Por Hernán Andrés Kruse.-
LEY 20.840/74 DE SEGURIDAD NACIONAL
“Esta ley impuso “penas por actividades subversivas en todas sus manifestaciones” y estuvo destinada a combatir la guerrilla. La “subversión” era definida como aquello que para lograr “(…) la finalidad de sus postulados ideológicos intentara o preconizara por cualquier medio, alterar o suprimir el orden institucional y la paz social de la Nación, por vías no establecidas por la Constitución Nacional y las disposiciones legales que organizan la vida política, económica y social de la Nación”. En esos términos, establecía que serían punibles aquellas personas que: “Realizaran actos de divulgación, propaganda o difusión tendientes al adoctrinamiento, proselitismo o instrucción de las conductas previstas en el artículo N°1; b) Hicieran públicamente, por cualquier medio, apología del delito previsto en el artículo N°1 o de sus autores o partícipes; c) Tuvieran en su poder, exhibieran, imprimieran, editaran, reprodujeran, distribuyeran o suministraran, por cualquier medio, material impreso o grabado, por el se informare o propagasen hechos, comunicaciones o imágenes de las conductas previstas en el artículo N°1”. Igualmente, en su artículo N°5, la ley castigaba con uno a tres años de prisión a quienes, luego de declarado ilegal un conflicto laboral por la autoridad competente, instigaran a incumplir las obligaciones impuestas. De tal manera, este artículo permitió al Ministerio de Trabajo intervenir en los conflictos laborales con amplias atribuciones para disciplinar y reprimir.
De acuerdo con estos conceptos, la actividad punible fue definida de manera confusa y ambigua, dando por sentado la existencia de un “enemigo subversivo”, al que resultaba difícil de identificar. Su definición fue tan amplia que podían ser todos aquellos que incitaran a obrar ilegalmente, pero con el agregado de que el agente que lo realizara debía perseguir “postulados ideológicos.” Parafraseando a Julián Axat, la construcción semántica del “subversivo” tuvo una historia jurídica enmarcada dentro de la matriz política de la época, originada a partir de la Doctrina de Seguridad Nacional, que fue generando las condiciones de aceptabilidad para la intervención del Ejército en las cuestiones internas. El subversivo siempre fue una categoría política, un adefesio político engarzado a textos jurídicos, más producto del imaginario o los sueños de exterminio del propio Estado Terrorista que de la realidad o de una verdadera y compleja construcción normativa. No había razón, más que política, para inventar una categoría jurídica especial llamada “subversivo”. Citando a Beinutsz Szmukler: “En todo caso se trataba de sujetos que por su simple uso de la violencia política contravenían acciones prescritas en una norma penal: no hay razones para llamarlos de un modo específico o inventarles un estatuto punitivo específico por poseer una cualidad personal”.
DECRETO 1368/74
“Suscripto por la Presidenta María Estela Martínez de Perón el 6 de noviembre de 1974, el Decreto declaraba el estado de sitio en todo el territorio nacional días después de la incorporación de las “Fuerzas Armadas Peronistas 17 de Octubre” al “Ejército Revolucionario del Pueblo” y del asesinato, el 1º de noviembre de 1974, del Jefe de la Policía Federal Com. Gral. Alberto Villar y su esposa, llevado a cabo por la organización revolucionaria Montoneros. En este decreto se establecía: “Que la asunción de medidas preventivas de excepción es procedente para garantizar a todas las familias su derecho natural y sagrado a vivir de acuerdo con nuestras tradicionales y arraigadas costumbres”. Paulatinamente se imponía en la Argentina lo que Agamben llamó “permanente estado de excepción”, en el que, porque todos se encuentran bajo amenaza, todos también pueden estar bajo sospecha: por lo tanto, todos constituimos un riesgo para la sociedad, aunque siempre algunos más que otros. En este sentido, coincidimos con Calveiro en que: “El Estado tiene la capacidad de traspasar el derecho vigente mediante la figura del estado de excepción, que comprende la suspensión o violación de la ley amparada desde el propio derecho, para ampliar la violencia estatal en la que, a su vez, se sustenta”.
En sintonía con el planteo de Giorgio Agamben, el Estado moderno se separa del derecho a través de las medidas de excepción. “La construcción de un dispositivo como la excepción jurídica permite suspender el Estado de derecho (en ciertos casos) y llevar a cabo una guerra civil legal (o ilegal) contra los individuos indeseados de la comunidad (los enemigos), a quienes se les quitará toda posibilidad de un estatuto humanitario, suspendiéndose el reconocimiento de los derechos más básicos de la persona, quedando desnudos (nuda vida), vulnerables ante un estado de emergencia o excepción que no busca (a la larga) sino su eliminación”. Para este autor, el estado de excepción posee dos rasgos que lo caracterizan: la confusión de los poderes (legislativo y ejecutivo) y, la fuerza de la ley sin la ley, es decir, «el asilamiento de la fuerza de la ley respecto de la ley». De esta manera, define un régimen de la ley en la que la norma vale pero no se aplica en tanto carece de fuerza y actos que no tienen valor de ley adquieren fuerza de ésta. En este sentido, el estado de excepción se presenta como una “zona de indiferenciación”, un espacio vacío de derecho o sin derecho, una zona de anomia, una «vacación jurídica». En este marco ni se cumple ni se transgrede la ley, simplemente se la inejecuta (desaplica). Es así que, el estado de excepción, “cuando produce un espacio anómico o alógico, habilita la violencia estatal sin ropaje jurídico. Sólo existirá una zona de anomia en que prevalece una violencia pura, sin cobertura jurídica, sin logo”.
En América Latina, el estado de excepción se ha desplegado bajo las formas del estado de sitio, del estado de emergencia, entre otras figuras legales que se han utilizado a los fines de ampliar sus atribuciones. Decimos entonces que los modernos Estados democráticos no siempre han respetado el modelo democrático puro sino que, en varias etapas de la historia de las naciones, se ha dado lugar a formas de excepción o situaciones críticas en las que esos Estados abandonan abierta o encubiertamente el imperio del derecho. No podemos dudar de que la limitación del poder haga a la esencia del Estado democrático parlamentario. Bajo el imperio de la ley, la restricción de los derechos de los ciudadanos y la vigilancia de su justa aplicación conforman los pilares de dicho modelo de Estado, basado en el principio de la seguridad jurídica de sus componentes. Esta sujeción a la ley prevé situaciones excepcionales en que el aseguramiento de la vigencia del estado de derecho vuelve necesaria la aplicación de medidas excepcionales, contempladas por la propia ley. La excepción se naturaliza en la medida que permite conservar el orden establecido que se presume en peligro y en cada momento histórico legitima la exclusión y la prescindibilidad de aquellos que no merecen ser protegidos por la ley: son los “prescindibles-peligrosos”.
