Por Hernán Andrés Kruse.-
En su reciente visita a Davos, el presidente de la nación expresó, entre otros conceptos, lo siguiente: “Desde estos foros se promueve la agenda LGBT, queriendo imponernos que las mujeres son hombres y los hombres son mujeres sólo si así se autoperciben y nada dicen de cuando un hombre se disfraza de mujer y mata a su rival en un ring de boxeo o cuando un preso alega ser mujer y termina violando a cuanta mujer se le cruce por delante en la prisión. Sin ir más lejos, hace pocas semanas fue noticia en todo el mundo el caso de dos americanos homosexuales que, enarbolando la bandera de la diversidad sexual, fueron condenados a cien años de prisión por abusar y filmar a sus hijos adoptivos durante más de dos años. Quiero ser claro que cuando digo abusos no es un eufemismo, porque en sus versiones más extremas la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil. Son pedófilos, por lo tanto, quiero saber quién avala esos comportamientos” (fuente: Casa Rosada-Presidencia).
El mensaje de Milei es claro y contundente. Homosexualidad y pedofilia son sinónimos. Para el presidente quien es homosexual es potencialmente un pedófilo. En consecuencia, no queda más remedio que expulsarlo de la sociedad para garantizar su salud ética. Cuesta creer que aún haya quienes están convencidos de que la orientación sexual determina la moral. Milei cree que ser homosexual es sinónimo de persona sin principios éticos. Si ello es así, entonces el ser heterosexual es sinónimo de persona con principios éticos. El enfoque es sencillamente espeluznante. Nada tiene que ver la orientación sexual con la moral. Hay homosexuales que son personas éticas y hay heterosexuales que también lo son. También hay homosexuales que son pedófilos y hombres heterosexuales que también lo son. Lo mismo cabe decir respecto a las mujeres heterosexuales y las mujeres homosexuales (lesbianas).
El mensaje homofóbico del presidente no hizo más que enfurecer al colectivo LGTB+. Sin prever semejante reacción, Milei no hizo más que darle de comer a las fieras. El sábado 1 de febrero el centro porteño (al igual que varias ciudades del país) se vio colmado por una multitudinaria “Marcha del Orgullo antifascista y Antirracista”. Aprovechando el malhumor provocado por el presidente, varios referentes del arco opositor y sectores del poder sindical, y líderes de la izquierda, movilizaron a sus seguidores en apoyo de la marcha.
Una vez más quedó dramáticamente en evidencia la partición de la Argentina en dos sectores antagónicos, irreconciliables. Una vez más quedó dramáticamente en evidencia la existencia de una Argentina invertebrada, parafraseando al eminente Ortega y Gasset, quien en 1921 publicó “España invertebrada” (Calpe, Madrid). Es un crudo análisis de la España de su tiempo, sacudida por el particularismo, el egoísmo desenfrenado y el descreimiento en las instituciones de la democracia liberal. Su vigencia es de tal magnitud que brinda las herramientas de análisis adecuadas para comprender lo que nos sucede en nuestro querido y quebrado país.
A continuación paso a transcribir lo que considero son sus párrafos más relevantes:
(1) “La esencia del particularismo es que cada grupo deja de sentirse a sí mismo como parte, y en consecuencia deja de compartir los sentimientos de los demás. No le importan las esperanzas o necesidades de los otros y no se solidarizará con ellos para auxiliarlos en su afán. Como el vejamen que acaso sufre el vecino no irrita por simpática transmisión a los demás núcleos nacionales, queda éste abandonado a su desventura y debilidad. En cambio, es característica de este estado social la hipersensibilidad para los propios males. Enojos o dificultades que en tiempos de cohesión son fácilmente soportados, parecen intolerables cuando el alma del grupo se ha desintegrado de la convivencia nacional”.
07/02/2025 a las 7:06 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Las extraordinarias a examen
Vicente Massot
Prensa Republicana
1/2/025
Luego de un sinfín de dimes y diretes en el cual quedaron enredados el oficialismo y la oposición por espacio de semanas, finalmente Milei se decidió a convocar a sesiones extraordinarias que darán comienzo en pocos días más. Excluido el debate acerca del Presupuesto —que el gobierno nunca iba a autorizar— los temas que se destacan del corto listado que será objeto de discusión, son tres. Por un lado, el proyecto de Ficha limpia. Por el otro, la eliminación o suspensión de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, más conocidas como PASO. Finalmente, los pliegos de Ariel Lijo y de Manuel García Mansilla para integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Los dos primeros proyectos deberán pasar por ambas cámaras, mientras el de los candidatos de los libertarios para llegar al máximo tribunal sólo tendrá que ser tratado por los senadores.
