Por Jorge Augusto Cardoso.-
Un viejo aforismo sentencia que: “quién puede lo más, puede lo menos”, y esto es exactamente lo que está ocurriendo con el empleo de las FFAA que, preparadas para el mayor de los conflictos, como es la guerra, se encuentran empeñadas en operaciones de seguridad, como ha dispuesto el Ejecutivo. Es decir que ellas están realizando lo que, en esencia, les corresponde a las Fuerzas de Seguridad (FFSS); y esto es así porque su personal tiene las capacidades para ello; faltaría dictar leyes que proporcionen el marco jurídico para este desempeño. Si la situación fuera a la inversa, ¿tendrían las FFSS la capacidad de guerrear, es decir, hacer la guerra? Claramente no, pues carecen del material y entrenamiento necesario para ello.
Dicho lo precedente, ¿por qué las FFAA cobran menos que las FFSS? En mi opinión, la política salarial que se viene llevando para con ellas parecería que tuviera como finalidad degradarlas. Sus integrantes, al carecer de adecuados medios de entrenamiento y bajísima remuneración en relación a sus capacidades intelectuales, físicas y psicológicas, mudan, no sin dolor, de carrera, en busca de mejores oportunidades para ellos y sus familias.
Urge tomar medidas para que se reafirme la especificidad de la función militar y se devuelva a sus integrantes, el orgullo de pertenecer. Es imprescindible mejorar las muy bajas retribuciones en relación con las de otros funcionarios civiles, incluidas las Fuerzas de Seguridad, cuyos salarios aumentaron mucho más que los del militar, en quien la sujeción profesional es mayor pues sus leyes particulares la constriñen.
14/05/2025 a las 8:23 AM
Es que desde el regreso de la democracia todos los gobiernos estuvieron – y están-empeñados en el desmantelamiento de las FF. AA., reduciéndolas a funciones de seguridad y no en su función específica, es decir la defensa nacional. Descrédito social, bajos salarios, poco presupuesto, materiales obsoletos, adquisición de materiales de segunda mano, desmantelamiento del complejo industrial militar. En suma, barcos que no navegan, aviones que no vuelan y soldados desmoralizados, cuyo mejor horizonte es ir a trabajar de policía en Haití, por un puñado de dólares.
14/05/2025 a las 6:39 PM
Coincido, Leoncio. Es lamentable
15/05/2025 a las 1:48 PM
Días pasados escuché a un jefe – no recuerdo si era de una fanfarria o una formación- dar la voz de firmes, al hombro ar, y el resto. Parecía una súplica, un ruego. Así lo impuso el terrorismo kirchnerista como una de las tantas acciones para disolver a nuestras queridas fuerzas. Recomiendo ver y escuchar por You Tube la voz de mando de un tambor mayor escoces, o del director del cambio de guardia en el palacio de Buckingham para ver como se llega al corazón de una tropa. Tuve el honor de cumplir mi servicio militar en el Centro de Instrucción de Caballería de Campo de Mayo hace muchos años e igual era la cosa.. No sabe el pueblo lo que pierde al ser indiferente a esta triste situación
16/05/2025 a las 10:18 PM
No quiero pensar que Los Carapintadas tenían razón…
Ya es demasiado tarde. Esta situación es irreversible.
Verlos marchar es la foto exacta del nulo espíritu militar que poseen.