Por Hernán Andrés Kruse.-
Para no ser menos que Donald Trump, el presidente de la nación ordenó el retiro del país de la Organización Mundial de la Salud. La medida fue anunciada por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien afirmó que la medida era la consecuencia lógica de las profundas discrepancias respecto a la gestión de la OMS durante la pandemia. Por su parte, la Oficina del Presidente dio a conocer un comunicado claro y contundente: “En nuestro país, la OMS respaldó a un gobierno que dejó a los niños fuera de la escuela, a cientos de miles de trabajadores sin ingresos, llevó a comercios y PyMES a la quiebra, y aún así nos costó 130.000 vidas. Hoy la evidencia indica que las recetas de la OMS no funcionan porque son el resultado de la influencia política, no basadas en la ciencia”. “Urge repensar desde la comunidad internacional para qué existen organismos supranacionales, financiados por todos, que no cumplen con los objetivos para los que fueron creados, se dedican a hacer política internacional y pretenden imponerse por encima de los países miembro”. Por su parte, el Ministro de Salud de la Nación, Mario Lugones, señaló: “Argentina no recibe financiamiento de la OMS y aunque algunos proyectos de cooperación técnica pueden recibir financiamiento, estos se efectivizan mediante la OPS (Organización Panamericana de la Salud). Es importante destacar que salir de la OMS no significa salir de la OPS que es preexistente y depende de la OPEA. Estamos ante un cambio de época, y hay que estar a la altura de estos cambios” (fuente: Daniela Blanco, Infobae, 5/2/025).
Este tema, harto delicado por cierto, debe ser enfocado desde un punto de vista médico y desde otro punto de vista, de carácter político. El Ministro de Salud de CABA, Fernán Quirós, cuestionó la decisión del gobierno nacional. “Los gérmenes no respetan fronteras, ideologías ni tipos de países”, sentenció. “La OMS es el principal instrumento que tenemos. Por supuesto, no es perfecto, ha tenido dificultades para la coordinación en el período de la pandemia, pero necesitamos fortalecer las estructuras que nos ayudan a coordinar”, agregó (fuente: Infobae, 5/2/025). Es cierto lo que dice el doctor Quirós. Es fácil hablar con el diario del lunes, como se dice coloquialmente. Pero cuando el Covid-19 invadió nuestro país, la desesperación se apoderó de todos nosotros. A fines de marzo de aquel fatídico 2020 el presidente Alberto Fernández impuso una dura cuarentena, que nos afectó profundamente, tanto material como espiritualmente. De marzo a julio, aproximadamente, el encierro fue apoyado por el pueblo. Ello explica la altísima imagen positiva del presidente y de quienes lo acompañaron cada vez que convocaba a una conferencia de prensa: el gobernador bonaerense Axel Kicillof y el Jefe de Gobierno de CABA, Horacio Rodríguez Larreta.
Lamentablemente, la cuarentena se extendió demasiado provocando un desastre en lo económico y en lo sanitario. El saldo de 130.000 fallecidos por el Covid-19 exime de mayores comentarios. Para colmo, tiempo después estallaron dos escándalos que pulverizaron la imagen de Alberto Fernández: la existencia del vacunatorio vip y las fotos del cumpleaños de la primera dama en Olivos en julio de 2020, en plena pandemia. Es cierto, por ende, lo que expresa las Oficina del Presidente. Lo notable es que en 2020, Javier Milei, en su rol de panelista, opinaba exactamente lo contrario. “Vos contagiás a otros, tu irresponsabilidad contagia a otros”. “Entonces vos tenés que alinear los incentivos, y ahí sí actuó bien el gobierno”. “El casos del italiano fue brillante: mostrar que aquellos irresponsables que ponen en riesgo al resto, les va a caer con toda la fuerza el código Penal”, expuso el hoy presidente en un canal de TV. Meses después de la implantación de la cuarentena sectores opositores realizaron marchas contra el gobierno de Alberto Fernández. La más relevante fue la del 17 de agosto de aquel año destacándose la presencia de Patricia Bullrich. “Orgulloso de los argentinos que salieron ayer a decirle basta al miedo y al atropello, y sí al trabajo, al respeto y a la libertad”, expresó Macri en las redes sociales. La respuesta de Milei no se hizo esperar: “No puede ser más hijo de puta. Vos estás ensuciando a la palabra “libertad” (fuente: Diario Popular, 6/2/025).