Más allá de cuanto arriesga la administración presidida por Javier Milei en estas sesiones, lo cierto es que no le resultará fácil obtener cuanto desea. La así llamada Ficha limpia —que, al menos en teoría, debería ser aprobada por unanimidad— está lejos de concitar apoyos de todos los partidos con representación parlamentaria. Se sabe desde siempre que el peronismo —decidido a inmolarse en la defensa de Cristina Fernández— tratará de impedir, recostado en su fuerza tanto en la cámara baja como en la alta, que el proyecto se transforme en ley. Pero no es el único que ha adoptado semejante postura. También el bloque acaudillado por Miguel Pichetto ha tomado distancias del mismo y —casi con seguridad— seguirá los pasos de Unión por la Patria. Si acaso pasase el examen de los diputados, la famosa Ficha limpia necesitaría de un milagro para no naufragar a manos del bloque que capitanea el formoseño Mayans en la cámara de senadores.
En punto a las PASO, el gobierno parece contar con mejores posibilidades. Si bien su posición de máxima —la eliminación lisa y llana del sistema— requerirá del apoyo del kirchnerismo —ahora interesado en sacarse de encima, de una vez por todas, a estos comicios que en su momento fueron puestos en circulación por Néstor y Cristina— la posición de mínima —consistente en su suspensión al menos por espacio de un año— tendría el aval de las bancadas del Pro, de los radicales de una y otra facción, y de las fuerzas federales. Nada —por supuesto— es seguro y no sería de extrañar que, a último momento, hubiese cambios importantes en la manera de votar de las distintas agrupaciones parlamentarias.
Por razones que son de todos conocidas, y por el impacto que tiene la conformación de la Corte Suprema de Justicia en cualquier régimen de carácter republicano, los pliegos de Lijo y de García Mansilla son —de lejos— los que generan más controversias dentro y fuera del recinto. A esta altura del partido todo hace suponer que, si no consiguiesen el numero imprescindible para ser ministros de la Corte, el presidente de la Nación echaría mano al recurso de su designación por vía de decreto. Nada le impide hacerlo y, de acuerdo a los trascendidos, tanto el actual magistrado federal como el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral, aceptarían sin problemas esa solución provisoria.
No es secreto alguno que la llave para el acceso de uno y de otro a la Corte se halla en manos de Cristina Fernández. En la medida que ella siga teniendo la lealtad de los senadores de Unión por la Patria, sería nada probable que el oficialismo se saliera con la suya. Por lo tanto, le resulta de rigor sentarse a negociar con el enemigo, cosa que han hecho —hasta el momento sin suerte— Wado de Pedro y Santiago Caputo. El problema que no ha podido ser superado, que divide las aguas e impide que libertarios y kirchneristas lleguen a un acuerdo que a ambos los deje conformes, radica en lo siguiente: los K aceptarían levantar la mano en favor de los dos nominados a cambio de que el gobierno ampliase el número de ministros de la Corte, le diese dos lugares a sus candidatos y, además, aceptase que —de los ciento cincuenta cargos a ocupar dentro de la judicatura a nivel nacional— cincuenta sean simpatizantes o incondicionales K. Por su lado, el oficialismo estaría dispuesto a abrir la Corte a nueve miembros y tolerar que dos fueran propuestos por el kirchnerismo sólo después de que Lijo y García Mansilla hubiesen contado con los votos necesarios. Como se ve, las distancias que separan estas posiciones suenan irreconciliables.
