Por Luis Alejandro Rizzi.-

El gobierno de Javier Milei tiene un solo objetivo, bajar la inflación, como si de ese modo se solucionaran las cuestiones y los problemas argentinos.

Lo que no advierte es que ese objetivo, por sí solo, comienza generarle conflictos, que es lo que precisamente debe evitar y más en tiempos preelectorales.

Lo grave del caso es que, muy probablemente, el poder del «jefe”, su hermana Karina y su probable figura o imagen paterna, se afirmen en su soledad. Rechazan todo tipo de alianzas o coaliciones electorales, mejor dicho y los referentes de otros partidos -PRO y UCR- debe obtener cobijo, bajo el sella de LLA, que como dice Ignacio Zuleta, no pasa de ser un grupo de “WhatsApp”.

El “mago del Kremlin”, como lo bautizó Carlos Pagni, cree en los “tuiteros” y es tal la “burbuja de gases” en la que viven, que creen que el “gordo Dan” podría ser competitivo, por su mercenaria obsecuencia.

No discuto a las redes sociales, pero el mundo virtual que ofrecen choca tan groseramente con la realidad, que a partir de un punto restan.

El mismo Milei necesitó del periodismo, para hacerse conocido, pero sin la “tele” no hubiera pasado de ser uno de tantos.

Cristina, hoy condenada e inhabilitada y desde la próxima semana encarcelada -aunque sea en su propio domicilio- seguirá estando en los medios; su capital político no está en las redes.

Milei también tiene un capital propio, de no más del 30% o el 15%, según se mire y se compute la abstención, como lo mostró la elección de la CABA, que fue una encuesta imparcial.

Los supuestos “éxitos económicos” de Milei no llegan a la gente, porque la inflación baja debido al férreo control que se hace sobre el precio del dólar, que llevó al gobierno a incumplir con el FMI la meta de los cinco mil millones de dólares para este mes de junio.

El gobierno no compró dólares para que su cotización no se incremente y no impacte en la inflación, como lo dice el diario “El país” de España, “Una eventual alza del dólar, que hoy cotiza cerca de los 1.200 pesos, tendría impacto en la inflación y eso es lo que el Gobierno ultra busca eludir.”

El mismo medio da cuenta de que, “Este miércoles, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) acordó préstamos bancarios por 2.000 millones de dólares. Según informó la entidad, colocó instrumentos financieros —conocidos como “repo”, repurchase agreement—entre siete bancos internacionales, que no identificó.” Si bien técnicamente el “repo” no genera nuevo endeudamiento, devenga una tasa de interés o un mayor precio de recompra, y eso si genera nueva deuda.

Es un modo de “alquilar dólares”, que el FMI debería, Trump mediante, ver como propios.

Si Cristina hubiera competido en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, es probable que las intenciones se polarizarían en su favor o en contra, pero sin ella, ese “campo de Marte” se convertirá en el juego del “Antón pirulero”.

En verdad Milei no administra, “desadministra” el país, y sólo se ocupa de manipular el tipo de cambio y de reprimir el gasto.

A esto se limita su modesto birlibirloque, como decía irónicamente Adolfo Canitrot, vayamos comprando cascos.

Los necesitaremos…

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