Por Hernán Andrés Kruse.-
La noticia conmocionó al mundo. El lunes 21 de abril falleció el Papa Francisco. Tenía 88 años. Jorge Bergoglio nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936. Con 21 años ingresó al seminario de la Compañía de Jesús y once años después, exactamente el 13 de diciembre de 1969, fue ordenado sacerdote. En junio de 1973 fue nombrado provincial de la Compañía de Jesús en la Argentina. De 1980 a 1986 fue la máxima autoridad del Colegio Máximo de San Miguel. En 1991 fue enviado a Córdoba como confesor en la residencia de la Compañía de Jesús, lo que fue interpretado como un castigo por su rebeldía e inconformismo. Fue en ese momento cuando conoció al entonces arzobispo de Buenos Aires, cardenal Antonio Quarracino, quien advirtió de inmediato su talento. En el despuntar de 1992 fue ordenado Obispo por Juan Pablo II y nombrado auxiliar de Buenos Aires. De esa manera, pasó a ser en la práctica la mano derecha de Quarracino. En 1998, a raíz del fallecimiento del arzobispo, Bergoglio lo sucedió. En 2001 fue ordenado Cardenal por Juan Pablo II.
Luego de la caída de Fernando de la Rúa la Iglesia Católica conducida por Bergoglio participó como mediadora de la Mesa del Diálogo Argentino. Con el ascenso del kirchnerismo al poder la relación entre el poder y la Iglesia lejos estuvo de ser cordial. Resultaba por demás evidente que tanto Néstor como Cristina Kirchner no soportaban la presencia de un prelado que les hiciera sombra. Al morir Juan Pablo II (2005), sus detractores reflotaron una vieja acusación sobre su supuesta complicidad con la dictadura militar. Luis Zamora y Myriam Bregman llegaron incluso a conducir un interrogatorio del futuro Papa por la desaparición de dos sacerdotes de la Compañía de Jesús en mayo de 1976. Es importante tener en cuenta que Bergoglio no compartía la opción por la lucha armada bendecida por los montoneros ni los postulados de la Teología de la liberación.
Tampoco Mauricio Macri sentía aprecio por Bergoglio. El 25 de mayo de 2012, el entonces jefe de Gobierno de la Ciudad no asistió al que sería su último Te-Deum. Lejos de amilanarse por el evidente aislamiento al que era sometido tanto por Macri como por el matrimonio Kirchner, no se privó de fustigar “el relativismo que, con la excusa del respeto a las diferencias, homogeneiza la transgresión y la demagogia, permite todo con tal de no asumir las contrariedades que trae el coraje de sostener los valores y los principios”. El 13 de marzo de 2013 Bergoglio fue elegido Papa. Había comenzado el papado de Francisco (fuente: Claudia Peiró, Infobae, 21/4/025).
Buceando en Google me encontré con un ensayo de Damián Pachón Soto (Universidad Santo Tomás-Bogotá-Colombia-2016) titulado “El pensamiento social del papa Francisco”. El autor analiza el pensamiento social y económico de Francisco, enfatizando lo que implicaba para el Papa el nuevo paradigma económico (desconfianza por la mano invisible del mercado, el necesario control estatal del libre mercado, garantía del desarrollo integral de la persona, etc.).
EL DIAGNÓSTICO: LA CRISIS ANTROPOLÓGICA Y LA DESERTIFICACIÓN ESPIRITUAL Y AMBIENTAL DEL MUNDO
“Para el Papa «hoy suele hablarse de un exceso de diagnóstico que no siempre está acompañado de propuestas superadoras y realmente aplicables». Con todo, su opción no es asumir sin más ese presunto exceso de diagnóstico, sino desde el evangelio realizar su propio análisis de la situación global actual y de sus múltiples crisis. En este sentido, el Papa advierte que la Iglesia debe abrirse a las ciencias, a la interdisciplinariedad, y aprender de ellas, para tener una visión compleja de los problemas que acucian a las sociedades actuales. Aclarando con gran apertura y sensatez que no «es función del Papa ofrecer un análisis detallado y completo sobre la realidad contemporánea», y que «sobre muchas cuestiones concretas la Iglesia no tiene por qué proponer una palabra definitiva y entiende que debe escuchar y promover el debate honesto entre los científicos, respetando la diversidad de las opiniones». Sin embargo, exhortando a todos a que estudien «los signos de los tiempos». Es decir, deja claro que ni la Iglesia ni el Papa tienen el «monopolio en la interpretación de la realidad social».
Hechas las anteriores aclaraciones, el papa Francisco detalla que en las sociedades actuales la mayoría de los hombres y las mujeres viven precariamente el día a día, en la pobreza y en la violencia, en la inequidad, indignamente, lo cual genera miedo y desesperación. La actual es para el Papa una sociedad donde impera una «economía de exclusión», donde los excluidos no son «“explotados” sino considerados desechos “sobrantes”». Es decir, es una «cultura del descarte» donde las personas son consideradas bienes de consumo, que se pueden usar y luego tirar. En estricto sentido, eso se debe a la lógica misma de la economía, basada en la competitividad y la eficiencia, al consumismo y a una «cultura del bienestar que nos anestesia y perdemos la calma si el mercado ofrece algo que todavía no hemos comprado». Esa economía de la competitividad no cuestiona el crecimiento económico y supone la «teoría del derrame» según la cual el crecimiento «favorecido por la libertad de mercado logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo».
Sin embargo, esta teoría denominada «Teoría de la filtración» por el premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz, es falsa, pues los beneficios no necesariamente se irrigan a la totalidad de la sociedad, sino que benefician a ciertos sectores. En el fondo de esta problemática está una profunda “crisis antropológica: ¡La negación de la primacía del ser humano! Hemos creado nuevos ídolos. La adoración del antiguo becerro de oro (…) ha encontrado una versión nueva y despiadada en el fetichismo del dinero y en la dictadura de la economía sin un rostro y sin un objetivo verdaderamente humano”. La actual no es una economía al servicio de la vida, sino del capital que defiende la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera, de ahí que «niegue el derecho de control de los Estados». Por eso se instaura una tiranía invisible que impone sus reglas y sus leyes a la inerme población. Ese culto al dinero y esa dictadura de la economía han generado otras patologías sociales como el aumento de la corrupción y problemas como la evasión fiscal «que han asumido dimensiones mundiales».
El Papa pone sobre el tapete un problema fundamental de las sociedades actuales: el tema de la inequidad y la violencia. Para el Pontífice hay una relación directa entre la primera y la segunda, pues la inequidad «genera la reacción violenta de los excluidos». Y esa violencia se agrava porque el mal es estructural, es el «mal cristalizado en las estructuras sociales injustas, a partir del cual no puede esperarse un futuro mejor». Así las cosas, el Papa pone el dedo en la llaga al mostrar que la pobreza no se debe a gente vaga y perezosa que no trabaja, sino en poner de presente que «el sistema social y económico es injusto en su raíz». Ya decía el filósofo alemán Herbert Marcuse que la escasez no cae del cielo sino que esta ha sido organizada para no satisfacer las necesidades de todos los individuos, es decir, se debe a una especial estructuración de la sociedad capitalista. De ahí que la violencia para el Papa no se soluciona con una mayor seguridad, sino combatiendo la inequidad y la pobreza.