Estos dos ejemplos de legislación permiten comprobar que el Estado argentino alentó y legitimó el Terrorismo de Estado, en tanto y en cuanto, en ambos casos, se trataba de supuestos que implicaban la existencia de un enemigo, o en todo caso, de enemigos que tenían muchos rostros y brazos, en cierta forma, inasibles, inciertos, desconocidos e inesperados. “Cuando el enemigo es abstracto y volátil, el poder de policía no puede tener las manos atadas, quedar circunscrita su actuación a la legalidad que se desprende del Estado de derecho. Es el poder de policía el que crea derecho cuando interviene en función de la necesidad y la urgenci”. La amenaza que el enemigo representaba justificó el ejercicio de la coerción física transformando a todos los ciudadanos en potenciales “subversivos-peligrosos”. Todos fueron puestos bajo sospecha. El miedo individual se fue transformando en terror social y el pánico se fue instalado como política de Estado. El pánico fue el instrumento de control social, en tanto permitió llevar adelante una acción de inmovilización/desmovilización y neutralización de la población. En definitiva, la figura del “subversivo” resultó funcional para imponer, bajo los cánones del terror, el disciplinamiento social y político”.
EL DISCURSO DE LA FUERZA Y EL TERROR
“El gobierno de María Estela Martínez de Perón se desarrolló en el contexto de una profunda crisis política agravada por la violencia de los grupos revolucionarios, el accionar terrorista de los grupos parapoliciales, la presión corporativa del sindicalismo, los empresarios y las Fuerzas Armadas, todo bajo el contexto de la crisis internacional del petróleo de 1974. En su primer discurso, la Presidenta señaló el contenido de su futuro accionar político: “Tengo dos brazos y en una mano a Perón y en la otra a Eva Perón, Perón y Eva sacrificaron sus vidas en aras y por amor al pueblo (…). Como alumna de Perón cumpliré fielmente su doctrina, caiga quien caiga y cueste lo que cueste”. El mensaje, con tono amenazador, dejaba asentado que la institucionalidad y el procesamiento político de los conflictos quedaban en segundo plano. “Caiga quien caiga” ponía a todos los ciudadanos bajo sospecha, desprovistos de cualquier garantía constitucional, y vulnerables frente a un Estado que comenzaba a definir con más precisiones la práctica sistemática de la fuerza y el terror. La arbitrariedad era impulsada desde la misma cúpula del Estado acompañada con el “cueste lo que cueste” que instituía, habilitaba, o mejor aún, daba la luz verde para la actuación de las fuerzas de seguridad, legitimando de esta forma, el accionar de las organizaciones parapoliciales.
El tenor de los mensajes y discursos de la presidenta entre los años 1974-1976 contenía, a grandes rasgos, la misma línea argumentativa. En general, los discursos justificaban la necesidad de llevar adelante una política preventiva de coerción poniendo en evidencia la superposición o confusión de la violencia lícita o legítima -es decir de la violencia consentida en un estado de derecho-, con componentes y posiciones arbitrarias, autoritarias e ilícitas. En esta línea de análisis podemos desandar algunos enunciados que detallaremos a continuación:
a) En primer lugar, la Presidenta realizaba un diagnóstico de la situación Argentina como caótica, difícil, delicada y/o en estado de emergencia: “La Nación apunta su proa, con decisión, hacia el futuro. Lo hace buscando salir definitivamente del cono de angustia que las pasiones incontroladas le han ido creando. Todos hemos aportado nuestra cuota de irresponsabilidad en esta situación caótica”. “No tenemos todas las cosas resueltas y no nos va a ser fácil resolverlas. Ello se debe no sólo a la situación que hemos recibido en herencia, sino –esto siempre se olvida, debo seguir repitiéndolo que estamos en una situación de emergencia”. “Sabemos que han existido y existen problemas cuya solución buscamos afanosamente día tras día. Sabemos también que todos los días superamos dificultades y avanzamos en la marcha de la Reconstrucción y la Liberación Nacional. No es posible realizar una Revolución en Paz sin pagar ninguno de los costos de la transformación”.
b) La situación de crisis por la que atravesaba el país era producto de la actividad de “enemigos” portadores de “ideologías extrañas” con respecto al auténtico sentimiento patriótico y cristiano, enemigos que pretendían imponerse mediante la violencia o la fuerza: “Sólo me queda referirme a los ataques de los enemigos embozados que actúan unidos en dos frentes antinacionales. Todo el pueblo sabe muy bien quien es el enemigo. De nuestro lado está la Patria, con mayúscula, grande, amplia y generosa, de nuestro lado están los símbolos patrios, con su enseña azul y blanca, limpia de toda mancha infamante y con sol que ilumina el sendero de la grandeza, por encima de la pequeñez de quienes, con violencia, drogas, perjurio o prebendas, entregan al enemigo foráneo los valores que sus progenitores conquistaron con sacrificio durante una larga vida de trabajo”. “Pido a todas las organizaciones políticas, obreras y empresariales un pronunciamiento concreto contra el terrorismo violento, la subversión y el extremismo ideológico y que definan con claridad la concreción de medidas que, a su criterio, serían eficaces para normalizar a la brevedad nuestra delicada situación”.
