Por Carlos Tórtora.-

Horacio Rodríguez Larreta se anotó ayer en Santa Fe el triunfo político más importante hasta ahora en su carrera hacia la presidencia. Los números alcanzados por Maximiliano Pullaro dejaron descolocadas a la mayor parte de las encuestas que daban un riguroso empate técnico con Carolina Losada. El mapa electoral le sonríe ahora al jefe de gobierno y en su entorno remarcan que, para las PASO del 13 de agosto, de los cuatro distritos grandes el larretismo se impondría en tres. Ganaría en Santa Fe y en Buenos Aires también por su mayor peso en el conurbano. En capital, el equipo del jefe de gobierno cree que no habrá problema alguno en doblegar a Bullrich y sólo quedaría jugando en contra Córdoba, donde, después de la comedia de enredos de la frustrada incorporación de Juan Schiaretti a JxC, la imagen de Larreta quedó muy deteriorada. Bullrich tiene fuerza en el interior de Buenos Aires y en media docena de provincias chicas pero es dudoso que con esto pueda nivelar el peso de Larreta en los distritos grandes. No obstante ello, falta casi un mes para las PASO y no sería razonable darle por ganada la primaria al jefe de gobierno. Para empezar, habría que medir si el traspaso de votantes que hubo en las últimas semanas de Javier Milei a Bullrich le significó a ésta un crecimiento importante. En segundo lugar, no se puede dejar de evaluar que en la elección santafesina se jugaron intereses locales que no son equivalentes a los de una PASO nacional. En otras palabras, que ayer no se estaba optando entre Bullrich y Larreta. Tercero, que Sergio Massa, decidido a no tener que enfrentarse con su amigo Larreta, empieza a polarizar con Bullrich y este juego, de continuar, puede influir sobre los resultados.

Fuego cruzado

Tal vez sea por éstas y por otras razones que el larretismo se muestra cauteloso y para nada eufórico. Un motivo de esto es que el alcalde porteño remarca su insistencia en tener un perfil moderado frente a la impronta autoritaria que suele mostrar Bullrich.

En fuentes periodísticas se comentaba ayer que es probable que la campaña entre nuevamente en el fuego cruzado de las denuncias por corrupción y que en este terreno Larreta aparece como más vulnerable. Mientras tanto, el larretismo golpea a su rival recordando en un video el pasado izquierdista y delarruista de la exministra de seguridad. Al calor de la elección santafesina de ayer, es muy probable que el fuego cruzado se generalice.

Share