Por Guillermo Cherashny.-

El voto útil que se registró desde el miércoles pasado permitió que Adorni, como representante de Milei, ganara una elección sumamente difícil, porque Leandro Santoro que iba primero en las encuestas, no es K y ni siquiera es peronista, pero a los ojos del electorado su espacio Es Ahora Buenos Aires era una franquicia K y por tanto no debía ganar. Esto es así porque una mayoría no quiere que vuelva más el kirchnerismo y a Santoro lo seguían en la lista La Cámpora,una referente de Grabois y varios kirchos más, lo que no impidió una excelente elección de Santoro, que mejoró todas los anteriores comicios legislativos, que a lo sumo le daban el 25% de los votos. De ahí que el 27,45% fue una muy buena performance.

El problema insoluble para el kirchnerismo es que, aunque se esconda en candidatos como Massa, del Frente Renovador, o Santoro. con Es ahora Buenos Aires, no alcanza para pasar el filtro de la opinión pública, como pasó en varias provincias.

El problema se agrava porque Javier Milei es un líder muy distinto. porque no es radical, Pro ni peronista, pero no es antiperonista, por eso hay sectores populares de bajos ingresos y de origen peronista que lo votan y los mismo con sus cuadros políticos que provienen del justicialismo, donde no tuvieron lugar en los últimos tiempos y es que en LLA no hacen exámenes de orina y convocan a todo el mundo con la fórmula de tabula rasa, es decir “no importa dónde militaste si abrazás las ideas de la libertad”.

Como el peronismo del 45, que incorporó figuras de la UCR; en el 58 el frondizismo sumó gente nueva y en el 83 el alfonsinismo sumó de derecha e izquierda, lo mismo el menemismo, pues ahora Milei es el que convoca a todo el mundo.

Milei no sólo es un economista sino un hábil político que es subestimado por el resto de la política hasta que se den cuenta de que empezó una nueva etapa política.

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