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"Juzgo imposible describir las cosas contemporáneas sin ofender a muchos". Maquiavelo

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Opinión

Milei y el “okey” a una actividad delictiva: el blanqueo de capitales (1)

Por Hernán Andrés Kruse.-

En su edición del 25 de octubre Infobae publicó un artículo del periodista de economía Juan Gasalla titulado “blanqueo insólito en los bancos: dinero en valijas, billetes con olor a cebolla y dólares manchados con humedad”. Escribió el autor: “El blanqueo de capitales lanzado por el gobierno de Javier Milei resultó un éxito en cuanto al regreso de dólares al sistema financiero. Las autoridades estiman que cerca de 15.000 millones de dólares en efectivo se estarían regularizando con la etapa 1 del plan que cierra el 31 de octubre. De hecho, y por pedido de numerosos bancos y estudios contables, éste se extendió por dos meses debido al gran interés generado por el régimen de Regularización de Activos”. El ansiado día llegó. Luego de varios contratiempos el ministro de Economía anunció el viernes 8 de noviembre que el monto declarado de dólares hasta ese momento ascendía a 20.085 millones, causa, según reconocen los analistas económicos, del “veranito financiero” (léase: control del dólar blue) que regocija al gobierno.

Esta noticia, aunque cueste creerlo, pasó inadvertida para la opinión pública. Sin embargo, sería aconsejable que a partir de ahora comience a preocuparse por este tema. ¿Por qué? Porque el blanqueo de capitales, puesto en práctica por el presidente de la nación, es una actividad ilegal, un delito. El blanqueo de capitales tiene como objetivo, precisamente, blanquear fondos provenientes de actividades ilícitas, como el narcotráfico. Buceando en Google me encontré con un ensayo de la abogada María José Meincke (Facultad de Derecho-UCA) titulado “Blanqueo de capitales, desde la represión del delito a la prevención” (2003). Su lectura no hizo más que confirmar mi presunción: el blanqueo de capitales es un delito.

EL DELITO DE BLANQUEO DE CAPITALES. CONCEPTO

“En sentido amplio podemos hablar de blanqueo de capitales en referencia al proceso de legitimación de los bienes que tiene origen ilegal, fundamentalmente originados fuera del control de las instituciones tributarias. En sentido estricto, hablamos de blanqueo de capitales en relación al proceso de reconversión de bienes de origen delictivo. Ambos emplean los mismos mecanismos de integración, pero la naturaleza del lavado de dinero en sentido estricto hace necesaria la intervención penal. El lavado de dinero —conocido internacionalmente como money laundering, blanchiment d’argent, «reciclagio del denaro» o «blanqueo de dinero»— significa en otras palabras lavado o blanqueo de bienes y valores procedentes de actividades ilícitas. De las normas establecidas en el artículo 3 de la Convención de las Naciones Unidas contra el tráfico ilícito de estupefacientes y el artículo 25 de la ley 23.737, y del artículo 278 de la ley 25.246 de la Argentina podría conceptualizarse el blanqueo de capitales, como la incorporación al sistema financiero formal del produceto del tráfico ilícito de estupefacientes.

La operación se realiza básicamente en tres etapas: a) introducción o colocación, b) estratificación o transformación y, c) integración o legitimación. Las modalidades operativas de cada una de ellas son innumerables, basta con mencionar, a modo ejemplificativo, las actividades de los dealers o brokers de metales preciosos, las actividades bancarias o parabancarias, las de agentes de bolsa, y en general, todos aquellos negocios que manejan grandes cantidades de dinero. Podría definirse al lavado de dinero, como «el proceso en virtud del cual los bienes de origen delictivo se integran en el sistema económico legal con apariencia de haber sido obtenidos en forma lícita». Escobar define el lavado de dinero como «el procedimiento subrepticio, clandestino y espurio mediante el cual los fondos o ganancias procedentes de actividades ilícitas (armamento, prostitución, trata de blancas, delitos comunes, económicos, políticos y conexos, contrabando, evasión tributaria, narcotráfico), son reciclados al circuito normal de capitales o bienes y luego usufructuados mediante ardides tan heterogéneos como tácticamente hábiles».

Por su parte, Ruiz Vadillo conceptúa el proceso por el cual se introduce al sistema financiero formal el dinero producto de ilícitos como el «obtenido como consecuencia de delitos, al sistema económico oficial, de tal forma que pueda incorporarse a cualquier tipo de negocio como si se hubiera obtenido de formal lícita y tributariamente correcta». Más estrictamente Llobet Rodríguez afirma que «al hablarse de lavado de dólares o de dinero se hace referencia a la actividad por la cual se invierte el dinero proveniente de una actividad ilícita, v.g. tráfico de drogas, de armas, de trata de blancas, etc, en una lícita, para tratar de ocutar el origen de ese dinero». Circunscripto al ámbito del narcotráfico, Prado Saldarriaga lo define como «un conjunto de operaciones comerciales o financieras que procuran la incorporación al Producto Nacional Bruto de cada país —de modo transitorio o permamente— de los recursos, bienes y servicios que se originan o están conexos con transacciones de macro y microtráfico de drogas».

En vereda opuesta, considerando la amplitud que otorga al concepto, Bajo Fernández afirma que el blanqueo es toda aquella «estratagema por la que un sujeto poseedor de dinero sustraído al control de las Haciendas públicas, lo incorpora al discurrir de la legitimidad, ocultando la infracción fiscal implícita y, en su caso, el origen delictivo de la riqueza». El mismo Caparrós lo define como «el proceso tendiente a obtener la aplicación en actividades económicas lícitas de una masa patrimonial derivada de cualquier género de conductas ilícitas, con independencia de cuál sea la forma que esa masa adopte, mediante la progresiva concesión a la misma de una apariencia de legalidad». Diez Repollés se refiere al lavado de dinero como «procedimientos por los que se aspira a introducir en el tráfico económico-financiero legal los cuantiosos beneficios obtenidos a partir de la realización de determinadas actividades delictivas especialmente lucrativas, posibilitando así un disfrute de aquéllos jurídicamente incuestionado».

Gómez Iniesta lo define como «aquella operación a través de la cual el dinero de origen siempre ilícito es invertido, ocultado, sustituido o transformado y restituido a los circuitos económicos-financieros legales, incorporándose a cualquier tipo de negocio como si se hubiera obtenido de forma lícita. El objeto de su acción del delito es tanto el dinero en efectivo como también los bienes que fueron adquiridos con él, sean éstos muebles o inmuebles». Por su parte, Blanco Cordero restringe el concepto y considera que se trata del «proceso en virtud del cual los bienes de origen delictivo se integran en el sistema económico legal con apariencia de haber sido obtenidos de forma lícita». Se destaca por su claridad y precisión la definición dada por Cassani: «El blanqueo de dinero sucio es el acto por el cual la existencia, la fuente ilícita o el empleo ilícito de recursos son disimulados con el propósito de hacerlos aparecer como adquiridos de forma lícita. Blanquear el dinero es reintroducirlo en la economía legal, darle la apariencia de legalidad y permitir así al delincuente disfrutarlo sin ser descubierto: el que blanquea dinero procedente de un delito ayuda por tanto al delincuente a aprovecharse plenamente del producto de su infracción». De todas estas definiciones podemos extraer los caracteres del lavado de dinero o blanqueo de capitales: es un proceso; su objetivo es la ocultación; apariencia final de legitimidad de los bienes blanqueados”.

