sola palabra sobre D’Alessio y que mantenga una marcada prudencia acerca del tema.
Concolorcorvo ¿Se trago un sapo?
¿Hay alguna duda de que D’Alessio trabaja en la AFI (exSIDE) ?
Está claro que es un delincuente que aprovechaba la información para obtener un rédito personal con el cuento de sus «contactos»
Todos los «extorsionados» tienen el traste sucio y por eso estaban dispuesto a pagar.
hay muchos con ese -por ahora- supuesto perfil
IP deja de largar verdura con Lilita, ladri kk
En todo caso si una persona investiga, es positivo para ser neutral que reuna información de un lado y del otro.
La gorda es la jefa de la banda chantajista, en un entramado de efectos políticos y económicos. La red está formada por la gorda, operativos de los servicios, periodistas y medios del Grupo Clarín (otros medios participan en las operaciones políticas, pero no en las extorsiones), funcionarios, jueces y fiscales, y legisladores. Aún cuando la mayoría de las víctimas tiene delitos para ocultar, las causas son manipuladas para complicar a los imputados (pericias y testimonios fraguados, etc.), y favorecer los resultados políticos y económicos. El proceso es simple: la gorda recibe información de los servicios, hace las denuncias, o se las pasa al grupo Clarín, los fiscales inician las causas, y los operadores ablandan a los imputados, para anularlos políticamente, u ordeñarlos financieramente. Luego, el resultado se reparte en todo el mecanismo: fiscales, jueces, la gorda y su aparato, y los operadores se quedan con su parte.
Si creemos remotamente que todo esto se trata de justicia, estamos errados de cabo a rabo. Los jueces son una corporación más de este perverso esquema de falsa democracia, que incluye todos los poderes de estado (incluidos los legisladores supuestamente transparentes y progresistas) , con un ordenamiento y garantías que aseguran que siempre los que toman las decisiones se quedan con la parte del león.