Es decir, no es lo que hoy se ha llamado «securitización» lo que va a generar paz social, sino ante todo, un nuevo orden y una nueva lógica de la economía que combata la exclusión social. “Así la inequidad genera tarde o temprano una violencia que las carreras armamentistas no resuelven ni resolverán jamás. Solo sirven para pretender engañar a los que reclaman mayor seguridad, como si hoy no supiéramos que las armas y la represión, más que aportar soluciones, crean nuevos y peores conflictos”. Esta reflexión resulta supremamente actual si pensamos el fenómeno del terrorismo y la política preventiva de los Estados Unidos a partir del 11-S, la cual ha seguido atizando los conflictos en Oriente, y hoy mismo, en el interior de Europa. Como se sabe, la lucha contra el terrorismo ha sido usada también para demonizar la protesta social que tiene causas muy distintas a la amenaza terrorista, de tal manera que la securitización general de la sociedad termina siendo un mecanismo ideológico y represivo que oculta la pobreza y la inequidad social mundial.
Por otro lado, parte de esa crisis antropológica implica la desertificación espiritual del mundo, es decir, la pérdida de valores, de solidaridad, fraternidad, hermandad y quiebre de los lazos sociales entre las personas, etc., ocasionados por una sociedad veloz, rápida, egoísta e individualista: «vivimos en una sociedad de la información que nos satura indiscriminadamente de datos, de todos en el mismo nivel, y termina llevándonos a una tremenda superficialidad a la hora de plantear las cuestiones morales». De ahí el relativismo y la ausencia de ética en el mundo actual, producto también de la secularización de las sociedades, a la vez que la sociedad de la comunicación destruye los lazos culturales y amenaza la institución familiar.
Ahora, uno de los temas que más simpatía ha causado y que más atención ha llamado del pensamiento social del Papa es su pensamiento ambiental. En su exhortación apostólica nos dice: «La tierra es nuestra casa común y todos somos hermanos». «Amamos este magnífico planeta donde Dios nos ha puesto y amamos a la humanidad que lo habita». El problema es que el hombre actual, con su ambición, su egoísmo, su irracionalidad, con su afán productivista y ánimo de lucro; con su acción industrial y usos tecnológicos está destruyendo esa casa común, nuestro oikos, nuestro hogar. Por eso la encíclica “Laudato Si”, acomete reflexiones fundamentales que involucran: “La íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta, la convicción de que en el mundo todo está conectado, la crítica al nuevo paradigma y a la forma de poder que derivan de la tecnología, la invitación a buscar otros modos de entender la economía y el progreso, el valor propio de cada criatura, el sentido humano de la ecología, la necesidad de debates sinceros y honestos, la grave responsabilidad de la política internacional y local, la cultura del descarte y la propuesta de un nuevo estilo de vida”.
Este amplio e integral catálogo de temas y de intereses es lo que hace del papa Francisco, un auténtico pensador de nuestro tiempo, un hombre que ha aprovechado su posición, tan humildemente asumida, para luchar por los pobres del mundo, de su Iglesia y así buscar la felicidad de los mismos en la tierra. Por eso, el compromiso con la casa común lo lleva a hablar de la contaminación, las basuras, los desechos, la contaminación del agua, los efectos nocivos de la minería, la pérdida de la biodiversidad, la desertificación del suelo por el monocultivo y la agricultura extensiva, el calentamiento global, etc., así como del deterioro de la calidad de la vida humana y la degradación social. Así se reconoce que la crisis ambiental es también una crisis social, que la pobreza tiene efectos sobre la destrucción del ambiente y que el daño ambiental degrada también la vida humana; que el problema ambiental implica incluir el tema económico, político, la discusión en torno a la justicia, etc. En fin, lo que hace el Pontífice es un tratamiento integral y holístico de la ecología, esto es, de las relaciones de los seres con su medio”.
22/04/2025 a las 12:16 PM
El pensamiento social y económico de Jorge Bergoglio refiere a racionalizaciones científicas de sociólogos, antropólogos, economistas, psicólogos y seguramente filósofos. La cuestión es que del Papa Francisco los legítimos fieles católicos esperaron «Teología Cristiana». Jesucristo declamó: «Mi reino no es de este mundo».
22/04/2025 a las 4:45 PM
Puede ser, por algo en algunos artículos mencionan «el Papa de los ateos», indicando que ateos y agnósticos lamentan la desaparición de Francisco. Esto es bastante cierto porque me pasa a mí que soy ateo desde que nací y me resultaba muy simpático en sus frases y comportamientos. En fin , ahora para compensar los cardenales elegirán un Herr Ratzinger o Wojtyla…mejor sería un Papa ateo para los tiempos apocalípticos de la IA
22/04/2025 a las 5:18 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
El imperio del dólar barato
Martín Rodríguez Yebra
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
20/4/025
Desde que es presidente, la intervención de Javier Milei en el debate público combina la vanidad y el cálculo. Tiene el talento expresivo para hablar con arrogancia y presentarse estratégicamente como víctima. Apela al desparpajo y la violencia como proyección de una debilidad de raíz que a la vez lo define y es la armadura que lo protege de sus propios defectos.
Los días que siguieron a la flexibilización del cepo cambiario devolvieron a Milei a su zona de confort después de un incómodo bimestre de zozobra. Desbordante, eufórico, revanchista, se ubicó en la cima del poder para anunciar la liberación nacional. “Salimos de Egipto”, dijo, bíblico. Desde el desierto por el que proclama conducir a los argentinos hacia la tierra prometida propuso un festejo triunfal, definitivo. Ahora sí, lo peor ya pasó.
Como en todo líder político, la palabra lo asiste para revelar lo que no es evidente. Milei salió a decirles a los argentinos que las cosas van bien porque percibe, como marcan encuestas y estudios cualitativos, que hay dudas sobre la salud de la economía entre aquellos que acompañan al Gobierno. El salto de los precios en marzo fue una señal de alarma que puede convertirse en preocupante si la nueva regla cambiaria consolidara un quiebre en la tendencia de desinflación, el mayor tesoro el gobierno libertario.
El Presidente decidió pasar a la acción. Desplegó una presión intensa a los supermercados, a grandes formadores de precios y a las prepagas para que desistan de lanzarse a una carrera de remarcaciones. En simultáneo, advirtió con tono áspero a los exportadores de productos agropecuarios que si especulan con un tipo de cambio más alto van a perder. Les recordó que en julio se termina la baja temporal de retenciones, ese tributo que tantas veces prometió eliminar. No será ahora.
Para que la amenaza sea convincente reveló que su objetivo es que el dólar flote hacia el piso de la banda, 1000 pesos, y no hacia el techo, 1400. “Vení y jugá contra la moneda a ver cómo te va a ir. Apostá, apostá, porque esos dólares están ahí para romperte todo”, dijo en la charla de casi 5 horas que mantuvo con Alejandro Fantino. El préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) que le permitió salir de la encerrona de las microdevaluaciones mensuales es su nueva arma de disciplinamiento.
