Por Hernán Andrés Kruse.-
En los últimos días Manuel García Solá, representante del sector Agro, dejó de ser director del CONICET. En una carta dirigida a Nicolás Pino, presidente de la entidad, denunció un ataque del gobierno nacional contra la libertad de investigación científica. En sintonía con investigadores del CONICET, García Solá afirmó que desde las más altas esferas oficiales se discrimina a investigadores que no se adecuan a su agenda cultural, es decir al libertarianismo.
Si hay algo que hace a la esencia del liberalismo como filosofía de vida es el respeto a las libertades de pensamiento, de cátedra y de investigación científica. Si los investigadores se ven constreñidos a ejercer su función en sintonía con los dogmas del gobierno de turno, dejen de ser científicos. Sin libertad de investigación científica no hay progreso científico. Y sin progreso científico las sociedades se estancan, involucionan, se dogmatizan.
Buceando en Google me encontré con un ensayo de Marcela Ahumada Canabes (Dra. en Derecho por la Universidad Carlos III de Madrid) titulado “La libertad de investigación científica. Orígenes de este derecho y configuración constitucional” (Revista Estudios Socio-Jurídicos, Universidad del Rosario, Bogotá, Colombia, 2008. Por razones de espacio transcribiré las partes dedicadas Bruno, Galileo y Campanella (los grandes precursores de la libertad de investigación científica), y a Alemania ya que fue el primer país donde tuvo lugar la juridificación de la libertad de investigación científica
LOS PRECURSORES: BRUNO, GALILEI Y CAMPANELLA
“Los postulados contenidos en las obras de Giordano Bruno, Galileo Galilei y Tomasso Campanella, constituyen los referentes inexcusables de la libertad de investigación científica, porque en el pensamiento de estos autores están los gérmenes de este derecho. Estas tres figuras del tránsito a la Modernidad, de gran influencia en el desarrollo posterior de la filosofía y de la ciencia moderna, destacan como las más relevantes de una época particularmente conflictiva en las relaciones entre el poder y la ciencia. Esto explica también por qué los fundamentos ponen énfasis en reforzar la separación entre la religión y la filosofía; entre la interpretación de las Escrituras (verdad revelada) y la investigación (verdad científica) y, en fin, entre fe y creencias, por un lado, e ideas y razonamientos, por el otro.
Se trata, a juicio de Mondolfo, de “tres de las figuras más sobresalientes” del Renacimiento, de “los pensadores de ese período que más extensa e intensa influencia han ejercido sobre desarrollos ulteriores de la filosofía y la ciencia modernas”. Estos pensadores y científicos vieron frenada su actividad investigadora por diversos obstáculos impuestos al progreso de la ciencia y fueron afectados personalmente, sufrieron la persecución, el procesamiento y la condena de las autoridades y, en algún caso, la muerte. Así, Giordano Bruno fue perseguido por las iglesias católica y luterana y por el calvinismo, fue procesado por el Santo Oficio de la Inquisición y sentenciado a morir en la hoguera por herejía en el año 1600. Algo similar ocurrió con Galileo Galilei, perseguido por la Inquisición, acusado también de incurrir en herejía, procesado por el Santo Oficio de Roma y condenado, en el año 1633, a arresto domiciliario, cuando era ya un anciano enfermo.
En primer lugar, Giordano Bruno lucha por la libertad filosófica y por la necesaria distinción de esta respecto de la libertad espiritual; lo hace siguiendo la concepción o doctrina de la doble verdad. De acuerdo con esta doctrina, hay que distinguir entre las ideas y los dogmas religiosos, entre la “verdad” filosófica y la “verdad” revelada, que son adquiridas a través de la razón y de la fe, respectivamente. Se produce, sin embargo, un conflicto entre ambas, que aparece reflejado también en los escritos de Bruno, que encontrará trabas en la Iglesia y deberá luchar por sus teorías, ideas y opiniones de contenido científico y también por la libertad filosófica, en contra de esa “verdad revelada” y “contra el tradicional principio de autoridad”.
La distinción entre verdad filosófica y verdad revelada garantiza al filósofo la libertad de investigación, porque implica la búsqueda del entendimiento en un ámbito propio, distinto al de la religión, es decir, en el de las cosas naturales y no en el de la conducta moral. Por ello, no pueden hacerse objeciones a la ciencia desde el texto de las Escrituras, ya que estas no explican las cosas naturales, entregadas a los contemplativos, sino que establecen leyes de conducta moral en términos que puedan ser comprensibles por el vulgo. Bruno sostendrá en uno de los diálogos de Expulsión de la bestia triunfante (1585), que “los dioses habían dado al hombre el intelecto y las manos y lo habían hecho semejante a ellos, concediéndole un poder sobre los demás animales, el cual consiste en poder actuar, no sólo según la naturaleza y lo ordinario, sino además fuera de las leyes de ella”.
El hombre es un ser natural que se diferencia de otros seres vivos, como los animales, por sus rasgos peculiares, la autonomía, el intelecto y la razón, que le permiten actuar sin reconocer límites en la naturaleza y le han posibilitado forjar la civilización y desarrollar la cultura. En concordancia con su concepción del individuo, Bruno reclama la autonomía de la especulación filosófica y la libertad de quienes se dediquen a ella, para que puedan ejercerla y, asimismo, manifestar sus pensamientos. En la obra de Bruno hay una defensa de la filosofía y del sujeto que se dedica a ella, frente al conflicto con la Iglesia y con la tradición intelectual imperante, que se había traducido en “la vigilancia, el control, la condena y la persecución”, ejercidas con especial encono por la autoridad religiosa.
Al decir de Mondolfo, Giordano Bruno considera necesario luchar contra la intolerancia y el sectarismo, defendiendo “la franca manifestación de todo pensamiento libre como condición necesaria para la conquista de la verdad”, declarando —y aquí le cita— que “no puede lograrse un conocimiento genuino de la naturaleza ni una conquista de la verdad si no hay libertad para todos en el ejercicio y la manifestación del pensamiento”.