Ahora bien, enumeradas las cuestiones que serán puestas a debate dentro de pocos días, es del caso hacerse la pregunta de qué tanto le interesan al gobierno las sesiones extraordinarias. Es claro que si al oficialismo le importasen poco o nada, no habría dado el paso que dio. Pero también es cierto que de ninguno de los tres proyectos principales en danza dependerá la suerte de Milei en un año electoral clave. Si la Ficha limpia quedase en el camino, podrían decir en la Casa Rosada que sus buenas intenciones se estrellaron contra la tozudez de los corruptos, que no quisieron votarla. En cuanto a las PASO, la gran ventaja que le daría a La Libertad Avanza sobre sus adversarios nunca sería decisiva. Los libertarios preferirían que se eliminen o suspendan, pero no les quita el sueño que su apuesta fracase. Por fin, si Lijo y García Mansilla no entran por los votos, igual podrán ingresar por un decreto.
07/02/2025 a las 7:12 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
La salud pública paga el precio del seguidismo a Donald Trump
Melisa Molina
Página/12
6 de febrero de 2025
En una copia burda de lo que está haciendo el presidente de los Estados Unidos Donald Trump, Javier Milei decidió retirar a la Argentina de la Organización Mundial de la Salud. Así lo anunció este miércoles el vocero presidencial Manuel Adorni y adelantó, además, que en la Casa Rosada no descartan desvincular al país de otros organismos internacionales. Para justificar la medida, el propio Presidente fustigó en Twitter contra los científicos de la OMS, a los que acusó de ser «ideólogos de la cuarentena cavernícola». Respecto de esa medida sanitaria, que se aplicó prácticamente en todo el mundo durante la pandemia, Milei volvió a calificarla de forma burda como «un delito de lesa humanidad», provocación en la que ya había incurrido durante la campaña electoral. En medio de todo ese ruido, la Cancillería avanzó con los trámites para concretar la decisión, pese a la opinión de varios especialistas que la consideran un salto al vacío innecesario en materia de salud pública. «Sin la cooperación de la OMS, perderíamos apoyo a programas clave en enfermedades transmisibles y no transmisibles, de salud mental, materno infantil y de vacunación. A mediano plazo, esto afectaría directamente la calidad de los servicios de salud», explicaron desde la fundación Soberanía Sanitaria.
Para redoblar la apuesta, el Gobierno dejó trascender anoche que Milei denunciaría al titular de la OMS, Tedros Ghebreyesus, por «lesa humanidad» durante la pandemia, y que mandaría a investigar el rol de Alberto Fernández, la exministra de Salud Carla Vizzotti y hasta al doctor Pedro Cahn por el mismo motivo. En su cruzada internacional estará bastante solo: aparte de Estados Unidos y –ahora– Argentina, solo Liechtenstein no forma parte de la OMS.
«UNA DECISIÓN BASADA EN MENTIRAS»
Desde el Gobierno salieron a aclarar que la salida de la OMS no tendría consecuencias, algo que fue desmentido por varias voces de la oposición. Uno de los argumentos oficiales es que no implicará la salida del país la la Organización Panamericana de la Salud (OPS). En diálogo con Página/12, el exministro de salud de la Nación Daniel Gollan recordó que «la OPS nos vende vacunas un 20 por ciento más baratas que en el resto del mercado, también tiene un fondo estratégico para comprar medicamentos en programas de HIV y cerca de 500 medicamentos a bajo costo para programas nacionales». «Ellos dicen que todo eso que solo puedo comprar el estado nacional no corre riesgo porque la OPS es preexistente, pero genera dudas», señaló.
Gollan opinó, además, que el Gobierno incurre en tres mentiras a la hora de justificar la salida del organismo: «La primera es que no es un organismo cuyas recomendaciones sean vinculantes. La segunda que no hubo un mal manejo de la pandemia en la Argentina porque estuvimos en los ranking de los mejores países. Y tercero que no fuimos el país que tuvo la cuarentena más larga», sostuvo. «Como siempre, este Gobierno está tomando decisiones basado en mentiras y falacias. La OMS es un organismo de articulación científica entre centros –acá, por ejemplo, articulan con el Incucai o el Malbrán– y tienen información calificada», aseguró.
El Doctor en Bioquímica e investigador del Conicet Jorge Geffner calificó la medida como «horrible» y apuntó contra otro de los argumentos libertarios, que hablaron de el país ganaría «soberanía» con la salida de la OMS. «Si fuese así, podrían haber tomado antes la decisión. Hace un año que están en el Gobierno», ironizó en diálogo con la 750, y aseguró que «va de camino a la obsecuencia con Estados Unidos».
