Por Oscar Edgardo García.-

El presidente de la Nación avanza en pos de su objetivo de privatizar Aerolíneas Argentinas, cuya aprobación depende actualmente del respaldo de los legisladores nacionales.

En tal sentido, Javier Milei ha sostenido que, en caso de que el Congreso Nacional no vote favorablemente el proyecto de privatización o que teniendo el mismo una resolución positiva no se lograra concretar la venta de la empresa, ésta sería entregada a sus empleados para que continúen libremente con su gerenciamiento.

Por razones obvias, a esta alternativa se le debería adjudicar una nula posibilidad de realización.

En consecuencia, frente a estas ineludibles circunstancias, el Primer Mandatario debería dirigir sus acciones para adoptar similar decisión a la que en España tomó el Banco Popular que, ante el gran riesgo de no contar con liquidez suficiente para atender el retiro de los fondos de sus clientes, vendió la totalidad de sus acciones al Banco Santander por la suma total de 1 (un) euro.

Si bien Aerolíneas Argentinas opera en otro campo de los negocios, es innegable que se encuentra en una situación semejante a la del citado Banco, razón por la que es dable que el Gobierno Nacional adopte igual decisión para evitar el colapso comercial y financiero de la compañía aérea en detrimento de sus empleados, pasajeros y proveedores.

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