Por Hernán Andrés Kruse.-
En su edición del 22 de diciembre de 2024, Clarín publicó un artículo de Eduardo van der Kooy titulado “La fase imperialista de Milei”. Escribió el columnista político: “Javier Milei parece repetir una lógica propia de proyectos hegemónicos que los libertarios, al menos todavía, no representan. En esa intención, hasta podría descubrirse una colosal paradoja ideológica. El Presidente imagina un tiempo de expansión política inspirado en un dirigente al que citó hace días en la Conferencia de Acción Política Conservadora. Aludió a Vladimir Lenin al afirmar que “sin teoría revolucionaria tampoco puede haber movimiento revolucionario. Es lo que pretende para su “batalla cultural” de la derecha”.
Más adelante, el autor recuerda uno de los principales libros de Lenin: “El imperialismo, la fase superior del capitalismo”. Para el líder revolucionario más relevante del siglo XX la expansión territorial es la consecuencia directa de la acumulación. Políticamente hablando, Lenin transmite el siguiente mensaje: para expandir la dominación primero hay que acumular poder. Eso es, precisamente, lo que viene haciendo Milei desde que asumió el 10 de diciembre de 2023. Todas y cada una de sus decisiones tiene como únicamente acumular todo el poder que sea posible para luego, sin rivales en el horizonte, edificar una hegemonía que tenga a los hermanos Milei como jefes supremos.
Milei tiene en mente instaurar en la Argentina una nueva hegemonía. Sigue, en ese sentido, los pasos de Juan Domingo Perón. Para el logro de ese objetivo es fundamental disciplinar a la sociedad, “convencerla” de que la única fuerza legítima es la que él (por Milei) lidera. La historia argentina enseña que ese disciplinamiento sólo se consigue a través de la represión. El mensaje es el siguiente: “el pueblo debe entender, por las buenas o por las malas, que nosotros somos los únicos que garantizamos el progreso y la felicidad de todos los argentinos”. Si lo entiende por las buenas, mejor. Y si no lo entiende, ahí están las fuerzas de seguridad para hacerlo cambiar de parecer.
Javier Milei asumió el 10 de diciembre de 2023. Cuatro días después el ministerio de Seguridad dio a conocer la resolución 943/2023, conocida como “Protocolo antipiquetes”. El diagnóstico del gobierno nacional es el siguiente: el país está como está por obra y gracia de los piqueteros y de quienes los acompañan en su tarea destructiva y disolvente. La decadencia de la Argentina es la lógica consecuencia de estos energúmenos que no trepidan a la hora de cortar calles y rutas nacionales, violando los derechos de los argentinos republicanos y decentes. En consecuencia, deben ser reprimidos sin misericordia.
El protocolo antipiquetes es abiertamente inconstitucional porque impide a los argentinos protestar contra un gobierno que atenta contra los valores consagrados en el Preámbulo. Si un grupo de ciudadanos protesta en la vía pública porque el gobierno, con su plan económico, atenta contra el bienestar general o porque lesiona la libertad de expresión, por ejemplo, de acuerdo con el protocolo antipiquetes comete un delito. En definitiva, lo que persigue el gobierno libertario es que los díscolos no tengan más remedio que agachar la cabeza, porque en caso de no hacerlo se las tendrán que ver con “las fuerzas del orden”.
A continuación paso a transcribir el articulado del protocolo de Bullrich (fuente: Argentina.Gob.Ar).
Artículo 1: En el marco del presente PROTOCOLO PARA EL MANTENIMIENTO DEL ORDEN PÚBLICO ANTE EL CORTE DE VÍAS DE CIRCULACIÓN, las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales intervendrán frente a impedimentos al tránsito de personas o medios de transporte, cortes parciales o totales de rutas nacionales y otras vías de circulación sujetas a la jurisdicción federal. También podrán intervenir en territorios provinciales o de la CIUDAD AUTÓNOMA BUENOS AIRES en los casos y bajo las condiciones establecidas por los artículos 23 y 24 de la ley de Seguridad Interior Nº 24.059.
Artículo 2: La intervención a la que se refiere el artículo anterior se producirá sin que necesariamente medie orden judicial, toda vez que se trata de un delito flagrante reprimido por el artículo 194 del Código Penal de la Nación Argentina; sin perjuicio de la comunicación inmediata al juez o al fiscal competente.
Artículo 3: Por impedimentos al tránsito de personas o medios de transporte, cortes parciales o totales de rutas nacionales y otras vías de circulación debe entenderse cualquier concentración de personas o colocación de vallas u otros obstáculos que disminuyeren, para la circulación de vehículos, el ancho de las calles, rutas o avenidas, o que estorbaren el tránsito ferroviario, aun cuando no crearen una situación de peligro, o que impidieren el ingreso de personas a lugares públicos o empresas. No se tomará en cuenta, a tales efectos, el hecho de que los perjudicados tuvieren otras vías alternativas de circulación.