La decisión de Milei, por ende, responde pura y exclusivamente a cuestiones geopolíticas. El alineamiento incondicional con Donald Trump es la esencia del gobierno libertario. El presidente actúa como si fuera el gobernador de un estado de Estados Unidos y no el presidente de un país soberano. Está convencido de que el presidente republicano lidera una fuerza política global de ultraderecha cuyo objetivo es la erradicación definitiva del socialismo, wokismo, colectivismo o como quiera llamársele. Se trata de una cruzada que no admite términos medios, matices, grises: o se está del lado de la libertad o se está del lado de la esclavitud. Para Milei el actual presidente de la OMS, el doctor Redros Adhanom Ghebreyesus, cometió delitos de lesa humanidad durante la pandemia. Quizá la cercanía del médico sanitarista y político etíope con Xi Jinping tenga algo que ver con el desprecio de Milei por su figura.
La drástica decisión del presidente de la nación presenta, sin embargo, un lado positivo. En efecto, al poner sobre el tape nada más y nada menos que a la Organización Mundial de la Salud, invita a que nos interioricemos sobre la relevancia de este organismo internacional sanitario. Buceando en Google me encontré con un ensayo de Marcos Cueto (Instituto de Estudios Peruanos), Theodore Brown (Universidad de Rochester) y Elizabeth Free (National Library of Medicine) titulado “El proceso de creación de la Organización Mundial de la Salud y la Guerra Fría” (Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico-2011).
A continuación paso a transcribir un puñado de párrafos del extenso paper.
1) “La implementación inicial de la OMS se produjo en esa breve transición entre la colaboración de los Aliados y el inicio de las tensiones entre las superpotencias. El trabajo del TPC (Comité Técnico de Preparación) se concentró en la revisión de cuatro propuestas de Constitución presentadas por expertos franceses, ingleses, estadounidenses y un reconocido salubrista de nacionalidad yugoeslava, Andrija Stampar. Todas las propuestas coincidían en dar la mayor autonomía posible a la futura OMS para evitar los problemas que tuvo la LNHO (Organización de Salud de la Liga de las Naciones) con la Liga de las Naciones. Entre ellas, la presentada por el norteamericano Parran fue considerada la más coherente y detallada en los asuntos organizativos y fue tomada como la base del documento final. La nueva Constitución permitía que los países se adhirieran a la OMS independientemente de que fueran parte o no de la ONU, algo que no hubiera sido posible con la LNHO, ya que para ser miembro de ella había que formar parte de la Liga de las Naciones. Sin embargo, el documento es célebre por un preámbulo que Parran no escribió y que se inicia con una oración conocida por los salubristas de muchas partes del mundo: «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades» (World Health Organization (WHO)-1948)”.
2) “Como un espejo reflejándose en otro, los enunciados del preámbulo evocaban la declaración de la ONU, haciendo de la salud una responsabilidad de los gobiernos y un derecho de los ciudadanos sin distinción de raza, religión, ideología o condición económica. Es importante anotar que la definición del preámbulo versaba sobre lo que debía ser la salud, no sobre la salud pública, y esto se hacía a diferencia de otras agencias de la ONU –como la Unesco o la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) que no se sintieron urgidas a definir lo que era la educación o el desarrollo agrícola. De esta manera, ello sugiere que existió una motivación idealista y en favor de una equidad universal, que en muchos sentidos era nueva, sobre todo en muchos gobiernos europeos que aun después de la Segunda Guerra Mundial conservaron con orgullo y fuego sus posesiones coloniales (como Inglaterra y Francia)”.
3) “Asimismo, el preámbulo ligaba la salud con términos que empezaron a ser cruciales en la postguerra, como «paz». Según el futuro director general de la OMS, la ventaja de definir la salud en la Constitución era que su cumplimiento implicaba la «habilidad de vivir en armonía entre pueblos de distintos tipos de poblaciones, con otras tradiciones, de diferentes religiones, en todas partes del mundo» (Chisholm 1948). Es decir, se inspiraba en los postulados de la medicina social, mientras que la salud pública debía dejar de ser percibida como un producto aislado del resto de la vida social y serlo, más bien, como un proceso intrínseco del desarrollo social. Este idealismo sanitario fue clave porque había quienes temían una Tercera Guerra Mundial y la salud internacional fue vista por sus organizadores como un medio de evitarla”.
18/02/2025 a las 2:54 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
El Gobierno minimiza la crisis por la estafa cripto de Milei, pero crecen las evidencias
Melisa Molina
Página/12
17 de febrero de 2025
El que pasó fue un fin de semana que La Libertad Avanza preferiría no haber vivido. El Presidente acumuló más de 100 denuncias por la estafa multimillonaria con criptomonedas que lo tuvo como protagonista y afronta varios pedidos de juicio político en el Congreso, donde además podría conformarse una comisión investigadora. Desde la Casa Rosada hicieron lo imposible por minimizar la crisis interna, pero la magnitud de las evidencias de la participación de Milei y de su círculo más cercano –entre ellos su hermana– en un posible fraude, que tuvo repercusiones incluso a nivel internacional, desbordaron hasta ahora cualquier explicación oficial sobre lo sucedido. Este domingo se sumaron dos testimonios que hicieron crecer el escándalo: el de Charles Hoskinson, uno de los referentes más influyentes del mundo cripto que aseguró que allegados al gobierno le hicieron un pedido de coimas para organizarle una reunión con el Presidente, y el de Hayden Mark Davis, fundador de Kelsier empresa que impulsó la criptomoneda $LIBRA, que dijo ser asesor de Milei y que el Presidente argentino «respaldó y promovió activamente el proyecto». Desde el entorno más próximo al mandatario niegan cualquier tipo de responsabilidad, y cuando son consultados por las declaraciones de Hoskinson dicen: «que haga la denuncia».