Por otra parte, Galileo Galilei es, sin duda, un auténtico “luchador intelectual” contra el dogmatismo de la tradición escolástica y contra el “principio de autoridad”, que obligaba, en su época, a fundamentar las opiniones en autores célebres, principalmente los escolásticos. Ello hacía indiscutibles las doctrinas de otros, obstaculizando el avance de la ciencia, pues la convertía en un “saber dogmático”, estéril y estático. Los estudios y descubrimientos de Galileo socavaban la cosmología ortodoxa geocentrista, contribuyendo a asentar el sistema copernicano, ponían en entredicho la concepción del mundo —especialmente los cimientos de la “cosmovisión aristotélica”— y entraban en conflicto con la Iglesia. Sus teorías astronómicas contradecían las Escrituras, por lo cual fueron consideradas heréticas. Fue denunciado y perseguido por la Inquisición.
En el año 1613 tuvo lugar una discusión en la Corte del Gran Duque de Toscana sobre la conciliación de las Sagradas Escrituras y las tesis del sistema copernicano. Aunque Galileo no estuvo presente, reafirmó los argumentos de la defensa que de su persona y de sus teorías hizo su discípulo y colaborador, el sacerdote benedictino Benedetto Castelli. Galileo escribió dos versiones del mismo texto para intervenir en la polémica, la Carta a D. Benedetto Castelli, de 1613, que posteriormente amplió, porque una copia había sido enviada al Santo Oficio de la Inquisición; y una segunda versión, del año 1615, dirigida a la Gran Duquesa Madre, que sería conocida como la Carta a la Señora Cristina de Lorena, Gran Duquesa de Toscana. En esas cartas se refiere Galileo a la interpretación de las Escrituras y a los problemas que se presentan cuando los descubrimientos científicos parecen contradecir las narraciones contenidas en aquellas; su finalidad es evitar que se condene el copernicanismo sobre “bases teológicas”. Para ello delimita los ámbitos del saber científico y de la fe.
Galileo defendió la teoría copernicana y al mismo tiempo la libertad de investigación. Para poder proseguir sus investigaciones debía asumir la defensa de la actividad científica, reflexionando sobre los ámbitos de la ciencia y la religión, construyendo los argumentos que servirían para fundamentar la libertad de la ciencia. Sostenía que sólo desde la ciencia se podía “decidir en cuestiones físico-naturales”, lo que era equivalente a afirmar que los teólogos no podían hacerlo desde la Biblia. Sus esfuerzos para evitar la condena al copernicanismo se debían a que veía en ello un peligro para la libertad científica y filosófica. La Carta a la Señora Cristina de Lorena, Gran Duquesa de Toscana es un intento de defender la independencia de la ciencia respecto de la religión y de las Sagradas Escrituras, una reivindicación de “la autonomía de la investigación científica”. Galileo alude en ella a los textos bíblicos cuyo tenor entraba en contradicción con las teorías científicas, especialmente a la historia de Josué, que narra el milagro consistente en detener el Sol, hecho natural imposible de ocurrir y que se contradice con la experiencia y lo demostrado por Copérnico, es decir, el movimiento de la Tierra y la inmovilidad del Sol.
Siguiendo los argumentos de San Agustín, Galileo señala que Dios es el autor de dos libros, el libro de la naturaleza y las Escrituras. El sentido del primero, sostiene, se investiga a través del lenguaje de la ciencia matemática y se expresa, después, en teorías físicas. Las Escrituras, por su parte, se refieren a nuestro destino moral y a la salvación, empleando un lenguaje figurado, “para acomodarse a la capacidad de pueblo llano”, del vulgo, por lo que su verdadero espíritu debe buscarse interpretando el significado de las palabras y no ateniéndose al tenor literal. De esta manera, el florentino elimina la confusión entre física y teología que venía desde la filosofía aristotélica, y determina el campo de acción de cada una de ellas. Es posible establecer los deslindes entre ciencia y fe, entre ciencia y teología; determinar sus respectivos ámbitos y eliminar cualquier conflicto que pueda producirse entre ellas. Hay “dos libros, dos lenguajes, dos formas de leerlos”. Fe y ciencia son dos tipos de experiencia que se mueven en distintos planos. La ciencia, señala, conoce “lo finito a través de razones matemáticas y experiencias sensibles”.
Al igual que Bruno, Galileo recurre al argumento sobre las capacidades intelectuales de que está dotado el ser humano, agregándole la relación entre el conocimiento y las Escrituras. El conocimiento no está todo contenido en las Escrituras, y para acceder a él Dios “nos ha dotado de sentidos, de habla y de intelecto”, medios a través de los cuales podemos efectuar indagaciones sobre todo aquello que nos rodea y que no encuentra explicación en las Escrituras. De esta manera, son las observaciones y los razonamientos demostrativos, y no la fe, los que nos permiten obtener el conocimiento. Un extenso párrafo de la Carta a Cristina de Lorena resume la postura de Galileo sobre la autonomía de la ciencia. En él se pregunta: “… ¿Y quién quiere poner límite a los ingenios humanos? ¿Quién podrá afirmar que sea ya visto y sabido todo aquello que hay en el mundo de perceptible y cognoscible? ¿Tal vez aquellos que en otras ocasiones afirman (y con gran verdad) que ‘lo que sabemos es la mínima parte de lo que ignoramos’? Más aun todavía, si nosotros sabemos por boca del mismo Espíritu Santo que ‘Dios dio el mundo al hombre para que pensara, pero el hombre no abarca la obra que Dios hizo del principio al fin’ no se deberá, a mi modo de ver, haciendo caso omiso de tal sentencia, obstruir el camino al libre filosofar sobre las cosas del mundo y de la naturaleza, casi como si ellas hubiesen ya sido todas con seguridad comprendidas y descubiertas”.
Para Galileo, los varios sentidos que ofrecían los pasajes bíblicos debían adaptarse a los descubrimientos científicos que, con el transcurso del tiempo, iban revelando los secretos de la naturaleza. Defiende la verdad científica y la autonomía de la ciencia, la independencia de los científicos frente a los dogmas, señalando que son aquellos y no los teólogos quienes pueden determinar cuál es la “verdad” en lo relativo a los asuntos de la naturaleza. No sabemos con certeza todo acerca del mundo que nos rodea, por ello debemos indagar y descubrirlo por medio de las capacidades de que estamos dotados. El proceso de búsqueda del conocimiento acerca de la naturaleza, la investigación, no debe ser obstaculizado mediante la imposición de límites.