ETAPAS

“La mayor parte de la doctrina, siguiendo a la americana que diseñó el Grupo de Acción Financiera (GAFI) en los anexos a sus 40 recomendaciones, resume en tres las etapas del proceso de lavado de dinero, las cuales, a su vez tienen diversos modos de ejecución:

  1. Colocación u ocultación: frente al problema con el que se encuentran las organizaciones criminales en relación a la enorme cantidad de dinero en efectivo que manejan, generalmente en el caso del narcotráfico se trata de billetes de baja denominación, se presenta la necesidad de colocarlo en el sistema financiero formal o de ocultarlo en la economía desmetalizada (de bienes y/o servicios). Esto se lleva a cabo por medio de diversas operaciones, a saber: smurfing (fraccionamiento), actividades bancarias (depósitos, compra de cheques de viajero) y parabancarias (operaciones de préstamo de dinero al contado, cesiones de créditos y operaciones de ingeniería financiera), adquisición de bienes de gran valor al contado: supermercados, hoteles, etc., contrabando, cambio de divisas, actividades de agente de bolsa: instrumentalización de títulos valores, por medio de dealers o brokers de metales preciosos, cualquier tipo de negocio en el que se manejen importantes sumas de dinero; casas de juego: debido a que ingresa dinero en efectivo y generalmente las ganancias se retiran en cheques.
  2. Conversión: una vez superada la primera etapa, se realizan una serie de operaciones por medio de las cuales se introduce en el sistema económico-financiero formal el dinero oculto o colocado en bienes. Esto se logra por medio de: operaciones electrónicas realizadas con la utilización de bancos y otras instituciones formales y no formales; adquisición efectiva de bienes, por ejemplo el oro en todas sus modalidades que tiene aceptación generalizada; instrumentalización de transacciones ficticias; préstamos de dinero, instrumentalización de personas jurídicas («sociedades ficticias»).
  3. Integración: consiste en la adquisición de bienes, obteniendo o no una ganancia por ello.

Si bien conceptualmente se distinguen estas tres estapas o fases del proceso denominado «lavado de dinero» o «blanqueo de capitales», en la práctica no es tan sencillo diferenciarlas, fundamentalmente porque se trata de operaciones ocultas o solapadas. Bernasconi considera que el procedimiento de blanqueo de capitales tiene dos fases: a) money laundering: que consiste en los actos a través de los cuales se libera a los bienes contaminados, en un corto período, de los rastros de su origen delictivo. El objetivo entonces será impedir la identificación de los bienes y con ello, su confiscación; por otro lado se pretende destruir las pruebas que incriminan al autor del hecho principal. b) recycling: constituida por las operaciones de medio y largo plazo en las que los bienes, ya lavados una vez, son ulteriormente tratados hasta que no sea posible en modo alguno conectarlos con un delito concreto y se llegan a considerar ganancias legales. El objetivo de esta etapa es la reintegración del dinero sucio en el circuito financiero legal.

Zünd utiliza el modelo de «ciclos» utilizando metafóricamente los ciclos del agua, a saber:

1-precipitación (producción del dinero en metálico). En el país donde se comete el delito se producen los bienes fruto de tales actuaciones delictivas (normalmente dinero en metálico, en billetes pequeños), que es conveniente lavar. 2-infiltración (primera depuración). El dinero ilícitamente obtenido es recogido en la central de la organización criminal y lavado por primera vez mediante su transformación en otros bienes, normalmente billetes grandes. Esta primera transformación se produce en una «lavandería» nacional. 3-corriente de aguas subterráneas (constitución del consorcio de empresarios). El dinero previamente lavado es movido en el interior de la organización y convertido en otras formas patrimoniales. 4-lago de aguas subterráneas-desagüe (preparación y transferencia al extranjero). El dinero es entregado a una sección especializada en blanqueo de capitales de la organización o a otra empresa contra una prima de riesgo. Normalmente la organización criminal procede a realizar transacciones financieras al extranjero. 5-nueva acumulación en el lago (preparación para la legalización). Dentro del país en que se va a realizar el blanqueo de capitales el dinero introducido es recibido nuevamente por especialistas.

6-estado de bombeo (entrada en el mundo financiero legal). Mediante la apertura de cuentas en bancos y otras instituciones financieras así como mediante la compra de bienes (por ejemplo títulos valores) el dinero es introducido clandestinamente en el circuito monetario normal. 7-estación de depuración (segunda depuración). Mediante la interposición de testaferros resulta más creíble la historia sobre el origen del dinero. 8–aplicación/aprovechamiento (transferencia e inversión). Después de que los bienes han salvado las barreras de los sistemas bancarios nacionales e internacionales, se mueven en inversiones legales de cuenta en cuenta para el encubrimiento de los rastros criminales. Para ello se realizan inversiones a corto y mediano plazo, se fundan nuevas firmas, etcétera. De esta manera los bienes adquieren un carácter cada vez más legal. 9-evaporación (repatriación legal). El dinero lavado, cuyo rastro documental respecto de su origen ha sido borrado, es apto para ser transferido legalmente a cualquier país, incluso al «país del delito». Para ello se pueden servir de distintas construcciones, como la concesión de préstamos a los acreedores o pago de salarios a los colaboradores que no cotizan al fisco. Con la repatriación del dinero al país de origen se alcanza el objetivo del blanqueo de capitales: un proceso de reciclado cerrado. 10-nueva precipitación (nueva producción de dinero metálico del delito). El dinero lavado y repatriado sirve, tras su tasación, para diversas actividades que se distribuyen generalmente de la siguiente manera: un tercio para financiar nuevas actividades ilegales, otro para la inversión en los mercados financieros internacionales y otro para la inversión en actividades legales.

Ackerman, por su parte, es un crítico acérrimo del modelo antes descripto y acoge un modelo basado en la doctrina norteamericana; en función de los objetivos pretendidos por el blanqueador: a) objetivos principales: la evitación de la confiscación y la ocultación del origen delictivo de los bienes; asegurar las posibilidades de aprovechamiento de los valores patrimoniales, ya que para el lavador, si no puede utilizar o invertir los bienes, carece de utilidad el encubrimiento de los mismos. b) objetivos secundarios: integración: ingreso de los fondos en el sistema financiero legal o ilegal y su transferencia hasta que se oculte su origen delictivo; inversión: pasa a ser el objetivo principal ya que dispone de una reserva de dinero que intentará integrar en la economía legal; elusión de impuestos; disposición de medios para realizar otros hechos delictivos. c) objetivo complementario: impedir la condena de los responsables del delito previo.