Artículo 4: La acción de las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales, ante tales situaciones delictivas, estará orientada a despejar los accesos y las vías de comunicación o de transporte, en el marco de la ley y en cumplimiento de sus fines hasta dejar totalmente liberado el espacio destinado a la circulación.
Artículo 5: En los procedimientos destinados a alcanzar los objetivos previstos en el artículo anterior, los efectivos emplearán la mínima fuerza necesaria y suficiente, con especial atención y cuidado ante la presencia de niños, mujeres embarazadas o ancianos. Esa fuerza será graduada en proporción a la resistencia opuesta por los manifestantes o sus apoyos, siempre con empleo de armas no letales.
Artículo 6: En la medida de lo posible, deberán ser identificados los autores, cómplices e instigadores, mediante filmaciones y otros medios digitales o manuales, con registro prioritario de los datos de sus líderes y organización con la cual se vinculan, sin perjuicio de proceder a su detención, cuando así corresponda legalmente.
Artículo 7: También serán identificados los vehículos con los cuales los manifestantes hubieran sido transportados. Si se registrare una infracción a las reglas vigentes para los vehículos de los cuales se trate y el tipo de actividad para la que estuvieran habilitados, o bien de los conductores, se comunicará esa circunstancia a las autoridades de contralor correspondientes. Si de los hechos surgiere claramente que los conductores de esas unidades hubieren sido partícipes del delito, en cualquier grado, en orden a las prescripciones del Código Penal de la Nación Argentina, se procederá de acuerdo con la orden de la autoridad judicial.
Artículo 8: Los datos de los autores, cómplices, instigadores y organizadores que hubieren podido ser registrados por las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales –ya se trate de organizaciones formales o informales, con o sin personería jurídica, gremios o partidos políticos– serán remitidos al MINISTERIO DE SEGURIDAD para su comunicación a la autoridad de aplicación correspondiente, a los efectos de la adopción de las medidas administrativas que corresponda.
Artículo 9: Cuando se observare la comisión de actos que presumiblemente pudieran ocasionar daño ambiental en los términos de la Ley N° 25.675, su reglamentación y normas complementarias, se dará aviso al juez competente y a la autoridad ambiental correspondiente.
Artículo 10: Los datos a los que se refiere el artículo precedente serán también comunicados a la autoridad a cargo de la protección de los menores cuando se comprobare que se ha llevado a niños o adolescentes a la concentración, con riesgo de su integridad física y en detrimento de su concurrencia a los establecimientos educacionales.
Artículo 11: El MINISTERIO DE SEGURIDAD, por medio de sus servicios jurídicos, podrá demandar judicialmente a las organizaciones a las que se refiere el artículo 8º, así como a las personas individuales que resultaren responsables, por el costo de los operativos que se hubieren desplegado para hacer cesar los actos ilegítimos. Asimismo, se remitirán los datos a la jurisdicción pertinente, a los efectos de que las entidades perjudicadas puedan iniciar acciones de resarcimiento por los daños y perjuicios que hubieren sido ocasionados contra el patrimonio público y las personas. En caso de tratarse de extranjeros con residencia provisoria en el territorio argentino, se enviarán sus datos a la DIRECCIÓN NACIONAL DE MIGRACIONES, a los fines pertinentes.
Artículo 12: Por vía de la SECRETARÍA DE SEGURIDAD Y POLITICA CRIMINAL, o el área que en el futuro la remplace, de este Ministerio, se creará un registro de las organizaciones que participan de las acciones referidas en el artículo 1º, así como del número de infractores identificados de cada una de esas entidades, sin inclusión del nombre de las personas físicas hasta tanto no exista resolución judicial sobre ellas.
Saque el lector sus propias conclusiones.
17/03/2025 a las 8:29 AM
Siembran vientos. Veremos como se portan en la cosecha.
17/03/2025 a las 9:53 AM
Milei ES PERONISTA.
17/03/2025 a las 10:35 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Delincuentes y barrabravas hacen política
Joaquín Morales Solá
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
16/3/025
Fueron postales de una sociedad anómica, sin ley ni orden. Nadie estuvo en su lugar. Nadie hizo las cosas como deben hacerse. Una protesta de jubilados fue siempre una protesta pacífica. ¿Quién vio a un jubilado tirar piedras o incendiar autos? Pero en la tarde del miércoles último, ingrato y sorpresivo, se les unieron a los jubilados una mezcla de barrabravas y de otros delincuentes, según una denuncia pública del gobierno de la Capital.