Respecto a una eventual prohibición de la teoría de Copérnico y a la inutilidad de una medida de tal naturaleza, Galileo sostiene que no basta con acallar a uno solo, que sería muy fácil. Su argumentación sobre la inutilidad de la prohibición se basa en que “sería necesario prohibir no sólo el libro de Copérnico y los escritos de sus seguidores”, sino también “prohibir por completo toda la ciencia de la astronomía e incluso más, prohibir a los hombres mirar hacia el cielo”. En suma, ni acallar las conclusiones de la indagación, mediante mecanismos que hoy llamaríamos censura, ni la prohibición de indagar tendrían eficacia alguna, pues irían en contra de la naturaleza misma del ser humano. Acallada una voz, surgirían luego las de otros que buscan la explicación de las cosas.
Por último, en la lucha por la libertad de la ciencia y de la investigación científica, también resulta de gran importancia Tomasso Campanella, el fraile dominico nacido en Calabria, perseguido, torturado y procesado tanto por el Santo Oficio de la Inquisición, por sospecha de varias herejías, como por la justicia civil. Este autor escribió en 1616 un opúsculo conocido como la Apología de Galileo, que fue publicado en 1622. En esa defensa se refleja la admiración por Galileo, así como el mismo anhelo de saber, la insaciable curiosidad intelectual que no reconoce ningún límite impuesto exteriormente. El tema central de la apología es determinar si la tesis filosófica defendida por Galileo —el sistema heliocéntrico— estaba de acuerdo o se oponía a las Sagradas Escrituras; y en lo que aquí interesa, contiene una defensa de la libertad intelectual pensada para el caso de Galileo, pero que trasciende la específica confrontación entre aquel y la Iglesia.
Para Campanella, en beneficio de la Iglesia, se le debía permitir al florentino desarrollar, debatir y publicar sus ideas libremente. Rodolfo Mondolfo califica esta obra como una “intrépida reivindicación de los derechos de la ciencia, cuya negación en nombre de la religión declara ofensa a la religión misma”. Es además, en opinión del mismo autor, “un memorable documento de nobleza moral y de entusiasmo por la ciencia”. Un juicio similar emite Emilio G. Estébanez al sostener que Campanella fue “un decidido partidario de la libertad de investigación” y que en la defensa de esta “se supera a sí mismo”; el fraile defiende esta libertad contra todos los obstáculos que en ese momento podía encontrar: “frente a las doctrinas que la niegan, frente a la Iglesia y los teólogos pedantes, frente a los propios prejuicios”.
Campanella, en un esfuerzo por conciliar ciencia y religión, defiende “la verdad científica”, acudiendo igualmente a la doctrina de la doble verdad a que ya he aludido, sosteniendo que la “verdad religiosa” y la “verdad filosófica” no podían entrar en conflicto, pues comprendían campos diferentes. La primera se relacionaba con “la conducta moral y la vida futura”, mientras que la otra se refería “al conocimiento de este mundo”. Los argumentos que fundamentan la libertad de investigación científica se encuentran principalmente en el capítulo tercero de la Apología de Galileo. En su defensa de Galileo y de la libertad de investigación, Campanella sostiene que “todo límite que se quiera imponer a la investigación científica es una ofensa al cristianismo […] Por consiguiente, el que en nombre de la religión cristiana quiere vedar las ciencias, el estudio y la investigación acerca de las cosas físicas o celestes, piensa mal del cristianismo o es causa de que sospechen de él los otros”.
Lo que quiere decir es que no hay razones para condenar el copernicanismo ni para prohibir la discusión e investigación de estas teorías, pero no porque crea que el heliocentrismo sea verdadero, ni a causa de su admiración por Galileo, ni por su compromiso con una noción abstracta de la libertad del pensamiento. La razón preponderante de su postura consiste en considerar que una condena o prohibición como esa constituiría un serio abuso de poder y autoridad de parte de la Iglesia, que se volvería en su contra si con el tiempo el heliocentrismo resultara ser verdadero. Los planteamientos de Bruno, Galileo y Campanella son de gran importancia en la historia de las ideas y muy significativos como precedentes históricos de la libertad de investigación científica. En los tres autores aparecen argumentos similares cuyo objetivo es reforzar la separación entre teología y ciencia —o teología y filosofía—, porque la oposición al libre desarrollo de la indagación intelectual provenía especialmente de la Iglesia. Sin embargo, el pensamiento de estos autores no tiene una influencia directa en el proceso de positivación que tendrá lugar dentro de los dos siglos siguientes, puesto que la libertad de investigación científica no se consagra como un derecho específico. Sus fundamentaciones, en cambio, servirán mucho después, cuando ya se hable de una libertad de la ciencia, de la ciencia libre o, como lo hacemos hoy, de la libertad de investigación científica”.
19/11/2024 a las 7:44 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Incongruencias de un fallo
Aleardo Laría Rajmeri
El Cohete a la Luna
17/11/024
El fallo de la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal que condena a Cristina Fernández de Kirchner tiene más de 1.500 fojas. Por lo tanto, un análisis exhaustivo de la sentencia demandaría más tiempo. No obstante, como existen varios ejes temáticos que fueron abordados en la sentencia del Tribunal Oral Federal Penal y que la Cámara de Casación reitera sin cuestionar, es posible afirmar que el tribunal de casación incurre en las mismas incongruencias de la instancia anterior. A continuación, recogeremos las más importantes.
EL ENGLOBAMIENTO
La sentencia, siguiendo la estela de la dictada en primera instancia, hace un relato de hechos que abarcan las presidencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández como si fueran un hecho continuo. Así, por ejemplo, señala que han sido 51 las obras públicas asignadas a Lázaro Báez en el periodo comprendido entre el 25 de mayo de 2003 y el 9 de diciembre de 2015. Al tomar el total de las obras adjudicadas a Báez, considera que el daño patrimonial ocasionado al Estado habría sido del orden de los 84.000 millones de pesos. Desde una perspectiva política es posible hacer un juicio político sobre las obras adjudicadas en la provincia de Santa Cruz durante dos gobiernos de un mismo color político, pero desde la perspectiva del derecho penal la responsabilidad es siempre estrictamente personal. Por ese motivo, no se pueden adjudicar a Cristina Fernández responsabilidades por actos que han tenido lugar durante el período presidencial de Néstor Kirchner. Los jueces no se han molestado en diferenciar las obras acometidas en uno y otro período, ni existe una descripción detallada de los hechos que permitan situarlos cronológicamente en uno y otro período. Han acudido al expediente de hacer un totum revolutum para cargar sobre las espaldas de la superviviente del matrimonio responsabilidades que en realidad no le caben. Parece una obviedad que no se puede atribuir a un Presidente de la Nación las irregularidades administrativas supuestamente cometidas durante el período presidencial del mandatario precedente. Pero los jueces no parecen atormentados por admitir semejante incongruencia. Como comprobaremos más adelante, la tesis del englobamiento sirve también a otros fines.