c) La lucha contra el enemigo debía realizarse firmemente para defender los valores occidentales, peronistas y cristianos en conjunción con las Fuerzas Armadas, baluartes y garantías del verdadero “ser nacional”: “Nuestros emblemas son sagrados y también eternos: Dios, la Patria y la Justicia Social. A Dios lo seguimos en las enseñanzas del Divino Maestro, procurando que todos los hombres amen a su prójimo como a sí mismos. Deseamos que todos los ciudadanos se unan en ese amor, porque sabemos que lo único que construye es el amor. La lucha insensata destruye los valores, los hombres y las instituciones”. “Para los argentinos, la patria debe ser una sola, con un solo cerebro y un solo corazón. Así interpreto al ser argentino y cristiano, somos una gran familia, debemos unirnos para trabajar en la grandeza de nuestra patria, y para alcanzar esta meta no es necesario recurrir a teorías extrañas a nuestra idiosincrasia, ni dejarse avasallar por los que pretenden imponerse mediante la violencia o la fuerza”. “La integración pueblo y ejército se ha puesto de manifiesto a través de la acción cívico-militar, en combinación con los diferentes ministerios, especialmente con el de bienestar social en sus operativos para solucionar los angustiosos problemas”. “Expreso mi deseo de hacer llegar la solidaridad para con el ejército Argentino que soporta en estos instantes el traidor ataque del mercenario enemigo y hacerles llegar la seguridad de que extremaremos todos los medios legales para castigar a los responsables”. “Sé que así defiendo la tradición sanmartiniana de las FFAA, su personalidad, su vocación, en defensa del proceso institucional y su lucha contra la guerrilla apátrida”.
d) Las medidas contra el “enemigo subversivo” requerían de todas las acciones posibles, incluidas las de los tormentos físicos. Eran frecuentes las apelaciones a la figura del látigo, el mazo, el hacha. “Es lamentable que los hechos criminales se destaquen en la información más que las medidas positivas de gobierno. Se quiere minimizar lo positivo, pero el gobierno tomará medidas para que de una vez por todas no se deforme la información, sino también en el exterior”. “Yo a la antipatria que se oponga, le daré con el látigo como a los fariseos en el templo. Hay un límite para la paciencia, hay un límite para la comprensión y hemos tenido demasiada paciencia y demasiada comprensión para ellos”. “Seguiremos adelante, porque hay una cosa que no se puede destruir en el corazón de nadie que es la fe que tenemos. Soy una mujer de inmensa fe. Dicen que la fe puede mover montañas, pero también hay un refrán español que dice “A Dios rogando y con el mazo dando”. Hay algunos que se dicen peronistas y lo único que tienen de peronistas es la camiseta, pero no es cuestión de mandar a nadie a la horca porque se ahorcan solos. Perón decía que frente al movimiento hay un pozo de grandes dimensiones. Qué lástima me da ver que algunos peronistas corren rápido hacia ese pozo. En los titulares de los diarios se pone una cosa así de grande que no tiene nada que ver con el contenido, y como los diarios están un poco caros ahora… Hay otros que hacen grandes daños. Les vamos a dar con el hacha. Ya buscaremos la manera. Vamos a hacer lo que corresponde. Me tendré que convertir en la mujer del látigo si es necesario para defender la Patria”. “Yo los llevaré a la felicidad y a los que se opongan les daré con un látigo, se me acabaron la paciencia y la comprensión”.
La presidenta solía describirse en sus discursos como una mujer “pequeña, “débil” y, “pacífica”, pero esas imágenes sólo eran “apariencias que engañaban”. Detrás se escondía alguien que era capaz de tomar el “látigo” o el “hacha” para imponer el orden “subvertido”. Se trataba, por cierto, de una apología al accionar arbitrario, al tormento físico, a la coacción y a la represión. En esta lógica, la presidenta despojaba a los ciudadanos de sus derechos civiles y garantías constitucionales. Se trataba de la manipulación simbólica por parte de la máxima autoridad del Estado de una violencia irracional, impredecible y sin límites precisos. En otros términos, se legitimaba el accionar represivo del Estado tanto en sus formas institucionales y “legales” como en sus formas clandestinas, ilegales y paraestatales”.
(*) Alicia María Servetto (Doctora en Historia y Magíster en Partidos Políticos por la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Investigadora y Directora del Centro de Estudios Avanzados de la UNC) y Melisa Paiaro (Doctoranda en Ciencias Antropológicas en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba. Becaria de CONICET en el Centro de Estudios Avanzados-UNC): “Las palabras del terror. Los discursos de la presidenta María Estela Martínez de Perón y su legitimación de los dispositivos de la violencia estatal y paraestatal” (Passagens. Revista Internacional de Historia Política y Cultura Jurídica, vol. 4, núm. 2, mayo-agosto, Universidad Federal Fluminense, Río de Janeiro, Brasil).
07/05/2025 a las 10:13 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Los argumentos de Cristina Kirchner para recusar a Ricardo Lorenzetti en la causa Vialidad
Irina Hauser
Página/12
6 de mayo de 2025
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner recusó este lunes al juez de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti, quien adelantó en una entrevista televisiva su intención de avanzar rápido en una definición de la llamada causa Vialidad. Es evidente que si, como desliza el supremo, el tribunal confirma la condena contra CFK antes de la feria judicial de julio, eso implicaría sacarla de la cancha electoral, además de que se podría hacer efectiva su detención. En los hechos, el expediente todavía no circula por los despachos de los ministros.
En 14 páginas, los abogados de la exmandataria, Carlos Beraldi y Ary Llernovoy, transcriben notas periodísticas en las que Lorenzetti hizo trascender o directamente habló de acelerar los tiempos en el expediente sobre la construcción de rutas en Santa Cruz. En la historia de esta causa, la realidad es que toda la Corte permitió desmanejos y anomalías, como que el juicio oral empezara sin que hubiera un solo peritaje terminado respecto de las 51 obras cuestionadas. Tampoco impidió que intervinieran jueces vinculados al expresidente Mauricio Macri, quien estaba muy interesado en que avanzara contra la actual presidenta del PJ. Son parte de los cuestionamientos por los que la defensa de CFK pide que el alto tribunal analice arbitrariedades y violaciones constitucionales cometidas durante el proceso. Objeta, además, la introducción de pruebas (falsas) después del juicio, sin permitirle a ella responder sobre esas evidencias presentadas cuando las audiencias ya habían terminado.
«DEJAME FUERRA…»
La recusación contra Lorenzetti fue anunciada por la propia expresidenta en la red “X”. Aludió a que sus declaraciones en una entrevista en A24 el 1 de mayo último “no hacen más que confirmar las veladas amenazas ‘en off’ vertidas en el diario Clarín el día anterior a la votación del pliego del juez Ariel Lijo en el Senado de la Nación”. Cuando se veía venir el rechazo de ese nombramiento en el Senado, ese medio decía que Lorenzetti —quien había impulsado la postulación de Lijo— propondría en el acuerdo debatir “rápido el recurso de queja de Cristina Fernández de Kirchner”. “Estos hechos —dice el tuit de la expresidenta— fueron denunciados por una Senadora Nacional en la sesión pública y no sólo nunca fueron desmentidos, sino que, casi un mes después, son increíblemente ratificados por el propio Lorenzetti en un reportaje. Las interpretaciones de terceros ajenos al respecto no dejan lugar a dudas acerca del verdadero objetivo que persigue el funcionario recusado: dejarme fuera del proceso electoral inminente y en el cual, además, ya comenzaron a correr los plazos”.
