Por Guillermo Cherashny.-

Hay varias teorías sobre por qué razones se cayó la ley de ficha limpia. En primer lugar, porque fuentes de la Corte Suprema le hicieron saber al gobierno que era una  norma que no podía ser retroactiva, porque, si bien era    una ley electoral que trataba sobre cuestiones penales, las leyes penales son para el futuro, por lo cual era gastar pólvora en chimangos, como dice el refrán, y sólo figuraba en la agenda de los «noños republicanos», como los llama el presidente, y que no sería convalidada por la Justicia, por lo cual el Frente Renovador de la Concordia de Misiones -que es muy cercano a Unión por la Patria, decidió votarla en contra para no darle aire al partido amarillo en la tierra colorada y evitar que él presente lista en las anticipadas de junio, en  donde la Libertad Avanza presenta un muy buen candidato como el financista Diego Hartfeld.

Rovira, el líder indiscutido del oficialismo misionero, no le tiene ninguna simpatía al PRO y no quiso que se pusieran la cucarda, además que el gobierno nacional no tenía mucho interés en sancionarla.

En definitiva, no hubo pacto ni con Milei ni con Cristina, aunque una se oponía claramente, porque era la destinataria, y al otro  no le importaba mucho.

A esta situación se sumó el diario Clarín hablando de un pacto de Milei con Rovira para zafar a CFK, ante lo cual el presidente fue muy duro con el multimedio y dijo que no le aprobará la compra de Telefónica de Argentina por parte de Telecom, que integra el multimedio Clarín.

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