Por Guillermo Cherashny.-

Nadie hubiera imaginado que Luis Caputo tuviera que ser obligado a usar los depósitos en dólares de la gente después de un semestre que pintaba muy bien para el gobierno pero la imprudencia del economista Ricardo Arriazu y del propio ministro al hablar de la implantación de una flotación de bandas cambiarias, cuando el mundo económico y financiero manda viento de frente hacia nuestro país, porque el gobierno de Trump, con su proteccionismo, perjudica a la Argentina aunque ideológicamente coincida con Milei.

Es una triste realidad, pero desde que Trump asumió su segundo mandato, todas la noticias son malas para Argentina pese a los esfuerzos de nuestro ministro de economía, al cual se le puede achacar su mal papel en el reportaje de A24, pero en todo los demás hace lo que puede y más. Pero los milagros no son su especialidad, porque será un mago de las finanzas pero no alcanza.

Todo indica que el martes, cuando abran los mercados, se volverán a perder reservas, salvo alguna noticia internacional sobre un adelantamiento del préstamo del FMI que puede parar la sangría.

Justo en este momento, a esa fuga de depósitos ahora se agregan las tapas de Clarín reflejando la incertidumbre económica, porque el gobierno no aprobó la fusión de Telecom con Telefónica y, aunque las tapas de Clarín no tengan la fuerza de otra época, de todos modos hacen ruido.

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