Müller, por su parte, creó un sistema siguiendo el proceso de los ciclos de Zünd, se trata de un modelo abstracto dotado de variables que exige un elevado nivel de atención para su comprensión: a) Descripción de sectores: Sector I: país del delito/ilegalidad; Sector II: país del delito/legalidad; Sector III: país del blanqueo de capitales/ilegalidad; Sector IV: país del blanqueo de capitales/legalidad. Otro polo de menor importancia puede estar constituido en otra de las fases del proceso de lavado de dinero por país de transferencia /legalidad-país de transferencia/ilegalidad. La configuración de sectores se realiza fundamentalmente en base a los polos país del delito, país del blanqueo, legalidad e ilegalidad y garantizan un borrado y anulación de los rastros de los bienes de origen delictivo. b) Proceso de la caja negra (black box prozesse): la meta consiste en preparar el dinero a lavar para el cruce de sectores y/o utilizar las posibilidades específicas de los sectores para otras transformaciones y/o transferencias. La funciones de este proceso son: Sector I: blanqueo de capitales nacionales para prelavar el dinero sucio; Sector II: agrupación de los fondos sucios (previamente prelavados) y preparación para el contrabando; Sector III: actos preparatorios para su entrada clandestina en el sistema financiero legal, por ejemplo actos de fraccionamiento (stucturing o smurfing) o creación de una apariencia de legalidad para el dinero sucio; Sector IV: actos de encubrimiento en forma de transferencia, procesos de inversión y desinversión. Cada sector es un ciclo cerrado que presenta dos puntos de intersección con los otros sectores. El proceso se inicia con el acceso del dinero negro procedente de la ilegalidad y finaliza con la salida del dinero ya lavado en el punto de intersección con la legalidad. El desarrollo del proceso implica que el dinero lavado accede al Sector I mediante acciones directas de contrabando; sin inserción en un establecimiento nacional de lavado accede el dinero negro directamente al Sector II y debe buscar el camino hacia el Sector IV para poder allí ser finalmente lavado y reintegrado en la legalidad del país de destino final”.

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Hernán Andrés Kruse

Doctor en Ciencia Política Rosario, Argentina @HernanKruse

8 comentarios en «Milei y el “okey” a una actividad delictiva: el blanqueo de capitales (1)»

  • LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES

    Alegrías, disparates y pánico

    Joaquín Morales Solá
    Fuente: La Nación
    (*) Notiar.com.ar
    10/11/024

    Aturdida por la aplastante victoria de Donald Trump, la cresta mileísta (¿también Javier Milei?) deduce que ese triunfo en el otro extremo de América perpetuará en el poder al actual presidente argentino. Han leído muy poco de historia y carecen de experiencia. En primer lugar, Trump, bueno o malo, será el líder de la primera potencia del mundo y aplicará políticas para su país que beneficiarán o perjudicarán al resto de los países. O podrían beneficiar a algunos y perjudicar a otros.
    Es probable que en el corto plazo Trump lo ayude a Milei en el Fondo Monetario Internacional, donde Estados Unidos tiene una influencia decisiva. El gobierno argentino espera firmar un acuerdo con el Fondo que incluya el envío de recursos frescos por valor de 20.000 millones de dólares, si fuera posible. Hasta ahora, la Argentina recibió de ese organismo solo asientos contables. Sin embargo, hay cuestiones en las que Trump y Milei no piensan igual, y no son cuestiones menores. Por ejemplo, Trump cree que el principal problema de su país es la apertura de la economía y el libre comercio, esta última una política, vale la pena recordarlo, que Estados Unidos promovió desde que existe como nación. Milei, en cambio, está seguro de que el principal problema de la Argentina es una economía cerrada, con un alto grado de protección a sus industrias y reacia a practicar el libre comercio. Razón no le falta. ¿Podrán ponerse de acuerdo si los lobbies norteamericanos de los productores de limones y de acero, por caso, traban las importaciones argentinas de esos productos? Quién lo sabe. Por eso, las alegrías son prematuras, sobre todo cuando influirán también cuestiones geopolíticas importantes. ¿Qué relación tendrá Trump con Europa, a la que desdeñó en su anterior mandato? Muchos países europeos son miembros del decisivo directorio del Fondo Monetario. ¿Qué política aplicará Trump en la actual guerra entre Israel, los grupos terroristas de Hamas en Gaza y el gobierno teocrático de Irán, que alimenta el terrorismo antiisraelí? Trump no confió nunca en Irán, cuyo gobierno merece la desconfianza internacional. La Argentina lo sabe mejor que nadie. ¿Qué hará el próximo presidente norteamericano con la guerra sin fin descerrajada por el déspota Putin contra Ucrania? El mundo se colocó del lado de la víctima, que es Ucrania, pero Trump tiene su propia relación personal con Putin. ¿Seguirá Trump señalando a China como su principal enemigo por la competencia en el comercio internacional? El mundo cambiará con Trump en la Casa Blanca, pero nadie sabe todavía qué significarán esos cambios para países como la Argentina.
    La historia sorprende con lo inevitable, pero también con lo inesperado. O como decía Keynes: “Lo inevitable rara vez sucede; es lo inesperado lo que suele ocurrir”. Pruebas: en las elecciones legislativas de 2017, la coalición liderada por el entonces presidente Mauricio Macri les ganó por más de 20 puntos al kirchnerismo y por más 35 puntos a la coalición de Sergio Massa. Eso sucedió en octubre. En diciembre, un proyecto para modificar levemente la fórmula de aumentos a los jubilados provocó un escándalo político acompañado de una descomunal violencia dentro y fuera del Congreso. Los inversores financieros comenzaron a hacer las valijas para abandonar la Argentina. Si al gobierno del entonces Cambiemos le costó tanto hacer esa reforma, ¿cómo podría avanzar con el ajuste de la economía al que se había comprometido? La Reserva Federal de los Estados Unidos (el Banco Central norteamericano) subió las tasas en 2017 y en 2018, cuando ya Trump era presidente. Una mala noticia para la Argentina. Trump había anunciado, además, el “plan de construcción de infraestructura más importante de la historia de los Estados Unidos”. Hiperbólico, como siempre. Fue suficiente. Todos los dólares que andaban en inversiones de riesgo se fueron al más seguro país de Trump, aunque este quería ayudar a Macri en la Argentina. De hecho, lo ayudó en el Fondo Monetario, porque con Macri tiene una amistad personal de más de 20 años. Pero su política económica perjudicó en la práctica a su viejo amigo argentino. El tercer elemento que influyó en la crisis final de Macri fue una de las sequías más importantes desde que existen registros, junto con la que le tocó a Cristina Kirchner en 2008 y 2009 y con la que se abatió sobre Alberto Fernández en 2022. Macri perdió la reelección en 2019, dos años después de aquella victoria en comicios legislativos. Cuando Macri ganó en 2017 el riesgo país era de 450 puntos, que fue el promedio de su gestión. Pero subió en tiempos previos a las elecciones primarias de 2019 a los mismos niveles en que se encuentra ahora: debajo de los 900 puntos.