Dijo, por ejemplo, que más de la mitad de los manifestantes eran personas con antecedentes penales por violación de la ley de drogas, atentado y resistencia a la autoridad, daños, robos, arrebato, hurto y lesiones. El Estado debe reaccionar ante ese grado de violencia en el espacio público, que incluyó la destrucción de bienes también públicos. Las imágenes en tiempo real de la televisión dejaron el registro de tanto vandalismo que provocaron la náusea de la pacífica mayoría social. Ningún Estado razonable acepta sin responder semejante desafío al monopolio estatal de la fuerza. El problema en la Argentina es que esa respuesta pasa de la insoportable parálisis en tiempos kirchneristas a una represión excesiva, que dejó heridos en muy mal estado, sobre todo uno de ellos, el fotógrafo Pablo Grillo, con pérdida de masa encefálica. Las fuerzas de seguridad de los países civilizados saben reprimir las protestas violentas sin dejar un tendal de víctimas. Es probable, además, que el peronismo se haya puesto el traje de fajina para un combate frontal contra el gobierno de Javier Milei. ¿Es el reloj de arena que se dio vuelta, según la destituyente metáfora de Cristina Kirchner? Puede ser. El peronismo en general, y el kirchnerismo en particular, suele transitar el desierto político que le tocó tras una derrota con el alegórico helicóptero en el hombro. Los barrabravas fueron siempre funcionales al kirchnerismo, a los sindicatos y hasta al narcotráfico. En ese lodo chapotean algunos políticos. No es descabellado suponer que hayan sido promotores de los desmanes los intendentes peronistas de La Matanza, Fernando Espinoza, y de Lomas de Zamora, Federico Otermin; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, los acusó a los dos de financiar y de proteger en sus territorios la concentración previa de los violentos manifestantes. Horas después, la CGT convocó a un paro general, supuestamente para el próximo 10 de abril, para protestar porque el Gobierno reprimió la violencia de los barrabravas y de los otros delincuentes. El compromiso de la CGT con el peronismo es histórico y definitivo, aunque a veces lo nieguen. ¿Cuándo le hicieron una huelga a Alberto Fernández, que tuvo los índices de inflación más altos de los últimos años y fue, por lo tanto, el que más depreció el salario de los trabajadores? “Un gobierno peronista no toma decisiones contra los laburantes”, justificó tal pacifismo el dirigente del sindicato mecánico Mario Manrique. ¿No resolver la inflación no es también una decisión? Sí, aunque la decisión signifique la indecisión. La protesta de los jubilados, que nunca hubiera sido violenta sin la compañía del salvajismo, tiene sus razones. Las jubilaciones fueron la variable de todos los ajustes durante los gobiernos de los últimos años. Entre enero de 2020 y diciembre de 2023, el período en que gobernó Alberto Fernández, los jubilados perdieron su capacidad de compra entre el 30 y el 46 por ciento, según los salarios. Además de agregarle a la Anses más de tres millones de jubilados sin los aportes necesarios, Cristina Kirchner se pasó sus dos mandatos presidenciales incumpliendo las resoluciones de la Corte Suprema de Justicia que le ordenaba implementar una nueva y mejor fórmula de aumentos para las jubilaciones. Ni siquiera convirtió en ley esa jurisprudencia de la Corte, que es lo que hubiera hecho cualquier otro gobierno. Cada jubilado debía, por lo tanto, iniciar su propio juicio. Los tribunales llegaron a promover, con razón, el espectáculo grotesco de cerrar por algunos días los viejos edificios de la justicia previsional para liberarlos de expedientes. Corrían el riesgo de derrumbarse por tanta carga de papeles. Es una deuda de la que algún día deberá hacerse cargo algún gobierno.
Ese mismo miércoles de furia y fuego sucedieron otras escenas de violencia, pero dentro de la Cámara de Diputados. El pugilato entre legisladores y las actitudes violentas entre diputadas involucraron solo a parlamentarios del oficialismo o a aliados a él. No fue como aquel diciembre de 2017, cuando Mauricio Macri era presidente, y el bloque kirchnerista de diputados intentó hacer un violento golpe contra el entonces presidente del cuerpo, Emilio Monzó. En aquel día hubo también violencia fuera y dentro del recinto de Diputados; dentro del palacio parlamentario, la excitación y la saña fueron lideradas por Leopoldo Moreau. Cuando no. El miércoles último ocurrieron, en cambio, hechos lamentables dentro del propio mileísmo y promovidos por filias y fobias entre los seguidores del Presidente. ¿Por qué? La escasez de dirigencia de nivel con la que Milei llegó al poder dejó en el Congreso a personas surgidas de la marginalidad intelectual y política, una mezcla de aventureros y de comerciantes de la política. Sucede en todas partes: los outsiders llegan al poder con lo que pueden, no con lo que deben. No es una justificación; es solo una explicación posible.
