Por Germán Gorraiz López.-
El antropólogo George Bateson acuñó el término «esquizogénesis complementaria», una teoría que sostiene que «las diferencias culturales entre los grupos tienden a aumentarse con el tiempo en una especie de escalada que busca destacar la identidad personal y el poder sobre los grupos contrarios».
Dichos cambios sociológicos estarían favorecidos por el llamado proceso de «retroalimentación positiva» que es autorreforzadora de la opinión personal. El término retroalimentación alcanzó una gran popularidad gracias al libro de Norbert Wiener, «Cibernética o el control y comunicación en animales y máquinas», publicado en 1948 y sería «un método para controlar un sistema, reintroduciendo los resultados de su desempeño». Si este proceso conduce a contrarrestar la desviación en el sistema ante el impacto de una perturbación, hablamos de retroalimentación negativa que permite la estabilidad pero si se amplifica la desviación, la retroalimentación es positiva y favorece el cambio.
Todo ello explicaría el fenómeno de la polarización entendida como «mecanismo de defensa por el que el individuo se enfrenta a conflictos emocionales y a amenazas de origen interno o externo, viéndose a sí mismo o a los demás como completamente buenos o malos, sin conseguir integrar, en imágenes cohesionadas, las cualidades positivas o negativas de cada uno».
En este contexto, asistimos a la paulatina y solapada sustitución de la democracia formal por la emocracia, entendida como «una creación neológica con la que se expresa la idea de que gobiernan las emociones» y según Fernando Pessoa, «las sociedades están dirigidas por agitadores de sentimientos o emócratas, no por agitadores de ideas».
Las redes sociales como X o Twitter se habrían convertido pues en el vehículo de transmisión ideal de los postulados del emócrata de turno para propagar el maniqueísmo, el culto al líder y mediante las fake news conseguir polarizar a la opinión pública, siguiendo los postulados ideológicos de las élites dominantes que habrían optado por la emocracia para sustituir a la democracia formal.
Sin embargo, la emocracia sería el caldo de cultivo de la autocracia, forma de gobierno ejercida por una sola persona, especie de parásito endógeno de otros sistemas de gobierno (incluida la llamada democracia formal) y que podría implementarse en las sociedades occidentales en el horizonte de la próxima década.
29/05/2024 a las 3:59 PM
Podría, habría, sería, estarían, explicaría…….Está necesitando una nueva receta de cocina el autor (hola, Santino). De Irán, Corea del Norte, Venezuela, Nicaragua, Rusia, Bielorrusia, China, nada que decir. Nunca.
29/05/2024 a las 9:13 PM
El Informador Impúdico
«No nos da vergüenza la clase de cosas que publicamos…»
30/05/2024 a las 10:40 AM
En los barrios, los vecinos se están organizando para enfrentar a la delincuencia que la policía no puede o quiere combatir. ¿Cuanto tiempo les tomará para darse cuenta de que si se organizan bien, no necesitan a la policía? ¿Y cuanto tiempo más les tomará para entender que pueden aplicar la misma solución con los gobernantes?
Las cartas ya están echadas…
29/05/2024 a las 9:15 PM
¡Pero que artículo tan lúgubre don Germán!
Dele descanso al cerebro, haga algún deporte, escuche música, baile, cante, cocine vaya a tomar algo a una cafetería, ocupe una mesa en la vereda y deléitese mirado a las chicas, vaya al circo o al parque de diversiones pero déjese de elucubrar cosas raras.
Se ha comprobado que el ejercicio en personas mayores disminuye el riesgo de caídas, aumenta la movilidad y posiblemente combate la demencia.
El mejor estímulo para el cerebro, joven o viejo, es la novedad o sea aventurarse a hacer cosas nuevas.
¿Como le salió la tortilla española?
Hoy voy a enseñarle a preparar tortilla francesa u omelette, así que al trotecito va buscar los 6 huevos que le quedaron, se pone el gorro y el delantal, se lava las manos y comenzamos a trabajar.
Ah! no se olvide de la música y de cantar mientras cocina.
Lo primero es picar 5 o 6 ramitas de perejil, sin los cabos.
Luego empieza a batir los huevos (a los que le habremos agregado 3 claras) y un chorrito de leche, al punto que queden bien mezclados pero sin espuma. A continuación sal y pimienta negra molida a gusto y agregamos el perejil. Mezclamos para que se distribuya en forma uniforme.
El secreto consiste en cocinarlo de modo tal que no resulte seco con apariencia de la suela de goma de una zapatilla.