Por su parte, el ministro de salud de provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, enumeró algunas de las consecuencias que la decisión traería al país en materia sanitaria:
«No tendríamos colaboración internacional para capacitaciones, información, estudios científicos y análisis de impactos epidemiológicos en las próximas epidemias y pandemias».
«Nos quedaríamos sin acceso a información y el apoyo financiero para estrategias de prevención y acción».
«Preocupa el financiamiento que recibe la OPS a través de la OMS, con el que entre otras cosas se realiza el fondo solidario de medicamentos, vacunas, insumos y tecnologías».
El que también fue crítico de la medida que tomó el gobierno nacional fue el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernand Quirós: «Los gérmenes no respetan ideologías”, opinó y añadió que “La OMS es el principal instrumento que tenemos. Por supuesto, no es perfecto, ha tenido dificultades para la coordinación en el período de la pandemia, pero necesitamos fortalecer las estructuras que nos ayudan a coordinar”.
Desde la Fundación Huesped, para hablar de la importancia de la OMS, recordaron que en 1980, gracias a su trabajo, se logró la erradicación de la viruela. «La OMS coordinó un programa global de vacunación y vigilancia epidemiológica y gracias a esto terminó con la enfermedad», escribieron y advirtieron que «la OMS tiene un fondo de financiamiento y mecanismos de apoyo logístico para cuando hay emergencias sanitarias y desastres naturales. Salir de la OMS, significa no poder contar con esto, en caso de que lo necesitemos».
EL ANUNCIO
Según dijo el vocero presidencial, la decisión de salir de la OMS le dará a la Argentina “más flexibilidad para adoptar políticas en materia de salud», una capacidad que la Argentina nunca perdió por pertenecer a esa organización porque sus recomendaciones nunca fueron obligatorias ni vinculantes. «La OMS no impone nada, es un absurdo lo del gobierno. Si tuviera facultades supranacionales para imponer decisiones, como dicen desde la Casa Rosada, entonces sería un tratado y debería pasar por el Congreso la salida del la misma. Pero como no lo es, no lo necesitan», explicaron a este diario fuentes de la oposición que están al tanto del tema.
Después del anuncio que hizo Adorni, Milei escribió en Twitter y espetó –sin ninguna prueba o dato chequeado– que la OMS fue uno de los «ideólogos de la cuarentena cavernícola» durante la pandemia de coronavirus, medida que consideró como «delito de lesa humanidad». «Por eso hemos decidido salir de un organismo tan nefasto y que fue el brazo ejecutor de lo que fue el mayor experimento de control social de la historia», dijo. El gobierno tomó la definición en un claro gesto de copia a lo que hace la Casa Blanca. El día anterior Donald Trump había anunciado el retiro de los Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
A él se sumó su vicepresidenta, con quién ya no tiene diálogo, pero aún coinciden en ciertos tópicos como el rechazo a la cuarentena. Victoria Villarruel escribió en sus redes un mensaje enfurecida por la muerte de su padre y vinculó su muerte por covid a la salida del país de la Organización Mundial de la Salud: «La OMS y el gobierno de Alberto Fernández fueron responsables de las medidas violatorias de los DDHH que padecimos en Argentina y el resto del mundo. 130.000 mil argentinos murieron, entre ellos mi papá por las políticas emanadas de la Organización Mundial de la Salud y los protocolos dictatoriales que el kirchnerismo nos obligó a aplicar», dijo. Luego, agregó que la OMS «con su Agenda 2030 busca coartar aún más la vida, la libertad y la propiedad del pueblo Argentino».
Junto con la salida de la OMS, la Cancillería también viene suspendiendo proyectos de cooperación con otros países en materia sanitaria vinculados al organismo. Por ejemplo, proyectos de cooperación con África y con distintos países del Caribe. Uno de ellos era, por caso, para el «Fortalecimiento de la Detección y Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos», y hasta contaba con el respaldo de Estados Unidos. Según advierten quienes conocen del tema, el abandono de esos programas de cooperación podría traer efectos colaterales y perjudicar al país en otros reclamos diplomáticos como puede ser, por caso, el de la soberanía por las Islas Malvinas. Allí, esos países con los que la Argentina cooperaba votaban a favor de nuestro país y podrían dejar de hacerlo.
