Por Carlos Tortora.-

La hiper polarización que plantean Javier Milei y Cristina Kirchner ya está generando las primeras reacciones en contra. Renace así la expectativa de una tercera vía entre los libertarios y el kirchnerismo. Mientras que en la Capital todavía la mayor parte de la dirigencia sigue aturdida por el triunfo de Manuel Adorni, en Buenos Aires sí están pasando cosas.

Una embrionaria liga de intendentes peronistas anti k ya está dando sus primeros pasos. La integran Fernando Gray (Esteban Echeverría), Julio Zamora (Tigre) el exalcalde de Hurlingham, Juanchi Zabaleta, y el senador provincial Joaquín de la Torre. Éstos aspiran a presentar candidatos a legisladores provinciales en las 8 secciones electorales de la provincia. Desde La Cámpora ya acusan que los disidentes van a ser funcionales a La Libertad Avanza ya que debilitarían el voto al PJ.

Lo cierto es que las carencias del armado de Axel Kicillof, sumados al sectarismo de Máximo y sus amigos, generan cierto espacio para que se fuguen los votos peronistas.

La fuga radical

A todo esto, en la UCR están empezando a pasar cosas parecidas. Los hermanos Facundo y Gastón Manes, que cuentan con una docena de bancas de diputados nacionales, le dijeron basta a la UCR. Interpretaron así el sentido de la catástrofe de Martín Lousteau en la elección porteña, en la cual su candidata Lula Levy apenas rozó los 2;5 puntos. Es una incógnita cuántos votos se llevarán los Manes.

Está claro que como consecuencia del inminente cierre del pacto entre Cristian Ritondo y Sebastián Pareja, la alianza en Buenos Aires del PRO y LLA arrastraría a la UCR bonaerense.

El juego para las urnas de septiembre y octubre recién comienza, pero ya se insinúa que frente a los dos bloques dominantes habrá por lo menos un par de terceras fuerzas dispuestas a ir construyendo un camino para el 2027.

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