A contramano con lo que muchos pronosticaban, Milei y su empoderado ministro de Economía, Luis Caputo, perciben la desarticulación del viejo cepo como un mecanismo para mantener el imperio del dólar barato. Persisten en aquello que parecía haberlos llevado a un callejón sin salida: un tipo de cambio que perdió competitividad.
Con un dólar recontra-bajo, el Gobierno puede aspirar a torcer hacia abajo otra vez la curva de la inflación y a reinstaurar la calma en la que había florecido el sueño de una hegemonía libertaria.
Es un objetivo de primer orden para Milei, en el que siempre se combina convicción ideológica e interés político. Si logra que una parte mayoritaria de la población perciba “que las cosas van bien”, tendrá allanado el camino a un triunfo electoral en octubre.
¿Podrá ejecutar el milagro? El acuerdo con el FMI incluye una meta ambiciosa de acumulación de reservas. Los burócratas de Washington se resistían a darle una montaña de dólares a la Argentina para financiar vacaciones en Miami y un boom de compras en Amazon. La gimnasia de un prestamista consiste en convencer al deudor de que debe achicarse para pagar. En el caso de un país, eso implicaría devaluar la moneda para mejorar la competitividad y, de esa manera, generar las divisas que aumenten su capacidad de cumplir.
Pero Milei insiste en que solo va a comprar dólares cuando la cotización se acerque a 1000 pesos. A la vez, habilitó el ingreso de inversores extranjeros a los que alienta a pesificarse, con una tasa beneficiosa. Les impone un plazo de seis meses en que no pueden repatriar los fondos. Es decir, hasta octubre, en coincidencia con las urnas. Todas las señales que da el Gobierno apuntan a una baja del tipo de cambio, pero anticipan una fuerte pulseada con el sector agropecuario. ¿Por qué si ya no liquidaban la cosecha a 1130 pesos hace 10 días lo harían ahora a una cifra menor? ¿Habrá oferta suficiente en el mercado para que la cotización se desplome?
Al plantearse una guerra discursiva, Milei no va a ahorrar recursos. A su juego lo llamaron. La crítica le suena a agresión. Superó en una semana su marca histórica de ataques a economistas y periodistas, en especial para negar cualquier sugerencia de que el acuerdo con el FMI obligó al Gobierno a recalcular. Se convirtió en dogma libertario afirmar que la salida del cepo antes de Semana Santa era un plan diseñado al milímetro desde tiempos inmemoriales.
No importa que durante años Milei hubiera dicho que tomar deuda era inmoral o que con superávit fiscal no habría necesidad de tomar nuevos préstamos. Ni que hubiera anticipado desde noviembre hasta marzo que solo saldría del cepo después de que la tasa de inflación convergiera con la devaluación inducida en el programa (1%), pero finalmente lo hizo justo después de un repunte del 3,7%.
Quien dude de la infalibilidad de las Fuerzas del Cielo se arriesga a entrar en la lista de los réprobos del nuevo poder. La reacción de Milei contra el periodismo profesional es sintomática. Solo en los últimos siete días el Presidente escribió o dijo sobre los periodistas que son “operadores, mentirosos y farsantes”, “sicarios con micrófonos”, “ensobrados”, “corruptos que extorsionan por dinero”, “basuras asquerosas” que mienten, injurian y calumnian, que “envenenan a la gente”, que tienen “déficit de IQ” y “abstinencia de pauta”.
A los economistas también les rezó un rosario de insultos. Los acusa de pifiadores. Muchos cometen un error indudable: hacen pronósticos sobre la base de las promesas del propio presidente. A Carlos Melconian lo ridiculizará de por vida por haber advertido que el programa libertario fracasaría si iba a la dolarización que sugería Milei en campaña. “Me invitás a comer fideos con tuco y no tenés fideos ni tuco”, decía Melconian. El Presidente le refriega la pasta por la cara desde que el año pasado sus medidas lograron estabilizar las principales variables… con un plan que fortaleció al peso en lugar de eliminarlo.
A otros, como Hernán Lacunza, los fulmina por haber advertido que la regla intocable del crawling peg descendiente lo llevaba a una crisis de reservas. Los criticaba antes, cuando hacían sonar esas alarmas, y ahora cuando efectivamente el Gobierno tomó un nuevo rumbo. Como con “la casta”, es mandril quien Milei decide.
Ya hay algunos anotados en la próxima tanda. Ricardo López Murphy dijo que sería muy negativo incumplir las metas de acumulación de reservas pactada con el FMI (más de US$9000 millones hasta fin de año): “¿Dónde está dicho que el Banco Central solo compra en el límite inferior de la banda? Hay que comprar ahora. Lo peor que podría pasar es que después de un apoyo descomunal no lo usemos correctamente. Hay que comprar genuina y sistemáticamente divisas“.
La sugerencia implícita en esas palabras lleva a pensar en el largo plazo, justo cuando la dinámica oficialista se orienta a garantizar un corto plazo confortable de cara al desafío de las elecciones.
LA «CUARTA FASE»
La “tercera fase” del plan constituye un puente hacia la cuarta, de la estabilización definitiva, después de un triunfo electoral.
El dilema de Milei es que, al igual que casi todos sus predecesores, gasta crédito de largo plazo en función de las urgencias inmediatas. Su programa político consiste en la construcción de una hegemonía, contraria a la idea de un escenario de cooperación para los momentos desafiantes que vendrán en 2026.
Incluso con un triunfo legislativo importante, La Libertad Avanza (LLA) seguirá siendo minoría en los dos cámaras del Congreso y así tendrá que sacar adelante una agenda delicada en términos sociales como la comprometida con el FMI, que incluye una reforma jubilatoria, la eliminación del monotributo y otros cambios impositivos, privatizaciones y una meta ambiciosa de acumulación de reservas.
Es un dilema clásico: lo que sirve para ganar elecciones puede ser tóxico para gobernar.
La técnica de alinear a los enemigos ha resultado tan exitosa para Milei que solo se plantea acentuarla.
Un reciente estudio de la consultora Methodo, que dirige Patricio Hernández, aporta datos que pueden explicar este acto reflejo del oficialismo. A partir del procesamiento de datos de encuestas y de millones de interacciones en redes sociales, elaboró un modelo estadístico predictivo del voto. La conclusión a la que arriba el trabajo es que tanto la aprobación presidencial como su intención de voto se sustentan más en símbolos que en resultados concretos. El principal motivo de apoyo a Milei es la lucha contra “la casta”, representada en la motosierra como instrumento para castigar a los privilegiados. Quien valoran la acción del Gobierno en este aspecto tiene un 42% de probabilidad de votar a los libertarios en las próximas elecciones, sostiene el estudio.
Las demás razones .-muy pocas en comparación con otros líderes políticos- son la identidad antiperonista (23%), lucha contra la inflación (16%), la política de seguridad (15%) y la ideología (apenas 5%).
“El núcleo duro de su respaldo responde a una narrativa que combina austeridad moral (“anti casta”), lucha contra un enemigo tradicional (el peronismo) y una esperanza difusa en que alguien está haciendo algo de una buena vez contra problemas estructurales como la inflación y el narcotráfico”, añade el trabajo.
El reto de Milei es mantener viva la llama de la rebelión contra el poder establecido, aun cuando ahora es él quien se sienta en el trono. Acaso por eso las dimensiones de “la casta” se amplían a diario.