El domingo por la noche en el oficialismo esperaban con nerviosismo la apertura de los mercados al día siguiente, y confirmaban que el Presidente dará la primera entrevista tras el escándalo el lunes a las 20 horas. Mientras tanto, por la tarde, fingiendo que nada ocurría, Karina Milei y el ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, encabezaron un acto de afiliación al partido en el barrio porteño de Palermo (ver aparte). En el gobierno repiten que los actos del mandatario no tendrán consecuencias y celebran un posteo que hizo la titular del FMI Kristalina Georgieva junto con el ministro de desregulación Federico Sturzenegger, en el que aseguró que había tenido una «excelente reunión» con él.
Desde el oficialismo, mientras siguen buscando restarle importancia al asunto, están pensando estrategias para ganar tiempo. Una de ellas sería anunciar una «trazabilidad de quienes compraron cripto». Sin embargo, expertos en la materia aseguran que «eso sería imposible». Todas las explicaciones posibles complican al gobierno: O Javier Milei sabía lo que estaba haciendo y decidió –aprovechándose de su cargo como Presidente de la nación– ser parte de una estafa a miles de personas, muchos de ellos sus seguidores más acérrimos; o admite un profundo desconocimiento sobre un tema económico muy importante –poniendo en juego su confiabilidad–; o acepta que hubo manejos espurios por parte su entorno que, en busca de hacer negocios, podrían haber tomando un riesgo de gran proporción para el gobierno y para el propio Presidente.
La primera respuesta que dieron desde la Casa Rosada tras el escándalo fue que el Presidente «no estaba interiorizado de los pormenores del proyecto», y que, después de haberse «interiorizado» decidió no seguir dándole difusión y por eso borró el tweet. El sábado por la noche, sin embargo, desde la cuenta de X de la «Oficina del Presidente», publicaron un texto más extenso en el que, en principio, tuvieron que admitir que el 19 de octubre Milei –y el vocero presidencial Manuel Adorni– mantuvieron un encuentro con los representantes de KIP Protocol en Argentina, Mauricio Novellli y Julian Pehen, el que supuestamente le habían comentado «la intención de la empresa de desarrollar un proyecto llamado ‘Viva la Libertad’”. Así quedó asentado en el Registro de Audiencias Públicas.
Luego tuvieron que admitir otro encuentro, esta vez en Casa Rosada el 30 de enero de este año, entre el Presidente y Hayden Mark Davis, fundador de Kelsier. «De acuerdo a lo expresado por los representantes de KIP Protocol, Davis proveería la infraestructura tecnológica para su proyecto». Admitir que existieron esos dos encuentros, de por sí, desmiente el primer mensaje del mandatario en el que dijo no estar interiorizado en lo que compartió el viernes por la noche.
Desde LLA dijeron que compartirlo fue parte de una práctica «cotidiana» que él tiene «con muchos emprendedores que quieren lanzar un proyecto en Argentina para crear empleo y conseguir inversiones». Y, en un intento por desligarlo de la estafa, subrayaron que «no fue parte en ninguna instancia del desarrollo de la criptomoneda».
Por último, en el comunicado que diseñó el asesor Santiago Caputo, añadieron que Milei decidió «darle intervención de forma inmediata a la Oficina Anticorrupción (OA)», y crear «una Unidad de Tareas de Investigación en la órbita de la Presidencia de la Nación». Añadieron que estaría compuesta por representantes de los órganos y organismos con competencias vinculadas a los criptoactivos, actividades financieras, lavado de activos, y otras áreas relacionadas, y que el trabajo será «iniciar una investigación urgente respecto del lanzamiento de la criptomoneda $LIBRA y todas las empresas o personas implicadas en dicha operación», para entregar esa información a la Justicia.
Davids salió a hablar. Confirmó que es asesor del Presidente argentino y publicó un comunicado en el que sostuvo que Milei “inicialmente respaldó y promovió activamente” el proyecto, aunque luego «incumplió con los compromisos previos”. “Javier Milei inicialmente respaldó y promovió activamente Libra Token en plataformas de redes sociales, incluidas X e Instagram. Sus asociados habían asegurado su apoyo público en el lanzamiento y me habían garantizado que su respaldo continuado estaba asegurado durante todo el proceso”, afirmó para contradecir los dichos del Presidente.
