Por Carlos Tórtora.-

Ayer se esperaba de un momento al otro que el Ejecutivo enviara al Congreso el nuevo proyecto de ley de Ficha Limpia. Para Javier Milei, este tema es sin duda el más delicado de las sesiones extraordinarias que comenzarán este 20. En la última semana de noviembre del año pasado, cuando iba a tratarse el anterior proyecto de Ficha Limpia, diez diputados de La Libertad Avanza dejaron sus bancas y produjeron entonces la falta de quórum para que el proyecto se cayera. Quedó así al descubierto que estaba en pleno funcionamiento un pacto de Milei con Cristina Kirchner y que el mismo incluía que esta última no quedara proscripta para ser candidata en las elecciones a través de la aplicación de la Ficha Limpia. Resentido con el gobierno, Mauricio Macri aprovechó para dejar en evidencia el Pacto libertario-K y Milei quedó entonces golpeado. Reaccionó llamando a la macrista Silvia Lospennato, impulsora de la Ficha Limpia, para prometerle que enviaría a la brevedad un nuevo proyecto de ley.

Ahora la situación vuelve a ser un dilema para Milei. Si empuja la sanción de Ficha Limpia y Cristina quedara entonces proscripta, sería imposible entonces concretar un nuevo pacto con ella para que UxP apoye la sanción de la UCR, eliminación de las PASO y la designación en la Corte Suprema de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla. Obviamente, para el presidente la prioridad es negociar con Cristina. Pero el líder libertario tampoco quiere que la masa de la clase media antiperonista que lo sigue le retire su voto acusándolo de acordar con la expresidenta.

Alquimias legislativas

En síntesis, La Libertad Avanza estaría obligada a demostrar que trata por todos los medios que haya Ficha Limpia, pero sin que la norma termine proscribiendo a Cristina.

El sistema legal argentino le abre una salida a Milei y Cristina y ésta es la vigencia del principio de irretroactividad de la ley penal, es decir que sólo se puede castigar un delito con la pena y la ley vigente en el momento que se cometió. Este principio, que sería ratificado por cualquier tribunal, la dejaría a Cristina fuera del alcance de la proscripción. Y Milei podría hasta decir que hizo todo lo posible por proscribirla pero que no se puede ir contra la irretroactividad de la ley.

Una salida de este tipo sería más elegante para Milei, ya que dejar otra vez sin quórum a la sesión sería un escándalo considerable. Obviamente, el gobierno necesita mantener vigente su doble juego: fingir que quiere marginar a Cristina pero negociar con ella y tenerla de rival electoral, porque ella carga con el ancla del desastre de Alberto Fernández y de su propia corrupción. O sea, un rival ideal.

A todo esto, el diputado K Rodolfo Tailhade admitió que la decisión de Santiago Caputo de echar al jefe de la Unidad de Información Financiera (UIF), Ignacio Yacobucci, se tomó porque éste había decidido avanzar en la investigación de varias causas contra Cristina Kirchner.

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