Parte de la Justicia sigue en manos del kirchnerismo. ¿Cómo analizar, si no, la actitud de la jueza en lo penal y contravencional de la Capital Karina Andrade, quien liberó en el acto a los violentos manifestantes? Andrade, que fue denunciada por abuso de poder contra el personal de su juzgado, argumentó que la Constitución garantiza el derecho a la protesta y a la expresión. La jueza leyó la Constitución con los lentes que le prestó Eugenio Zaffaroni o el miércoles vivió en un país que no es este. Existe, cómo no, la garantía constitucional para la libertad de expresión y el derecho a la protesta, pero no para depredar el espacio público, ni para incendiar vehículos del Estado, ni para herir a policías o gendarmes. Todo tiene que ver con todo, repite la lideresa del kirchnerismo. A veces, el aforismo se vuelve contra ella. La jueza Andrade llegó a su cargo actual de la mano de funcionarios camporistas en tiempos de Alberto Fernández. A su vez, la facción política de Cristina Kirchner tiene una relación muy vieja con los barrabravas. El puntero kirchnerista Marcelo Mallo creó en pleno gobierno de Cristina Kirchner la agrupación Hinchadas Argentinas Unidas, que nucleaba a once dirigentes de los grupos más violentos que viven a la sombra de los clubes de fútbol. El kirchnerismo no tiene manera de esconder su vieja complicidad con los barrabravas.
El paisaje de ruina y desolación del miércoles en la Plaza del Congreso les dejó también una advertencia a los dirigentes políticos sensatos sobre las próximas elecciones. “Si el peronismo va unido y el resto somos setenta ofertas distintas, Cristina podría ganar hasta en la Capital”, dramatizó un radical que conserva una buena relación con Pro y con el peronismo de Miguel Angel Pichetto, que no es, desde ya, el peronismo conducido por la viuda de Kirchner. Jorge Macri decidió adelantar las elecciones porteñas, pero se trata solo de las elecciones de legisladores locales. Se harán el 18 de mayo; dentro de tres días vencerá el plazo para inscribir alianzas para esos comicios. Junto con los otros distritos, la ciudad de Buenos Aires elegirá en octubre los senadores y los diputados nacionales. El primer desafío del gobernante Pro en la Capital será, entonces, en mayo. Será también un pronóstico del futuro. Karina Milei, que no los quiere a los Macri, está detrás de una lista en soledad de la oficialista La Libertad Avanza; su principal dirigente en el distrito federal es Pilar Ramírez, a quien la hermanísima usa para sabotear desde la Legislatura a Jorge Macri. Ramírez fue una destacada funcionaria de La Cámpora en Aerolíneas Argentinas, que Mauricio Macri echó cuando llegó a la presidencia. Tal vez su bronca contra los Macri viene de viejas camorras que Karina Milei utiliza para su estrategia electoral. Hasta Horacio Rodríguez Larreta deslizó que podría ser candidato a legislador local por su propio partido; cualquier cantidad de votos que él saque serán perjudiciales para Pro, donde militó desde la creación de ese partido político. Cuidado: el kirchnerista Leandro Santoro, que no es un camporista arrogante, está muy cerca en las encuestas. Según aceptan dirigente del propio Pro, Santoro ya cuenta con el 27 por ciento de intención de votos. Al frente de él, lo que fue Juntos por el Cambio ya no existe; Rodríguez Larreta podría dividir a Pro; el radicalismo se hunde en la inexistencia, y la Coalición Cívica anunció que se presentará sin alianzas. No serán setenta, pero son muchos para enfrentar a un solo peronismo.
Ni Karina Milei ni Pilar Ramírez están solas. La más pendenciera contra los Macri suele ser la ministra Bullrich, que olvidó rápidamente que gracias a uno de ellos (“Macri, Mauricio”, como ella lo llama) llegó a una cima que no imaginaba en la vida pública. ¿O Patricia Bullrich conjeturó alguna vez que podría estar cerca de la presidencia de la Nación? Antes, había hecho lo mismo con Elisa Carrió, quien la llevó a la Cámara de Diputados, y nunca se la escuchó hablar de Fernando de la Rúa luego de la caída de este; De la Rúa la convirtió en ministra por primera vez en su vida. Bullrich es una eficiente ministra de Seguridad (“A veces, no mira dónde están los límites”, moderan algunos funcionarios del propio Gobierno), pero ahora aspira a ser jefa de Gabinete o candidata a vicepresidenta de Milei en 2027. Es probable que Karina Milei la use para desgajar a los Macri en las elecciones de octubre como candidata a senadora nacional.
Milei, Javier, para remedar el estilo de Bullrich, supone que en la Capital no debería haber una alianza de su partido, La Libertad Avanza, con Pro. No lo quiere a Jorge Macri. Pero, al contrario, está interesado en una coalición electoral con el partido que fundó Mauricio Macri en la provincia de Buenos Aires. Aspira a terminar con el liderazgo de Cristina Kirchner y de Axel Kicillof en el feudo más importante del kirchnerismo. Sabe que un triunfo del kirchnerismo en la provincia sería un pésimo mensaje a los mercados de aquí y del exterior. También una victoria peronista en la Capital, aunque no lo reconozca. Una pregunta es pertinente: ¿podría haber un Pro opositor en el distrito porteño y, al mismo tiempo, oficialista en la provincia de Buenos Aires? Difícil. La frontera entre la Capital y el conurbano es un capricho de la cartografía muy lejano de la gente común. Aunque los oficialistas no creen en los medios periodísticos tradicionales, lo cierto es que los capitalinos y los que viven en el conurbano bonaerense consumen la misma información y los mismos medios. ¿Patricia Bullrich seguirá desenfrenada contra los Macri, mientras el macrista Diego Santilli intentará defender a Milei en el arisco conurbano? La gente común prefiere más claridad cuando entra a un cuarto oscuro para votar.