Luego continuó: «a pesar de compromisos previos, Milei y su equipo inesperadamente cambiaron de postura, retirando su apoyo y eliminando todas sus publicaciones anteriores de respaldo en redes sociales. Esta decisión abrupta se tomó sin previo aviso y contradijo las garantías previas”. Por último, defendió a Julian Peh, fundador de KIP Network y principal patrocinador de Libra Token: «es completamente inocente de cualquier acto indebido. Solo puedo suponer que los asociados de Milei intentaron trasladar la culpa a Julian para eludir su propia responsabilidad”, finalizó.
A estas declaraciones se sumaron las de Charles Hoskinson, ingeniero y matemático que supo trabajar para el gobierno de los Estados Unidos y que es uno de los referentes más influyentes del mundo cripto. Él dijo que también quiso reunirse con el Presidente (como hicieron Peh y Davids), pero que allegados al gobierno le hicieron un pedido de coimas para organizarle una reunión con él. Hoskinson opinó que «utilizaron al Presidente para ganar mucho dinero y lo abandonaron para limpiar el desastre y huir».
Desde el entorno del mandatario, cuando son consultados por las declaraciones de Hoskinson dicen: «que haga la denuncia». Y agregan: «es un delirante. Que diga con quién, cuándo y dónde». El «delirante», es el mismo que tiene una foto con Milei en el marco del Tech Forum. Sobre los dichos de Davids, en tanto, afirman que Milei «sí sabía del proyecto», y que por eso lo apoyó, pero agregan que «frente a los cuestionamientos por las dudas decidió no seguir difundiéndolo». Sobre las casi cinco horas que el mensaje estuvo fijado en su perfil intentan justificarlo diciendo que lo dejó porque «estaba ocupado», y que «no vio lo que estaba pasando».
En medio de los pedidos de juicio político y las denuncias de los distintos espacios opositores, el PRO también salió a opinar del tema. “Lo que pasó es grave”, dijeron. Agregaron que lo ocurrido “impacta en la credibilidad del país”, y le asignaron la responsabilidad «al entorno que rodea” al Presidente. Más allá de eso, aseguraron que no están a favor de promover un juicio político. En línea con la versión del PRO, quienes consideran que la responsable fue Karina Milei dicen jocosos: «Si alguien que no sabe hacer tortas se pone a hacer tortas, seguramente le salgan muy muy mal. Y si alguien que hace muy buenas tortas se pone a hacer operaciones financieras, le sale horrible».
18/02/2025 a las 2:57 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Estafa Cripto: Milei y su gente “en un mismo lodo todos manoseados”
Marcelo Mache
Prensa Obrera
17/2/025
El escándalo presidencial alrededor de la promoción oficial de la estafa de la criptomoneda $Libra –que no hubiera podido consumarse sin la participación directa, pública y notoria del presidente Javier Milei- está dando mucha tela que cortar, exponiendo a una camarilla gobernante que participa y promueve estos negociados endebles para enriquecer a un puñado de amigos, colaboradores y partidarios de “Las fuerzas del cielo”. Los pasos adoptados por Milei dan cuenta de un profundo conocimiento de la operación y de un vínculo aceitado con los especuladores que, en minutos, se apropiaron de millones de dólares de inversores que confiaron en el consejo del presidente de la Nación
Una vez consumada la estafa millonaria y con el escándalo dando sus primeros pasos acelerados en las redes sociales, Milei salió a despegarse de su responsabilidad (tardíamente) por medio de las redes sociales afirmando “no tener vinculación alguna” con el proyecto, ni estar “interiorizado de los pormenores” del mismo. Un escándalo aún mayor, cuando apenar unas horas antes recomendaba la inversión en $Libra, abiertamente, incluso compartiendo el enlace para que sus seguidores inviertan en la estafa.
El recorrido del presidente y los vínculos de personajes principales de la camarilla presidencial complican el relato poco creíble de Javier Milei. Según algunos medios, el “empresario cripto” Julian Peh, dueño de la empresa KIP Protocol que lanzó $Libra, llegó a Milei por intermedio de una gestión del vocero presidencial Manuel Adorno y por la mismísima Karina Milei.
Si se va a los orígenes de esta trama fraudulenta aparece otro elemento nefasto de La Libertad Avanza, el militante derechista y provocador, Agustín Laje, quien a su vez es uno de los recaudadores del partido del gobierno por intermedio de la fundación El Faro.
La Libertar Avanza que, en sus orígenes, se financiaba con “charlas y seminarios” –algo que siempre fue cuestionado por inverosímil-, ahora se nutre directamente de los negociados y curros capitalistas: el escándalo de $Libra es quizás la forma más acabada y burda de esta orientación.
