Por Carlos Tórtora.-

De las diversas derrotas electorales del oficialismo que se ciernen sobre el horizonte, la de las elecciones porteñas no es la mayor, aunque puede ser la más significativa. Javier Milei temería que, si La Libertad Avanza queda tercera el 18 de mayo, este resultado dispare la reedición de Juntos por el Cambio de vuelta con el PRO, la UCR y la Coalición Cívica.

De ser así, La Libertad Avanza podría perder la centralidad en el mapa político y la dirigencia de centro derecha tendría otro paraguas donde refugiarse.

Por lo pronto, en la campaña porteña están pasando cosas. Gracias a la participación personal de Mauricio Macri en las recorridas por los barrios, la lista que encabeza Silvia Lospennato empezó a consolidarse en el segundo puesto, aunque muy lejos de Leandro Santoro. En cambio, Manuel Adorni está estancado y peleando el segundo lugar con Ramiro Marra, quien genera más adhesiones en el electorado de derecha.

La identificación personal de Adorni con Karina Milei es un costo que cada día pesa más. La misma Karina tomó la decisión de refugiarse en un segundo plano y ahora se la ve menos en la pantalla.

Una caja de Pandora

Lo cierto es que si Marra, que fuera expulsado de LLA por Karina, termina tercero y Adorni queda cuarto, ella se convertiría en un salvavidas de plomo para su hermano. La crisis entonces podría cruzar la General Paz y extenderse a Buenos Aires, donde el menguado aparato político libertario se construyó alrededor de la Secretaria General de la Presidencia. Macri estaría esperando este momento para darle a Milei un ultimátum: sólo habrá alianza entre LLA y el PRO en Buenos Aires si los amarillos se quedan con la mitad de las candidaturas.

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