Por Carlos Tórtora.-

Es significativo el silencio en las filas justicialistas después de que Cristina Kirchner quedara como única candidata a la presidencia del PJ. Pero en este caso el silencio significa una gran actividad subterránea. Es que el triunfo de la expresidenta es pírrico, porque grandes sectores de la dirigencia -incluso bonaerense- empezaron ya a prepararse para el año que viene presentar listas de candidatos por fuera del PJ. Esto lo harían convencidos de que, como el PJ bonaerense está controlado por La Cámpora, los candidatos serán digitados por Cristina y su hijo, quedando fuera todos los que no sean de su extrema confianza.

Un primer caso a analizar es el de Sergio Massa. En una reunión realizada días atrás, el tigrense se habría sincerado: «si Cristina es candidata a diputada, los que me siguen no la van a votar». En otras palabras, que el Frente Renovador comenzaría a prepararse para presentar listas propias con la idea de conservar su capital político.

Massa habría conversado sobre este tema con Santiago Caputo y el gobierno obviamente vería con buenos ojos que los renovadores hagan rancho aparte.

Otro sector, en este caso del PJ, es el integrado por los dirigentes que pusieron su firma para presentar una lista contra Cristina y que desde ya están excomulgados por La Cámpora. Los seguidores de Quintela están visualizando ya el armado de listas bajo el paraguas de una alianza compuesta por partidos filoperonistas. En Buenos Aires, los votos que perdería la expresidenta no son pocos y habría al menos una docena de intendentes que ya abandonaron el paraguas de Máximo Kirchner. El alcalde de Esteban Echeverría, Fernando Gray, es por supuesto el primero de ellos.

Pero hay más, porque algunos intendentes del conurbano se estarían reuniendo pensando en un armado electoral que no respondería ni a Cristina ni a Quintela y que estaría más vinculado al proyecto presidencial de Axel Kicillof. Éste no será candidato en el 2025 pero necesita conseguir legisladores propios para sustentar su candidatura presidencial para el 2027.

Separados suman más

Un análisis simplista indicaría que la existencia de múltiples listas debilitaría al peronismo y le haría el caldo gordo a La Libertad Avanza. Sin embargo, esta múltiple oferta electoral puede multiplicar los votos y, como se trata de una elección legislativa, las distintas variantes peronistas podrían sumar más bancas que si el PJ fuera solo. En todo caso, el sello que resultaría perdido sería el del PJ, lo cual tiene sin cuidado a la dirigencia peronista que tiene una costumbre histórica de ir a elecciones con distintas siglas.

Javier Milei está convencido de que su éxito pasa por confrontar con Cristina y ganarle. Efectivamente, si el peronismo se divide en varias ofertas electorales en Buenos Aires, las listas de la expresidenta verían mermado su caudal y, obviamente, La Libertad Avanza podría quedar primera en número de votos. Pero en bancas, la suma de listas peronistas podría superar a los libertarios y Milei habría en definitiva perdido la elección.

La variante ideal para el gobierno, o sea que Cristina reúna todo el voto peronista y pierda, se hace cada vez más improbable.

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