Por Carlos Tórtora.-

La estrategia dual de Javier Milei en relación al PRO se afianza día a día. Por un lado, el presidente estrecha cada vez más el cerco sobre el partido amarillo, acelerando su descomposición interna y el pase cotidiano de dirigentes a las filas de La Libertad Avanza. Por otro lado Milei, como ayer, le tiende puentes a Macri para un gran acuerdo electoral. Así, a medida que el tiempo transcurre, Macri se debilitaría cada vez más y el acuerdo le resultaría cada vez más barato al presidente.

Cabe preguntarse por qué Milei no confronta directamente con Macri y empuja a que La Libertad Avanza sea el único partido de la derecha. No se trataría precisamente de la predilección del líder libertario por las estrategias sinuosas, ya que su tendencia es volcarse hacia las soluciones brutales.

Tanta dualidad sería más bien el reflejo de una profunda inseguridad. El gobierno se maneja con encuestas que le siguen dando a Milei alrededor del 50% de apoyo. Pero las principales figuras que el oficialismo testea para encabezar las listas este año, esto es, José Luis Espert, Karina Milei y Manuel Adorni, muestran números menos que modestos. La transferencia de votos del presidente a sus candidatos es un asunto bastante improbable, a juicio de los encuestadores.

Por otra parte, la estructura partidaria de La Libertad Avanza, construida entre gallos y medianoche, dista mucho de ser una fuerza electoral importante.

En el distrito crítico, Buenos Aires, buena parte de la dirigencia libertaria está sublevada contra la ineficiencia del presidente del partido, el multi-denunciado por corrupción Sebastián Pareja.

En Capital, el adelantamiento de la elección local dispuesto por Jorge Macri produjo desconcierto. El único candidato a diputado local con peso en la opinión pública que tiene LLA es Ramiro Marra, exiliado por Karina, que no lo puede ver. Una derrota del gobierno en la elección local de julio podría precipitar otra derrota mayor en la elección nacional de octubre. Para ésta, los libertarios tampoco tienen un candidato propio para senador y empezaron a medir a Daniel Scioli. Pero se encuentran con que el ex motonauta concita el repudio de la dirigencia libertaria. «Enfrentamos a la casta para terminar votando a Scioli?», se preguntan.

Un gigante con pies de barro

La realidad es entonces que Milei se enfrenta al serio riesgo de caer en las urnas en Capital y Buenos Aires, por lo que poco importaría lo que pase en el interior. Y esto sin mencionar que, si el gobierno se ve obligado a devaluar, el impacto de esto en la inflación y el aumento de la pobreza le restaría muchos votos.

Cada vez más acorralado, el presidente sigue hablando de arrasar en las urnas, pero en su entorno se preguntan cómo hacer para ganar una elección que cada día se complica más.

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