    Más que Trump, a la economía de Milei la ayudará la estabilidad institucional. Es raro hablar de instituciones en un mundo que se enamoró de políticos disruptivos y de líderes mesiánicos. Los que creen en el republicanismo se están convirtiendo en pobres minorías. En Estados Unidos o en la Argentina. No obstante, eso sucede entre la gente común, insatisfecha, espoleada por el pasional vértigo de las redes, en las que predominan más el insulto y el odio que otra cosa. Milei es un producto de las redes. Pero la economía –los inversores, más que nada– sigue mirando a las instituciones más que al humor social, aunque este también importa. Una versión que surge de las entrañas oficialistas señala que Milei decidiría, ante el largo retraso del acuerdo del Senado, nombrar en comisión al juez federal Ariel Lijo como miembro de la Corte Suprema; es decir, asumiría como juez del máximo tribunal del país sin haber cumplido con los requisitos constitucionales. Macri intentó hacer algo parecido en 2017 con las designaciones de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz; los designó en comisión por un decreto. Fue un mal consejo de su asesor, el abogado Fabián “Pepín” Rodríguez Simón. Sea como fuere, se trató solo de un intento porque Rosatti y Rosenkrantz no asumieron hasta que contaron con el acuerdo de los dos tercios de los votos del Senado. Tanto jueces de la Corte como el entonces líder de la oposición senatorial, Miguel Ángel Pichetto, y dirigentes de la propia coalición Cambiemos le hicieron saber al entonces presidente que estaba buscando un atajo imposible. Pichetto contribuyó para que el Senado les diera los acuerdos correspondientes a Rosatti y Rosenkrantz, pero debe subrayarse que esos dos jueces eran –y son– personas intachables.
    Según la jurisprudencia de la Corte Suprema (hubo casos parecidos en los gobiernos de Arturo Frondizi, de Héctor Cámpora y de Raúl Alfonsín), el presidente de la Nación puede nombrar jueces de la Corte Suprema solo en los meses de receso del Congreso; es decir, entre el 1º de diciembre y el 1º de marzo. Además, en los casos mencionados se trataba de presidentes que asumían luego de un gobierno militar y aspiraban a cambiar a toda la Corte de inmediato. Pero esa misma jurisprudencia señala que los jueces deben obtener el acuerdo antes del siguiente 1º de diciembre. Si comenzara el próximo receso y el juez en comisión no hubiera obtenido el acuerdo del Senado, su designación cesaría en el acto. Semejante precariedad hace suponer la inconsistencia de las decisiones de un juez en comisión, sobre todo si su voto desempatara y fuera concluyente en la decisión final del alto tribunal; estas eventuales resoluciones de la Corte recibirán seguramente constantes pedidos de nulidad.
    Manuel García-Mancilla, un jurista sin manchas, no aceptará nunca una designación en esas condiciones tan inestables y mucho menos desobedeciendo el mandato constitucional que indica que los jueces de la Corte Suprema deben contar con el acuerdo previo del Senado. Es probable que tampoco Lijo se someta a nuevos y mayores cuestionamientos cuando ya carga con demasiados reparos profesionales y éticos. Pero si aceptara ser nombrado en comisión, ¿qué hará la Corte Suprema? ¿Le tomará juramento? El de Lijo no es el caso de los jueces de Frondizi, Cámpora y Alfonsín. Milei no está urgido para nombrar una Corte nueva, aun cuando llegue el día en que se jubile el juez Juan Carlos Maqueda. El Presidente los propuso a Lijo y a García-Mansilla hace ocho meses, en marzo pasado, y todavía no tienen las firmas necesarias en la Comisión de Acuerdos del Senado, imprescindibles para que las propuestas sean consideradas en el plenario del cuerpo. Los dos tercios del Senado significan una cumbre política demasiado empinada. El último kirchnerismo gobernante, el que simuló presidir Alberto Fernández, no pudo en cuatro años nombrar a un procurador general de la Nación (jefe de todos los fiscales), que debe cumplir con los mismos requisitos que los miembros de la Corte Suprema; no lo pudo el entonces presidente y su vicepresidenta, Cristina Kirchner, tampoco intentó con un candidato propio. Sabía que perdería.
    Los mileístas cuentan que el Presidente está contento porque su figura provoca pánico entre los funcionarios del Gobierno. Eso sucedía antes del despido injustificado y cruel de la excanciller Diana Mondino y de la soviética persecución ideológica desatada contra los diplomáticos de carrera. Ahora, cuando maltrató a Mondino, que se fue prometiendo que seguiría defendiendo al gobierno de Milei, es mucho peor. Tal vez por eso la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, difundió un documento cuyo primer punto dice textualmente: “Los periodistas ya no son el cuarto poder. Se acabaron las narrativas de los grandes medios”. Cuando ocurrió la persecución a periodistas en la gloria del kirchnerismo hubo cuatro mujeres en el Congreso que defendieron con coraje y decisión al periodismo independiente: Elisa Carrió, que era diputada nacional; Norma Morandini, entonces senadora nacional; Silvana Giudici, también diputada nacional, y Patricia Bullrich, igualmente diputada en aquella época. ¿Dónde está ahora Patricia Bullrich? ¿Qué se hizo de ella? ¿Quién se llevó a aquella persona valiente que había rectificado sus ideas del pasado y se convirtió en una vestal de la democracia y sus formas? ¿Qué hizo Milei con esa mujer que ya no está?

