Por Enrique Guillermo Avogadro.-
“En la calle flota un atardecer piadoso. Todo está lleno de luz y tiempo”. Leila Guerriero.
Ya no son sólo los indicadores macroeconómicos quienes dan la razón al Gobierno después de un año durísimo (técnicamente, la Argentina ya salió de la recesión) sino que, por primera vez en muchos años se respira una paz social absolutamente inédita. Y gran parte obedece a que los mafiosos que conducían las protestas y organizaban los saqueos se quedaron sin clientela cuando la gestión libertaria terminó con la absurda intermediación en la ayuda estatal a los más desprotegidos. Esto se da en el explosivo Conurbano bonaerense y se replica en todos los bolsones de pobreza que rodean a las capitales provinciales y otras ciudades importantes de todo el país, incluidas aquéllas como Concordia, donde la extrema miseria se codea con las enormes mansiones que exhiben la impúdica corrupción; Sergio Urribarri y Edgardo Kueider, contra lo esperable, no son más que botones de muestra de generalizadas conductas.
Pero esa extendida paz no se traslada a la política, un terreno en el cual La Libertad Avanza actúa como un verdadero pac-man. El apoyo social que recibe la gestión del Gobierno que, según todas las encuestas (incluidas las que elaboran las empresas vinculadas al peronismo), alcanza al 56% y tiende a crecer, actúa como un fuerte imán para aquéllos que han hecho de ella una profesión y temen que un aluvión de votos que empodere aún más a Javier Milei los deje a la intemperie y los obligue a volver al llano.
Quien más sufre los efectos de esa aspiradora es el PRO, especialmente en su base de sustentación, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El desdoblamiento de las elecciones locales con respecto a las nacionales de octubre, dispuesto por Jorge Macri, es una clara prueba de ello, ya que se ve obligado a plebiscitar una gestión de mucho peor calidad (la suciedad, el desorden vehicular y la inseguridad han crecido notoriamente) que la que encabezaba su antecesor, el tan criticado Horacio Rodríguez Larreta.
Esos vientos centrípetos también afectan a la UCR, que ya venía golpeada por el impacto que representó, para un partido tan respetuoso de su historia, la llegada de un paracaidista como Martín Lousteau que, además, está asociado a sus peores facciones internas, representadas por Emiliano Yacobitti, Vicerector de la UBA, y Daniel Angelici, el activo zar del juego, que se mueve como pez en el agua sucia de la Justicia. La reunión de tantos diputados radicales con Milei preanuncia una transversalidad similar a aquélla que protagonizaron, en épocas kirchneristas, tipos como Julio Cobos, Leopoldo Moreau, “Ricarguito” Alfonsín y Gerardo Zamora.
Hasta la antes monolítica y dogmática Unión por la Patria (raro nombre eligió esa banda de delincuentes) empieza a resquebrajarse con la fuga, gota a gota, de sus legisladores y gobernadores importantes, hartos de Cristina Fernández y escépticos respecto a las probabilidades del ineficaz y carísimo (para todos nosotros) Axel Kicillof que, además, está enfrentado con La Cámpora.
Lo mismo sucederá con ese extraño bloque parlamentario que preside el ex kirchnerista Miguel Ángel Pichetto, integrado por socialistas (Margarita Stolbizer), liberales (Ricardo López Murphy) y peronistas (Emilio Monzó y Nicolás Massot). El calor del sol libertario no se le niega a nadie y, si hay alguien que puede dar fe es el Presidente del bloque del PRO en Diputados, Cristian Ritondo, quien en medio de la tormenta que se desató por su poco original vocación por los inmuebles en Miami y autos lujosos, sólo fue protegido por el Gobierno a través del vocero presidencial, Manuel Adorni, mientras que todo su partido guardó un estruendoso silencio.
Este último caso, tanto como los de Ariel Lijo (candidato a integrar la Corte Suprema, en asociación con el desvergonzado canalla Ricardo Lorenzetti, ex Presidente de ese alto Tribunal), Andrés Vázquez (entronizado como Director de la DGI, que comparte la manía lavadora con Ritondo y tantos otros), el bloqueo a la ley de “ficha limpia”, la condenable persecución a la prensa libre y la ignominiosa inacción ante el drama de los ancianos presos políticos militares, policías, civiles y sacerdotes, ponen en preocupante cuestión todo el discurso moral del Gobierno.
Nada de todo eso tendrá demasiada relevancia en las próximas elecciones, ya que se trata de hechos totalmente alejados de las inquietudes de las gran mayoría de nuestros ciudadanos que, cuando se expresen en las urnas, privilegiarán los logros económicos, sobre todo el descenso de la inflación y la incipiente recuperación del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones pero, personalmente y en la medida en que soy liberal y republicano y, como tal, defensor de las instituciones de la Constitución (aún de aquéllas que introdujo la nefasta reforma de 1994), me preocupan extremamente los rasgos autocráticos perceptibles en Javier Milei.