LAS IRREGULARIDADES ADMINISTRATIVAS
En la sentencia dictada en primera instancia se utilizaron centenares de páginas para describir las irregularidades administrativas en que habrían incurrido algunos funcionarios al adjudicar distintas obras públicas en la provincia de Santa Cruz. Ya se trate de obras adjudicadas por las autoridades de la provincia o por Vialidad Nacional, la responsabilidad por el modo en que se gestionó la obra pública en Santa Cruz corresponde atribuirla a los funcionarios nacionales o provinciales que hicieron las licitaciones, adjudicaron las obras y luego controlaron su ejecución. Cristina Fernández de Kirchner, en su carácter de Presidenta de la Nación, no tuvo ningún tipo de intervención, directa o indirecta, en los procesos de adjudicación, ejecución, certificación y/o pago de las obras viales, ya sean éstas llevadas a cabo en forma directa por la Dirección Nacional de Vialidad o a través de convenios de delegación con provincias o municipios, en tanto en ninguno de los expedientes que documentaron la licitación, la ejecución, la certificación y/o el pago de las 51 obras investigadas en la causa aparece una sola constancia, pase o firma atribuible a la ex Presidenta. Podrá asignarse al Presidente de la Nación una responsabilidad política por no haber ejercido con eficacia la labor in vigilando, pero de esa circunstancia no se derivan responsabilidades penales para alguien que está varios escalones jerárquicos por encima de los responsables directos. Es notoria la distancia jerárquica que existe entre la Presidencia de la Nación y los funcionarios públicos encargados de asignar y controlar la obra pública en Santa Cruz. A mayor abundamiento, los órganos de la administración que tuvieron a cargo la responsabilidad de esas obras han sido en unos casos la Dirección Nacional de Vialidad, que es un ente autárquico, y en otros la Agencia Provincial de Vialidad, que también es un ente autárquico controlado por las autoridades de Santa Cruz. Parece obvio que cualquier manejo irregular de estas entidades no puede ser atribuido a la Presidencia de la Nación. Entonces cabe preguntarse ¿por qué la condenan a Cristina? Es el tema que abordaremos a continuación.
EL DECRETO 54/2009
La fórmula que encontraron los jueces para atribuirle responsabilidades penales a Cristina Fernández de Kirchner por las irregularidades administrativas detectadas en la obra pública de Santa Cruz merece ocupar un lugar destacado en la antología de los absurdos jurídicos. La tipicidad de su conducta y la ulterior responsabilidad penal se funda en la circunstancia de haber intervenido en la suscripción, el 29 de enero de 2009 y en calidad de Presidenta de la Nación, del decreto del Poder Ejecutivo Nacional 54/2009 (Boletín Oficial del 3 de febrero de 2009). Todos los integrantes de la Cámara Federal de Casación Penal repiten el mismo argumento que ya contenía la sentencia de primera instancia. Consideran que mediante dicha norma, Cristina Fernández de Kirchner tomó la decisión de incluir a la Dirección Nacional de Vialidad como beneficiaria del fideicomiso creado por el decreto 976/2001 y, en consecuencia, habilitar el financiamiento de las obras viales que aquel ente estatal ejecutaba en todas las provincias. El decreto 976/2001 había establecido una tasa al consumo del gasoil para dotar de fondos a un fideicomiso que financiaba las obras públicas provinciales y que ponía en cabeza de la Dirección Nacional de Vialidad la labor de asignación y control de esas obras. Según Mariano Borinsky, reiterando los argumentos de la Cámara, el fideicomiso fue la “herramienta jurídica” fundamental que le permitió a Cristina Fernández contribuir a la realización de las maniobras de administración infiel que se verificaron en Santa Cruz. Pero resulta que el decreto creando el fideicomiso fue dictado el 31 de julio de 2001, cuando el Presidente era Fernando De la Rúa, y Domingo Cavallo su ministro de Economía. Ese fideicomiso sufrió luego cuatro modificaciones por sendos decretos dictados durante la presidencia de Néstor Kirchner, pero para los jueces solo la modificación dispuesta por el decreto 54/2009 es la prueba del ilícito penal reprochable a Cristina Fernández. Según los jueces, como presidenta de la Nación incorporó como beneficiaria directa de estos fondos a la Dirección Nacional de Vialidad, dándole así facultades a dicho organismo descentralizado del Ministerio de Planificación para que pudiese disponer con mayor agilidad de esos fondos extrapresupuestarios. De modo que estamos ante un decreto que sigue la senda de otros decretos similares, dictados con anterioridad por otros Presidentes, que puede tener algunas diferencias poco significativas porque en definitiva solo vienen a cubrir necesidades de orden administrativo en un marco de reserva de oportunidad política y mérito del Presidente.
La tesis de que este decreto ha sido la “herramienta jurídica” fundamental a través de la cual la Presidenta facilitó la comisión de un delito incurre en una contradicción lógica y cronológica. Se trata de un decreto dictado por el Poder Ejecutivo en el año 2009 en ejercicio regular de sus facultades cuando ya se habían adjudicado y licitado más de la mitad de las 51 obras en Santa Cruz. Pero resulta que, con la tesis del englobamiento, se acusa a la ex Presidenta de haber sido partícipe de un delito continuado de administración fraudulenta en el período previo a su presidencia. Luego se establece que su intervención en el plan criminal se materializa con el dictado del decreto 54/2009. ¿Cómo se puede considerar que un decreto del 2009 es la “herramienta jurídica” fundamental que facilitó la producción de un delito que supuestamente se venía cometiendo desde hacía seis años? ¿Qué le añade el mencionado decreto al accionar de los administradores infieles que venían actuando desde 2003 en la provincia de Santa Cruz? No lo sabemos porque los jueces no lo explican y pasan de puntillas por ese tema. Estamos ante un argumento tan forzado que deja la impresión de que se ha querido encubrir una insuficiencia probatoria con una tesis estrafalaria carente de un mínimo rigor intelectual.