El Presidente no acepta tampoco que la forma y el fondo son indivisibles. Según las reglas de la democracia, las formas son el fondo. Javier Cercas escribió que una buena causa defendida con malas formas puede convertirse en una mala causa. La pacificación del país debería comenzar por la palabra presidencial. Un sector social se acostumbró a que el Presidente haya convertido el agravio y la calumnia en una adicción personal. Hasta lo observa con cierta simpatía. Pero la violencia de los actos es solo la instancia final de las palabras violentas.
17/03/2025 a las 11:36 AM
¿Delincuentes y «barras bravas» hacen política?. Una queja de un «periódico comprometido» clama por Milagro Sala, alegando: «presa política». Desinformación izquierdista, desde que es una «política presa» por delincuente (Líder de pandilla en el norte argentino).
17/03/2025 a las 2:59 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Milei perdió el foco y cae en las encuestas pero acuden en su ayuda falsos hinchas y Firmenich
Ricardo Roa
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
16/3/025
Lo menos que puede decirse es que estaba pasando un mal momento. No pegaba una desde su animalada contra los gays en Davos y le había caído como un rayo el cryptogate y su desfile de buscas con acceso VIP a la Rosada. Raro que alguno pasara un Veraz. Pero ahí estaban, al mando de inversiones financieras incomprensibles. Pasó lo que tenía que pasar: dejaron un tendal y un pagadiós de decenas de millones de dólares.
Milei armó una entrevista para bajarle el precio al escándalo pero lo que se recordará de ese reportaje será la intervención de su asesor estrella para indicarle al periodista que podía publicar y, de hecho, que no podía publicar. Defendemos la libertad de prensa siempre que nos favorezca.
Es el nuevo kirchnerismo de derecha. Pero con las crypto estamos como cuando llegamos de España: sin saber si se montó una estafa o fue una jugada inocente y desdichada para ganar dinero y repartirlo, en parte, entre emprendedores. En el mejor de los casos, Milei y su hermana Karina, que quedó golpeada, pisaron el palito. Y Novelli y Terrones Godoy, los dos actores principales, lejos del gobierno.
Después vino el comienzo de sesiones del Congreso y otra oportunidad perdida. La plaza vacía y el recinto semivacío y un desaire del presidente a la Corte y otro a la vice Villarroel, como si fuera lo más normal del mundo. Milei ganando amigos: siempre puede agredir más de lo que se piensa. Hay que tenerle confianza. Resultado a la vista: tampoco se recordará esa noche por lo que Milei dijo sino por lo que su asesor estrella hizo. Lleno de odio, apretó al diputado Manes, que lo había sacado de quicio. Gracias a Caputo, Manes tuvo su minuto de fama. El que se calienta pierde, decía Menem. Tenía razón.
Escándalo con las cryptos, que puede traerle problemas serios en la justicia, más arrebatos y peleas innecesarias y autoritarismo a destajo. Es difícil entender lo que le pasa a Milei y probablemente inútil. Pero está claro que no lo votaron para eso. Con las subas de algunos precios y la decisión de meter por la ventana a Lijo y García-Mansilla en la Corte, armó un combo que explica por qué tiene la peor imagen desde que asumió. Lo recogen todas las encuestas, aunque canten cifras distintas. La caída es entre 6 y 10 puntos. Es la foto de hoy: los próximos meses dirán si marca una tendencia.
Comentario exprés: se sabe que Milei no usa freno de mano. Frenar para él significa rendirse o ir para atrás. Le pasa con la Corte. Se ha demostrado que con tres jueces funciona. Y es la Corte que le puso límite al kirchnerismo y a la que Cristina intentó echar. ¿Alguien puede explicar por qué se metió o se dejó meter por Lorenzetti en este baile por el que paga un costo absurdo? El 40% de los cargos de fiscales y el 30% de los jueces está vacante y Milei, desenfocado, no ha mandado un solo pliego.
Volvamos a lo central. Dios aprieta pero no ahorca: con récord de errores no forzados, llegaron para tirarle una soga a Milei una marcha de jubilados sin jubilados del partido Obrero y otra violenta de hinchas de fútbol sin hinchas de fútbol, a menos que llamemos así a barras y matones financiados por la política, sobre todo por el peronismo, que después de las crypto huele sangre.