    Respuesta
  • LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES

    El Topo del Estado busca crear “un nuevo orden”

    Jorge Fernández Díaz
    Fuente: La Nación
    (*) Notiar.com.ar
    10/11/024

    Un cientista político de gran prestigio y larga experiencia explicó pulcra y objetivamente en televisión los resultados de su última encuesta nacional y unos minutos después nos confió a sus amigos por WhatsApp esta sentencia: “Si Milei fracasa estamos jodidos, y si triunfa también”. Lo primero no requiere explicación; lo segundo es menos evidente, porque alude a los planes que el León tiene para cuando el éxito económico le suelte completamente las manos y le permita rediseñar a su capricho la democracia argentina.
    No se trata, como parece, de un secreto hermético e inconfesable, sino de una verdadera jactancia que es ya propalada sin complejos melindrosos y a los cuatro vientos. De hecho, fuentes del Triángulo de Hierro se han ocupado en deslizarles a algunos de los más notorios cronistas del país que el eventual triunfo del plan de estabilización financiera y monetaria –si superara sus inconsistencias pendientes– y una consecuente reactivación vigorosa –si de verdad se sintiera a gran escala y en el bolsillo–, habilitarían la chance de avanzar a paso redoblado sobre el sistema político e institucional.
    Desembozadamente le han dicho a Jorge Liotti que buscan crear ahora una hegemonía libertaria, y que esta incluiría una reforma de la Constitución nacional; le han contado a Santiago Fioriti que la consigna presidencial interna se traduce en el reconocido lema “es ahora y es con todo”, y le han revelado a Claudio Jacquelin su intención de establecer “un nuevo orden”. Este maximalismo triunfalista, que sin embargo se traduce en fría determinación y se cocina a fuego rápido en la Casa Rosada, recorre como se ve las palabras cristinistas que más escalofríos produjeron en el campo republicano y luego en la sociedad abierta e independiente: ir rápido por todo, meterle mano a la Carta Magna para institucionalizar una sola cosmovisión ideológica y conseguir con ello fundar un régimen de partido único. No se trata, repito, de una inferencia o una especulación de los columnistas, sino de un programa que ya está en marcha, que no es oculto sino explícito, y que por otra parte encaja perfectamente en la teoría del populismo de derecha, que acaba de darle una paliza electoral al liberalismo clásico en los Estados Unidos y que en nuestros lares ha adoptado una astuta pero inquietante praxis en espejo con el populismo de izquierda: todo lo que antes estaba mal ahora está bien, y viceversa. Así funciona esta suerte de kirchnerato invertido con el que el inefable Topo del Estado ha alcanzado no pocos logros en materia gestionaría, en el territorio de la narrativa e incluso en el dificultoso juego de la gobernabilidad.
    La discusión entre fondo y forma representa, por supuesto, una gran falacia según la cual las reglas no son importantes y pueden ser violadas para alcanzar el objetivo añorado: un camino venenoso que llevó a los argentinos de distintas generaciones a la negación, a la complicidades, al desencanto y más tarde al más doloroso arrepentimiento
    Esta misma semana lo ha puesto negro sobre blanco otro politólogo célebre y lúcido, Natalio Botana: “El estilo del kirchnerismo no ha muerto, permanece en Milei con mucha vitalidad”. Una cuenta de X, atribuida justa o injustamente a Santiago Caputo, elaboró una suerte de respuesta a todos estos reparos: “Para neutralizar una fuerza se necesita una de igual intensidad y sentido contrario. No se puede combatir al kirchnerismo siendo moderados”. De inmediato el Presidente de la Nación le dio visibilidad y respaldo a esa idea: “Nota para los tibios pelotudos cultores de las formas sobre el contenido. Fin”. El asunto es controversial y espinoso, y apoya la famosa premisa de que para acabar con la antropofagia hay que comerse al caníbal, o que para terminar con la delincuencia podríamos legalizar el gatillo fácil y la policía brava. Exige además que mucha gente cierre los ojos, se traicione a sí misma y le perdone al general Ancap lo que no le perdonaría jamás a la Pasionaria del Calafate.
    La discusión entre fondo y forma representa, por supuesto, una gran falacia según la cual las reglas no son importantes y pueden ser violadas para alcanzar el objetivo añorado: un camino venenoso que llevó a los argentinos de distintas generaciones a la negación, a la complicidad, al desencanto y luego al más doloroso arrepentimiento. Sabemos más o menos cuál es el “fondo” o el “contenido” en cuestión para alguien que pretende destruir el Estado y entronizar el mercado total a cualquier precio. Y también cómo es imprescindible, para cumplir esa ambiciosa meta, sacar para siempre de la cancha a los “colectivistas” de cualquier pelaje: peronistas, radicales, desarrollistas, socialdemócratas, liberales, librepensadores y conservadores con pruritos institucionalistas.
    El presunto Partido del Estado (Agustín Laje dixit) y sus “fieles esbirros”: los periodistas que cuestionan el nuevo relato y los jueces que fallan en contra de esta “revolución” reaccionaria. Reducir las “formas” al maltrato verbal que reciben los disidentes es una picardía que disculpa la explosiva agresividad del mandatario y la acción canceladora de sus guerrilleros digitales, pero banaliza todo el problema. Porque, la verdad: ¿serán también simples cuestiones de forma respetar la independencia de poderes y el rol del Parlamento? ¿Y esas y otras “formas” no serán, precisamente, las vigas maestras de la democracia liberal que intentan resetear con ideas hegemónicas de nuevo cuño?
    ¿Será que nos enredamos en “formas” baladíes quienes defendemos el consenso republicano y preferiríamos no remplazarlo por una “autocracia soft”? Ese último concepto pertenece a otro “comunista” –Paul Krugman– al describir el modelo que Trump insinúa, que Orban abraza y que la Internacional de la Nueva Derecha discute, anhela y acaricia. Está de moda este extremismo derechoso que en nombre de Occidente viene a cargarse la democracia occidental
    . Pero se pueden tener convicciones firmes y fortalezas para avanzar sobre la burocracia corrupta y desmontar las mafias y desregular una administración absurda y venal, y atraer inversiones sin la necesidad de inventar un régimen ni buscar una eternización o una supremacía. Se pueden tener sueños grandes sin caer en gigantismos, y se puede vencer a los enemigos sin la obligación de adoptar sus mañas y temperamentos. Ya aprendimos: un clavo saca otro clavo. Pero así siempre nos quedamos con un clavo, compañeros. Y es preferible un “pelotudo tibio” que un autócrata caliente. Ojalá que Javier Milei no fracase, ni que al triunfar nos haga fracasar a todos.