La idea de recusar a Lorenzetti surgió ya con la aparición de aquella nota en Clarín que decía, recuerda el planteo de la defensa, que “Lorenzetti considera que este caso políticamente clave se puede votar en el primer semestre antes de entrar de lleno en la campaña electoral de los comicios legislativos del 26 de octubre”. La senadora Anabel Fernández Sagasti –repasa el escrito– denunció al otro día “que su espacio estaba recibiendo extorsiones directas por parte del ministro Lorenzetti, en cuanto a que si se rechazaba el pliego del juez Lijo, a la brevedad la Corte dictaría un fallo que dejaría firme la condena de CFK”.
Lo que aquella publicación citaba de Lorenzetti en “off” pasó a ser explícito en una entrevista con Luis Novaresio en la que el magistrado dijo lo mismo cuando el periodista le preguntó si el alto tribunal fallaría en el caso Vialidad antes de las elecciones: “Deberíamos. Porque no hay ninguna razón para demorarlo más», sostuvo el magistrado. Antes de eso, señaló que «la Corte interviene» en la cuestión de fondo solo «en casos extremos donde hay violaciones constitucionales» pero según su visión «la Cámara de Casación ya opinó, denegó los recursos extraordinarios y lo que tenemos que analizar en esta Corte es si está bien o mal denegado el recurso». «Si la queja no es procedente porque ya hubo una revisión importante y no hay grandes fallas en esa revisión entonces ahí se termina. Ese tema es el que tenemos que tratar y no el fondo», dijo, como quien sugiere que ya tiene su determinación.
También señala la defensa que este juez del alto tribunal «ha mantenido múltiples reuniones de carácter privado con Javier Milei desde que éste asumió la Presidencia de la Nación». En esos encuentros, «fuera de cualquier agenda oficial», «propuso al titular del Poder Ejecutivo» que nombrara al juez federal, con el objetivo –denuncia el planteo– de conformar una nueva mayoría» y volver a lograr su designación como presidente del tribunal.
RAZONES PARA IR A FONDO
Más allá de las críticas a Lorenzetti, lo que correspondería es que la Corte acepte el recurso presentado por Beraldi y LLernovoy y aborde las irregularidades del expediente Vialidad que se plantearon en reiteradas oportunidades a lo largo de los años. Es más, en 2019 el máximo tribunal amagó con postergar el juicio oral porque la defensa de CFK y otras plantearon que estaban por empezar las audiencias con solo 5 peritajes ordenados de 51 casos cuestionados y que para colmo estaban a medio hacer. El 15 de mayo de ese año la Corte pidió el expediente para opinar sobre la cuestión de la falta de pericias. El escándalo mediático fue tal, que los supremos devolvieron el expediente a las 24 horas y dijeron que opinarían cuando hubiera un fallo. O sea, ahora.
Las pericias sobre las 46 obras restantes no se hicieron, ni se compararon esos tramos con otras rutas de otras partes del país, construidas por otras empresas. En el medio del juicio, se descubrió que dos de los jueces de Casación que intervinieron en la causa, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, habían mantenido numerosas reuniones reservadas con Macri, verdadero impulsor de la persecución contra Cristina. En algunos casos en Olivos, otros en Casa Rosada. A veces bajo la excusa de partidos de fútbol, tenis o padel. La defensa de CFK sostuvo que se trataba de casos de parcialidad de los jueces. La Corte dijo que resolvería la cuestión cuando hubiera un fallo. O sea, ahora.
Y, finalmente, Página/12 publicó las fotos que demostraban que uno de los jueces del Tribunal Oral y el fiscal jugaban al fútbol en la quinta Los Abrojos de Macri, en un equipo que también integraba un juez de la Cámara Federal. La respuesta fue la misma: la Corte intervendría cuando hubiese un fallo.
Lo asombroso es que ahora Lorenzetti propugna que la Corte no intervenga y se limite a confirmar la condena a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua de Cristina. Hay que ver qué dicen Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, que de alguna manera sostuvieron que las cosas se revisarían cuando el expediente y el fallo les llegara.
En el recurso ante la Corte, la defensa de Cristina incluyó más asuntos de carácter federal. Por ejemplo, se incorporó a la sentencia el dictado del decreto 54/2009 que permitía pagar obras en todo el país con un fondo fiduciario que se constituyó con una tasa a la venta de gasoil. Se acusó a Cristina de que firmó el decreto para pagarle a Lázaro Báez. Esa imputación no se debatió nunca en el juicio, por lo tanto, CFK tampoco se pudo defender. Lo impactante es que se pagaron centenares de obras en toda la Argentina y el decreto sigue vigente. Otro cuestionamiento de Beraldi y Llernovoy es que los fiscales usaron en su alegato los chats de otro juicio, el de los bolsos que José López tiró en el convento de General Rodríguez. La pericia del celular de López no se hizo ni se verificó en el juicio y, el contenido (inocuo) de los chats nunca se trató en las audiencias. Cuando Cristina pidió declarar, se lo prohibieron. Los fiscales sostuvieron que los chats evidenciaban una reunión entre Báez y CFK en Río Gallegos, pero la defensa probó después que esa reunión no existió.
La clave de la causa Vialidad es, entonces, una extensa serie de anomalías que la Corte dijo que trataría y hasta el momento no trató. Más aún teniendo en cuenta que se trata de la condena de quien fuera dos veces presidenta, una vez expresidenta, y titular del principal partido de oposición. Más allá de la discusión central, lo primero que tendrá que hacer la Corte es resolver la recusación. Si hay coincidencia entre los tres jueces para rechazar in límine podrían hacerlo al mismo momento de fallar, o antes también. Si hay discrepancias y deberían llamar un conjuez. Hay chances, a su vez, de que Lorenzetti haga su propia defensa. Está pendiente también la opinión del Procurador Interino Eduardo Casal, quien debe decidir si sostiene o no la queja del fiscal Mario Villar, quien pidió elevar la pena impuesta por Casación de 6 a 10 años y usar la figura de asociación ilícita. Enviaría su dictamen en 15 o 20 días. Se sabe que no es vinculante, pero es relevante.