Provocaron a la Policía para que la Policía reprimiera y pudieran después denunciar la represión policial. De manual. Batalla campal con piedras, fuegos y destrozos. Milei, agradecido. La mancha es el bombazo de gas lacrimógeno que recibió el fotógrafo y militante Pablo Grillo. Le pegó en la cabeza y lo dejó en estado crítico. Bullrich consideró normal el disparo. Los videos prueban otra cosa: no salió hacia arriba, como indica el protocolo, sino horizontal hacia Grillo.
Hubo otros protagonistas insólitos. Uno, Mario Firmenich, que salta en todos los centros. En un video llamó a sumarse a la marcha barrabrava no como ex jefe montonero sino como hincha de Racing. No debiera sorprendernos: es el Firmenich que denunció que el establishment mundial buscaba reducir la población del planeta y que acusó a los copitos de Sabag Montiel de promover la guerra civil. Hace 50 años metía miedo. Hoy el indultado Firmenich mete bronca, y si no fuera por sus crímenes, provocaría lástima.
Por si hacía falta algo más, apareció la jueza de garantías porteña Karina Andrade, que liberó a casi todos los presos echándole la culpa a la Policía porque no le había informado qué delitos habían cometido cada uno. Una excusa: en dos horas era imposible que la policía pudiera terminar el sumario de más de 114 detenidos en la calle. Y la ley le da 24 horas de plazo.
Tampoco pidió a Reincidencia los antecedentes para saber el historial de los detenidos. Hizo todo mal. Lo peor: se justificó hablando del derecho a protestar que tiene protección constitucional. Debe haber tomado clases de derecho con Cristina: la protesta nunca protege la comisión de delitos. Andrade llegó a jueza de mano de la camporista Siley, que maneja el bloque K de la Magistratura y fue una de las impulsoras del juicio a la Corte. Siley ahora propone para Casación Federal a la jueza ultracristinista López Iñíguez, de quien Andrade fue secretaria. Todo tiene que ver con todo.
Detrás hay otra historia que permite entender por qué estos jueces. Es de los dos socios que se reparten desde hace años la justicia porteña. Como Silva y Acosta, los albañiles del club Lanús, tiran paredes todo el tiempo. Uno: Olmos, que apadrinó a Andrade. Fue Alberto Fernández y hoy es Cristina. El otro, Angelici, que es radical y del Pro. Mejor no hablemos sobre sus jueces. Ambos manejan la Magistratura, donde se dice que el día que vayan a trabajar todos los contratados, explota.
La última: un ex de Angelici, el ex radical de Pompeya y diputado libertario Zago, que no es Lisandro de la Torre claramente, le dio sin querer a Martín Menem la oportunidad para levantar la sesión en Diputados este miércoles. Se levantó enfurecido para trompear a otro diputado, Menem vio que se caía el quórum y gritó no va más, como en la ruleta. Con el Gordo Dan y los tuiteros no alcanza para gobernar. Mucha gente sigue queriendo que les vaya bien, pero tiene, tenemos, mucha menos fe en que así les pueda ir bien.
17/03/2025 a las 3:01 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Una Argentina con semanas bisagras
Roberto García
Fuente: Perfil
(*) Notiar.com.ar
16/3/025
Funciona el personaje como si fuera Rufus, apelativo que no le disgusta, un sobreviviente del Apocalipsis zombie en el mundo del cómic. Al menos tiene buen humor Manuel García-Mansilla, integrante de la Corte Suprema por decreto, temporal (nadie sabe si dura 72 horas o hasta fines de noviembre), quien actúa como si se fuera a quedar dos décadas en ese tribunal, el límite de edad permitido para un ministro hoy de 55 años. Ha armado ya un equipo judicial con gente del Palacio de Justicia, firma resoluciones –la cátedra sostiene que son válidas–, y parece desentenderse de un proceso que depende de dos mujeres: el transitorio, corresponde a Victoria Villarruel, quien determinará cuándo convoca al Senado y trata su designación y, el más duradero de Cristina de Kirchner, quien dispone de suficientes senadores para expulsarlo o confirmarlo en el tribunal.
Como se sabe, hacen faltan menos votos para echar a un ministro que para confirmarlo: con 25 almas es suficiente, la viuda dispone de 33. Para la opinión mayoritaria, Rufus está en el cajón, velándose. Como respira, García- Mansilla no atiende esa circunstancia lúgubre.
Con Ariel Lijo sucede una situación semejante a pesar de que no juró porque evitaron concederle licencia y, se supone, su caso será tratado una semana antes que el de García-Mansilla. Quizás el jueves próximo, si es que lo decide Villarruel, la vicepresidenta a cargo de las convocatorias al quórum. Cinco días complejos, de negociaciones arduas e inestabilidad política y con una Cristina muda (para este tema, claro). Como forma de apresurarla, en el oficialismo amenazan levantar la ficha limpia como proyecto de ley, un jaque perpetuo a la dama: si se concreta la norma no podría ser candidata y si consiente formar una mayoría contraria en la
Corte, quizás iría presa en pocos meses. Un dilema para ella: tanto poder en la Cámara alta no le alcanza para dormir en paz. Ni ella ni sus hijos.