LOS BENEFICIOS HOTELEROS
El argumento de que la familia de Néstor y Cristina Kirchner fue recompensada a través del arrendamiento de los hoteles a empresas de Lázaro Báez es un tema que está obsesivamente presente en las dos sentencias dictadas. El hecho es llamativo porque cuando otro tribunal propuso unificar esta causa con las que el juez Claudio Bonadío había segmentado arbitrariamente (causas Hotesur SA y Los Sauces SA) el Tribunal Oral se opuso terminantemente. No obstante, luego se encargaron de solicitar el traslado a esta causa de las pericias y la documentación obrante en aquellas dos, y a pesar de haberse pertrechado de ese abundante material probatorio luego hicieron la siguiente manifestación: “Pues bien, con relación a las ponderaciones realizadas por el Ministerio Público Fiscal respecto de las operaciones celebradas nos limitaremos a tomar por cierto lo que es incontrovertible, es decir, la efectiva ocurrencia de esos negocios. La motivación, los rendimientos económicos o la conveniencia que tuvieron para una u otra parte las cláusulas negociadas, exceden el objeto procesal de este juicio. Tal como anticipamos y en sintonía con los argumentos defensistas, no correspondería inmiscuirnos en esos aspectos que alimentan la hipótesis de la acusación en las causas 11.352/2014 y 3.732/2016, otorgándole alcances que son propios de los delitos allí imputados”.
Sin embargo es evidente que luego esta información es utilizada, puesto que afirman que “las empresas comandadas por el sujeto con quien la propia ex Presidenta y su familia realizaban negocios inmobiliarios y hoteleros mientras, en forma simultánea, se ejecutaba la maniobra de defraudación en perjuicio de los fondos públicos nacionales destinados a dichas obras públicas. Evitaremos repetir todo cuanto ya se ha expuesto con detalle, pero recordemos que la documental anexa a las causas 3.732/2016 y 11.352/2014 (Los Sauces y Hotesur, respectivamente), descripta en extenso en el acápite II.I.VI, demuestra sin margen a segundas interpretaciones que los beneficios indebidamente obtenidos por el empresario a raíz de la maniobra defraudatoria tenían como destino final, en parte, las empresas familiares de la ex Presidenta”.
Es decir que los jueces declaran que los temas vinculados a la legalidad, la motivación, el volumen de los rendimientos económicos o la conveniencia de las cláusulas negociadas en los contratos entre las empresas del Grupo Báez y las empresas familiares de Néstor y Cristina Kirchner “exceden el objeto procesal de este juicio”. Por lo tanto no cuestionan la legalidad y legitimidad de los ingresos obtenidos en base a contratos registrados en escrituras públicas y operaciones bancarizadas, de las cuales han podido hacer la perfecta trazabilidad estableciendo los montos percibidos por cada participante y los resultados económicos derivados de esas operaciones. Sin embargo, y de modo contradictorio con lo afirmado anteriormente, consideran que ese flujo de ingresos cuya legalidad no se objeta fue esencial para configurar el tipo penal que exige un “lucro” como elemento constitutivo.
OPERACIÓN «LIMPIAR TODO»
El tercer indicio que les permite a los jueces vincular a Cristina Fernández con las maniobras defraudatorias que le atribuyen a Lázaro Báez es la operación que los fiscales denominaron “limpiar todo”. Aquí la prueba se basa principalmente en unos chats intercambiados entre José López y Julio Mendoza, presidente de Austral Construcciones SA, y que fueron traídos del expediente en el que se condenó a López por el dinero arrojado en bolsos a través de los muros de un convento. Según los fiscales, estos chats develaban la existencia de una operación diseñada para forzar el cierre de la empresa Austral Construcciones SA. Las defensas, por su parte, argumentaron que el cese en la actividad fue consecuencia de la intervención personal de Javier Iguacel, el nuevo director nacional de Vialidad Nacional designado por Macri, que trasladado en un vehículo policial había acudido a los obradores a cerrarlos. Los jueces del Tribunal Oral consideraron que el abandono había sido una decisión tomada en conjunto por Cristina Fernández y Lázaro Báez en base a indicios muy débiles. Pero lo que llama la atención es el argumento de que “la quiebra era una de las consecuencias asociadas y aceptadas por los principales responsables de la maniobra”. Esta tesis resulta inverosímil de acuerdo al sentido común y la práctica empresarial donde ningún empresario toma la iniciativa de suicidarse económicamente. Tampoco se cierra una empresa concesionaria de obra pública para “ocultar pruebas”, dado que los expedientes administrativos de concesión y control de las obras realizadas está en manos de la administración.
EL LAWFARE
El juez Gustavo Hornos, que en minoría votó no solo por aplicar la figura de la administración infiel sino también la de la asociación ilícita, intentó rebatir la acusación de Cristina Kirchner de que su condena es fruto de una estrategia de lawfare. Indicó que “el lawfare aparece solo como una nueva teoría conspirativa, y cuyo destino no parece ser otro que el de transformarse en una coartada para eludir, ante los poderes judiciales democráticos y ante la sociedad toda, la rendición de cuentas por la comisión de delitos de corrupción”. Hornos añadió que “la conspiración planteada requeriría la connivencia de una amalgama de sujetos de diverso origen y responsabilidad con el único fin de involucrar a la nombrada y los diversos funcionarios que la acompañaron durante sus años frente a la Presidencia de la Nación, en los comprobados e inusitados hechos de corrupción en la obra pública, circunstancia que resulta por completo inverosímil ante el gran caudal de prueba acumulada”. Negar la existencia del lawfare con la cantidad de casos que se registran en tantos países de nuestro entorno parece un empeño inútil. Dentro de esa denominación entran muchos tipos de actuación dirigidos a encarcelar o simplemente desprestigiar a los adversarios políticos. En esa categoría entran también las decisiones judiciales sesgadas, absurdas, dirigidas a sostener las tesis más perjudiciales para acusados que pertenecen a una determinada fuerza política, vulnerando el principio de presunción de inocencia. En la Argentina ha quedado sobradamente acreditado el ánimo persecutorio de jueces federales como Claudio Bonadío y Julián Ercolini, que abrieron procesos que terminaron siendo anulados por otros jueces. El camarista Gustavo Hornos, visitante de la Residencia Presidencial de Olivos en la época de Macri, reduce el lawfare a una mera teoría conspirativa, pero su tesis negacionista es la prueba elocuente de su posicionamiento ideológico y político en esas tramas.