Hacia allí empezó a empujar al propio Mauricio Macri, a quien durante meses invitó a comer a Olivos y le reconoció en público su ayuda para ganar el balotaje. Esta semana le reprochó la instauración del cepo en 2019 y sugirió (aunque lo personalizó en su primo Jorge) que pelea por “los negocios de la ciudad”.
EL DUELO CAPITAL
Las elecciones porteñas le caen en un momento incómodo a Milei, justo cuando podría sentirse el pico inflacionario. Saldrá a poner el cuerpo en una disputa local a la que empujó a su vocero Manuel Adorni porque siente que el verdadero sentido de este año electoral es conquistar definitivamente la derecha argentina. Macri se convirtió en un obstáculo a su juicio.
Al expresidente, de campaña a tiempo completo, suelen pararlo en la calle para pedirle que no abandone a Milei. “A veces parece que no se deja ayudar”, le respondió a una comerciante esta semana.
Su estrategia se sostiene en el voto dual: que aquellos porteños que se ilusionan con el programa de Milei no sientan como una ruptura emocional votar al Pro. Ofrece algo así como “vótenos para que nuestro rival pueda hacer mejor las cosas”. En el fondo, lo que se discute es si Macri tiene un lugar en la mesa de las decisiones de la etapa que viene.
Milei se presenta como el instrumento más eficiente para jubilar a Cristina Kirchner. Por eso ahora presiona para que se vote el proyecto de ficha limpia en el Congreso y anuncia que impulsará una ley de ética pública. Esa norma ya existe: es aquella que, entre otras cosas, impide a los funcionarios “usar bienes, servicios o información oficial para promover productos o empresas privadas” y que lo incomodó en el caso $LIBRA.
En paralelo, al búnker de Cristina le llegan señales del Gobierno de que no buscan proscribirla y de que no están buscando acelerar un fallo de la Corte que le impediría ser candidata. Incluso si saliera la ficha limpia, ella podría competir como legisladora bonaerense, tal como de momento prevé.
Milei busca arrebatarle a Macri la bandera de transparencia que suele flamear el Pro. Acusa a los primos de ineficiencia en la gestión y de operar contra su gobierno. Lo hace a su manera, ajustando dichos anteriores. Dice que no pudo acordar con el Pro en la ciudad por culpa del adelantamiento electoral. Es un argumento construido con el tiempo: Jorge Macri anunció el 27 de diciembre el desdoblamiento y el 8 de enero el Presidente dijo en una entrevista que estaba abierto a “un acuerdo total con el Pro para arrasar al kirchnerismo”.
Otro punto de discordia es la contratación del español Antoni Gutiérrez-Rubí como arquitecto de la campaña del Pro. “Contrataron para campaña negativa al mismo que contrató Massa. ¿A usted no le parece que eso es un acto de deslealtad? A mí me parece una traición en la espalda”, dijo este lunes. Gutiérrez-Rubí trabajó para Massa en 2023, pero antes de las elecciones tomó el control un grupo de expertos brasileños que coordinaba Edinho Silva. Milei lo sabía: en febrero de 2024 acusó en una entrevista con Marcelo Bonelli al “grupo de brasileros que tenían contratados para hacernos campaña negativa”. Volvió a hablar de “los brasileros” en otras dos notas, en abril y mayo del año pasado.
Las palabras son arcilla para él: lo que vale es lo que dice hoy. Parece interpretar por momentos el guion del segundo capítulo de la nueva temporada de la ficción distópica Black Mirror. En él, la protagonista crea una computadora cuántica que le permite cambiar el pasado y la realidad a su alrededor. Con solo apretar un botón lo que pasó se ajusta a lo que ella dice. Así se hace rica y poderosa, pero su misión real consiste en ejecutar una cruel venganza contra antiguas compañeras de colegio que le hicieron bullying en la adolescencia. Las manipula psicológicamente hasta llevarlas a cuestionar su percepción, su memoria, su cordura. Spoiler alert: al final la descubren y termina mal.
22/04/2025 a las 5:21 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Bajar la inflación por otros métodos; alejarse de China; derrotar a Macri
Ricardo Kirschbaum
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
20/4/025
Telefonazos y reuniones, con reminiscencias directas del estilo impuesto por Guillermo Moreno, para bajar precios. Aprietes, disfrazados de forzada advertencias, a productores agropecuarios, apurándolos para que liquiden sus dólares. Desde el presidente Milei para abajo les recuerdan que las retenciones a las exportaciones del agro volverán en julio. El que avisa no es traidor, es el mensaje.
Desde la salida del cepo, el valor del dólar en el sistema de bandas que tantas veces y airadamente negó el gobierno, va cayendo. Milei está casi seguro que tocará el piso de la banda inferior de los 1.000 pesos. Si ocurriera, ese precio sería más bajo que el valor que tenía el dólar oficial: ese nivel, sin dudas, el impacto sobre la economía sería mucho más vasto.
Métodos y políticas heterodoxos para quienes recitan de memoria el credo libertario.
Detrás de todo esto, existe una necesidad política: llegar a las elecciones sin que la inflación, que pegó un salto en marzo, les escupa el asado.
Las proyecciones que el costo de vida seguirá para arriba este mes y el próximo preocupan. Los festejos futboleros por haber conseguido el acuerdo con el Fondo -festejo de otro endeudamiento que es un salvavidas- y por salir del cepo cambiario, no despejan la preocupación de que la inflación sigue resistiendo. Mostraron otra vez, eso sí, la cara autoritaria de esa euforia liberada: la descalificación grosera de la crítica, la grave estigmatización del periodismo y la exaltación del Yo supremo.
El gobierno tiene poder de fuego para intervenir en el mercado y está mostrándolo. Sin pudores, tratan de establecer límites para que el principal valor electoral que tiene el oficialismo, la caída de la inflación, no sea afectado por los barquinazos del reacomodamiento al escenario abierto por el acuerdo con el FMI.
Aunque es prematura una conclusión, la tendencia del dólar a la baja puede mantenerse -o ser mantenida- apurando, al mismo tiempo, a los productores a liquidar los agro dólares.
Hay principios que se sacrifican en el altar de las elecciones de octubre, cruciales para los libertarios. Corren con ventaja: hasta entonces tienen tiempo para volver a bajar la inflación, con la oposición principal todavía enredada y perdida en su propio laberinto.
Leyendo los resultados de Santa Fe, los analistas electorales, han percibido que el encono con la política se mantiene, un caballito de batalla de Milei. Se basan en la baja de la participación del electorado el domingo pasado. La coalición que encabeza Pullaro ganó con holgura pero esperaban una mayor diferencia sobre la representación libertaria que, de todas maneras, hizo una elección pobre.
Hay quienes se entusiasman con rearmar una alianza similar en la provincia de Buenos Aires, uniendo al PRO con los radicales y otros ex integrantes de Juntos por el Cambio, se está instalando la idea que, con o sin Macri, Milei se llevará franjas importantes de sus dirigentes y bases. Santilli, Ritondo y Montenegro, que encabezan la fuga, volverían pronto a fotografiarse con Karina Milei, esta vez acompañados por más intendentes. A propósito: tanto en Mendoza como en Corrientes la negociación de alianzas de los radicales Cornejo y Valdés con los libertarios está a la espera que hagan las paces el estratega electoral del oficialismo y la armadora del partido. Santiago Caputo y Karina Milei, a la luz del resultado santafesino, quieren intervenir en el armado de las listas. Y no hay acuerdo en quién maneja esa lapicera.
