Por Luis Alejandro Rizzi.-

El gobierno de Javier Milei-LLA creció 17,8% con relación a las elecciones de 2023 y “Juntos por el Cambio” perdió 28,1%”. Lo que no es posible distinguir son los motivos por los que un 47% del padrón no votó, y cómo se diseccionó el voto positivo.

La Coalición Cívica y la UCR lograron en total un 4,8% que cabe presumir provienen de JxC.

Larreta fue votado por el, 8,08% y presumimos que ese caudal proviene del PRO, dentro de JxC.

Con esa lógica o indicio, tenemos un 13% de votos perdidos por JxC.

Esta cuenta nos da casi justo el 15,9% de votos logrados por el PRO, que sería quizás su caudal propio.

Nos quedaría un interrogante: ¿cómo se compuso el voto de LLA?

Visto en esa línea de razonamiento, el PRO no hizo una mala elección y los que perdieron, en todo caso, fueron los ex integrantes de JxC, que sólo cosecharon, como se dijo, un 13% de votos.

Visto el resultado desde esta perspectiva, una alianza del PRO y LLA sería lo que reclama la sociedad o, mejor dicho, un segmento importante de ella.

La coalición encabezada por Santoro mantuvo la misma proporción que en el 2023; perdió un mínimo, 0,2%; lo que es más difícil saber es cómo se disecciona ese caudal electoral, que LLA ha definido sólo como “el kirchnerismo”.

Ignacio Zuleta dijo ayer en algún medio, no recuerdo cuál, que no hay que confundir kirchnerismo con “peronismo”, lo que no quiere decir que no haya varios “peronismos”.

El peronismo del interior parece más sólido, a excepción del “peronismo cordobés”, que se las ingenia para mantener el gobierno local y votar diferente en el orden nacional.

Otro dato que surge de la comparación entre octubre de 2023 y mayo de 2025 es que los más de 500 mil votos que perdió JxC se le imputan sólo al PRO.

En 2023, para presidente votaron en total, siempre referido a CABA, 1.963.634 personas y el domingo pasado sólo 1.325.000, alrededor de 600 mil personas menos.

Cabría especular que en verdad un 60% de los que se abstuvieron expresaron su rechazo al estilo violento de Javier Milei y lo que llamaría ingenuidad del PRO, que no fue capaz de negociar con LLA-MILEI y a la vez de mantener esa frágil coalición que fue JxC, que se disolvió en su propia efervescencia.

Como vimos, la movilidad se produjo dentro del voto positivo, el 53% que votó.

La abstención de esos supuestos 400 mil votos fue una suerte de “voto en blanco” sin la molestia de ir a votar.

Milei tiene un 30% de votos. Fue lo que logró en las PASO de 2023, en la primera vuelta de octubre de 2023 y el domingo pasado.

Milei solo no puede. Ésa es una de las claves; la otra es que la gente quiere autoridad y calidad y rechaza la prepotencia, la violencia que comenzó a exceder lo verbal, y el agravio.

Estas “PASO” de la CABA tienen una dirección muy clara: reclaman una alianza que no cabe identificar con la derecha ni con la izquierda, ni con el centro; la piden en torno a objetivos claros, fortificar la República, reivindicar la amistad y la calidad de la política y en lo económico promover un desarrollo sostenible. Éstas serían las “cuestiones”.

Luego vienen los problemas: mejorar la calidad de los servicios, educación, salud, transporte.

En pocas palabras, de una buena vez “ir a las cosas” en un clima de amistad política.

Share