Por Guillermo Cherashny.-

Los romances y rupturas «Toto» Caputo con los mercados son una historia que se repite desde abril del 2018, cuando se cerraron para la Argentina por las políticas de Trump y donde Toto le dijo al presidente Macri que había que recurrir al FMI a pedir un préstamo y una vez aprobado pasó a presidir el BCRA desplazando a Federico Sturzenegger y decidió pulsear con el mercado para que no se escapara el precio del dólar, que estaba atrasado y se había desatado una corrida cambiaria. Y un día puso en venta 5000 millones de dólares para disuadir compradores y no le fue bien.

El Fondo Monetario Internacional se opone a que la entidad monetaria venda divisas baratas para darle salida a quienes se colocaron en la tasa de interés en la moneda local, lo que se conoce como «carry trade», es decir que Caputo logró financiarse en los mercados internacionales con inversores que depositan en pesos y en una corrida quieren volver al dólar, lo cual hace que se esfume el préstamo del FMI. Esto provocó que Cristine Lagarde, la directora gerente del organismo, le pidiera la cabeza de Toto a Nicolás Dujovne, el entonces ministro de economía, y se tuvo que ir a su consultora en la actividad privada, con bajo perfil, y no se supo nada de él hasta que Milei, el flamante presidente que lo denostó en su momento como ministro de finanzas y presidente del BCRA, y sorpresivamente dejó de lado la dolarización y lo nombró como ministro de economía con todo el poder, porque Caputo tiene fama bien ganada de obtener financiamiento en el exterior, que Javier Milei necesitaba para dolarizar, e implementó un plan económico vigente hasta nuestros días, que tuvo un stress en el mes de junio, cuando los diferentes dólares estuvieron cerca de los 1500 pesos. Entonces decidió pulsear nuevamente contra el mercado vendiendo dólares para controlar el CCL y el MEP y esta vez ganó la partida llevando la brecha cambiaria al 10% y la calma en el dólar siguió hasta el viernes pasado, cuando el Central tuvo que vender 474 millones de dólares y que en el mercado de futuros se movieran casi 1200 millones de dólares.

Este lunes la presión cambiaria siguió, aunque con menos intensidad. Se menciona alguna presión no confirmada del FMI sobre flotación cambiaria negada por el gobierno pero alimentada por la imprudencia de Ricardo Arriazu, un prestigioso economista que apoya el plan económico pero que señaló que el presidente Milei quiere flotación entre bandas cambiarias, en tanto Caputo y Bausili quieren el actual crawling peg del 1% mensual, un verdadero desatino que dudamos que sea verdad pero nunca debió tomar estado público.

Share