El peronismo anunció que no se fracturará formalmente, aunque la fragmentación interna es indisimulable. Y que Cristina sigue en carrera por una candidatura provincial en La Matanza. Los que apuestan a la Ficha Limpia para sacarla del juego pueden llevarse una decepción. En la próxima sesión del Senado, para tratar ese proyecto, se introducirían reformas que obligarían a devolverlo a Diputados. La maniobra implica tiempo y es el que necesita Cristina para ser candidata, y protegerse.
En cambio, Guillermo Francos, que atravesó airoso su informe en Diputados, ahora tendrá que lidiar en la comisión investigadora con el escándalo $Libra que salpicó a la cúspide del poder.
La lucha por la Ciudad, en tanto, es tan encarnizada que Leandro Santoro, un radical peronizado, está primero con el porcentaje habitual que tiene de base el PJ porteño. Este es un factor que quiere ser usado como acicate -derrotar al kirchnerismo- por el PRO local para reunir fuerzas y recuperar terreno. En algunas encuestas, dice estar segundo apenas por encima de Manuel Adorni, la esperanza blanca de la LLA. Hay otros números, con el todavía vocero cerca de Santoro.
La Libertad Avanza lanzará sus tanques en ayuda de Adorni, metiendo de lleno al Presidente y a Patricia Bullrich en la campaña porteña. Para los Milei y Santiago Caputo, derrotar a Macri es tanto más importante que ganar esta primera elección.
Un asunto mucho más difícil, que requiere reflexión y habilidad diplomática, atributos que no son frecuentes de encontrar, es el que planteó el secretario del Tesoro de Estados Unidos en su importante visita.
El apoyo del gobierno de Donald Trump a la reforma económica de Milei ha sido contundente así como también lo fue la presión explícita para que la Argentina enfríe su relación con China.
Scott Bessent, que vino a la Argentina por gestión de su amigo José Luis Daza, viceministro de economía, fue enfático en ambos campos: respaldo al programa de estabilización económica y exigencia de distancias con Beijing, comenzando por cancelar el swap que acaban de renovar los chinos.
Es una ecuación complicada de resolver porque Argentina debería generar las divisas para cancelar el préstamo chino y a la vez acumular reservas para cumplir con las condiciones que puso el FMI.
Bessent se ocupó de su ámbito, la economía, visitando primero a Luis Caputo y luego a Milei. El canciller Werthein no participó de estos cónclaves. Afirman que el protocolo lo eximía. Otros, en cambio, dicen que los fuegos que se encendieron por la frustrada foto con Trump con Karina Milei todavía arden. Y eso explica esa ausencia.
22/04/2025 a las 5:27 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Un giro que determina el futuro del plan libertario
Jorge Liotti
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
20/4/025
El Gobierno salió a nadar a mar abierto y no se ahogó. Los primeros días de la era PC (post cepo) sirvieron para aventar las hipótesis más pesimistas que se habían elaborado en función de los antecedentes históricos que tiene el país cada vez que modifica su sistema cambiario. El plan económico ingresó en una nueva fase totalmente distinta, porque se modificó la última variable que permanecía inalterada desde la llegada de Javier Milei al poder, y dejó señales muy importantes respecto de las prioridades del Gobierno en lo inmediato, así como arduos desafíos para el mediano y largo plazo.
Aunque breve, la semana exhibió dos movimientos. El lunes la tendencia marcó una suba del dólar hasta un nivel de $1250 y eso parecía abonar la hipótesis de que la cotización iría hacia el techo de la banda establecida en el acuerdo con el FMI. En ese contexto, aparecieron las listas de precios de las principales aceiteras y empresas de productos masivos con subas de entre 9 y 10%, y el campo festejaba porque veía un incremento de su rentabilidad respecto del último blend de $1130.
Sin embargo, a partir del martes la dinámica se revirtió y el dólar descendió hasta ubicarse en $1160, instalando una percepción a la baja y alimentando el discurso oficial que explicitaba su objetivo de que la cotización llegue al piso de la banda: $1000. Un escenario muy distinto para todos los actores. El campo empezó a expresar su desilusión, azuzado por las advertencias de Milei, y los supermercados rechazaron las listas de precios a la alza que habían recibido, tras una intervención del Gobierno.
¿Qué pasó para que se produjera ese viraje? El economista Fausto Spotorno aporta una explicación de factores múltiples que resulta útil para sintetizar: “En primer término, frenaron los pases activos, que es el mecanismo que tiene el Banco Central para inyectar liquidez en el mercado, a través de préstamos de corto plazo a los bancos. La segunda medida del Central fue emitir una resolución por la que flexibilizó la entrada de capitales del exterior, lo cual actuó como una señal de bienvenida a los dólares de afuera. Y en tercer lugar, los importadores clavaron los frenos, porque venían liquidando fuertemente previendo la salida del crawling peg. Si a eso le sumamos que el lunes hubo mucha compra minorista por el nuevo sistema que después se fue desvaneciendo porque no había tantos pesos excedentes, ahí están las razones del cambio de tendencia que hubo en la semana”.
El mensaje de fondo más contundente que emitió el Gobierno es que de ningún modo está dispuesto a ceder su objetivo de bajar la inflación, a pesar de la liberación cambiaria y de que las previsiones de las consultoras privadas tienden a ubicarlo en torno del 4-5% para abril y mayo. En la Casa Rosada tienen muy claro que arriesgar esa meta es exponer su legitimación social y, fundamentalmente, comprometer un triunfo electoral. El corto plazo está guiado por esa premisa.
Por eso no dudó en recurrir al teléfono para frenar las subas. El secretario de Comercio, Pablo Lavigne, se encargó de llamar a la Cámara Argentina de Supermercados para que no validaran los nuevos aumentos. Las cadenas estaban en la misma sintonía porque desde hace mucho tiempo ven caídas en las ventas por consumidores que no validan aumentos. Pero es probable que se trate sólo de un impasse y que haya actualizaciones, más moderadas, en algunas semanas.
Todos los responsables de la cadena quedaron en analizar las estructuras de costos para ver el impacto real del nuevo dólar en los productos. El Gobierno sospecha que los márgenes de ganancias de ciertos sectores industriales están excedidos en el nuevo contexto, porque están seteados para un contexto de alta inflación.
En el fondo subyace el desafío principal del modelo económico libertario, que gira en torno de si logrará la reestructuración de un sistema productivo preparado para operar en un entorno de desequilibrios macroeconómicos, alta inflación, restricciones, tipo de cambio ficticio. El eslogan de Milei es “reconversión o muerte”, pero el problema es que la reconversión lleva tiempo, y la muerte de ciertos sectores industriales jaquearía al Gobierno con recesión y desempleo. La competitividad será un tema para más adelante.