Se señala a Laje como el hombre que le habilitó a Mauricio Novelli las gestiones para que Peh pudiera llegar al sequito presidencial y finalmente a Milei. Milei se reunión con Peh y su empresa en octubre del 2024. Novelli y su socio Terrones fueron al menos ocho veces a la Casa Rosada antes del lanzamiento de $Libra, según los registros e, incluso, fotografías. También Hayden Davis, el desconocido asesor cripto e impulsor de $Libra, tuvo su correspondiente reunión con Milei.
Se habla de que Laje y otros allegados a LLA se habrían enriquecido con coimas millonarias a cambio de facilitar el vínculo con el Ejecutivo nacional.
El escándalo que envuelve al gobierno de Javier Milei llama la atención por los alcances pero no sorprende a nadie. La Libertad Avanza y sus integrantes, de arriba para abajo, son “amigos” de las inversiones de este tipo, que rozan lo fraudulento o, como en este caso, implican un vaciamiento directo de los inversores. El propio Milei tiene en sus antecedentes el aconsejar respecto a inversiones dudosas, como la cripto CoinX que dejó un tendal de inversores de estafados.
Además, la dirección de la Comisión Nacional de Valores, bajo la tutela de un hombre del ministro fugador Luis “Toto” Caputo, viene de absolver nada más y nada menos que al estafador Luis Cositorto, por considerar que la pantalla fraudulenta de Generación Zoe no llegó a realizar las operaciones bursátiles y de criptomonedas con las que atraía a los inversores estafados. El gobierno, nuevamente, allanándole el camino a los negociados y los curros.
Estamos ante una camarilla sin escrúpulos, que gobierna para los intereses de un puñado de capitalistas y especuladores, que hacen caja con negociados turbios y negocios financieros, apelando a todo recurso por más escandaloso que sea y apoyando todo curro que ande dando vueltas. Milei debe ir a juicio político y debe ser investigado como partícipe necesario de la estafa con criptomonedas, así como su entorno de estafadores y coimeros.
18/02/2025 a las 3:02 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
La pérdida definitiva de la
inocencia
Ernesto Tenembaum
Infobae
16 de Febrero, 2025
Seguramente algunos lectores ya están familiarizados con los hechos que conmueven en estas horas al país. Pero esta nota sería inentendible si no arrancara por ahí. El viernes por la tarde, una empresa desconocida lanzó al mercado un producto financiero llamado $LIBRA para que invirtiera en éste quien quisiera hacerlo. Unos minutos después, el presidente Javier Milei recomendó en que invirtieran en $LIBRA. En solo media hora, el valor de Libra pasó de cero a 4.000 millones de dólares, según algunos analistas relevantes del mercado. O sea, muchas personas entendieron que el valor de $LIBRA crecería mucho gracias a la recomendación presidencial. Y así ocurrió al principio. Pero cuando el valor de $LIBRA estaba en su pico, súbitamente se derrumbó. Los pequeños inversores que siguieron el momento de euforia disparado por el Presidente perdieron gran parte de su dinero.
Como todo esto se puede revisar de manera transparente, en pocas horas se supo lo que pasó. Los creadores de $LIBRA eran dueños de aproximadamente el 80 por ciento de ese activo: solo uno de ellos, de la mitad. Cuando vieron multiplicarse su valor, vendieron. Se llevaron, en pocas horas, una cifra que oscila entre 70 y 100 millones de dólares, según distintos analistas del mercado. Sin la participación presidencial, esa maniobra no hubiera ocurrido porque nadie conocía ni a la empresa, ni a $LIBRA. Para tener alguna dimensión del problema, basta una comparación sencilla: los famosos bolsos de José López contenían 9 millones de dólares, la décima parte del dinero que se hicieron los creadores de $LIBRA en una tarde.
La participación pública del Presidente se limitó a tres intervenciones por X, su red social favorita. En la primera, promocionaba a $LIBRA con argumentos muy fuertes y entusiastas. “La Argentina Liberal crece. Este proyecto privado se dedicará a incentivar el crecimiento de la economía argentina, fondeando pequeñas empresas y emprendimientos argentinos. El mundo quiere invertir en la argentina. Vivalalibertadproject.com . $Libra. Viva la libertad Carajo!!!”. Ese texto fue reproducido con algarabía por los habituales fans del Presidente en las redes, incluso por los más agresivos, relevantes y famosos. Algunos de ellos reproducían el asiento contable que demostraba que habían puesto en $LIBRA parte de sus ahorros.
