Por Hugo Modesto Izurdiaga.-

El Servicio Penitenciario Bonaerense tiene cerca de 60.000 personas detenidas en sus unidades carcelarias. Por lo cual no hay lugar para retener a más individuos. Por el hacinamiento reinante en las cárceles, es indispensable la pronta construcción de un nuevo establecimiento penal. Es también necesario que el Congreso de la Nación apruebe el proyecto “Ley Penal Juvenil” (impulsado por el Ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona, y la Ministra Patricia Bullrich), y así bajar la edad de imputabilidad a 13 años, con el fin de evitar la impunidad de los actos delictivos de menores (denominados popularmente motochorros) que cometen “asaltos y crímenes a diestra y siniestra”. La República Argentina necesita imperiosamente terminar con la doctrina que beneficia a los delincuentes. Llegó el momento de ponerle punto final a la infinidad de atracos, por parte de ladrones, que con tal de llevar a cabo un robo son capaces de matar a sangre fría.

Si no hay una sanción y/o condena ejemplar, esta lacra de sujetos seguirá cometiendo todo tipo de tropelías. La policía hace su trabajo, pero ellos entran y salen, gracias a la puerta giratoria del régimen penal que existe actualmente en nuestro país. El ciudadano argentino no sólo sufre por las diversas dificultades por las que le toca atravesar a diario: desempleo, bajos salarios y el no lograr llegar a fin de mes. A esto se le suma la falta de seguridad, más precisamente en el conurbano bonaerense. La gente siente miedo de transitar por las calles, y teme por su integridad, al entrar o salir de sus casas. Es imperioso y urgente que haya un verdadero cambio en las leyes, para el bien de toda la comunidad. Así como estamos no se puede seguir.

¡Los argentinos desean y necesitan vivir en paz!

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