CAMPO TRAVIESA
El otro actor protagónico es el campo, que vivió los vaivenes de la semana con desilusión. Especialmente después de la tensa y larga reunión que tuvieron el martes funcionarios como Juan Pazo (ARCA), Vladimir Werning y Federico Furiase (ambos del BCRA), junto con los principales representantes del sector agroexportador. El mensaje que escucharon de los anfitriones fue: 1) vamos a propiciar que el dólar baje al piso de la banda, por lo que el valor de $1150 no llegó para quedarse; 2) no estamos urgidos por los dólares y no necesitamos más reservas porque tenemos cubierta la meta con el FMI de US$4000 millones para junio con el aporte de los organismos internacionales, además de que esperamos un flujo de fondos financieros de afuera; 3) de ningún modo vamos a extender la baja de las retenciones más allá del 30 de junio porque comprometeríamos las metas fiscales. Conclusión: liquiden ahora y hagan carry trade, porque después va a ser peor.
En el campo la sensación es de desencanto porque esperaban que la salida del cepo los beneficiara con mayor claridad, en un contexto de baja de los precios internacionales de las materias primas. Ahora hablan de los riesgos de una ruptura en la cadena de pagos y de posibles quiebras. Hay muchos que ven un conflicto sectorial cuando venza el plazo de las retenciones y la campaña electoral haya cobrado temperatura.
Sin embargo, algunos más realistas admiten con resignación que lo más probable es que los productores vayan liquidando exportaciones gradualmente, pero que el impacto mayor se note en las previsiones para la próxima cosecha. En la Argentina, gobernar es administrar el presente.
Claramente el acuerdo con el FMI y el fin del cepo implicaron la salida de una economía con parámetros más o menos estables, pero que en los últimos tiempos se estaba haciendo insostenible. El ingreso a la nueva etapa enfrenta a la Argentina con un dilema histórico: cuál es el tipo de cambio de equilibrio que le permite ser competitivo globalmente, pero al mismo tiempo accesible para el consumidor interno. Con un programa económico de apertura y liberación de restricciones, este problema que estaba disimulado detrás de todas las distorsiones, aparece en toda su dimensión.
En el medio navega una economía que da señales contradictorias todo el tiempo, en busca de una nueva estabilidad. La inflación minorista de marzo de 3,7% fue 1,3% más alta que la de febrero, el mayor rebote de la era Milei. Sin embargo, cuando uno discrimina los rubros se nota que la mayor suba se dio por la suba de la carne y alimentos estacionales. El mismo mes la inflación mayorista dio 1,5%.
El consumo masivo tuvo en marzo, según números de la consultora Scentia, un retroceso de 5,4% respecto del mismo mes de 2024, que ya había sido malo por el impacto inicial del ajuste. Pero al mismo tiempo la venta de bienes durables se potenció fuertemente gracias al crecimiento del crédito, y al turismo en el exterior que explotó en el verano.
Los indicadores dan señales contrapuestas todo el tiempo, expresión de una economía en profunda transformación, aunque todavía no esté del todo claro si primero llegará la recuperación vigorosa y la reconversión productiva, o el estancamiento y la recesión.
LAS LECCIONES DE SANTA FE
El despertar del año electoral dejó señales indicativas del clima general de la sociedad, apenas un año y medio después del tortuoso proceso de 2023. En las constituyentes de Santa Fe hubo un claro ganador que fue el gobernador Maximiliano Pullaro, quien logró mantener anudada la coalición que lo llevó al poder hace dos años, se impuso en 343 de las 346 localidades y le sacó 20 puntos a toda la oposición.
Sin embargo, el 34,61% que consiguió estuvo lejos de lo que esperaba en la previa. Implicó una pérdida de más de la mitad de los votos que obtuvo hace dos años. Si a eso se suma que la participación fue del 55% y que hubo 5% en blanco y 5% impugnados, la cuenta da que el mandatario radical en realidad contó con el apoyo del 17% del padrón electoral.
Esto no es sólo un problema para Pullaro. Es sobre todo una señal de comportamiento social, porque está marcando que se profundizó el nivel de apatía y dispersión de los últimos años. Hay una parte de la disputa electoral que ya no es entre candidatos o partidos, sino entre los que tienen interés en la representación democrática y los que entienden que no tiene sentido ir a votar.
Este es hoy el problema más profundo del sistema político argentino, eclipsado por la centralidad exuberante que ejerce Milei, que en el fondo es un presidente políticamente débil, en un contexto de oposiciones atomizadas y desarticuladas. La gran protagonista de la elección de 2023 fue una sociedad hastiada que decidió dar una vuelta de página histórica; Milei fue la consecuencia natural de ese proceso.
Santa Fe también demostró los enormes problemas internos del peronismo, que podría haber sido más competitivo si se unía en vez de ir en tres listas, y las deficiencias de La Libertad Avanza cuando no está Milei en la boleta. Hubo señales preocupantes para el oficialismo en esa elección, no sólo por salir terceros, sino porque quedaron en evidencia dos diseños paralelos.
La dominante fue la liderada por los Menem y Karina Milei (quien esta semana estuvo muy pendiente de todos los detalles del traslado de la elefanta Pupy desde el Ecoparque al Mato Grosso), bajo el principio de tener representantes propios en todos los distritos, aunque tengan pocas chances. La alternativa es enarbolada por Santiago Caputo, quien sostenía que había que ser estratégico y sólo disputar en los lugares con posibilidades, preservando el vínculo con los gobernadores dialoguistas.
Por eso siempre mantuvo una línea abierta con Pullaro, a través de un consultor muy conocido en el ambiente. Algunos detallistas marcaban el contraste que hubo entre la austera campaña del libertario Nicolás Mayoraz y la mucho más visible de Amalia Granata, quien quedó a menos de dos puntos del diputado. “Granata tuvo cinco veces más propaganda digital que Mayoraz. El aparato comunicacional oficial estuvo de su lado”, comentó una fuente conspirativa que recordó que la exmodelo cuenta en sus campañas con asesoramiento de la consultora Move, de Santiago Caputo y sus socios, a través de Federico Falco.
Además de los problemas de representación que exhibió Santa Fe, hay una preocupación creciente en la justicia electoral por la multiplicación de comicios en todo el país con sistemas distintos, sumado a la eliminación de las PASO, la instrumentación de la Boleta Única (BU) y el desdoblamiento de la provincia de Buenos Aires. Son demasiados cambios juntos sin tiempo de instrumentación, que pueden lesionar el último bastión del sistema democrático: la legitimidad de las urnas.
“El gran riesgo que enfrentamos es que la erosión de los partidos y los liderazgos políticos se traslade al sistema de elecciones, porque a pesar de todo, los resultados nacionales nunca fueron cuestionados”, señala una fuente judicial que ve con preocupación una creciente “federalización electoral”, con mecanismos cada más dispersos y juzgados provinciales políticamente condicionados. Habrá al menos 13 sistemas electorales locales en funcionamiento, además de la nacional del 26 de octubre. En algunas provincias, como Tierra del Fuego, hasta tienen un padrón diferente del nacional.