19/11/2024 a las 7:51 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
A 48 horas de que venza el plazo para conseguir dictamen, el Gobierno confía en que el PRO y la UCR apoyen el Presupuesto
Federico Galligani
Infobae
19 de Noviembre, 2024
Mientras en Brasil el presidente Javier Milei lleva adelante una intensa agenda internacional junto a varios de sus funcionarios, en el marco de la cumbre del G20, en la Argentina comenzaron a correr las últimas horas para el Gobierno en el objetivo de conseguir dictamen para el Presupuesto.
El próximo miércoles, cuando el mandatario nacional ya se encuentre de nuevo en Buenos Aires, será el último día en el que el oficialismo podrá negociar con la oposición el presupuesto, que corre riesgo de no tratarse o, incluso, de que prospere una versión impulsada por Unión por la Patria.
A diferencia de otras ocasiones, a cargo de las conversaciones quedó el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, quien mantiene contacto permanente con los otros bloques en el recinto, principalmente con los más cercanos a La Libertad Avanza.
Uno de los habituales interlocutores en este tipo de casos, el vicejefe de Gabinete Ejecutivo, José “Cochi” Rolandi, debió dejar el trabajo en manos del riojano, ya que fue convocado como parte de la comitiva que acompaña a Milei en Río de Janeiro.
Por su parte, si bien se encuentran en el país, ni el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ni su vice del Interior, Lisandro Catalán, tenían previsto reunirse con los espacios dialoguistas, que ya le acercaron a la Casa Rosada una lista de reclamos.
En el Gobierno descreen que tanto el PRO como la Unión Cívica Radical (UCR) vayan a acompañar el dictamen propuesto por Encuentro Federal, que encabeza Miguel Ángel Pichetto, ya que remarcan que eso beneficiaría al kirchnerismo.
En la bancada libertaria advierten que UP está al borde de conseguir que su versión del proyecto se convierta en mayoría y, de esa manera, corre riesgo el tratamiento del texto, ya que el Poder Ejecutivo se niega a votar un modelo muy distinto al que presentó.
Las autoridades nacionales insisten en que, más allá de los reclamos puntuales de los gobernadores de Juntos por el Cambio o de alguna modificación que pueda sufrir en la redacción original, la ley “deberá respetar la regla del déficit cero”.
En este sentido, en el oficialismo argumentan que la única manera de frenar a la oposición dura y que se vote el Presupuesto es que el PRO y la UCR sumen sus firmas al dictamen de La Libertad Avanza, algo que por el momento no está ocurriendo.
El próximo 20 de noviembre vencerá el plazo legal para que cualquier iniciativa parlamentaria logre dictamen y pueda ser tratada, por lo que el eventual acuerdo entre el Gobierno y sus aliados en el Congreso tiene que alcanzarse antes del miércoles, independientemente de si después se convoca o no a sesiones extraordinarias.
La expectativa, entonces, estará focalizada en lo que pueda suceder este martes, para cuando está prevista una nueva reunión de la comisión de Presupuesto y Hacienda, que preside José Luis Espert, incorporado hace algunos meses al bloque de LLA.
En paralelo, tal como anticipó este medio, la cúpula libertaria apuró la discusión para la eliminación de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), como parte de los recortes a la política para financiar otras partidas, principalmente aquellas que reclaman los mandatarios provinciales.
Originalmente, esa idea había sido puesta sobre la mesa por Catalán, cuando se estaba discutiendo en el Congreso la Boleta Única de Papel (BUP), pero el Poder Ejecutivo optó por tratar solamente esta segunda reforma, que finalmente fue aprobada, para evitar que se traben ambas medidas.
No obstante, frente al debate por el Presupuesto y la idea de mantener el equilibrio fiscal, La Libertad Avanza asegura que si se eliminan las PASO, el Estado podría ahorrarse cerca de 52 millones de dólares que podrían destinarse a otros asuntos.
Sin embargo, el PRO no está convencido de esta medida y la postura del bloque liderado por Cristian Ritondo con respecto a las elecciones primarias sigue siendo la misma que la que tenía meses atrás, es decir, que se mantengan, pero que dejen de ser obligatorias.
El Gobierno ya tiene definido presentar el proyecto para quitar definitivamente estos comicios, lo cual sería anunciado este mismo martes, a pesar de no contar con los votos para aprobarlo. Tiene tan solo 48 horas para lograr que tanto esta iniciativa como el Presupuesto tengan dictamen o, de lo contrario, no podrán tratarse.
19/11/2024 a las 7:56 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
¿Un presidente gramsciano?
Diego Sztulwark
Página/12
19 de noviembre de 2024
Por impactante e irrisorio que suene escuchar nuevamente al presidente argentino afirmar su deseo de hacer un “Gramsci de derecha”, no es la mirada del marxista sino la de Carl Schmitt la que obsesiona a los reaccionarios en el poder. Y no es Milei sino Agustín Laje quien percibe con más claridad esa mirada. No por nada ha sido precisamente este politólogo ultra-reaccionario el elegido para asumir la dirección de la Fundación Faros, presentada el miércoles pasado, como una entidad encargada de formar cuadros libertarianos y juntar fondos de cara a la pelea 2025, en la que las elecciones parlamentarias no serán un dato menor. Laje, un eficaz publicista fascistoide, fue durante la semana pasada quien mejor asumió y explicó en el país la agenda de la ultraderecha occidental. Tuvo, por un lado, un éxito de audiencia en sus comentarios del triunfo de Trump, y fue quien más se esforzó en mostrar que los anuncios en campaña sobre política arancelaria por el nuevo presidente de los EE.UU constituían solo una diferencia menor con respecto al dogmático programa de libre competencia que hace de Milei un personaje pintoresco. Se trata, dijo Laje, de una diferencia puntual (por la guerra comercial con China) dentro de una amplia agenda común, que va de la reducción de impuestos y gasto público, hasta la seguridad y la destrucción de todo lo que huela a “woke” (progresismo). Pero Laje fue también quien asumió la tarea de captar y comunicar lo que está en juego en el momento de la ultraderecha local. Mientras propios y ajenos dejan de calcular obsesivamente la fecha del estallido provocado por la inevitable crisis provocada por la escasez de dólares y a preguntarse -como ocurrió durante el primer año de Macri- cuántos mandatos tendrá por delante la ola reaccionaria, Laje toma nota de la fragilidad de la situación del gobierno y se pregunta cómo aprovechar el tiempo que van ganando día a día para tomar y consolidar posiciones (a la espera de que la anunciada visita de Trump a la Argentina el próximo el 4 de diciembre para la cumbre de la CPAC sea una señal favorable en términos de apoyo financiero a Milei). En su discurso del miércoles, Laje dijo que “nunca como antes se logró tanto consenso social para impulsar nuestras ideas” de defensa de la propiedad y el libre mercado, y que “tenemos que aprovechar la ventana de oportunidad y formar a los cráneos del mañana”. Con extrema precisión advirtió sobre la precariedad de la situación en la que se encuentra el grupo en el poder “para que esto no sea un accidente, para que este no sea un simple error de la matrix, para que las ideas sean sostenibles de forma intergeneracional, incluso cuando el destino, la coyuntura o los mismos ciclos del capitalismo pongan a prueba nuestra fe”. Estas palabras no sólo aciertan a captar la fragilidad del momento, sino que constituyen un llamar a los dueños del capital a financiar una aventura probablemente irrepetible. Se trata, para La Fundación Faros, de hacer del accidente una posibilidad. Es decir, de asumir la contingencia que afecta hoy la temporalidad quebrada de la política, y de activar un fuerte llamado a la subjetividad en la lucha por evitar que la crisis misma del del capitalismo se devore al experimento libertario. Laje no exalta la noción gramsciana de la hegemonía sino la schmittiana de la decisión –“aquí reside la importancia de que el empresariado se involucre y ocupe su rol en la batalla cultural”-, y se esfuerza por capitalizar los entusiasmos despertados por el retorno trumpiano.