    Respuesta
  • LA ARGENTINA POLÍTICA

    Milei y el gobierno de los rudos

    Fernando Laborda
    Fuente: La Nación
    (*) Notiar.com.ar
    10/11/024

    Bien alejado de aquel refrán según el cual “lo cortés no quita lo valiente”, Javier Milei nunca se preocupó por las formas ni se caracterizó, ya desde los tiempos en que era panelista televisivo, por los buenos modales. Frente a los cuestionamientos que con frecuencia despierta su estilo vehemente y su lenguaje soez, sus exégetas encontraron una justificación merced a la irresponsable y sorpresiva medida de fuerza de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) que paralizó el servicio de rampa en el aeroparque Jorge Newbery y dejó varados a numerosos pasajeros en los últimos días. Insistieron en que no hay lugar para tibios en el Gobierno y hasta llegaron a plantear la hipótesis de que solo alguien que esté “medio loco” puede enfrentarse con éxito a sectores sindicales que desde hace mucho tiempo hacen de la extorsión una rutina.
    La idea de que gobiernan los rudos pudo haber tenido un efecto favorable para frenar la tensión y los paros salvajes en el sector aeronáutico derivados de la iniciativa oficial de privatizar Aerolíneas Argentinas. Tras la decisión del gobierno nacional de despedir a 15 trabajadores de la empresa estatal Intercargo y de anunciar la desregulación del servicio de rampa y valijas que presta esta compañía, los gremialistas aceptaron postergar la discusión salarial y se comprometieron a no parar mientras se negocie el futuro de la actividad. “De esto se sale laburando y no extorsionando. Se acabó la extorsión en la Argentina”, enfatizó ayer Milei.
    El Presidente se siente cómodo ante al conflicto. Especialmente cuando lo enfrenta con sectores sindicados de vivir de privilegios del Estado. Y todo indica que cuando asoman indicadores de mejoría en la economía, se potencia el estilo pendenciero del primer mandatario.
    Es lo que se vio durante esta última semana, en la que a la fuerte caída del riesgo país, a la inesperada revaluación del peso frente al dólar, a la desaceleración inflacionaria y a otros indicadores económicos que le han permitido al Gobierno anunciar el fin de la recesión, se ha sumado un hecho que alimentó la euforia oficial: la victoria electoral de Donald Trump. Al tiempo que festejó ese resultado, Milei se apuró a gestionar un encuentro personal con el próximo presidente de los Estados Unidos.
    La favorable reacción de los mercados en la Argentina, expresada en la suba de los bonos locales, podría indicar que el triunfo del candidato republicano beneficiaría a nuestro país, particularmente por la buena relación que une a Milei y Trump. Si bien es cierto que las estadísticas de los últimos años señalan que el comercio internacional tiende a incrementarse entre países amigos y a disminuir entre naciones no alineadas geopolíticamente, de acuerdo con distintos analistas el beneficio del resultado electoral estadounidense para la Argentina no se vería por el lado de una mayor apertura comercial. Sobre todo, si se tiene en cuenta que Trump viene prometiendo subas de aranceles a las importaciones y otras medidas proteccionistas. En cambio, sí podrían verse beneficios por el lado de la eventual promoción de inversiones de empresas norteamericanas en nuestro país.
    Del mismo modo, la expectativa del gobierno argentino es que el futuro presidente estadounidense contribuya a destrabar la posibilidad de una ayuda adicional del Fondo Monetario Internacional (FMI), teniendo en cuenta que Estados Unidos es el socio más importante en este organismo financiero, con un 16% de participación, y que ya la última administración de Trump había en su momento intervenido favorablemente para que el gobierno de Mauricio Macri pudiese acceder a un acuerdo con el FMI, pese a la resistencia de otros países miembros.
    El hecho de que Trump se haya impuesto en las urnas sobre Kamala Harris a pesar de su peculiar estilo confrontativo y plagado de violencia verbal fue destacado por quienes en La Libertad Avanza defienden la falta de buenos modales del presidente argentino, sembrando indirectamente un temor: que el éxito de Trump pueda alentar la profundización de los gestos de intolerancia que Milei viene manifestando hacia el periodismo crítico. Las primeras repercusiones del resultado electoral estadounidense en la Casa Rosada fueron precisamente en esa dirección. Llamó la atención, en ese sentido, que el jueves último, el presidente argentino destacara públicamente su complacencia por la supuesta compra de la cadena CNN por el magnate Elon Musk. “Van a ver que se va a hablar un poquito mejor de lo que haga Trump, porque hoy Elon Musk se compró ese bastión woke inmundo que era CNN”, sostuvo Milei. “Ahora vamos a tener no solo la libertad en (la red social) X sino que, además, vamos a tener una cadena que no sea tan socialista, tan zurdita”, agregó, antes de que CNN saliera a desmentir semejante rumor propagado por el jefe del Estado argentino.
    ¿Acaso el presidente argentino estará sugiriendo la posibilidad de que empresarios amigos adquieran medios de comunicación locales que no le parezcan dóciles, como lo hizo el kirchnerismo cuando estaba en el poder? ¿O se tratará solo de habladurías?
    Está visto que el estilo confrontativo de Milei no cede ni cuando los indicadores de la economía se sitúan en el mejor momento de su gestión, ni cuando crece su imagen favorable en la opinión pública, como parecen refrendarlo recientes sondeos.
    La última encuesta de Giacobbe & Asociados muestra que la imagen positiva de Milei repunta después de cuatro meses seguidos de caída. Este estudio, realizado desde el 29 de octubre hasta el 1° de noviembre entre 2500 personas relevadas a través de dispositivos móviles, le otorga al Presidente un 50,5% de opiniones positivas y un 40% de opiniones negativas, además de un 8,4% de opiniones regulares. Se trata de una mejora de ocho puntos con respecto a la medición concluida el 30 de septiembre, en la que Milei tuvo una imagen favorable del 42,2% y una desfavorable del 46,2%.
    Cuando la encuesta propone a los consultados evaluar el grado de cumplimiento de las promesas electorales del Presidente, ordenar la calle (44,2%), achicar el Estado (42,2%) y combatir la inflación (41%) son los aspectos más valorados por la población. Por el contrario, la reactivación económica (19,4%), combatir la casta política (17,9%) y corruptos presos (4,7%) son las promesas percibidas como más lejos de haberse cumplido.
    En las últimas horas, se conocieron datos de otra encuesta, efectuada por D’Alessio Irol y Berensztein entre 1118 encuestados el 28 y el 29 de octubre en forma online en todo el país. Ente sus principales conclusiones, se destacan las siguientes:
    •La evaluación positiva de la situación económica actual respecto del año pasado mejoró 5 puntos frente al mes anterior, con un 42%. Se trata de un valor que se explica por una recuperación del optimismo de los votantes de La Libertad Avanza (69%) y un pesimismo estable entre los votantes de Unión por la Patria (91% cree que está peor).
    •Con respecto a las expectativas económicas para 2025, las perspectivas de mejoría continúan superando a las de empeoramiento. El 48% de la población cree que la economía estará mejor dentro de un año, en tanto el 47% evalúa que estará peor. En el caso de los votantes de La Libertad Avanza, el porcentaje de quienes creen que estará mejor llega al 80%, mientras que entre los votantes de Unión por la Patria el pesimismo alcanza el 85%.
    •Consultados sobre su situación económica particular, triunfó el pesimismo, con un 58% que juzgó que se encuentra peor que el año pasado. Sin embargo, ese valor representa una mejoría respecto de agosto, cuando un 63% manifestó malestar sobre su situación personal.
    •En cuanto a la gestión del gobierno de Milei, en su onceavo mes de mandato, el 47% lo aprueba frente al 50% que lo desaprueba. Claro que, entre los votantes de La Libertad Avanza, la aprobación de la gestión experimentó una recuperación de 9 puntos, volviendo a valores similares a los del comienzo de gestión (81%).
    •Repecto de la imagen personal de Milei, D’Alessio Irol y Berensztein le dan una percepción positiva del 41% (un punto menos que en septiembre) y una negativa del 55% (tres puntos más que en septiembre).
    En conclusión, las encuestas todavía indican que para la mayor parte de la ciudadanía, la carga del ajuste sigue recayendo más sobre la gente que sobre la casta política. De ahí que cada vez que surge un conflicto político o una medida de fuerza gremial que involucren a sectores sindicados como parásitos del Estado, Milei encuentra un resquicio para avanzar en su batalla cultural y recuperar apoyos en la opinión pública. Lo ocurrido con los paros en el sector aeroportuario es un nuevo indicador de que el Presidente se siente cómodo en el conflicto.

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  • LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES

