Por Carlos Tórtora.-

Algo empezó a cambiar con la elección de convencionales constituyentes en Santa Fe el domingo pasado. La lista de LLA, armada por Karina Milei, obtuvo un magro 15 por ciento con Nicolás Mayoraz al frente, mientras que Patricia Bullrich salvó la ropa, porque dos dirigentes suyos salieron airosos. Se trata de Juan Pedro Aleart en Rosario y Javier Meyer en Belgrano. Pero la sorpresa es que le escucharon decir a Bullrich: “Karina no sabe nada de política”. No pareció un comentario espontáneo sino la señal de que algunas piezas se están moviendo en el gobierno. La ministra de seguridad disfruta de buenos números en varias encuestas porteñas y podría ser el salvavidas de Javier Milei para octubre en Capital. Sería candidata a senadora nacional y al PRO sólo le quedaría competirle con Mauricio Macri para evitar una segunda derrota, ya que el 18 de mayo, el partido amarillo llegaría muy debajo de Leandro Santoro.

El caso es que Bullrich estaría muy atenta a lo que está pasando en el electorado de la Ciudad. Manuel Adorni, un incondicional de Karina, ya aparece en las encuestas con menos intención de voto que el libertario disidente Ramiro Marra. Los carteles de este último, que dicen “Marra o Karina”, tuvieron su impacto. Con este ambiente, Bullrich empezaría a plantear que para ganar la Ciudad ella debe lucir distante de Karina, lo que le permitiría captar más votos del PRO. Hoy por hoy, Karina sigue siendo el principal obstáculo para que Milei se entienda con los primos Macri. Pero claro que esto en realidad no es cierto, porque no hay duda de que los Milei juegan al policía bueno y el policía malo.

Un nuevo ajedrez

Así las cosas, la candidatura de Bullrich a senadora pasaría a ser una pieza clave en la estrategia electoral del gobierno.

En primer lugar, esta candidatura le sirve a Milei para disuadir a Macri de presentarse, porque si perdiera con Bullrich sería el fin de su carrera política.

Pero además abre otras perspectivas. Si los libertarios perdieran en Buenos Aires pero ganaran en Capital, evitarían el clima de desastre. Y aparte el PRO quedaría en ruinas y en camino a perder su bastión, el gobierno de la Ciudad, que le permite sostener su estructura.

Queda la alternativa de un final no conflictivo. Esto es, el abrazo de Milei con Macri, el acuerdo en Buenos Aires y la candidatura de este último a senador porteño con apoyo libertario. En ese caso, Bullrich dejaría pasar la senaduría.

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