Lo que será determinante también es la fecha que elija la Corte para fallar. El cierre de listas, donde podría entrar CFK como candidata a legisladora bonaerense, sería a fin de julio. Una vez elegida, ya tendría inmunidad. Las elecciones bonaerenses son el 6 de septiembre. La Corte, en lo formal, no tiene plazos. Habrá que ver qué señal política quieren dar.
(*) Con la colaboración de Raúl kollmann
07/05/2025 a las 10:28 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
«Estrategia del odio y la ira»: el plan de Milei y Santiago Caputo para captar apoyo en las elecciones
Mariano Obarrio
Fuente: iProfesional
(*) Notiar.com.ar
6/5/025
En el momento de mayor incertidumbre electoral y económica, el presidente Javier Milei agudizó la «estrategia del odio y la ira».
Desde la semana última, profundizó su ataque a periodistas, empresarios, economistas y opositores como mecanismo de campaña electoral para «movilizar las pasiones negativas de sectores sociales enojados y volcarlos en favor de su causa».
Según pudo saber iProfesional de altas fuentes oficiales, el asesor presidencial Santiago Caputo es autor intelectual de instalar la idea «no odiamos lo suficiente al periodismo» que escribió Milei en su cuenta de la red X en forma reiterada.
ODIO E IRA: EL PLAN DE SANTIAGO CAPUTO Y JAVIER MILEI PARA LAS ELECCIONES DE OCTUBRE
Esta idea fuerza fue repetida de otras formas por el propio Santiago Caputo, el tuitero Daniel Parisini, conocido como el Gordo Dan, y el ministro de Economía, Luis Caputo. Todos pusieron el foco en el periodismo.
La jugada es a varias bandas: por un lado, buscan instalar una agenda ajena a la parálisis económica, la inflación, el ajuste, la falta de consumo, la necesidad de anunciar medidas para que la gente saque los dólares del colchón, disimular fuertes disputas internas en la Casa Rosada, y quitarles credibilidad al periodismo y sus opositores políticos.
En medio de ese fragor, el Congreso discutía la interpelación al jefe del Gabinete, Guillermo Francos, y la conformación de la comisión investigadora por la estafa Libra.
En reserva, Guillermo Francos le planteó al propio Milei que no podía aceptar que este lo desautorizara públicamente y dijera que Santiago Caputo es su «controller», comisario político, sobre sus decisiones. En público, Francos dijo «Caputo es un asesor sin firma ejecutiva».
CONFLICTO DE INTERESES EN EL «TRIÁNGULO DE HIERRO»
En el «triángulo de hierro», hay un enfrentamiento que se desmadró. Caputo acorraló a la hermana del Presidente, Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, por la forma en que operadores territoriales arman el partido La Libertad Avanza en todo el interior y en la Ciudad.
Esos operadores son Sebastián Pareja y Eduardo «Lule» Menem. Caputo hizo estallar posibles irregularidades en las delegaciones provinciales del PAMI ocupadas por estos dos operadores, para «hacer caja» y hacer campaña.
También Caputo está dinamitando la relación entre Karina Milei y Darío Wasserman, vicepresidente del Banco Nación, y esposo de la legisladora Pilar Ramírez, que controla La Libertad Avanza en la Ciudad. Caputo quedó marginado de las listas que armó Wasserman y Ramirez.
Además, se atribuye a Caputo haber filtrado los nombres de barras bravas que Pareja reclutó para La Libertad Avanza en los distritos de Laferrere y de Avellaneda.
Caputo sostiene que no hay que gastar recursos en elecciones provinciales, sino en las nacionales de octubre. Karina, Pareja y Menem quieren competir en cada pueblo con todo lo que ello implica en movilización de recursos.
En medio de todas las guerras desatadas internamente, Santiago Caputo impuso ante Milei el manual del «odio y la ira»; las enseñanzas del libro «Los ingenieros del caos» del sociólogo ensayista italosuizo Giuliano Da Empoli.
La incertidumbre en LLA radica en que luego de haber sacado un tercer puesto en Santa Fe hace tres semanas, el domingo próximo deberá competir en Salta, Jujuy, Chaco y San Luis. Y el domingo siguiente en la Ciudad de Buenos Aires.
PERONISMO, PRO Y LA LIBEWRTAD AVANZA PELEAN POR LOS VOTOS
«Si Manuel Adorni hace un buen papel, Karina Milei impondrá su estrategia para las elecciones de octubre. Si Adorni no le gana al PRO, Caputo se impondrá», señaló un funcionario cercano al «triángulo de hierro».
«Aquí se juega quien sale segundo y tercero, porque primero saldrá Leandro Santoro. Si el PRO sale segundo tendrá más ventaja para imponer una alianza horizontal con LLA. Si LLA le gana al PRO, irán por la cabeza de Mauricio Macri y se llevarán a sus dirigentes a una lista color violeta pura», señaló otro funcionario del Gobierno.
En medio de esas pulseadas, Caputo convenció a Milei a designar al periodismo como «la nueva casta» acorde a las nuevas tendencias de la comunicación electoral de los populismos de ultraderecha en el mundo: captar de manera segmentada a sectores sociales enfurecidos con el progresismo y la pobreza y agitar una campaña de «odio» para captar el consenso. Los que se oponen a las nuevas libertades, «son los enemigos de los argentinos».
En Estados Unidos lo aplico Steve Bannon en los primeros meses de la primera presidencia de Donald Trump y ahora Barry Bennet, el nuevo gurú comunicacional.
Pero también ocurre en Italia, Hungría y los movimientos independentistas de Catalunia y de Gran Bretaña (Brexit). Este manual de estrategia política reza que «el odio y la ira, movilizan más al votante que las propuestas positivas».
Por eso nacieron los nuevos insultos de Milei: ya no habla de «casta» sino de «mandriles», «periodistas ensobrados», «econochantas», «devaluadores». La «casta» perdió fuerza porque Milei incorporó en su gobierno muchos peronistas, massistas y kirchneristas que eran «la casta» hasta 2023.
El Presidente escaló el conflicto en su «Mensaje a los Periodistas» en la red X, y los amenazó de instalar la frase «la gente no odia lo suficiente a los periodistas».
