Por Mariano Aldao.-

En una serie de publicaciones en redes sociales, Cúneo Libarona expresó su sorpresa ante la defensa que las Madres de Plaza de Mayo (línea Bonafini) hicieron de un sanguinario y corrupto como Maduro.

Cuando se trata de un dictador de izquierda que persigue, tortura y hambrea a su pueblo, miran para otro lado», dijo.

Al mismo tiempo, agregó que les había cerrado el financiamiento a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, desde el Ministerio de Justicia (no les dejamos ni un solo kiosco a los que curran con los Derechos Humanos, agregó el sarasero ministro, que todavía no sabe si Nisman se suicidó o lo asesinaron).

Como era de esperar (a pesar del largo tiempo callado), Alejandro Slokar, director del Observatorio «Memoria y Justicia» de la UNLP, salió a responderle diciendo que las afirmaciones del funcionario son una descalificación a la tarea histórica de las Madres y Abuelas. «Estas organizaciones son el núcleo constitutivo de la nación democrática y un emblema universal en favor de la vigencia irrestricta de los Derechos Humanos».

Las palabras del ministro no sólo agreden a una parte esencial de la memoria histórica del país (del mismo modo que lo hicieron las Madres apoyando al dictador Maduro), sino que también buscan desacreditar la lucha por los derechos humanos que nos define como sociedad. Estas afirmaciones deben ser merecedoras del más enérgico repudio y un llamado a la reflexión de toda la comunidad jurídica y científica», concluyó el sarasero camarista ultra K, discípulo de Zaffaroni. Por ahora hay empate.

Share