Por Carlos Tórtora.-

Los hermanos Milei apuran cada vez más el armado de un frente nacional antiperonista. Hay varias razones para el apuro. Una es que la situación en el Congreso es incierta y el gobierno todavía no tiene garantías de conseguir la ley que elimine o suspenda las PASO. Y si esto no ocurre, a más tardar en julio el gobierno debería tener definida su política de alianzas. Otro motivo es que dentro de unos días Jorge Macri anunciará el adelantamiento de las elecciones porteñas para mayo próximo. Entonces, ante la eventualidad de una derrota en la Capital, los libertarios sienten que antes deberán tener organizadas sus alianzas electorales nacionales.

El presidente se propone en Buenos Aires una alianza integrada por La Libertad Avanza, el PRO y la UCR. Para esto necesita mostrar que el oficialismo cuenta con figuras políticas de peso, sobre todo en el distrito mayor del país. En este campo, como los libertarios carecen de figuras con volumen propio, dependen en buena medida del pase de dirigentes macristas con votos propios. El reciente salto del intendente de Tres de Febrero Diego Valenzuela funciona en este sentido. Ahora los operadores oficiales van por dos distritos de gran peso electoral. Uno es Mar del Plata, donde Guillermo Montenegro viene sosteniendo un duelo con Axel Kicillof, mientras recibe cada vez más apoyo de la Casa Rosada.

El otro es Lanús, cuyo exintendente Néstor Grindetti es históricamente el primer operador de Mauricio Macri en Buenos Aires. Grindetti ya les habría adelantado a algunos asesores de Milei que se pasará a LLA en los próximos días. Para Macri se trataría de una noticia fatal, porque el otro dirigente bonaerense que le queda con cierta importancia es Diego Santilli, que ya admite su intención de ser diputado libertario.

Adelante radicales

Para la captación del voto de centro, la incorporación del radicalismo bonaerense es fundamental para Milei. Dando un paso más en este sentido, Maximiliano Abad, probable ganador en la justicia electoral de la interna partidaria provincial, reunió hace dos días a sus huestes y no ocultó que va en dirección a LLA.

Mientras que el PRO está sufriendo por la acción del gobierno una captación masiva de dirigentes, el radicalismo se encamina en cambio hacia una ruptura.

Los radicales porteños están arreglando con Jorge Macri y los bonaerenses presionarían por una alianza nacional con los libertarios, contando con el apoyo de los gobernadores de Mendoza, Jujuy, Corrientes y Chaco.

Ante las señales de ruptura cada vez más claras, Martín Lousteau se prepara mientras tanto para presentarse para senador nacional por la Capital con su anterior partido, Evolución.

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