Por este motivo, la Cámara Nacional Electoral se prepara para emitir en los próximos días dos acordadas: una dirigida a los partidos políticos, para que garanticen la representación de las minorías a partir de la suspensión de las PASO y eviten hacer abuso de la lapicera; y otra que apuntará al gobierno nacional, en la cual recordará todos los pedidos y planteos que vienen haciendo, tendiente a dotar de estructura a la logística electoral y promover la capacitación y la difusión del nuevo mecanismo de votación.
Sólo la Boleta Única requiere de una implementación especial, porque si bien desarticula el poder de los aparatos territoriales en la previa electoral y durante los comicios, la fiscalización del escrutinio es más demandante. Según la estadística internacional, con la BU se incrementa entre un 3 y un 5% el nivel de impugnaciones por gente que no sabe cómo votar.
Sin duda, el caso más problemático es el de la provincia de Buenos Aires, porque la justicia electoral bonaerense nunca estuvo a cargo de una contienda como la que se dará el 7 de septiembre, y no cuenta con la estructura ni la experiencia para hacerlo. Por eso en las últimas semanas el juez con competencia electoral, Alejo Ramos Padilla, mantuvo reuniones con todo el arco político y judicial para montar un operativo que va a requerir 40.000 mesas electorales, 90.000 autoridades y 7.000 delegados.
Hay mucha preocupación en estos encuentros porque la Junta Electoral Bonaerense no tiene antecedentes en la materia, porque hay superposición de calendarios y porque rigen desconfianzas entre el gobierno provincial y el nacional, que se comprometió a aportar el comando electoral para que el Ejército intervenga en la distribución y control de las urnas.
Las cosas podrían agravarse más aún si la interna del peronismo no termina de encarrillarse, porque transformaría la elección en una auténtica guerra de guerrillas electoral. Esta semana terminó finalmente la discusión por el calendario, tras la aceptación de Cristina Kirchner del desdoblamiento y el avance con la suspensión de las PASO locales. Ahora emerge ese “temita” de la unidad, una especialidad de la casa. Hay un comando reducido, entre los que gravita especialmente el intendente lomense, Federico Otermín, intentando acercar posiciones entre la expresidenta y Axel Kicillof, en el entendimiento de que divididos es probable que pierdan y que juntos es posible que ganen.
El problema es que la racionalidad del planteo se contrapone con la emocionalidad de la discordia que surgió entre ellos. Predomina una sensación de traición mutua, que es difícil de administrar. Los sentimientos que los políticos buscan ocultar o simular, muchas veces son los que dominan sus razonamientos. “No hay todavía clima para un diálogo entre ellos, pero sí hay señales de ambos bandos de que lo mejor es buscar canales para confluir. En lo inmediato el objetivo es descomprimir. El cierre de listas es el 8 de agosto, hay tiempo”, señala uno de los que trabaja por acercar posiciones.
Pero en esa partida también juegan el Congreso y la Justicia. El oficialismo volvió a agitar el fantasma del proyecto de fecha limpia, que podría cortarle el paso a Cristina al Congreso Nacional, no a la Legislatura bonaerense. Y la Corte Suprema le envió la causa Vialidad al Procurador General, Eduardo Casal.
Es probable que Casal se pronuncie pronto en la misma línea que lo hizo el fiscal Mario Villar, quien pidió elevar la condena de 6 a 12 años e incorporar la figura de asociación ilícita. En el máximo tribunal juegan tres variables para resolver. La primera es la vocación de pronunciarse antes del cierre de listas en agosto e interferir en la candidatura de Cristina. Si bien en general los jueces rehúyen de intervenir en temas políticos, en los últimos años lo hicieron varias veces cuando rechazaron las reelecciones de los gobernadores Sergio Uñac, Sergio Casas, Alberto Weretilneck y Gerardo Zamora.
La segunda tiene que ver con la conformación del tribunal. Tal como está hoy, necesitan unanimidad porque no puede salir un fallo con menos de tres votos, y en el caso de no lograrlo, deben convocar a conjueces. Como hay versiones de que el Gobierno podría impulsar antes de octubre nuevas candidaturas que reemplacen a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, eso podría llevarlos a esperar la evolución de ese proceso.
Y finalmente, la cuestión de fondo: evaluar el rechazo directo del recurso de queja que presentó la expresidenta o, por el contrario, aceptar la ampliación de la condena que pidió el fiscal Villar, lo cual implicaría que el tema vuelva a la Cámara y el proceso se extienda. La opción de salvarla luce muy improbable. En el entorno de Cristina rige el pesimismo. Sabe que en el palacio de Tribunales no cosecha amistades.
22/04/2025 a las 5:36 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Semana “kripto” para Milei, con tres ministros interpelados
Ignacio Zuleta
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
19/4/025
Semana «kripto» para Milei, con tres ministros interpeladosAME087. BUENOS AIRES (ARGENTINA), 16/04/2025.- Fotografía cedida por el Congreso de la Nación Argentina del Jefe de Gabinete de Ministros, Guillermo Francos, hablando durante la presentación de un informe en la Cámara de Diputados de la Nación este miércoles, en Buenos Aires (Argentina).
Francos inició su comparecencia ante el Parlamento para presentar un informe semestral de gestión, donde se espera que aborde principalmente cuestiones económicas, mientras que ya adelantó que no responderá preguntas del ‘criptofiasco’ de $LIBRA, por el que es investigado el presidente Javier Milei.
La Argentina experimental se da todos los gustos en vida. Esta semana inaugura un escenario inédito: la interpelación a tres ministros y a un alto funcionario del equipo económico de un gobierno de minoría. Están citados este martes para que expliquen qué quiso hacer el presidente con el sketch promocional de la criptomoneda Libra.
Ya es novedosa esta actividad de Javier Milei como hombre de negocios, algo poco habitual en políticos en funciones. Aunque Néstor Kirchner compraba hoteles (y problemas) siendo primer caballero (2008, Hotesur) y ahora nos enteramos de que Guillermo Francos cultiva la ciencia de producir huevos, que es también un arte. Orondo, confesó en la sesión informativa: “Soy productor de huevos y el maple lo vendemos a 5.000 pesos, mientras que en el comercio se vende a 8.000 pesos”. Arrancó aplausos (se entiende, la palabra huevos connota virilidad). ¿Será acusado también de promover negocios desde la altísima dignidad que le han confiado este gobierno y el anterior?
ANTESALA PARA LA COMISIÓN INVESTIGADORA
Esta interpelación determinará la conducta del oficialismo y oposición en el segundo round de la criptosemana. El miércoles comienza a funcionar durante 120 días la comisión investigadora sobre este chanchullo. Arranca con una impugnación a Martín Menem por haber incurrido en el mismo ardid de Cristina de Kirchner de dividir bloques para multiplicar la participación de amigos del Gobierno en una comisión creada para investigar… al Gobierno.
La oposición tratará de no judicializar el caso, como ocurrió con el intento cristinista de ampliar la bancada peronista en el Consejo de la Magistratura. En aquella oportunidad Humberto Schiavoni, por el Senado, logró en la Corte imponer a Luis Juez, víctima de aquel ardid.
Lo mismo logró Mario Negri en Diputados, presentando una demanda en favor de la representante Roxana Reyes. Quizás es lo que busca el oficialismo, porque eso retrasaría meses el funcionamiento de una comisión en la que se juega el destino del Gobierno.