Unas horas después se produjo la segunda intervención presidencial. Cuando la perplejidad –incluso la de muchos incondicionales—se expandía a través de la red social de su amigo Elon Musk, Milei borró su tweet. Seguido a eso, cuando el valor de $LIBRA ya se había derrumbado, el Presidente escribió: “Hace unas horas publiqué un tweet, como tantas otras infinitas veces, apoyando un supuesto emprendimiento privado del que obviamente no tengo vinculación alguna. No estaba interiorizado de los pormenores del proyecto y luego de haberme interiorizado decidí no seguir dándole difusión (por eso he borrado el tweet). A las ratas inmundas de la casta política que quieren aprovechar esta situación para hacer daño les quiero decir que todos los días confirman lo rastreros que son los políticos, y aumentan nuestra convicción de sacarlos a patadas en el culo. VLLC!”.
Es muy interesante analizar la literalidad de los mensajes del Presidente. En el primero parece saber muy bien de lo que está hablando. “Este proyecto privado se dedicará a incentivar el crecimiento de la economía argentina, fondeando pequeñas empresas y emprendimientos argentinos”, escribió, antes de facilitar la inversión al colocar el link necesario para hacerla y el contrato previo a la inversión. En el segundo, el Presidente había cambiado su punto de vista. Se trataba de “…un supuesto emprendimiento privado del que obviamente no tengo vinculación alguna. No estaba interiorizado de los pormenores del proyecto…”. En el medio, se había desatado el escándalo.
Naturalmente, la conducta presidencial provocó un debate enardecido en las redes donde, por una vez, el mundillo libertario quedó a la defensiva. Muchos de sus gladiadores elegían la palabra “error” para caracterizar la actitud presidencial. Eso, en sí mismo, es un montón, para quienes han sido pródigos en elogios superlativos, y en un ambiente donde criticar al Presidente, aun por un error, suele recibir un castigo ejemplar.
Otras personas pensaban distinto. Por caso, el ex jefe de asesores económicos de campaña de Milei, Carlos Rodríguez, escribió en la parte más elegante de su texto: “Va a ser dificil buscar un perejil para culpar por este robo. Milei es Licenciado en Economía de la UB, Master en Economía de la UTDT, Doctor Honoris Causa del ESEADE, autoproclamado futuro Premio Nobel y Presidente de la Argentina. Está claramente calificado en el tema económico y financiero y por ende es responsable de su acto. Claro que uno podría preguntarse qué rol jugaron en esta estafa los miembros del Consejo de Asesores”. Era una referencia casi explícita a Demián Reidel, el hombre destinado por Milei para el mundo virtual y otro de los tantos especialistas en finanzas que nutren los cuadros más importantes del oficialismo.
En una democracia ideal existen métodos muy específicos para saldar estos debates: el Parlamento conforma una comisión investigadora independiente o la Justicia investiga de manera seria, rápida y creíble. La democracia argentina habitualmente carece de estos mecanismos. Pero la dinámica, esta vez, puede ser difícil de controlar. Por ejemplo, ¿qué harán los republicanos y republicanas del Pro ante semejante problema? ¿Están dispuestos a incinerarse para trabar la conformación de una comisión investigadora en la misma semana de los indignados discursos con que fundamentaron la ley de Ficha Limpia? Si lo hacen, quedarán marcados una vez más. Si no lo hacen, el problema será para el Gobierno. A algún juez le tocará la causa. Esta vez será muy monitoreado. ¿Elegirá cajonearla y quedará en medio de un debate muy intenso sobre su propia persona? ¿O avanzará y el problema será para el Gobierno?
Varios miembros de los bloques opositores, por su parte, ya anunciaron que pedirán el juicio político al Presidente, una idea que, en principio, parece carecer de fuerza en el Parlamento. Pero, otra vez, eso dejará expuesto a quienes traben una investigación. Por ejemplo, cuando se debata el proyecto de Ficha Limpia en el Senado, los líderes de la oposición se explayarán sobre el tema. Se viene otra escena memorable en la que los distintos participes de la vida política argentina discutirán quién es el más ladrón de ellos. Todos tendrán, como se ve, sus argumentos.
Hay varias preguntas sin respuesta, como suele suceder en los momentos posteriores al estallido de un episodio de estas características. En principio: ¿cambiará esto el respaldo social al Presidente? Si las experiencias del pasado, o de otros países, sirven para responder esa duda, la respuesta es que probablemente no, al menos en el corto plazo. Donald Trump fue reelecto pese a que había sido condenado en causas gravísimas y los medios estaban repletos de serias denuncias que incluían conductas sexuales delictivas, delitos económicos e incluso un intento de golpe de estado. Carlos Menem y Cristina Kirchner fueron reelectos en medio de un sinfín de denuncias de altísimo componente emocional.