Para lograr eso vamos a untar una sartén con rocío vegetal, preferentemente de maíz y vamos a distribuirlo con la mano o con una servilleta de papel en el fondo y el borde .
Ponemos a calentar la sartén a fuego mínimo y agregamos una feta fina de manteca (mas o menos 1 cm es suficiente). Dejamos que se derrita (sin que se queme), vamos moviendo la sartén para que distribuya en forma pareja en el fondo y al cabo de 30 a 50 segundos agregamos la preparación y con una espátula cuidamos que no se pegue en el borde.
A medida que avanza la cocción vamos levantando el omelette con la espátula y dejamos que el huevo aún o coagulado se deslice al fondo de la sartén. De paso observamos que no se arrebate.
Cuando queda una capa de huevo aún sin coagular lo cerramos al medio con la espátula, lo damos vuelta y vamos espiando que el interior quede jugoso.
Esta es el omelette o tortilla francesa básica.
Es cuestión de tomarle la mano.
Si le gusta relleno puede agregarle queso, jamón, hongos,
muzzarella o lo que más le agrade pero todo en fetas muy finitas.
Los ingredientes adicionales debe agregarlos al comenzar la cocción que como le expliqué debe ser a fuego mínimo.
Con esta cantidad de huevos comen tranquilamente 2 personas.
Aparte puede preparar una ensalada de radicheta, lechuga, escarola, rúcula o berro para acompañar o una porción de papas fritas bastón.
Con las tres yemas que quedaron puede preparar una mayonesa casera cuando termine con el omelette, que también tiene su secreto, o bien hervirlas y guardarlas en la heladera para usarlas mañana a más tardar.
Manos a la obra.
Hop hop!
Arriba el ánimo.
Aprovecho para saludar a raúl que veo que está bastante preocupado por sus omisiones y no es para menos.
Mañana voy a atenderlo a don Hernán.
30/05/2024 a las 12:29 AM
DON GORRAIZ, MIRE ESTA VEZ NO LO CRITICO PORQUE LE CONFIESO, NO ENTENDI NADA DE NADA.
ASI QUE MEJOR ME CALLO Y PASO HASTA EL PROXIMO ENVIO.
30/05/2024 a las 11:19 AM
Viejo charlatán de feria, zurdo resentido y patético, aburrís con tus boludeces atemporales y pseudo-intelectuales.
Dos cosas:
Cambiá esa foto tan…gay de mesa de noche de los 30 (previo al generalísimo) jajajajaja. Payaso.-
30/05/2024 a las 7:25 PM
Señor Chuenga ¡como se le ocurre semejante cosa!, mejor que no la cambie, a ver si todavía pone esta:
https://colarebo.net/wp-content/uploads/2010/12/german-gorraiz-lopez15c.jpg
30/05/2024 a las 1:18 PM
¿A que se dedica don Germán?
Quiero suponer que está cocinando algo rico.
Como ya le expliqué la música nunca debe estar ausente cuando cocinamos.
Seguramente usted ha escuchado alguna vez al tenor español Jaume Aragall.
Bueno, mientras cocina escúchelo y cante con él Non ti scordar di me.
La primera vez el resultado va a ser desalentador porque Aragall es uno de los mejores tenores del siglo XX, pero no se desanime insista hasta que pueda cantar a dúo con él.
Le dejo un video para que vaya practicando
https://www.youtube.com/watch?v=UV8j-VDnAes
Escuche atentamente, Aragall esta cantando sin orquesta, sólo con el acompañamiento de piano lo que no es nada fácil y no me diga que usted prefiere bailar twist mientras cocina, escuchando a Chubby Checker porque sería mortificarme gratuitamente.
Arriba el ánimo y deje de lado «La esquizogénesis de las sociedades occidentales» porque si continúa alimentando esos pensamientos macabros en cualquier momento va sufrir un colapso mental y va a terminar en una silla ortopédica balbuceando incoherencias.
En otro momento preparamos una mayonesa casera, o mahonesa como dice Arguiñano.
30/05/2024 a las 3:45 PM
Sr. Gorraiz
Muy bueno su trabajo. Los que lo quieren denostar lo único que logran es poner en evidencia su trágica arrogancia y su patética ignorancia, pues como dijo Max Scheler: «La crítica resentida se caracteriza por no querer en serio lo que pretende querer; no critica por remediar el mal, sino que utiliza el mal como pretexto para desahogarse».