Por Carlos Tórtora.-

La realidad política ha convertido al PRO en un partido bisagra. Si se inclina hacia el gobierno en Buenos Aires puede llegar a evitar que el PJ gane en septiembre y en octubre. Pero si no hay alianza, el PRO puede condenar a LLA a una derrota importante. Lo cierto es que, a poco más de 20 años de su creación, el partido amarillo ya no es la estructura piramidal que era en otros tiempos. Javier Milei y Patricia Bullrich erosionaron fuertemente la conducción de Mauricio Macri, que ahora ejerce un liderazgo acotado. El trío de macristas violetas compuesto por Cristian Ritondo, Diego Santilli y Guillermo Montenegro, siguen las directivas de la Casa Rosada tratando de simular que son dirigentes normales del PRO. Macri se traga el sapo y crítica sólo indirectamente las recientes fotos del trío con Karina Milei. Y en este punto aparecen las incógnitas: si Macri decide confrontar con Milei, ¿le responderá el Pro bonaerense? En este punto, la intendencia de Vicente López es un bastión anti Milei, pero no hay muchos más alcaldes en esta línea.

Hay analista que dan por hecho que, si Macri decide competir con los libertarios en Buenos Aires, el PRO se partiría en este distrito.

Pero todos los análisis son provisorios hasta que no se vean los resultados del 18 de mayo en Capital.

Si Silvia Lospennato consigue un segundo puesto detrás de Leandro Santoro, el PRO quedaría dañado pero en condiciones de maniobrar en Buenos Aires. Pero si saliera tercero detrás de Manuel Adorni o Ramiro Marra, la magnitud del desastre casi obligaría a los primos Macri a buscar una alianza con Milei.

El péndulo de Mauricio

Esta combinación de incógnitas y debilidades hace que Macri esté condenado por ahora a actuar pendularmente. Esto es, un día se aleja de Milei y al otro le hace señales amistosas. Curiosamente, Milei practica una pendularidad simétrica. A veces se permite gestos de simpatía hacia el PRO y otras tantas lo condena sin medias tintas.

Pese a su aparente omnipotencia, el presidente no se engañaría: la Libertad Avanza no estaría creciendo en el gran Buenos Aires y sin el PRO le sería prácticamente imposible ganar las elecciones.

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