07/02/2025 a las 7:15 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
La carambola que no le salió a Cristina Kirchner
Ignacio Miri
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
5/2/025
Cristina Kirchner ya había aceptado concederle al Gobierno los votos que necesitaba en el Congreso para que no hubiera PASO este año.
No era un regalo desinteresado. A la Casa Rosada no le sirven las PASO porque todas las listas de La Libertad Avanza en el país se presentarán atendiendo los mandatos del Gobierno: la posibilidad de someter a discusión esos nombres no le interesa a nadie en el Poder Ejecutivo.
Cristina piensa algo parecido. Como consiguió quedarse con el control pleno del Partido Justicialista, las listas de diputados y senadores nacionales, y también las de algunas provincias, quedarán bajo su revisión última. ¿Para qué abrir esa decisión que hoy está cerrada a la discusión en unas PASO?
A Milei y a Cristina los unía además la intención de perjudicar al PRO y al radicalismo, dos partidos a los que las PASO le sirven para ordenar de manera económica y definitiva las disputas en algunos territorios.
Pero ese escenario primitivo se modificó para Cristina cuando creció su diferencia con Axel Kicillof.
Se sabe que el gobernador bonaerense, con apoyo de buena parte de los intendentes peronistas, quiere adelantar las elecciones provinciales para protegerse de la buena imagen que tiene el presidente Javier Milei en el distrito. Se sabe también que Cristina quiere que las elecciones bonaerenses se hagan el mismo día que las de cargos nacionales porque es la única manera de asegurarse el apoyo de los intendentes y los aparatos locales a las candidaturas de diputados, que son las que más le interesan a la ex presidenta, sobre todo porque es el tramo de la elección que va a armar con su lapicera.
Para poder separar la elección provincial, Kicillof necesita que no haya PASO nacionales, porque hoy la ley bonaerense obliga a que las PASO bonaerenses se hagan el mismo día que las nacionales. Si no hay PASO nacionales, el Gobernador puede elegir otra fecha.
Por eso mismo es que Cristina cambió su percepción original y mandó a sus diputados a que trabaran el dictamen para suspender las PASO en el plenario de comisiones que se hizo ayer.
Su problema fue que la disciplina del bloque no fue tan férrea como la que necesitaba: hubo dos diputados de Catamarca y otros dos de Santiago del Estero que escucharon el pedido del Gobierno y ayudaron a sacar el dictamen.
Esa conducta era esperable en el caso de los catamarqueños, porque el gobernador Raúl Jalil hace tiempo que juega con Javier Milei, pero no tanto en el de los santiagueños, porque Gerardo Zamora no está alineado de la misma manera con su colega.
En estos dos casos -que si se reproducen en el Senado podrían convertirse en la llave de oro para la ley- la carambola se mueve también por otros intereses. La ausencia de PASO les sirven a Jalil y a Zamora para sus armados provinciales y los votos de sus diputados también son útiles para darle una mano a Kicillof, un gesto que alguna vez, potencialmente, puede ser retribuido. Aún sin conocer el resultado final de la disputa, el episodio le servirá al gobernador bonaerense para confirmar que su adversaria en la interna sigue teniendo el apellido más poderoso en el peronismo pero su dedo perdió efectividad.
07/02/2025 a las 7:19 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
La Corte Suprema no dará marcha atrás
Joaquín Morales Solá
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
5/2/025
Los jueces nacionales que trabajan en la Capital, y que amenazaron con una sublevación contra una decisión de la Corte Suprema, deberán resignarse: jamás el máximo tribunal de Justicia del país revocará una decisión legalmente adoptada por la mayoría de sus miembros. “No habrá marcha atrás. Lo que se decidió ya está decidido. Punto”, se escuchó ayer en los despachos más elevados de la Justicia.La noticia es asombrosa porque es también la primera vez que un grupo de jueces se levanta contra la cabeza misma del Poder Judicial.
Hubo momentos en que los magistrados se sublevaron contra decisiones del Poder Ejecutivo o contra proyectos en consideración del Poder Legislativo, pero nunca contra la propia autoridad suprema de la Justicia.