El costo será de otra magnitud. Si hasta aquí a Milei le costaba cada vez más diferenciarse de la “las ratas inmundas de la clase política”, como él mismo las define, ahora aparece un argumento sólido para incluirlo en ese conjunto, en un rol muy destacado además. Si él mismo ha dado por probado que Lali Espósito o María Becerra son ladronas apenas por cobrar por su trabajo, ¿qué no se va a decir de él después de esto? Es previsible que el Presidente reaccione como tantas otras veces, multiplicando su agresividad contra otras personas que no tienen nada que ver con el tema, para desviar el asunto. Tal vez en este caso no sea la mejor de las estrategias.
Además aparece una inquietud obvia sobre la personalidad del Presidente. ¿Que le pasó? ¿Fue engañado? ¿Puede ser que un hombre que demostró ser tan inteligente sea engañado de esta manera tan sencilla? Algunos de sus defensores sostienen que se dejó llevar por la fiebre que produjo en los Estados Unidos un activo financiero asociado a la imagen de Donald Trump en los días previos a su asunción. Pero los que conocen del tema explican las múltiples diferencias entre un caso y el otro: los mecanismos de control, el hecho de que Trump no había asumido, la participación directa y abierta de sus hijos, entre otros detalles.
Pero sucede algo peor: que no haya sido engañado. Para despejar esa duda hay varios detalles que el Gobierno debería aclarar. El tweet que recomendaba la inversión permaneció fijado –era el más destacado de la cuenta presidencial— durante cinco horas, cuando ya decenas de cuentas oficialistas habían pasado horas reclamando una explicación. No era una mera recomendación, sino algo que el Presidente quería que se leyera y promoviera. El tweet se publicó apenas unos minutos después del lanzamiento de $LIBRA: ¿una mera casualidad o una coordinación evidente? Además, todo el operativo –el lanzamiento de $LIBRA, el tweet presidencial que la promocionó y recomendó— ocurrió con un timing muy oportuno: justo cuando habían cerrado los mercados un viernes, cuando había tiempo para disipar el shock antes de la apertura siguiente. Además, el propio presidente participó de actos públicos con algunos de los creadores de $LIBRA que denotan un vínculo previo.
Si esos detalles sugieren que hubo complicidad, por supuesto que se abren preguntas muy delicadas acerca de la moral presidencial. Pero, además, ¿cómo no se dio cuenta que la maniobra quedaría en evidencia y él expuesto muy rápidamente? Muchas veces es difícil explicar racionalmente la conducta de los seres humanos, y dentro de ella, la de los presidentes.
Cualquiera de las dos hipótesis –haya sido el engañado o el engañador—son problemáticas. Entre otras razones, porque Javier Milei es nada menos que el hombre en cuyas manos está el destino de muchos millones de personas.
18/02/2025 a las 3:06 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Ni la sombra de lo que alguna vez fue
Vicnete Massot
Prensa Republicana
13/2/025
El peronismo es un caldero en ebullición y todo hace suponer que tarde o temprano, en el curso de este año, va a estallar sin que ninguno de sus muchos dirigentes, o de los millones de afiliados y simpatizantes que todavía conserva, puedan impedirlo. La inevitabilidad de la explosión es producto de una serie de razones que se hicieron evidentes a partir del momento en que Javier Milei venció a su oponente en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de noviembre del año 2023, obligando al kirchnerismo a mirar al poder desde los palcos de la oposición. De haber triunfado Massa, la crisis del movimiento fundado por Juan Domingo Perón no habría pasado a mayores. Las distintas tribus —entre sí, enfrentadas— no hubieran llevado sus disidencias hasta el punto de quiebre. Una vez ocupado el gobierno, las canonjías y privilegios que se repartirían a troche y moche hubiesen aplazado cualquier disputa, sin dejar que la sangre llegara al rio. Pero en aquel balotaje el de Tigre cayó derrotado y todas las tensiones acumuladas durante los años en los cuales los dos Fernández —presidente y vice— se cansaron de hacerse zancadillas, no tuvieron dique de contención.
A esta altura, nadie puede disimular ni disfrazar la capitis diminutio de la autoridad de Cristina Fernández, a la que cada vez menos compañeros le prestan atención. La Señora, que manejó a sus acólitos —junto a su marido— como si fueran un rebaño por espacio de casi veinte años, ahora debe resignarse a ver la manera en que los lacayos de ayer —que no se animaban a mirarla a los ojos— sacan pecho y se permiten discutir sus decisiones. Por eso es que, en los días previos al tratamiento de la suspensión de las PASO en la Cámara de Diputados, la conductora del Movimiento no abrió la boca. Básicamente, no se animó a hacer pública su posición respecto de un tema de tanta importancia por temor a quedar desairada. En resumidas cuentas, el peronismo —que ha hecho de la verticalidad su razón de existir— carece de un jefe indiscutido. Refractario como ha sido a lo largo de su historia a los mandos colegiados, imaginar que pueda, de buenas a primeras, modificar su esencia y admitirlos por necesidad, es soñar despiertos.