La cuenta de la red X atribuida a Caputo @MileiEmperador lo acompañó: «No odiamos lo suficiente a los ‘periodistas’. Todavía». El viernes último, el Gordo Dan comenzó a pedir a Milei en sendos posteos en X «meter presos a periodistas como hizo Alfonsín» y luego en sucesivos mensajes enumeró: Gabriel Levinas, Diego Brancatelli y Roberto Cachanosky, entre otros.
Se sumó a la pelea el ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, que advirtió «si no cambian, el periodismo es una profesión con tendencia a desaparecer». Lo dijo al comentar en la red X, inspirado por su sobrino Santiago Caputo, un video del periodista Jonatan Viale de Radio Rivadavia, donde difundió una encuesta de Zuban Cordoba que le daba una imagen negativa al periodismo del 81%. https://x.com/agarra_pala/status/1918038135675691354
«La estrategia es identificar a los enemigos del Gobierno, periodistas, economistas, empresarios, y presentarlos como enemigos de todos, del país: no son mis enemigos, son los de todos ustedes», señalan fuentes allegadas al equipo comunicacional de Caputo.
De hecho, Milei dijo exactamente esa frase durante su discurso de este miércoles en la ExpoEFI: «Todos los enemigos de los argentinos, no es que son enemigos del gobierno sino enemigos de los argentinos, los que han lucrado durante los últimos cien años con este modelo empobrecedor, ya sean los empresarios corruptos, los periodistas ensobrados, los sindigarcas y todo el conjunto de hijos de puta que cagaron al pais».
En ese mismo discurso, Milei descalificó a los que lo criticaban por el acuerdo con el FMI «la tienen adentro», una expresión maradoniana para graficar la sodomización.
La cuenta «John» con la dirección @MileiEmperador atribuida a Caputo tiene una presentación que dice: «Comando General de Propaganda, Agitación y Contrapropaganda».
En las mismas horas, Caputo se enfrentó a un reportero gráfico Antonio Becerra, de Tiempo Argentino, durante el debate de legisladores porteños en el Canal de la Ciudad y le tomó fotografías de la credencial de prensa de manera intimidatoria mientras el reportero hacía su trabajo.
La incitación al «odio y la ira», programada por Caputo como propaganda política, tiene dos objetivos:
Concitar el consenso contra los «grandes enemigos de los argentinos» y afianzar a su electorado del 18 de mayo el 26 de octubre y así agigantar la grieta para sumar votos a LLA.
Amedrentar e intimidar a los que se opongan a las políticas o critiquen en los medios públicos. Este segundo propósito podría incurrir en discriminación o incitación al odio o la violencia del artículo 3 de la ley 23.592 y la intimidación pública previsto en el 212 del Código Penal.
Este lunes Caputo justificó su escalada contra los periodistas y dijo que «hay periodistas que son una basura humana» porque «trataron de instalar que mi hermana y mis hermanos habían financiado el supuesto atentado contra la vicepresidente (Cristina Fernández de Kirchner)».
En tanto, Reporteros Sin Fronteras (RSF) releva la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, y la Argentina apareció este lunes con un fuerte retroceso: cae 21 puestos al número 87 y señaló «las agresiones físicas contra las periodistas» como las que sufrió el fotógrafo Pablo Grillo, la más grave, porque aún está internado en recuperación, y otros en diversas manifestaciones. El informe hace referencia a la frase: «No odiamos lo suficiente al periodismo».
Señala también: «El presidente Javier Milei ha estigmatizado a los periodistas, desmantelado los medios públicos y utilizado la publicidad estatal como arma política».
07/05/2025 a las 11:18 AM
La estrategia podrá ser exitosa o no; pero CHOCA CON LA REALIDAD
Después de más de un año de gobierno, vemos que la casta no se toco (sino averiguen los gastos del Senado de la Nación), no consiguió bajar la inflación y Totito está desesperado por más dolares vía un neo blanqueo
Más claro ? echale agua
Por lo tanto, ElPelucaMilei del látigo está fracasando
07/05/2025 a las 10:35 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Bullrich cambió, otra vez, de partido: salida del PRO y afiliación a La Libertad Avanza
Werner Pertot
Página/12
7 de mayo de 2025
Ocurrió otra vez: Patricia Bullrich cambió de partido. La ministra de Seguridad, que hace dos años fue la candidata a presidenta de Juntos por el Cambio y presidenta del PRO, se desafilió del partido amarillo y se afilió a La Libertad Avanza. Lo hizo acompañada de Karina Milei en un acto que huele a candidatura de ella en octubre. Pero esto no es todo: según pudo saber este diario, la salida de Bullrich será seguida por la ruptura del bloque del PRO en Diputados. Se podría llevar hasta unos 12 diputados, comandados por Damián Arabia. Ayer estaban debatiendo en qué momento era mejor anunciar el éxodo. El PRO saludó su salida en un comunicado en el que señala que «al darle la espalda a aquellos que la votaron y creyeron en ella, deja atrás una parte muy grande de su reputación, tal vez toda».
Si bien la salida de Bullrich estaba más cantada que Despacito, la ministra eligió un momento clave de la campaña porteña para hacer su anuncio, como un hito más de la candidatura de Manuel Adorni, que celebró el fin de su conversión como «un acto de honestidad». La afiliación se escenificó en una caminata con la hermanísima y el vocero en la Plaza Vicente López y Planes, en Recoleta.
“Desde el primer día soy parte del Gobierno, esto para mí es un acto de coherencia», justificó Bullrich y le habló a los electores macristas: «El votante del PRO quiere un país con instituciones, con repúblico, que vote leyes como las que promovemos nosotros, el votante del PRO quería esto, que la gente pueda ser libre. Por eso les pido que nos acompañen”.
Toda la construcción dio para especular con que la dirigente va a ser la cabeza de lista de senadores de LLA en octubre para disputarle la Ciudad al PRO. No obstante, la ministra todavía no confirmó nada. Sí se tomó un momento para dedicarle un mensaje a Mauricio Macri. «De corazón, él diría a Mauricio Macri: apoyá el cambio con todo. Mauricio, no te quedés a medio camino», le recomendó. Cuando le preguntaron por la frase de Macri sobre «dirigentes comprados» del PRO, ella respondió atacando a Horacio Rodríguez Larreta: «En las internas, vi mucho de eso. Gané las internas contra el uso del aparato. Por suerte, toda mi vida he sido una persona con ideas y convicciones fuertes».
