Por Luis Alejandro Rizzi.-
Recordemos que “dilema” es una situación en la que es necesario elegir entre dos opciones igualmente buenas o malas; pues bien, así está Cristina.
Habría alguna probabilidad de que la Corte aceptara la queja que interpuso en la causa “Vialidad”, pero sabe que la cosa viene mal en la otra en trámite que se conoce como “Hotesur”.
Sabe o debería saber que tarde o temprano le aguarda la prisión domiciliaria y también sabe que su momento ya pasó.
Se debería preguntar si tiene algún sentido competir en la provincia de Buenos Aires por una banca de legisladora. Pregunta que seguramente no se hizo Larreta, que celebró su banca de “edil” con un estruendoso “volvimos”, un significante vacío propio del populismo más rancio.
Valen estos versos, para Larreta y Cristina, del Martín Fierro.
«Tuve en mi pago en un tiempo
hijos, hacienda y mujer,
pero empecé a padecer,
me echaron a la frontera
y qué iba a hallar al volver!
tan sólo hallé la tapera.»
Larreta se sigue yendo, pese a que “volvió”, y Cristina tiene un espejo.
¿De qué le serviría ser legisladora provincial?
La respuesta es muy clara: “de nada”; le conviene más seguir en la frontera.
Lo único que pueda favorecer a Cristina es la incertidumbre de su capital político duro, que de todos modos estaría estancado en un 20%, pero oculto le quedaría la posibilidad de que podría ser más, ¿25, 30…? y estirar esa duda hasta 2027.
Siempre tiene el riesgo de la condena e inhabilitación, de la que sólo la podría poner a salvo ganar la presidencia en el 2027.
Decíamos que está en un dilema y que no tiene opciones buenas, sólo una mala y otra un poco menos mala.
En la elección de la Ciudad, ella misma se borró al mejor estilo “Casildo Herrera” y ahora debería borrarse para facilitar la difícil reunificación de los diversos peronismos que empiezan a probar el color violeta, algunos en su ropa interior, otros ya en camisas y vestidos, ya que en la política suele ocurrir aquello de, “que suele quedarse a pie el gaucho más advertido”.
A Cristina sólo le queda pensar con “espíritu de finesse” pero deberá negociar con Milei, con espíritu de geometría, por la sencilla razón de que Milei la eligió como “el enemigo”.
En definitiva, la cosa será entre dos mujeres, Cristina y Karina -el jefe-; Cristina la llamaría “la jefa”.
Cristina, hoy día, tiene más valor como leyenda política, porque no se sabe qué es verdad y qué es fantasía.
El drama es que, en la Argentina, como en la leyenda del Cid, hay buenos vasallos, hoy muchos de ellos resabiados, que no votan, pero no tenemos buenos señores…
22/05/2025 a las 7:13 AM
La doctora, sin diploma ni matrícula; es perseguida por el fantasma de Menem. De a poco se va dando cuenta, aunque no lo dice, que va a morir atornillada a una banca y solo le queda eludir «la tobillera electrónica».
La doctora, es el fiel reflejo de la muerte del partido peronista; una organización que vegeta o un sello (antes) de goma.
Su hijo es un inútil que solo sabe contar dinero y la única esperanza podría ser el Cuervo Larroque, si es que de una vez por todas se decide a dar un paso al frente
22/05/2025 a las 11:36 AM
LUCIDO COMENTARIO DEL MAESTRO RIZZI.
MUY BUEN ANALISIS.
23/05/2025 a las 6:31 PM
Hoy coincidimos.
El ostracismo es el único destino de esta cuestionada y corrupta(según la Justicia) mujer.
Los herederos , la mayoría, de la misma especie.
En cuando a su hijo, una nada política.
Una banca en la provincia, acovachada en una banca es el peor castigo que puede tener. Merecido por otro lado.
El porcentaje de sus «seguidores» está clavado en un porcentaje que no mueve nada. Y con muchas ganas de venirse a pique.
Si llegamos a las elecciones con el 1,50% de inflación, será la última trompada que recibirá. Me refiero al resultado de las urnas.
Que vaya preparando el abrigo para El Calafate. Quizás, si escapa de Comodoro Py, una concejalía en ese punto o Río Gallegos, no le sentarían mal. Digo, para aumentar sus » escasos» ingresos de la/ o las Jubilaciones, según se mire.
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