La ofensiva de la derecha es tal que se ha apoderado de todas las determinaciones del pensamiento sobre la temporalidad política y tomado la dimensión de la cultura -este sería su dudoso gramscismo, puesto que Gramsci ligaba la cultura a la catarsis de las clases subalternas pero también a sus potencialidades para organizar de otro modo la producción- como momento de afirmación del control sobre la propiedad privada. El patetismo de intelectuales como Laje habla mucho de la impotencia de sus opositores y antagonistas, muchos de los cuales le prenden velas al “peronismo de Trump”. O se pierden en internas en torno a la fidelidad y la innovación, sin terminar de advertir hasta qué punto la “consolidación de la agenda reaccionaria” es una forma estupidizada de nombrar un ataque masivo a los recursos de la inteligencia y la sensibilidad colectivas. Esa agenda comienza cuando se acepta el lenguaje caricatural con el que los reaccionarios apuntan a liquidar las luchas sociales, el feminismo entre ellas, y el entero lenguaje de la crítica. El llamado a la acción de la derecha apela a la fe, modo mistificado de creencia en su misión histórica. Vacante queda -y la situación empieza a ser desesperante- el lugar de un llamado contrario y construido sobre premisas antagónicamente opuesta a activar esa inteligencia y esa sensibilidad en defensa propia. El problema, digo, no es (tanto) el de un supuesto presidente gramsciano, sino el de la conformación de un proto-partido schmittiano (por ahora frágil, pero con todos los recursos potencialmente a la mano), que aspira a imponer los términos de la enemistad, y también el de la falta de reacción para apropiarnos desde la potencia colectiva de las determinaciones reales del tiempo histórico en un sentido defensivo eficaz.
19/11/2024 a las 8:02 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Los aprietes y la campaña económica de los «falangistas»
Leandro Renou
Página/12
19 de noviembre de 2024
Algunos hombres de negocios, además de hacer plata, también leen. Uno de los cinco empresarios más grandes del país, días atrás, vio en la televisión el acto de la Fundación Faro -un think tank ultra libertario que reunió muchos ceos poniendo dólares-, y el evento que las huestes del influencer «Gordo» Dan calificaron como el «brazo armado» de los libertarios. «Esto es peligroso, son falangistas», compartió el dueño, más tarde, ante un núcleo de colegas, según contó uno de ellos a Página I12. El recuerdo viene a cuenta del movimiento que nació en España en los años ´30, con Primo de Rivera a la cabeza e influenciado por el fascismo de la Italia de Mussolini. Un movimiento que despreciaba los partidos políticos, el Congreso y alineó vía acciones autoritarias a los gremios y al poder económico.
Algunos le dijeron que la comparación les parecía «un poco fuerte», pero uno de los interlocutores le puso detalles al debate con este empresario al agregar que «hay mucho apriete para conseguir plata, y mucha amenaza con escraches, desde las redes y desde cuadros del propio Gobierno». Es vox populi en el Círculo Rojo que los militantes extremos de Javier Milei están recaudando para el partido con el garrote comunicacional en la mano y que, en esa aventura, están arrastrando a empresarios que, aunque hagan negocios millonarios, aparecen apoyando con dinero el peligro latente de una deriva autoritaria del Ejecutivo.
En paralelo, el nuevo esquema libertario que quiere transformarse en un plan de poder más amplio, tiene en la cámara empresaria favorita de Milei, la de los «Unicornios» tecnológicos de Endeavor, un referente clave en el programa de apoyo público y financiamiento. La entidad -que comandan el jefe de Mercado Libre, Marcos Galperín, y el de Globant, Martín Migoya- está hoy asociada formalmente a la Fundación Faro. Es decir, participa en la formación de candidatos ultra, anti Estado y contra las normas del consenso democrático.
Tanto se apoya Milei en esos nucleábulos corporativos que Migoya y Galperín fueron algunos de los pocos privilegiados que el Presidente llevó a la reunión reservada que mantuvieron, en Casa Rosada, con el presidente de Francia, Emmanuel Macron. En la foto de hoy, además, Endeavor es casi una usina de donde salieron actuales funcionarios libertarios y los principales financistas y asesores del Gobierno y el partido libertario.
ENDEAVOR, LA BUNGE Y BORN DE MILEI
Los memoriosos resaltan que Endeavor, la cámara de «Unicornios» (empresas que valen más de 1000 millones de dólares), se ha transformado en algo parecido a lo que fue Bunge & Born en el Gobierno de Carlos Menem, cuando además de dineros el holding puso cuadros que hicieron el famoso plan económico BB. De allí salieron Miguel Roig y Néstor Rappanelli, ministros del riojano.