La semana se vuelve excitante no solo con estos casos, nadie sabe si Javier Milei puede salvarse de explicar su participación en el escándalo de la criptomoneda y, menos, si lo habrá de acompañar la oposición –también en Diputados– para aprobar el acuerdo con el FMI, cuyo contenido no se conoce (como no se conoció en su momento, el pacto secreto entre Cristina y Chevron). Alto voltaje en cinco días a prorrogarse por un paro de la CGT (casi seguro, el 7 de abril), acompañando, entre otras razones menos sensibles, el reclamo de los jubilados y las derivaciones de un acontecimiento previo: el recordatorio del 24 de marzo de 1976 que inmortaliza la llegada al poder de los militares. Se supone que a estos actos sobre el pasado no concurrirán los violentos barras bravas, con camisetas y vuvuzelas, como ocurrió la semana anterior con la solidaridad de los hinchas con la clase pasiva. Falta otro dato clave: este miércoles se conocerá la constitución de los frentes para las próximas elecciones y, en ese juego de intereses, mañana por ejemplo, se comunicará seguramente que Horacio Rodríguez Larreta se separa del PRO y va por su cuenta y asociados. Como Milei y Mauricio Macri no comen milanesas, o sea no se vislumbra un acuerdo entre ellos, el candidato peronista radical, o viceversa, Leandro Santoro, dejará la dieta para abalanzarse sobre esos filetes empanados que los argentinos ya bautizaron como propios. Como la birome, el colectivo, la salsa golf y Gardel.
Quedan dudas sobre la acción de la CGT el próximo 7. Se suman a las piedras contra la Casa Rosada o instalan su viejo murallón para contener a la izquierda: no le fue mal al sindicalismo con esa excusa para justificar sus vínculos con los gobiernos de turno. Podrían figurar sus dirigentes en la nómina de los próceres de la Guerra Fría, justo ahora que Donald Trump parece reiniciar esa contienda. Como siempre, los dirigentes se muestran divididos sobre la energía a aplicar en los próximos acontecimientos, curiosamente Hugo Moyano no se integra a la línea de los “duros” que antaño eran los “blandos”. Por citar algunos raros críticos repotenciados: Andrés Rodríguez, del sector público, y Gerardo Martínez, Construcción. Uno afectado por la pérdida de poder adquisitivo en el sector del Estado y el otro por la disminución de trabajadores en su gremio (pérdida de 550 mil a más de la mitad). Además de quejarse por el 1% por mes de aumento en las paritarias, y el apartamiento de la alta complejidad médica, otros intereses a negociar plantea la CGT: Milei, vía Federico Sturzenegger les tocó también las obras sociales, en rigor parte de la plata que gira en ese universo. Ya lo había intentado Macri en su administración, ahora se hizo más efectivo y con beneficios obvios para algunas prepagas famosas y ciertos hospitales. De Belocopitt a Fraomeni, sin olvidar al Italiano, entre otros. Denuncian los sindicatos un negocio que daña en particular a Sanidad (Héctor Daer), Telefónicos, Gas, parte de Luz y Fuerza y Obras Sanitarias, explicando su razón: primero vinieron por el dinero, luego por los afiliados. Justifica el Gobierno que hay gremios con pocos trabajadores, pero que albergan cuatro o cinco veces el número de inscriptos en las obras sociales (caso de Capitanes de Ultramar), los “desregulados” que ahora son capturados por algunos grupos médicos. Hay un dictamen al respecto, la autoridad es cuestionada y, por supuesto, comienza una etapa de judicialización. Los sindicatos patean el hormiguero con la Justicia y el paro, también con su inquietud por los jubilados. Nadie los va a acusar de insolidarios.
Una Argentina doble de cuerpo, con semanas bisagras, nerviosismo social y político, tal vez con cierta manifestación de confianza en el plano económico: hubo más respaldo en la recuperación de los mercados, acciones y títulos, el número de inflación y gente interesada para lograr créditos a pagar en 30 años.
Se supone que la mayoría de esa gente no hace cola para enseguida pasarse al dólar y violentar aún más la estabilidad cambiaria. A Milei le cuesta, en el doble de cuerpo, mostrar al que es falso, voraz y especulativo. Distinguirlo del suyo.
El FMI parece entenderlo, también por su propia vulnerabilidad: la Argentina se ha esforzado más de lo que exige el organismo y es su principal deudor.
17/03/2025 a las 3:04 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Violencia política: Milei redobla la apuesta
Fernando Laborda
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
16/3/025
A diferencia del criptogate, ante el cual el Gobierno debió asumir una posición defensiva, Javier Milei manifiesta sentirse cómodo frente a los cuestionamientos que desde la oposición se le han formulado al accionar de las fuerzas de seguridad durante los violentos incidentes registrados el miércoles último en las inmediaciones del Congreso de la Nación. El Presidente redobló su apuesta frente al desafío y, a pesar de las críticas a la represión policial, no dudó en respaldar públicamente a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y en denunciar a los presuntos responsables de los hechos de violencia.