En esta última columna del año hago fervientes votos para que continúe y se profundice la recuperación nacional que, sin ninguna duda, comenzó en este duro 2024 que se va. ¡Muy feliz Año Nuevo!
28/12/2024 a las 7:33 PM
EN UN MES O DOS VAS A TENER QUE DESDECIRTE DUENDECILLO
29/12/2024 a las 12:29 AM
VALIENTE COMO SIEMPRE DOCTOR, COMPARTIMOS GRAN PARTE DE SU COMENTARIO.
SOLO QUE LA POLITICA A VECES Y MAS AUN DESDE LA MINORIA COMO ARRANCO ESTE GOBIERNO, LLEVA A HACER PACTOS QUE DAN VERGUENZA, PERO AL PARECER SON NECESARIOS.
29/12/2024 a las 11:52 AM
ES EL PRIMER PASO PARA JUSTIFICAR LO INJUSTIFICABLE.
LA HISTORIA DE ESE MODO SE HA ESCRITO.
LAMENTO LEER SUS PALABRAS.
EN ESA FAMOSA CUESTIÓN DEL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS.
LE ASEGURO QUE SOLAMENTE PROVOCA MALES.
29/12/2024 a las 2:52 PM
Apreciado Dr.
Una reseña contundente sobre una realidad argentina que no tiene desperdicio.
Demás está decir que el nuevo gobierno tiene aspectos a corregir, sin ninguna duda: pero lo verdaderamente cierto que en frente es tal la minoría o mayoría (como quiera llamarse) de impresentables que no han otra opción por inclinarse que no sea la del nuevo gobierno. Gusto o no guste a tantos.
Una retribución de deseos para el nuevo año y que la vida le sonria.
30/12/2024 a las 2:56 PM
COMPAÑERO AVOGADRO, EN SU REVISTA AL PANORAMA
POLÍTICO ACTUAL CITA USTED A DOÑA LEILA GUERRIERO
APRECIANDO EN LA CALLE «UN ATARDECER PIADOSO,
LLENO DE LUZ Y TIEMPO». OBVIAMENTE, PAPITO TAMBIÉN
ADHIERE A ESTA CRUZADA RENOVADORA GESTADA POR
UN NUEVO QUIJOTE, (REDIVIVO DOMINGO FAUSTINO) QUE
SE EVIDENCIA PREDISPUESTO A REFORMULARLO TODO,
ELIMINANDO LA CLÁSICA TILINGUERÍA ARGENTINA, PARA
LOGRAR ALGO QUE NO SEA APENAS «BURDA UTILERÍA»
DESTINADA A LA INTRASCENDENCIA DE LA QUE YA
TENEMOS MEMORIA. CUANDO ESTE SERVIDOR ERA
APENAS UN IMPÚBER, EN LOS AÑOS CINCUENTA DEL
SIGLO PASADO SE HABÍA EMBALURDADO CON EL
DECORADO QUE HABÍA URDIDO UN GRUPO DE
SALTIMBANQUIS QUE NO IBAN MÁS ALLÁ DEL SAINETE.
Y SOLÍA OIR A DON LUIS ELÍAS SOJIT, ALCAGÜETE
PREMIUM DE DON JUAN DOMINGO, QUE BUZONEABA :
«VIVIMOS EN LA ARGENTINA GRANDE DE PERÓN», Y
TAMBIÉN LOS SALAMEROS EDITORIALES DIARIOS DE
DON AMÉRICO BARRIOS : «ESTA ES LA NUEVA ARGENTINA
REFUNDADA POR PERÓN, DONDE EL TRABAJO ES NORMA Y
LA FELICIDAD UNA CONSECUENCIA». Y EN CADA NOCHE, LOS
TENDENCIOSOS EDITORIALES RADIALES DEL POETA
DISCÉPOLO : «MORDISQUITO, A MÍ NO ME LA VAN A CONTAR,
PORQUE YO LO VIVÍ». Y TRAS EL DESCENSO DEL TELÓN . . .
EL «THE END» FUE UNA FRUSTRACIÓN APOCALÍPTICA.
(Nota del editor : tras el raje como una comadreja del General
«Huevoduro», Sojit se borró, y murió sumido en el peor olvido;
Américo Barrios huyó a España y jamás regresó, siendo
sepultado allá; y Discepolín cayó en una brutal depresión que
lo decidió a encerrarse hasta su temprana muerte repentina).
» O TÉMPORA . . . O MORES».