La cámara de Galperín, a esta altura, parece tener un nexo aún más profundo con Milei y sus huestes. La Fundación Faro especifica en su sitio web que la entidad es socia en la formación de cuadros libertarios. Comandada por el ultra conservador y cultor de la agresividad Agustín Laje, Faro tiene un programa llamado «El Camino del Emprendedor», en el cual «vinculamos emprendedores con mentores, con potenciales inversores y con otros emprendedores que, como ellos, sueñan en grande. Trabajamos en conjunto con Endeavor Argentina para generar un espacio de intercambio constante, en donde la experiencia y la inspiración se fusionan para dar vida a proyectos disruptivos».
Endeavor está presidida por Migoya, uno de los mayores aportantes en dólares de la últrima cena de la Fundación Faro y uno de los que convenció a varios de asistir. Pero en la cámara se lista, además, Eduardo Bastitta Harriet, dueño de Plaza Logística, integrante del equipo de asesores económicos del Gobierno y el armador del monitoreo a la elección bonaerense de LLA. Bastitta también estuvo en la reunión de Milei con Macron.
En el Consejo principal de Endeavor ejerce, aún, el actual embajador en los Estados Unidos, el ex OLX y De Remate Alejandro Carlos Oxenford. Y hasta se colaron algunos históricos del establishment que Milei aceptó en su mesa: la referencia es para el dueño de IRSA, Eduardo Elsztain, el jefe de La Anónima, Federico Braun y Carlos Miguens Bemberg.
LAS TERMINALES CON FARO
«Argentina, en este momento, está partida, pero está bien que esté partida, porque está partida entre los buenos y los malos», agitó Laje, líder de Faro, en el acto de las milicias libertarias intitulado «Fuerzas del Cielo», que fue criticado en redes sociales por su estética símil nazismo. Horas después, en su cuenta de X, le contestó en redes a un mensaje de Lula Da Silva. «Lula zurdo, corrupto, liberticida», escribió sobre el presidente de Brasil, al que muchos empresarios ven con buenos ojos.
La Fundación, esta escuela de cuadros extremistas que financian los popes del empresariado nacional, tiene como segundo en el escalafón al chileno-alemán Axel Kaiser Barents von Hohenhagen, otro que, como Laje, cosecha una extensa bibliografía económica y política radical, contra la distribución del ingreso y cultos al individualismo.
La tríada que ordena el mensaje y la bajada de línea se completa con Adrián Ravier, licenciado en economía del CEMA e integrante del ESEADE, el instituto de los Benegas Lynch que inventó un Honoris Causa para darle al Presidente. A Ravier, que da clases en la facultad de La Pampa, Milei lo reclutó en esa provincia y lo quiso para Diputado, pero no se concretó la idea. El Consejo internacional de Faro lo comanda, por último, el patriarca de los libertarios, Alberto Benegas Lynch hijo.
En la última cena de Faro, la punta empresaria la organizó, entre otros, Georgie Neuss, (dueño de la VTV porteña, Camuzzi y empresas de electricidad). Amigo personal de Santiago Caputo, se vincula con Faro vía uno de los titulares del Consejo de Administración, Ignacio Bilbao La Vieja. El personaje en cuestión es un abogado del Estudio Badeni, Cantilo, Carricat & Bilbao (BCCB), muy activo por estas horas.
Nota de contexto: los Neuss son relevantes. Son muy amigos, además, del ministro de Defensa, Luis Petri. Patricio Jorge Neuss, hermano de Georgie y quien también fue parte de la cena recaudatoria, mantuvo varias reuniones, en octubre y noviembre en Casa Rosada, con el funcionario en cuestión. En su rol de lobbista, en una de ellas estuvo acompañando al gobernador de Rio Negro, Alberto Weretilneck. En la otra, introdujo a la empresa checa de armas CSG, que tiene producción de misiles en Ucrania. ¿Qué tiene que ver con Argentina? Con el embajador de República Checa en esa reunión, la empresa manifestó que tienen intenciones de comprar una parte de la estatal Fabricaciones Militares, con el objetivo de producir aquí municiones para asistir a Ucrania.
DEL PEDIDO DE INSTITUCIONALIDAD A LO ULTRA
Lo paradójico es que muchos de los ceos que hoy ponen dinero en La Libertad Avanza fueron los que armaron, en años del kirchnerismo, el Foro de Convergencia Empresarial, entidad que se creó a los fines prácticos de combatir lo que entendían excesos estatales sobre la propiedad privada, la Justicia, la Corte Suprema y las instituciones. Hoy, con su gestualidad, están apoyando no sólo ideológicamente sino también con fondos frescos, aquello que siempre dijeron combatir.
Esas iniciativas llegaron hasta 2023, donde uno de las últimas críticas fue enero del 2023, donde denunciaron un «gravísimo ataque a las instituciones de la República». Fue tras el pedido del Presidente y los gobernadores de juicio político a la Corte.
Hoy, en el Gobierno, como funcionarios, hay dos de los fundadores del Foro de Convergencia. Miguel Blanco, ex Swiss Medical, es hoy el jefe de la Sindicatura General de la Nación. Claudio Bellocopit, el dueño de la firma, fue uno de los que se dejó ver en la cena de Faro. Por otra parte, también participó del Foro de Convergencia Daniel González, el ex YPF, quien fue presidente de IDEA, otra de las entidades que se preocupó por la institucionalidad. González es hoy es funcionario del Ministerio de Hacienda como Coordinador de Energía y Minería.
19/11/2024 a las 7:20 PM
UNO DUDA ENTRE CAGARSE DE LA RISA O EMPEZAR A PUTEAR A TROCHE Y
MOCHE AL COMPROBAR QUE A UNO LO AGARRAN DE BOLUDO.
ESTE ARTÍCULO DEL COMPAÑERO KRUSE INFORMA AL TÉRMINO DEL MISMO :
«CUATRO COMENTARIOS PARA ESTE ARTÍCULO DEL SEÑOR KRUSE».
Y LOS CUATRO COMENTARIOS LOS FIRMA EL MISMO KRUSE. O SEA UN CASO
PALMARIO DE QUE EL INEFABLE KRUSE PATEA EL CORNER Y CORRE A
CABECEAR EL CENTRO.
RIPLEY YA LO AGENDÓ EN SU «CRÉASE O NO», Y EN LA PRÓXIMA REEDICCIÓN
DE SU LIBRO DE RAREZAS APARECERÁ KRUSE, INCLUÍDA LA FOTO CON SU
ENTERNECEDORA SONRISITA «GIOCONDINA» QUE NOS CAUTIVA A TODOS
LOS COFRADES DE «EL INFORMADOR».