Por Jorge Augusto Cardoso.-
El asesinato de la niña Kim Gómez ha puesto por demás en evidencia la falta de ocupación del gobierno en tratar leyes que procuren contener la creciente inseguridad producto de la impunidad; ésta va alentada por el hecho de que la sociedad no deja traslucir el castigo de los crímenes como próximos y ciertos. La escalada del delincuente comienza con un hurto, un simple hurto, siempre impune, luego un robo; la policía lo detiene y la justicia sólo lo advierte. El delincuente se toma el hábito de obtener dinero sin trabajar, y lo hace “a como dé lugar”, sin respetar vida alguna; total nada grave le ha de pasar.
La liviandad de las sanciones, y el retardo con que se aplican, crean un clima propicio al contagio de la delincuencia. ¿Para qué esforzarme y trabajar por un salario modesto, si puedo obtener más robando sin que nada me pase?
Es necesario promover leyes que impidan discrecionalidad a los jueces, de cumplimiento efectivo para todos los que delincan de acuerdo al nivel del crimen cometido sin considerar la edad de los actores; a un asesino le debe caber la misma pena, sea éste menor o mayor de edad. No habiendo cárceles, se debería dejar de tener como museos a la de Ushuaia y a la de Martín García, y reabrirlas. No habrá sociedad vivible si no se cumplen las leyes.
28/02/2025 a las 8:06 AM
Así es. Sin un claro sistema de premios y castigos, no hay cambio social posible.
28/02/2025 a las 12:35 PM
Ciertamente, Corina. Gracias por tu participación.
28/02/2025 a las 6:31 PM
Hay tirado tanta basura bajo la alfombra que el bordo que se ha formado, ya no permite caminar sin darse un porrazo.
La clase política es la culpable principal que esa situación haya llegado a limites incomprensibles.
Ni hablar del «aporte» incondicional que aportó el narcotráfico en esta asquerosa historia.
Layes hay. Fiscales , jueces y Cía, es lo que falta.
Es todo tan impresentable que de verdad produce nauseas.
Cuando la vida pierde valor, en maños de verdaderos nadie; todo es inútil.
Democracia y República estropeadas por una gavilla de ineptos que dijeron alguna vez defenderlas.
De todas maneras, el votante (ignorante(de toda ignorancia)) es partícipe necesario de lo que hablamos. Hay están los resultados.
02/03/2025 a las 3:49 PM
A esta altura, la cárcel ya no es solución. La inoperancia del sistema judicial argentino (hijo con «problemitas» de la ideología marxista setentista) ha quedado demostrada.
Es que aquel, tuvo como cimiento la idea primigenia de evitar que el «Estado» pudiera abatir eficazmente a la próxima generación de «jóvenes idealistas». Éstos no volvieron a aparecer pero la justicia garantista favoreció indirectamente a los delincuentes comunes.
Tenga algún periodista el valor de preguntarle a efectivos policiales por qué eluden los enfrentamientos (mientras puedan) o por qué parece que carecen de puntería…
Es que están absolutamente convencidos de que una banda de fiscales y jueces cuarentones nombrados en los últimos años por La Cámpora, está al acecho esperando que «caiga» un uniformado en su juzgado para «empapelarlo» y mandarlo a la cárcel o exonerarlo .
La lucha ideológica no se agotó. Es eterna y tiene varias maneras de llevarla adelante. Hoy, un peronismo izquierdoso y montoneril prosigue la lucha con un imbécil al mando que, precisamente, considera «víctimas sociales» a los delincuentes y asesinos a los elementos armados del Estado.
La cárcel no regenera a nadie; sólo sirve para asociar y articular a los delincuentes. El Estado idiota los alimenta, abriga y cuida…