EFECTO TÓXICO DE LAS ELECCIONES
Menem integró con bloques rearmados una comisión de 28 miembros, empatada entre oficialismo y oposición. El bloque peronista se cree con número como para imponer al presidente pero sabe – lo admitió en privado Germán Martínez – que no les votarán esa precedencia. Esto facilita las negociaciones entre los 28. Los baquianos creen que hay más posibilidades de que un oficialista se vuelva opositor, a que uno de los 14 opositores se vuelva oficialista.
Algunos miran el resultado de las elecciones del domingo en Santa Fe y Formosa. En Santa Fe, la tercera provincia del país en cantidad de votos, La Libertad Avanza salió tercera pese a un buen candidato como Nicolás Mayoraz –lee de corrido, no tira vasos de agua ni filma con el celular a sus colegas-. En Clorinda, la alianza no peronista que integró LLA con la UCR y otros partidos para disputar el domingo la intendencia, perdió con los sublemas del PJ, dos de ellos referenciados en José Mayans.
Estos resultados en un distrito grande y otro chico desmienten la leyenda de la popularidad de Milei y LLA, y contradicen la publicidad de que la Argentina está condenada a Milei. Las urnas del domingo ignoraron esa pauta que repite la militancia del streaming y el prime time del cable, turbio fondeadero donde van a recalar/Barcos que en el muelle para siempre han de quedar (Cadícamo).
UNA SUELTA DE VAMPIROS
A las comisiones las carga el diablo y las disparan los incautos. Es grande el riesgo del Gobierno al haber admitido que las cosas lleguen al extremo de la creación de una comisión investigadora. Es una suelta de vampiros que van a buscar sangre en donde la haya. La aparición en recinto de Cavallo en agosto de1996 para discutir Yabrán y Banco Nación derivó en la creación de una comisión para investigar Hechos Ilícitos y Prácticas de Corrupción. Se generalizó como la “Comisión Anti-Mafia”, palabra impuesta por Cavallo en sus denuncias.
El peronismo logró entonces asegurarse la mayoría de los integrantes, que permitió que César Arias ejerciera la presidencia. Arias había sido secretario de Justicia de Carlos Menem, y como diputado, presidió la Comisión de Juicio Político, el cerrojo de todo mandatario. Nadie como él lo cuidó tanto a Menem, de quien fue abogado personal, apoderado del PJ, procurador del Tesoro (abogado del Gobierno) y presidente de la Auditoría General de la Nación. Aun con el control de la mayoría de la comisión que indagó sobre Yabrán, Correos, la muerte de José Luis Cabezas, contrabando de oro y otros delitos, el peronismo entró en picada en el año electoral 97. En octubre de aquel año perdió las legislativas por 10 puntos ante la flamante Alianza UCR-FrePaSo. Fue la antesala de la pérdida del poder en 1999 en primera vuelta. Ojo.
MOREAU, EL SOBREVIVIENTE
El cuarteto – Francos, Caputo, Cúneo y Roberto Silva (de la CNV) – fue citado, pese a la resistencia del oficialismo para que nadie meta la nariz en ese asunto. Planteó la pelea en el recinto de los Diputados y perdió, como perdió también con la creación de una comisión investigadora. La máxima dice que lo malo no es meter la pata sino no sacarla pronto (Felipe González).
Que el gobierno de Milei sea de minoría explica que no haya habido desde 1994 ninguna interpelación. Domingo Cavallo y Armando Caro Figueroa, los últimos interpelados hasta ahora, fueron citados como ministros de un gobierno de mayoría y en el contexto de un mundo que ya no existe.
Pasados 30 años desde entonces, en la actual Cámara de Diputados hay un solo sobreviviente de aquel retablo: Leopoldo Moreau, en aquella época una espada filosa del radicalismo y hoy un asesor más filoso aún de Cristina de Kirchner. La presencia de Cavallo en agosto de 1995 en la larga noche de 11 horas discutiendo con los radicales sobre Yabrán y Banco Nación, no fue una interpelación. Fue una presencia voluntaria del ministro de un gobierno que venía de ganar las presidenciales de ese año en la primera vuelta. Estaba en casa.
EL REGLAMENTO QUEDÓ VIEJO
Estas singularidades se agravan por la intención del Gobierno de desbaratar la interpelación del martes y también de matar a la comisión investigadora que tiene fecha de inicio el martes 23. El reglamento de Diputados regula cómo debe tramitarse una interpelación. Pero fue escrito para el mundo del bipartidismo entre peronismo y radicalismo. Quedó viejo para un Congreso balcanizado en multitud de bloques, uno más débil que el otro. Por ejemplo, el art. 206° le da el protagonismo al funcionario convocado y a un “diputado interpelante”: los dos concentraban todo el libreto. La principal tarea antes de la sesión del martes es adaptar la rutina a que hay varios diputados interpelantes.
ARQUELOGÍA LEGISLATIVA
Los diputados interpelantes deberán acordar un orden de intervención y un reparto del tiempo disponible. Durante el fin de semana hubo mucho trabajo de arqueología sobre cómo ocurrieron las interpelaciones en el pasado. La más resonante fue en mayo de 1986 a Antonio Troccoli y Germán López sobre el secuestro de Osvaldo Sivak.
El diputado interpelante fue el peronista Roberto Digón, del sector renovador del bloque del PJ. Introdujo una herramienta que hoy horrorizaría a Martín Menem. Cuando Troccoli negó haber hablado alguna vez con Marta Oyhanarte, Digón puso ante el micrófono de su banca un audio que desmentía al ministro. Esa interpelación le costó la cabeza a Germán López, cuya cartera de Defensa fue acusada de albergar, sabiéndolo o no, a la famosa “mano de obra desocupada”. Los interpelantes de hoy están buscando algún testimonio crudo y convincente que equivalga al “tape” de Digón que desequilibró los tantos.
DESPIADADOS, AUNQUE PRUDENTES
Fue un golpe para Alfonsín, de quien López era un funcionario clave. Pero el presidente siguió la receta que hoy Miguel Pichetto le prescribe al Gobierno: admitan lo que hicieron, señalen responsabilidades y echen a rodar alguna cabeza. ¿Será que la cabeza que debería rodar está demasiado arriba? Están debiendo una narrativa.
Las interpelaciones, aunque las almas bellas de los sensibles de Montserrat (barrio del Congreso) lo nieguen, son un recurso de la oposición para arrinconar el Ejecutivo. ¿Hasta dónde? Hasta el final. En 1986 le costó la cabeza a uno de los hombre clave de Alfonsín. Pero desde la reforma de 1994 puede haber otro trofeo, que es la cabeza del jefe de Gabinete.
Esa reforma creo la figura del voto de censura y la remoción del jefe de los ministros. Este es el riesgo de destratar al Congreso por parte del Gobierno. No existe la política “de onda”. Es un oficio transaccional con ganadores y perdedores donde nadie perdona nada. En la citación primó la prudencia, impuesta en la oposición por Pichetto, que sacó de la lista a la hermana del presidente. Una cortesía de la oposición amigable hacia Javier Milei. También quedó afuera el portavoz Adorni, que ya tiene fueros como candidato a concejal por CABA. Nada indica que la comisión investigadora no los cite.