Por Carlos Tórtora.-

Ayer a la noche, el conteo de votos para la sanción de la suspensión de las PASO en Diputados arrojaba que el gobierno estaba todavía lejos de los 129 votos necesarios. Pero hay en esto un dato que poco se destaca: prácticamente la totalidad de los bloques votarían divididos. Así ocurre, por ejemplo, con la UCR. Hay media docena de diputados, con Julio Cobos a la cabeza, que se niegan a suspender las primarias y otra docena de Democracia para Siempre, orientada por Facundo Manes y presidida por Fernando Carabajal, que insisten en que hay que tratar primero el presupuesto. En definitiva, Rodrigo de Loredo no sumaría para apoyar al gobierno más de 15 votos.

El bloque de Encuentro Federal es otro que expone fracturas múltiples. Los cordobeses que responden a Martín Llaryora están a favor de suspender las PASO. Por su parte, Miguel Pichetto, Emilio Monzó, Nicolás Massot y Oscar Agost Carreño quieren mantener las PASO, igual que Ricardo López Murphy y los socialistas Mónica Fein y Esteban Paulon. Pero la división es aún más amplia porque Florencio Randazzo, Francisco Morchio y Jorge Ávila son pro-suspensión.

Curiosamente el bloque del PRO, que está viviendo fuertes tensiones internas, es el que menos disidencias exhibe en relación a la suspensión de las PASO.

Dos peronismos

Pero lo más interesante en materia de divisiones es lo ocurrido en el bloque de Unión por la Patria. Luego de un inusual debate interno, esta bancada se inclinó por no dar quórum el jueves para el tratamiento de la suspensión. Pero se consolidó la postura de unos 30 diputados de provincias gobernadas por el peronismo, cuyos gobernadores empujan para descartar las PASO y así evitar la competencia interna.

Todavía no está claro si estos disidentes peronistas votarán apoyando a La Libertad Avanza. Lo cierto es que se trata sin duda de la mayor fisura en el peronismo desde que asumió Milei y una clara desautorización a Cristina Kirchner.

En síntesis, forzando el tratamiento de esta ley, el presidente consiguió un objetivo, que no es menor: fragmentar la oposición hasta un nivel alarmante. Sin perder tiempo, el líder libertario sigue adelante con su trabajo de debilitar el sistema de partidos políticos.

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