La cuestión que provocó la amenaza de insurrección de los jueces es una resolución de la Corte de fines de diciembre pasado por la que dispuso que la Justicia nacional capitalina debe reconocer como recurso extraordinario al Tribunal Superior de la Capital, que existe aunque nadie lo note. Sí: existe una Corte Suprema de la Capital que nunca es noticia porque, como dicen en la jerga judicial, solo se ocupa de las “peleas entre vecinos”.
La Corte Suprema nacional intervendrá en adelante en muy pocos casos porteños, luego de que se pronuncie el máximo tribunal de la Capital, como sucede con el resto de las provincias. La inmensa mayoría de los casos provinciales se terminan en las provincias, y solo cuestiones relacionadas con los derechos humanos o con los derechos electorales (ejemplo: los intentos de reelección de los gobernadores aunque les esté prohibida por la Constitución provincial) llegan a la Corte Suprema.
Esa decisión a la que se resisten los jueces nacionales fue refrendada por el presidente de la Corte, Horacio Rosatti; por el entonces juez decano del tribunal supremo, Juan Carlos Maqueda, y por el juez Ricardo Lorenzetti. El entonces cuarto juez, Carlos Rosenkrantz, votó en disidencia porque consideró que el mecanismo era muy desordenado.
Pocos días después, Maqueda cumplió 75 años, el límite etario que la Constitución les impone a los jueces, y se jubiló. Desde entonces, pero en funcionamiento real desde el lunes último tras la feria judicial de enero, la Corte Suprema está integrada solo por tres jueces (Rosatti, Rosenkrantz y Lorenzetti). Como ese tribunal está formado legalmente por cinco miembros, la mayoría se conformará en adelante con la unanimidad de los tres jueces que quedaron en funciones. No podrá existir el dos a uno.
Si fuera imposible la necesaria unanimidad, Rosatti deberá ordenar el sorteo de jueces subrogantes, que se eligen entre los presidentes de las cámaras federales. Nada grave: desde que se jubiló, hace cuatro años, quien era la quinta jueza de la Corte, Elena Highton de Nolasco, se nombraron jueces subrogantes más de 90 veces y no pasó nada.
Los jueces nacionales se llaman así porque trabajan en la Capital, pero en realidad resuelven problemas que en cualquier provincia tratan los jueces locales. Los jueces nacionales de la Capital nunca quisieron pasar a la jurisdicción de la Capital y esa resistencia, debe consignarse, demoró una resolución de la Corte para cumplir con la Constitución reformada en 1994. Los jueces nacionales sienten un menoscabo en su tarea al pasar a la Capital.
Tal obstinación sucedió hasta que en diciembre pasado la mayoría de los miembros del máximo tribunal dijo basta. Tenían un “leading case” con una causa iniciada por la familia del artista plástico León Ferrari contra el conocido periodista Gabriel Levinas, el amigo más cercano de Jorge Lanata en los últimos años de este.
Levinas estuvo patrocinado por el abogado Enrique Paixao, exfuncionario de Raúl Alfonsín. Es sorprendente que una simple disputa por una rendición de cuentas de los derechos de una exhibición de obras de Ferrari deba ser resuelta por la Corte Suprema. Por eso, la Corte ordenó que el caso FerrariLevinas pasará a la Justicia porteña, lo que creó un precedente que incluyó a la causa del Correo Argentino, de la familia Macri, que se encontraba en la Justicia nacional en manos de jueces y fiscales cercanos al kirchnerismo. También el expediente del Correo Argentino deberá ser resuelto por el Tribunal Superior de la Capital, no por la Corte Suprema.
En rigor, la reforma de 1994 estipuló en la Constitución que la Capital es una provincia más, aunque luego la llamada “ley Cafiero”, cuyo autor fue el entonces senador nacional Antonio Cafiero, limitó muchas funciones de la Capital que son propias de las provincias. Cuando Mauricio Macri llegó a la jefatura del gobierno porteño acordó con Néstor Kirchner la derogación de esa ley. De todos modos, la Corte Suprema viene dictando fallos desde hace por lo menos nueve años en los que se respeta la condición de provincia argentina de la Capital. En muchas de esas sentencias influyeron sobre todo los jueces de la Corte Maqueda y Rosatti porque los dos fueron constituyentes de la reforma de 1994; conocen la letra y el espíritu de aquella reforma. Para peor, a la llamada Justicia nacional de la Capital la financian los impuestos que se pagan en las provincias, en lugar de ser costeada con los recursos de la Capital.