No alcanza la edición entera de este diario para comentar todos los cambios de partido de Bullrich, pero se puede ensayar una síntesis: fue parte de la Juventud Peronista en los setentas, por lo cual Milei en la campaña de 2023 la acusó de «poner bombas en jardines de infantes». Ella niega haber sido parte de Montoneros y haber participado de acciones guerrilleras, pese a que algunos libros afirman lo contrario. Con el menemismo, se reconvirtió y fue diputada en la lista que encabezó Erman González. Luego saltó a Nueva Dirigencia, de Gustavo Béliz, de donde pasó a la Alianza donde fue ministra de Trabajo y es recordada por el recorte a jubilados y estatales. Tras la crisis del 2001, se la vio con su propio sello, Unión por Todos. Más adelante, entró en la Coalición Cívica, donde escaló posiciones hasta ser la mano derecha de Carrió, a quien luego abandonó por Macri. Tras el fracaso de su gobierno, Macri le dio la presidencia del PRO, solo para ver como en 2023 hacía una negociación paralela y se iba con Milei.
SE ROMPE
Lo cierto es que desde fines de 2023, Bullrich ya no juega para Macri. Sus dirigentes de confianza fueron expulsados de los lugares de decisión del PRO. Ella rompió el bloque de Diputados y Senadores bonaerenses y sus legisladores se fueron con La Libertad Avanza. Lo mismo ocurrió en la Legislatura porteña y sus dirigentes de confianza -como Juan Pablo Arenaza- ahora van en las listas de LLA. ¿Qué significa en concreto su salida? Todas las miradas se posan en lo último que le queda por romper: el bloque de Diputados del PRO.
Allí está Damián Arabia y un grupo de diputados que podría llegar a 12. Hasta ahora nunca rompieron, porque podía complicar la negociación de leyes clave que tenía en carpeta el Gobierno. Pero la salida de Bullrich podría ser la señal que estaban esperando. Ayer estaban reunidos debatiendo cuál sería el mejor momento para anunciar la ruptura. Que va a ocurrir, ya nadie lo duda. El tema es cuando. Eso es sobre lo que intentaban ponerse de acuerdo.
SALUDITOS DEL PRO
Después de ver el show que hizo para irse, la conducción del PRO, con Macri detrás, le dedicó un último saludo: un comunicado que se titula «Reputación». «Los dirigentes alcanzan sus posiciones de poder representando las ideas y la voluntad de muchas personas que creen en ellas. En un sentido, al ser elegidos, dejan de ser del todo libres, porque adquieren una responsabilidad que no tiene vencimiento. Patricia Bullrich fue elegida en representación del PRO y fue acompañada por más de 6 millones de votos en las elecciones de 2023. Perdió y asumió, desde entonces —como también lo hizo el PRO—, apoyar al gobierno que traía ideas coincidentes con las de nuestro partido. Hoy, al darle la espalda a aquellos que la votaron y creyeron en ella, deja atrás una parte muy grande de su reputación, tal vez toda.
«El PRO, como los electores, aprende de las buenas y malas experiencias, distingue entre las personas y sigue avanzando para cumplir su mandato de cambio», finalizan la despedida que ilustraron con una foto de ella y su electorado detrás, como para que quede registro de a quienes abandonó.
07/05/2025 a las 10:43 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Estados alterados en los comandos de campaña del PJ, el PRO y La Libertad Avanza
Nicolás Wiñazki
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
7/5/025
Nunca antes pasó desde el retorno de la democracia en 1983. Faltan pocos meses, o semanas, para las elecciones de legislativas de medio término. Distritales y nacionales. Pero aun así, en las vísperas de la pelea por el poder, tanto en el oficialismo de La Libertad Avanza (LLA); como en el PJ a nivel nacional y en Buenos Aires; y también el PRO, las peleas más brutales se desatan hoy entre los supuestos aliados más que enfocarse en unir fuerzas comunes para vencer a los rivales en las urnas.
En Buenos Aires, donde vota casi el 40 por ciento del padrón nacional, ninguna de las tres fuerzas principales que se disputarán bancas en la Legislatura bonaerense y en el Congreso Nacional no solo no define sus candidatos ni sus posibles pactos frentistas para alimentar su poder en las urnas: al día de hoy, se profundizan las luchas internas que podrían generar conflictos inéditos en la política.
La presidente del PJ Nacional y el titular del Justicialismo bonaerense, la madre Cristina Kirchner y su hijo Máximo (en orden de cargo institucional), no ceden en la guerra permanente en la que su enemigo es el gobernador peronista de la Provincia, Axel Kicillof. El vínculo está roto, las negociaciones cerradas, y todo indica que, al menos hasta esta hora de este día, no hay intenciones de volver a ser lo que siempre fueron: aliados. De acuerdo a diversas fuentes del PJ bonaerense, los Kirchner profundizarán en los próximos días la presión para intentar hacer ceder al mandatario a capitular en su resistencia a obedecerles en todo como en el pasado reciente. Él da muestras de cierta independencia para intentar tener autonomía en un potencial futuro político, y en ellos, en cambio, consideran que les debe todo su capital y solo tiene una opción: someterse a su poder y decisiones.
No ocurre.
Las versiones de lo que pasaría de ahora en más, difundidas por fuentes de jerarquía en el partido, son múltiples y de espesor e impacto variables.
Kirchner (hijo), jefe de la agrupación La Cámpora, ya preparó a los militantes que le responden, y que son a su vez ministros del Gabinete de Kicillof (Salud, Cultura, Educación, por poner ejemplos), a amenazar o concretar su renuncia a sus cargos.
La madre, Cristina, es más moderada y sería de la idea de posponer un plan tan drástico.
Los obstáculos al Gobernador, en cambio, le llegan permanentes desde la Legislatura provincial, controlada por los K junto a sus aliados reales.
Si bien aceptaron el pedido de Kicillof de votar la suspensión de las PASO, el trámite básico para definir la fecha nada más ni nada menos que la de los comicios a nivel distrital y nacional, se trabó por falta de definición en el calendario que debiera haber reglamentado el cuerpo legislativo.