En esta situación —como en otras similares— lo que comienza a desenvolverse es un proceso de balcanización en donde brotan aquí y allá, en las distintas provincias y municipios, varios peronismos que se refugian en sus territorios para pactar condiciones de gobernabilidad con las autoridades nacionales de turno. Las relaciones que ha tejido la Casa Rosada con los mandatarios de Tucumán, Catamarca y Salta —para nombrar a los más importantes— no es una casualidad ni obedece a una supuesta traición de Osvaldo Jaldo, Raúl Jalil y Gustavo Sáenz. Es con base en el unitarismo fiscal que desde Balcarce 50 se disciplina y premia a aquellos peronistas, radicales o independientes dispuestos a acompañar a la administración libertaria en el Congreso de la Nación. De su lado, las necesidades de cada uno de esos estados y la falta de una conducción nacional hace que los diversos peronismos —y para el caso, los diferentes troncos del viejo partido de Alem— decidan arreglárselas solos y pidan auxilio al gobierno central.
Si bien lo que acaba de ocurrir en la cámara baja —en donde el bloque de Unión por laPatria se partió, y veinticinco diputados acompañaron al oficialismo— parece confirmar este fenómeno centrífugo que amenaza escalar, las cosas no son tan lineales como parecen. Es cierto que no fue posible consensuar una misma postura y que los libertarios entraron a saco por líneas interiores en la bancada del PJ, negociaron adhesiones y lograron lo que querían. Pero, al mismo tiempo, no es menos verdadero que muchos kirchneristas de paladar negro, de esos que nunca cruzarán la calle y se abrazarán con mileístas, en esta oportunidad votaron cual si fuesen aliados. No porque lo fueran sino en razón de que —a ellos, también— les conviene suspender las PASO.
Una muestra mucho más clara de la dimensión de la grieta que se ha abierto será la votación del proyecto de ley de Ficha Limpia que comenzará a discutirse esta semana en la Cámara de Diputados, como el tratamiento de aquel proyecto y los de reiterancia, reincidencia, unificación de
penas y el de las primarias abiertas, cuando hagan su entrada a la cámara alta del Congreso. Con todo, el conflicto latente de mayor calado dentro del peronismo no está localizado en el ámbito legislativo sino en la provincia de Buenos Aires. No es un secreto que las disidencias de fondo hallables entre Axel Kicillof y la viuda de Kirchner habrán de dirimirse en las próximas semanas. No está escrito en ningún lado que los dos contrincantes no puedan sentarse a fumar la pipa de la paz, pero hoy un rompimiento sonoro parece más probable que un acuerdo civilizado.
El gobernador desea ser el próximo jefe del Movimiento y el candidato presidencial en 2027. Cristina no lo descarta, aunque cree que aquel que alguna vez fue su enfant gâté desea destronarla antes de tiempo. Esa es la cuestión de fondo. Por debajo de la misma se encuentra el tema del desdoblamiento de las elecciones. El mandatario y unos treinta intendentes del partido no quieren atar su suerte a la de los candidatos nacionales, convencidos de que en octubre los libertarios llevan las de ganar. La jefe del movimiento teme, en cambio, que —si se diese el desdoblamiento señalado— los intendentes podrían desentenderse a la hora de mover los aparatos cuando toque votar por los diputados nacionales. Alguna razón tiene, sólo que carece del poder de otrora para imponerse y vetar cualquier viento de fronda impulsado a instancias de los capangas comunales.
Kicillof arrastra otra pesada carga, que será muy difícil que se la quite de encima. La ola criminal que azota a los territorios que debe controlar no va a desaparecer de la noche a la mañana. Es un flagelo que no ha hecho más que crecer, y al cual ninguno de los gobiernos que asumieron la responsabilidad de administrar la provincia más importante del país pudieron ponerle coto. Hubo —claro está— gestiones en términos de seguridad mucho más eficientes que otras. Con todo, la inseguridad en el ámbito bonaerense es directamente proporcional a ese monstruo fuera de control que es el Gran Buenos Aires. Si a lo señalado se le suman la convicción garantista del kirchnerismo, la existencia de jueces comprometidos con la puerta giratoria, una legislación de corte zaffaroniano, una casta política corrupta por donde se la mire y una policía sin guías, el problema no tiene solución a la vista.
Si en el curso de los meses por venir, ya lanzada la carrera electoral, el gobierno libertario decidiese —como lo indica la más elemental lógica política— saltar por encima del mandatario con asiento en La Plata e iniciar conversaciones con los intendentes del primer y segundo cordón bonaerense prometiéndoles auxilio financiero, Axel Kicillof recibiría una estocada mortal. Después de todo, la lealtad de los intendentes está atada sólo a sus intereses. El peronismo pisa arenas movedizas.