Hubo dos reclamos concretos ante la Corte Suprema. Uno fue del procurador general de la Nación (jefe de los fiscales), Eduardo Casal, quien planteó que los fiscales federales no estarán en adelante en condiciones de apelar en las causas que se trasladaron a la Justicia de la Capital. En la Corte, todos valoran la integridad moral y profesional de Casal y señalan que, en todo caso, pidió con razón que se ordene el conflicto de los fiscales que podría sobrevenir. “Pidió un trámite más ordenado, no una revocatoria”, aclararon en la Corte.
Es más o menos lo que ya había planteado el juez Rosenkrantz. Fiscales importantes del fuero federal están buscando una solución: señalaron que los fiscales nacionales de la Capital podrían pedir el traslado a la Justicia local o al fuero federal, que tendrá una creciente necesidad de fiscales cuando en toda la Justicia se aplique el sistema acusatorio, que les da a los fiscales mucho más poder del que tienen. Es posible, eso sí, que deban salir de la Capital para trabajar en el primero o en el segundo cordón del Gran Buenos Aires. Nadie sabe si están dispuestos a ese sacrificio.
El otro planteo lo hizo la Asociación de Magistrados, que se presentó ante la Corte Suprema de Justicia para pedir directamente la revocatoria de aquella decisión del máximo tribunal sobre las atribuciones de la Justicia capitalina. No habrá tal revocatoria. Sucede que gran parte de los afiliados de esa asociación son jueces nacionales que trabajan en la Capital y que en adelante deberán ser magistrados de la Capital.
Resulta, sin embargo, que no existe una causa por la decisión de la Corte Suprema y, por lo tanto, la Asociación de Magistrados no es parte ni podría serlo. No está en condiciones de presentarse ante ese empinado tribunal en este caso. El problema lo tendrá la Corte Suprema si existiera más adelante un expediente y debiera expedirse. La actual Corte está dos a uno (Rosatti y Lorenzetti, por un lado, y Rosenkrantz, por el otro): no hay, entonces, la mayoría (unanimidad) necesaria para un pronunciamiento del tribunal. El conflicto sucederá cuando deba elegir a los conjueces porque casi todos los presidentes de las cámaras federales son miembros de la Asociación de Magistrados. “Tendrán que hacer un sorteo entre abogados de la matrícula”, zanjó, sin darle importancia, un importante funcionario de la Corte.
En los alrededores del tribunal supremo nacional insisten en advertir que no habrá inconvenientes porque hayan quedado solo tres jueces en la Corte Suprema. La advertencia es oportuna cuando se sabe que el Gobierno señaló que nunca aceptará que el Senado le dé el acuerdo solo al juez Ariel Lijo como miembro de la Corte. Lijo fue objetado como no lo fue ningún otro candidato a juez supremo en la historia reciente.
La administración de Javier Milei quiere también a Manuel García Mansilla, su otro candidato para cubrir las dos vacantes, sentado en el máximo tribunal del país. El Presidente sabe, dicen, que García Mansilla es un académico ideológicamente más cercano al Gobierno que Lijo, sobre todo en los puntos de vista económicos, que son los que le importan a Milei. La versión que circuló en las últimas horas es que el jefe del Estado nombrará a García-Mansilla en comisión como juez de la Corte si el Senado le diera el acuerdo solo a Lijo.
De todos modos, trascendidos que surgen del bloque peronista, imprescindible para alcanzar los dos tercios de los votos afirmativos que necesita el acuerdo de los propuestos como jueces de la Corte, señalan que no hay acuerdo con el mileísmo y que ni siquiera comenzó, por ahora, una negociación. “Cristina ya está en modo electoral y, además, la acaban de dejar sin sus dos jubilaciones. Es muy difícil que acepte en tales condiciones un acuerdo con Milei. Hasta es difícil que alguien se lo vaya a plantear”, señaló un senador con acceso directo a la expresidenta. En síntesis, la Corte deberá acostumbrarse a trabajar con los tres jueces que tiene, y los jueces nacionales deberán aceptar que la Capital no es un mal lugar para interpretar las leyes.