“Me gusta acelerar en las curvas”, expresó ayer Milei al exponer durante la muestra Expoagro, en San Nicolás, adonde concurrió con la ministra Bullrich en señal de apoyo a la tarea de las fuerzas federales que se enfrentaron con manifestantes que provocaron serios destrozos en la vía pública e incendiaron dos patrulleros, al cabo de una tensa jornada en la que se registró una veintena de heridos, entre los cuales lucha por su vida el fotógrafo Pablo Grillo, tras recibir en su cabeza el impacto de una cápsula de gas lacrimógeno lanzada por efectivos de la Gendarmería.
“El que las hace las paga. Los buenos son los de azul; los hijos de puta, los que andan con trapos en la cara. Los vamos a meter presos y vamos a defender la República. Porque no es que vienen contra mí, vienen por ustedes. Yo estoy en el medio”, afirmó el Presidente. Poco le importa que su ministra pudiera haber quedado atrapada por sus propias explicaciones, intentando persuadir a la opinión pública de que no hubo mala praxis en quien disparó la granada de gas que hirió de gravedad al referido fotógrafo. Para Milei todo es parte de una batalla cultural.
El primer mandatario no deja de sentirse cómodo teniendo que justificar la acción de las fuerzas del orden. Está convencido de que la ciudadanía premiará en las urnas tanto su vocación por terminar con el déficit fiscal y la inflación como su afán por garantizar el orden público en las calles. Se halla persuadido de que la ciudadanía no le dará la espalda por enfrentarse con sectores tan mal vistos por la inmensa mayoría de la sociedad como los integrantes de las barras bravas del fútbol local, que en muchos casos no son otra cosa que asociaciones ilícitas al servicio de grupos políticos y sindicales, y vinculadas con negocios ilícitos.
Para el Gobierno está claro que la oposición no obtendrá rédito político alguno mientras su lucha contra las políticas del oficialismo quede, como en la reciente movilización, en manos de sectores violentos que son cuestionados por la amplia mayoría de la ciudadanía.
La defensa de los jubilados fue, de acuerdo con lo que se vio en la zona del Congreso, una mera excusa para que grupos violentos sembraran el caos con la intención de debilitar a un gobierno que no es de su signo político. Es de hacer notar que ninguna de las barras bravas que nutrieron de manifestantes a la movilización hizo semejantes planteos cuando el gobierno de Alberto Fernández modificó la fórmula para el cálculo de los aumentos de los haberes jubilatorios en perjuicio de la llamada clase pasiva. Tampoco cuando Cristina Kirchner desconoció el 82% móvil, a pesar de lo cual se convirtió en beneficiaria de una jubilación de privilegio cien veces mayor que un haber jubilatorio mínimo.
Recientes estudios de opinión pública sugieren, además, que la inseguridad ha comenzado a superar a la inflación entre las principales preocupaciones, por lo que la sociedad valora cada vez más la lucha contra la delincuencia y el orden en el espacio público, al tiempo que detesta las doctrinas abolicionistas o garantistas en materia penal. Ya lo puntualizó el propio Milei en la Asamblea Legislativa del 1° de marzo, cuando inauguró el presente período legislativo: “Ser tolerante con los delincuentes es castigar a las personas de bien”, expresó en medio de críticas al pensamiento zaffaroniano, que le adjudicó al gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
El combate contra la inseguridad, la elevación de las penas y la disminución de la edad de imputabilidad son los caballitos de batalla del oficialismo para frenar a Kicillof y al kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires de cara a la contienda electoral del 26 de octubre próximo, en la que se renovará la mitad de la Cámara de Diputados de la Nación y un tercio del Senado.
Algunas encuestas dan cuenta de una caída de la imagen positiva de Milei en el último mes, a partir del escándalo por la criptoestafa. Sin embargo, no hay por ahora indicios concretos en esos relevamientos de que la oposición pueda estar capitalizando a su favor el apoyo que el oficialismo estaría perdiendo.
Con todo, no se trata simplemente de ver la fotografía de la realidad política presente, sino de predecir la evolución de la situación. En tal sentido, surgen al menos tres desafíos para el gobierno de Milei:
•La posible escalada de protestas, a partir de la anunciada convocatoria de la conducción de la CGT a un paro de actividades hacia el 10 de abril y la probabilidad de un consecuente desgaste del Presidente.
•La necesidad de renovadas señales que brinden confianza a los mercados y a los inversores, empezando por la concreción de un acuerdo con el FMI que no encuentre obstáculos en el Poder Legislativo.
•El armado de las listas de candidatos a cargos electivos para las próximas elecciones nacionales. Dentro de esta cuestión, no será menor la posición que se adopte ante Pro a la hora de sellar una alianza electoral o no hacerlo, con el riesgo de potenciar las chances de una victoria kirchnerista en la provincia de Buenos Aires.