    Milei y un anabólico con efectos secundarios

    Eduardo van der Kooy
    Fuente: Clarín
    (*) Notiar.com.ar
    10/11/024

    El retorno de Donald Trump a la Casa Blanca tras su demoledora victoria electoral sobre la demócrata Kamala Harris representa la novedad política simbólica más importante que ha recibido en estos once meses Javier Milei. Un auténtico anabólico. Podrán hacerse mil conjeturas sobre los beneficios económico-financieros o comerciales que adquirirá la relación bilateral. Lo concreto es que el líder libertario encuentra un amarre poderosísimo en el magnate republicano para sostener la que denomina “batalla cultural”.
    Podría poner fin, además, a cierta soledad que ha denotado su prédica. No hay nadie en la región que lo siga. El principal socio de la Argentina que es Brasil entona una melodía distinta con Lula. Nayib Bukele podría entusiasmar con la suma del poder público que ostenta y el éxito de su lucha contra la inseguridad. Pero El Salvador, sin desmedro, no podría convertirse en plataforma para la expansión que anhela Milei. Ahora con Trump, la historia resultaría diferente.
    Tampoco es una dimensión soslayable para Milei el camino que recorrió el presidente electo de los Estados Unidos para volver al lugar del cual fue desplazado legítimamente en enero del 2021 por Joe Biden. No recurrió a ninguna mutación de su perfil en el afán por ganar votos. Continuó siendo autoritario y desafiante. No arrió ninguna de sus banderas polémicas: la tenencia de armas para la seguridad personal, el desconocimiento de cualquier minoría, el relegamiento de la mujer, la fobia contra los inmigrantes. También encontró imaginariamente su “casta”: serían los demócratas y, de paso, algunos republicanos a los cuales ha sabido sepultar. Con ese libreto logró por primera vez emparentar su victoria en el Colegio Electoral con el voto popular. Manejará el Senado y tiene supremacía en la Corte Suprema.
    Milei está lejísimos de disfrutar aquí una realidad parecida. Pero en vísperas de un año electoral crucial, donde deberá revalidar su legitimidad en las legislativas, aquella experiencia de Trump podría resultar inspiradora. La motosierra seguirá sirviendo, los flashes contra “la casta” también. Al libertario parecen ayudarlo las Fuerzas del Cielo que tantas veces invoca. La burocracia de los gremios aeronáuticos le sirvió en bandeja un conflicto que indignó a miles de personas varadas sin poder subir a los aviones o privadas de recibir sus equipajes.
    Milei duplicó la apuesta con la mano talibana que le agrada exhibir a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Fue quien ideó la denuncia judicial acusando de “terroristas” a los dirigentes gremiales. El Presidente ordenó desregular el servicio de rampas para disolver Intercargo. No será de un soplo. Amenazó incluso con cerrar Aerolíneas Argentinas: difícil que pueda hacerlo sin dejar desamparada a la nación. El diseño monopólico consumado por el kirchnerismo en la empresa estatal informa que existen 17 destinos locales que le pertenecen con exclusividad. Ninguna compañía está en condiciones de reemplazarla, entre otras razones porque carece de una flota de aviones importante.
    La personalidad prepotente y el pensamiento irreductible no fueron los únicos rasgos salientes de la victoria de Trump. Ni siquiera, a lo mejor, los de mayor trascendencia. El líder republicano llegará a la Casa Blanca con una mochila cargada de causas judiciales. La más avanzada se denomina “Stormy Daniels”. Falsificación de registros contables para encubrir el pago de un soborno para una actriz porno. Fue condenado y falta la sentencia que se viene postergando. Se fijó ahora para el 26 de noviembre. Es probable que, después de su tranco arrasador, eso no ocurra.
    Otro caso es la acusación en su contra para alterar el resultado e impedir en su momento la certificación de la victoria de Biden en 2021. La investigación estuvo a cargo del fiscal Jack Smith. Trump prometió públicamente que, de mínima, lo expulsará de su cargo. Los otros dos procesos judiciales que arrastra son: el secuestro de 10 mil documentos estatales cuando dejó su cargo en 2021; otro intento de interferencia electoral en el condado de Fulton (Georgia). Mirando ese panorama sería imaginable la nostalgia que embargaría a Cristina Fernández. La ex presidenta será condenada en segunda instancia a seis años de prisión por haber favorecido a Lázaro Báez con la obra pública. La sentencia incluye la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Será así, sin embargo, recién cuando llegue el turno de la Corte Suprema. Las leyes estadounidenses, en ese sentido, no son tan estrictas.
    Otro capítulo, del cual logró zafar, parece sin dudas el más grave de todos. El intento violento, con cinco muertos, de la toma del Capitolio en Washington días antes de la asunción de Biden. Por ese escándalo la Justicia estableció condenas menores para 1000 personas. Otras 650 resultaron encarceladas. Trump repitió en la campaña que conmutaría las sanciones de todos los afectados. Los buffets de abogados que los defienden se lo recordaron al líder republicano durante la jornada del triunfo.
    Consiguió que su partido volviera a imponerse también por el voto popular. No ocurría desde el 2004 con George W. Bush. En segmentos latinos y de jóvenes los estudios post electorales calculan que arrebató un 10% de sufragios que en otra época podrían haber desembocado en los demócratas. Se podría arriesgar una conclusión: ningún reparo institucional, sobre la concentración de poder o las deudas con la Justicia, incidieron en el voto masivo en pos de restablecer el “gran sueño americano”.
    Para intentar neutralizar cualquier temor por futuros excesos del poder vale reparar en que el partido demócrata, aún en la debacle, forma parte de un sistema que siempre trata de preservar equilibrios. Contracara de la Argentina: aquí reina un Presidente fuerte, outsider, sin partido y con mínima representación parlamentaria, que encuentra campo para hacer por la fragmentación opositora.
    La nueva realidad en Estados Unidos podría activar los sensores sobre el vigor que conservarían las democracias en Occidente. No tanto sus legitimidades como la tendencia al personalismo y la concentración de poderes. En los casos de la Argentina y Estados Unidos se puede adjudicar a la derecha. Hay sabores para otros paladares. Un día antes de la victoria de Trump la Corte Suprema de México convalidó la reforma judicial del progresista Manuel López Obrador que pondrá en práctica su heredera, Claudia Sheinbaum. La primera mujer mandataria en la nación azteca. El proyecto terminó siendo aprobado por un solo voto opaco en el Senado.
    ¿Qué implicará aquella reforma? La elección por el voto popular de más de 1600 cargos judiciales. Ministros de la Corte Suprema, consejeros del Consejo de la Judicatura Federal, magistrados del Tribunal Electoral Federal, jueces de circuito y jueces de distrito. Los comicios se realizarían de forma escalonada en dos momentos. Entre 2025 y 2027. Se trata de un movimiento mucho más audaz que aquel que pretendió ensayar Cristina en 2012 bajo el lema de “democratización de la justicia”. Sin esa máscara, refería a la colonización. Fracasó por una combinación de factores: un fallo contrario de la Corte Suprema; la ruptura de Sergio Massa con el kirchnerismo a través del Frente Renovador. La ex presidenta fue la primera en visitar a Sheinbaum ni bien ganó las elecciones.
    Milei no parece haber prestado ninguna atención a las novedades mexicanas. Los libertarios quedaron embriagados en pocas horas con la irrupción de Trump. Con actitudes, definiciones y gestos propios de cierta miopía ideologista o lectura epidérmica de la realidad. Se puede mencionar como cotillón varias cosas. Las fotos difundidas por Milei donde Trump abrazaría afectuosamente a un león. Auto referencia inconfundible. Las corbatas rojas que lucieron el portavoz, Manuel Adorni, y otros funcionarios en adhesión al trumpismo. El floreo verbal del mismo funcionario que sostuvo que Trump sería “un faro de libertad en un mundo que ha perdido ese rumbo”. La desesperación de la Casa Rosada por arrancar algún gesto de beneplácito procedente de Washington. Llegó finalmente con el anuncio de un encuentro entre los líderes en Miami, cuando el líder republicano agasaje a los 200 principales empresarios que aportaron a su campaña.
    En medio de las celebraciones sobresalió la participación de Bullrich. La ministra de Seguridad le extendió un certificado de defunción al periodismo. “Se acabaron los grandes medios, el cuarto poder”, pontificó. Debe haber sido una casualidad, pero coincidió, según lo escribió en La Nación la periodista Gail Scriven, con los juicios que aún antes de su victoria Trump inició contra la cadena CBS y el Washington Post por coberturas que no fueron de su agrado.
    La excitación puede haber conducido a la ministra hasta un terreno cenagoso. Otra pontificación: “las encuestas ya no sirven como termómetro ni como diagnóstico”, afirmó. Muy pocas acertaron la victoria de Trump. Temerario: el gobierno de Milei está apuntalado, básicamente, por los números que brindan los trabajos de opinión pública. ¿Será verdad, siguiendo el razonamiento de Bullrich, que después de once meses turbulentos conserva una adhesión social tan alta?.
    El Presidente, desbordante de alegría, sintió autoridad para sugerirle algún camino a Trump. Habló ante la Cámara de Comercio, dijo que la recesión ha concluido y la Argentina comenzado a crecer. Como si fuera un decreto. De la misma manera anunció que su gobierno “está exportando el modelo de la motosierra y la desregulación a todo el mundo”. Tiene pendiente todavía a la Argentina. Los anabólicos, también en política, suelen acarrear efectos secundarios.