Por orden de Máximo, además, ser presentó un nuevo proyecto de Ley para que los legisladores bonaerenses puedan volver a ser reelectos en sus cargos, pero la propuesta no incluyó que el mismo beneficio vuelva a los intendentes de la Provincia, algo que le reclaman los jefes comunales al Gobernador. Es una picardía que enrarece el clima entre «compañeros». Una más. Una traba más.
El dislate llegó al punto de que, por primera vez, dos miembros del Gabinete de Kicillof (una leal a Cristina, el otro al mandatario) discutieran esta semana a través de los medios sobre la interna, algo que no había ocurrido.
Es decir, dos integrantes del mismo equipo de gestión explicitaron las enormes diferencias que existen en una administración que está «parcelada», entre K (de Kirchner) y K (de Kicillof).
El ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés «El Cuervo» Larroque, ex líder de La Cámpora, hoy muy leal a K (Kicillof), volvió a hacer declaraciones ante la prensa en la que acusó a los K (Kirchner) de extorsionar al Gobernador, de impulsar un «golpe» en su contra, y apuntó a los líderes legislativos rivales en la interna.
Según Larroque, «Hoy estamos en una situación que no se podría realizar la elección en términos de lo que demanda la justicia electoral bonaerense”, dijo, y apuntó haciendo nombres: afirmó que la jefa de los senadores K, Teresa García, y el titular del bloque de los diputados K, Facundo Tignanelli «Hacen las veces de presidentes de los bloques oficialistas, pero actúan a la sazón como opositores”.
En un hecho insólito, quien le contestó fue su «compañera» de Gabinete, la polémica titular del Instituto de la Cultura, Florencia Saintuot, ultra K (de Kirchner): «No se puede hablar de golpe de estado cuando nosotros estamos trabajando todos los días con el gobernador», pegó, por orden de Máximo, y siguió: «Esas declaraciones hablan de una persona resentida».
Siguió más, Saintout, hablando así como solía hablar de «macristas», «radicales» u opositores oficiales al PJ. Siempre hablando de Larroque, agregó: habló de «hostilidades», que provoca ese dirigente a los K (de Kirchner), le exigió hablar con mayor «responsabilidad» y sin «liviandad».
La funcionaria es audaz. Afirmó que Larroque «opina más en los medios que en las reuniones de Gabinete».
Notable percepción.
Hace ocho meses que por las peleas internas no hay reuniones del Gabinete de Buenos Aires.
Ocho meses.
La pelea no solo sigue abierta si no que se profundizará.
Kicillof, conociendo y previendo a los K (Kirchner), prepara listas para presentar candidatos propios en todos los distritos de Buenos Aires, si es que finalmente no llega a un acuerdo con sus viejos aliados, hoy rivales, algo que parece cada vez más difícil, pero que nunca se debe descartar.
Si hay «unidad», será «fingiendo demencia»: los candidatos elegidos seguirán disputándose ferozmente el poder a pesar de que en público vayan a los comicios en las mismas listas.
Cristina insiste en que será candidata a diputada por la tercera sección electoral.
Todo es tan alocado en el peronismo bonaerense de hoy, que ella también deja trascender que, si es que el Congreso Nacional no sanciona la Ley de Ficha Limpia, también podría ser, al mismo tiempo, candidata a diputada nacional.
Todo vale.
En LLA, en cambio, quizás no llame tanto la atención la interna feroz que se desató entre quienes deben diseñar las alianzas electorales, ampliar el partido (recién nacido), en el territorio, u planificar la táctica y la estrategia con alianzas y candidatos a nivel nacional.
El asesor más influyente del Gobierno, Santiago Caputo, discutió con la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, por el mal resultado que obtuvo el postulado de LLA en las elecciones a convencional constituyente en Santa Fe.
Una discusión es solo una discusión.
Pero, al mismo tiempo, los dirigentes alineados con Caputo, y hasta él mismo, se encargó de difundir por las redes, que diferentes jefes de las delegaciones del PAMI y el ANSES, en provincias como Chaco, La Pampa, Santa Cruz y Misiones, le exigían a los empleados políticos parte de su sueldo para financiar la política libertaria. Son acusaciones que impactan contra los Menem, tanto Eduardo «Lule» Menem, como el titular de la Cámara de Diputados, el más reacio a hablar de estos temas, Martin Menem. En el Gobierno aseguran que fueron los Menem quienes designaron a esos dirigentes bajo sospecha. Al mismo tiempo, el PAMI emitió un comunicado oficial en el que se anuncia que se iniciarán investigaciones sobre posibles actos irregulares en la obra social de los jubilados.
Cuentas atribuidas a Caputo en las redes difundieron ese texto. Todos niegan tener que ver con estas denuncias cruzadas que es evidente que nacen en el corazón del poder.
Las sospechas, con material probatorio negativo, y hasta con una decisión presidencial que lo afectó, también laceraron al principal armador político de LLA, en Buenos Aires, Sebastián Pareja.
A pesar de las desmentidas, hubo gritos, reproches y hasta casi piñas entre dirigentes de un sector y otro.
Todo se entremezcla con la elección anticipada en la Capital Federal, y las declaraciones feroces que se cruzan ya sin cuidado tanto el ex presidente Mauricio Macri y el propio actual Jefe de Estado, Javier Milei.
Macri critica al libertaria con más vehemencia y enfoque un opositor del peronismo, por caso.
Afirmó que LLA cooptó a dirigente su espacio porque tenían «precio», aseguró que no hubo acuerdo entre LLA y el PRO por responsabilidad de Karina Milei, a la que responsabilizó por intentar derrotar a su partido en el distrito que gobierna y en el que nació en la política: la Capital Federal.
Macri atacó también a Milei por la «falta de institucionalidad» que genera el Gobierno.
Y hasta se animó a tocar un tema que no es de sus preferidos para describir a aliados o posibles aliados: la corrupción.
«Hace un año que gobiernan (por Milei) y no subieron ni un lugar en el ranking de transparencia mundial», dijo, y hasta aclaró que la Argentina continuaba en ese ranking en el mismo puesto que durante el último gobierno K, el de Alberto Fernández.
A pocos días de algunos comicios en provincias, a catorce días de la votación a legisladores porteños, y meses, pocos, y de gran vértigo para que lleguen las cruciales elecciones nacionales, ¿quiénes son la verdadera oposición y quiénes el verdadero oficialismo?
Se sabe y es obvio. Aunque a veces, no.