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  • Es muy probable que deben de presentarse en este blanqueo una cantidad imposible de determinar, ni en monto ni en numero de individuos vinculados al narcotrafico o afines, PERO EN EL CASO DE UN BLANQUEO DE ESTAS MAGNITUDES, es un numero menor y quizas insignificante de involucrados en monto y personas.

    En estos casos considero lo siguiente:

    A mi me parece que lo que ud. deja de lado en sus analisis, lo mas importante que es la TRAGICA POLITIA CAMBIARIA del peronismo cada vez que le toca gobernar.

    Asi entonces vemos que lo primero que hacen cuando asumen los cumpas, es intervenir el mercado de cambios, CONGELAR el valor del dolar a un importe que en muy poco tiempo se convierte en ridiculo, y FUERZAN AL 100% de los argentinos a vender y comprar dolares al verdadero valor de mercado, que difiere SIGNIFICATIVAMENTE del infame importe otorgado al tipo de cambio por las autoridades de turno… .

    Esta CURIOSA Y MALINTENCIONADA politica, recurrente a travez de los años y los gobiernos peronistas(a excepcion del de Menem….), INEXORABLEMENTE degenera que el COMUN DE LOS ARGENTINOS, A DECIR VERDAD, EN SU ABSOLUTA MAYORIA….., SEAN ESTOS DE LA IDEOLOGIA QUE REPRESENTEN…., acumule despues de unos cuantos años de marginalidad por la imposicion de un CEPO INFAME, ingentes sumas en NEGRO EN DOLARES EN LAS CAJAS DE SEGURIDAD, O DONDE SEA, PERO LEJOS DEL ALCANCE DE LOS PERSONAJES DEL PODER DE TURNO…..

    Y nuestra comunidad despues de años del INVEROSIMIL desmanejo financiero del gobierno peronista(CUYA POLITICA CAMBIARIA, curiosamente….., YA NO EXISTE EN OTRAS PARTES DEL MUNDO OCCIDENTAL …, O sea que convierten al pais en una economia atrasada por donde se la mire…), NECESITA BLANQUEAR una actividad, que en verdad es,declarada por ellos mismos…., delictiva(la compra venta a dolares en negro) respecto de los estandares de los cumpas con las leyes que introdujeron en esta materia, cuando asumieron….., y que terminan forzando a todo tipo de maniobras «delictivas» para no perder valor adquisitivo, y defender sus ahorros como sea….

    Y esto genera una acumulacion INCREIBLE DE MONTOS EN MONEDAS EXTRANJERAS EN MERCADOS QUE JUEGAN EXCLUSIVAMENTE EN NEGRO…..
    Desde ropa a propiedades, desde alimentos hasta servicios, desde turismo a libros…., o sea ESTA POLITICA INFECTO EL PROCEDER DE COMUNIDAD en todas sus interrelaciones comerciales….

    Y aqui no hay ideologias…, nadie se deja pisotear por mas que sean socios politicos…, TODES compran y venden en dolares en silencio y sigilo…. y los saldos que se acumularon quedan reflejados en los numeros IMPRESIONANTES DEL BLANQUEO….

    Ahi , quizas ….., tal vez…., deben de existir los narcos…., pero NO SE EQUIVOQUE , el grueso de los que se anotaron en el blanqueo son comerciantes, industriales, empleados, laburantes, o lo que sea, como decia Discepolo….., Rey de basto, caradura o polizon…..

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  • CADA VEZ QUE EL AMIGO COMEGATO (LEASE ROSARINO) HABLA DE ECONOMIA, HACE AGUA POR TODOS LADOS.

    EL DINERO DEL NARCOTRAFICO SE LAVA TODOS LOS DIAS, EN GRANDES SUMAS A TRAVES DE MULTIPLES ACTIVIDADES QUE DIFICULTAN EL CONTROL DE ORIGEN.

    POR CASO EL JUEGO EN LOS CASINOS, LA COMPRA DE JUGADORES DE FUTBOL, ETC ETC ETC.

    UN BLANQUEO PUEDE SER BASTANTE PELIGROSO PARA UN NARCO, YA QUE ESTA BAJO LA OPTICA DE LA AFIP.

    UN CONSEJO SANO PARA DON HERNAN, DEJA DE ESCRIBIR PELOTUDECES.

    Respuesta
  • DON «IRONICS», EL COMPAÑERO KRUSE NO ESCRIBE, APENAS

    «REFRITA». REJUNTA TODA LA BOSTA QUE ENCUENTRA, LE

    ECHA UN CHORRITO DE ACEITE A LA SARTÉN Y LO PASA AL

    FUEGO CINCO MINUTOS. ASÍ SALEN SUS BRILLANTES POSTEOS

    QUE CONFIRMAN SU ENVIDIADO TÍTULO DE «DOCTOR EN

    CIENCIAS POLÍTICAS» QUE ÉL SUELE REFREGARNOS CON EL

    MAYOR DESCARO, (Y PARA VERGÜENZA DE LA UNIVERSIDAD

    QUE SE LO OTORGÓ). ADEMÁS, SERÍA UTÓPICO RECLAMARLE

    MAYOR LUCIDEZ SI SUS BASES DE SUSTANCIACIÓN SON LOS

    PIJACORTAS MORALES SOLÁ, Y EL ABORIGEN FERNÁNDEZ

    DÍAZ, Y EL INSULZO VAN DER COY, ROSARINO «COMEGATOS»

    COMO KRUSE.

    Respuesta
  • AMIGO ANTI, ES RARO QUE DON KRUSE NUNCA HABLA DE LA INSEGURIDAD Y DEL NARCO EN ROSARIO.

    MUCHO MENOS DE LOS POLITICOS QUE LA TOLERARON Y LA USUFRUCTUARON.

    PERO AHORA QUE MILEI LES ESTA CERRANDO LAS PUERTAS A ESTOS CHANTAS, ES EL OBJETO CENTRAL DE CRITICAS.

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