Por Hernán Andrés Kruse.-
En su edición del 22 de diciembre, Infobae publicó un artículo de Ernesto Tenembaum titulado “El corazón mismo del pensamiento presidencial”. El autor afirma que, finalmente, Milei se sacó la careta, decidió mostrarse tal cual es. El presidente es un intolerante, un fanático. Se cree un cruzado que la providencia colocó en la Casa Rosada para conducir a los argentinos por el único sendero-el libertario-que conduce al ansiado destino de grandeza y desarrollo.
En su reciente visita a Roma, narra Tenembaum, el presidente manifestó lo siguiente ante jóvenes militantes del partido liderado por Giorgia Meloni: “Tenemos que ser como una falange de hoplitas”. El mensaje es claro y contundente: quienes aman la causa de la libertad deben estar perfectamente organizados para derrotar enemigo (el comunismo). Para Milei hay una guerra sin cuartel por el control del mundo entre el anarcocapitalismo y el comunismo. Para vencer al enemigo, sentencia el presidente argentino, las fuerzas del bien deben estar bien preparadas para afrontar semejante desafío. Ello significa que sus miembros deben obedecer las órdenes impartidas por el líder (el propio Milei) y nunca cuestionar los valores medulares del anarcocapitalismo. La organización es, pues, fundamental. Para combatir al mal organizado (el comunismo) sólo cabe oponerle el bien organizado (el anarcocapitalismo).
Como colofón de su discurso Milei recuerda la paradoja de Popper en relación con la actitud a adoptar frente a los intolerantes. El pensador austríaco, uno de los máximos exponentes del liberalismo como filosofía de vida del siglo XX, afirmó que no se podía ser tolerantes con los intolerantes. Rn nombre de la tolerancia no se podía aceptar cualquier cosa. Pues bien, para Milei el comunismo es intolerable; en consecuencia, se lo debe combatir hasta aniquilarlo. El problema es que para el presidente el enemigo no es sólo el comunismo sino toda corriente ideológica, incluidas las que forman parte del liberalismo, que no concuerda en un 100% con el anarcocapitalismo. En consecuencia, no pueden ser toleradas. Milei sólo concibe una única ideología verdadera, la anarcocapitalista. Si Popper viviera, Milei lo consideraría un enemigo porque siempre consideró al liberalismo como la ideología antidogmática y antiautoritaria por excelencia.
Buceando en Google me encontré con un ensayo de Juan Guillermo Estay Sepúlveda (Universidad Católica de Temuco-Chile), Mario Lagomarsino Montoya (Universidad Católica de Temuco-Chile), Juan Mansilla Sepúlveda (Universidad Andrés Bello-Chile), Marcos Parada Ulloa (Universidad Adventista de Chile) y José Luis Reyes Lobos (Ministerio de Educación Provincial San Antonio-Chile) titulado “El liberalismo de Popper: Más necesario que nunca” (Logos-La Serena-2018). Efectivamente, hoy en la Argentina el liberalismo de Popper es más necesario que nunca.
INTRODUCCIÓN
Popper al defender la sociedad abierta y el régimen democrático de gobierno se declarará como un liberal y como un viejo seguidor de la ilustración. Un pre-hegeliano. Ahora bien, aunque el propio Karl Popper se define como un liberal, nada menos que el político inglés Bryan Magee ha planteado la tesis de que Popper por los temas que ha desarrollado y las luchas que ha sostenido es un pensador que se podría inscribir dentro de la tradición social demócrata como en un destacado teórico del reformismo y el cambio gradual.
Karl Popper es un teórico que se ha declarado liberal. Un liberal muy particular que estimó como fundamental la intervención del Estado, incluso en temas económicos, particularmente en materias vinculadas al funcionamiento de la economía de mercado. Igualmente Popper es un teórico del reformismo. Un reformismo sin pausas. Un reformismo que se va haciendo cargo de los vaivenes de la sociedad. En ningún caso Popper puede ser tildado como un filósofo conservador, defensor del statu quo. En este sentido, Magee ha planteado claramente lo siguiente: “And here I must declare an interest. I am a democratic socialist and I believe that the young Popper worked out, as no else has ever done, what the philosophical foundations of democratic socialism should be. And like him I would like to see these ideas replaces the garbled mixture of Marxism and liberal minded opportunism which passes for political theory on the democratic left. In short, while making it clear that Popper is no longer a socialist, I want to claim his ideas for the democratic socialism in which he was so deeply enmeshed when he began to produce them, and in response to whose needs they were produced. This is where I believe their real significance is, and where their future lies”.
Así tendríamos un Popper cercano a las posiciones de la socialdemocracia. Lo anterior dice relación con la tradición liberal defendida por Popper, que es un “liberalismo” muy distinto del defendido por su coetáneo F. von Hayek. El liberalismo de Popper se vincula con la libertad individual y su gran capacidad de creación. Pero esa libertad debe convivir con un Estado que tiene que entregar justamente las garantías para que esa libertad se pueda expresar en toda su amplitud. Esto mismo queda de manifiesto en “La Sociedad Abierta y sus Enemigo”. Posteriormente, esta posición que se conjuga queda de manifiesto en las obras póstumas de Popper como la recopilación denominada: “Karl. R. Popper. Después de la Sociedad Abierta. Escritos Sociales y Políticos” (Shearmur & Turner, 2010), la obra de Perona “Entre el liberalismo y la Socialdemocracia. Popper y la sociedad abierta”, o en el libro de Shearmur y Stokes, “Popper. Philosophy, Politics and Scientific Method”. La filosofía política de Popper, si bien se enraíza en el individualismo metodológico, plantea de forma nítida el reformismo social y político, propios de la mejor tradición socialdemócrata. Para Popper el modelo siempre es el mismo: democracia-liberal como ideal de la sociedad abierta (que permite un abanico en las políticas desarrolladas), cuyo foco albergan las ideas socialdemócratas. No es casualidad que se elija este paradigma, máxime si añadimos la introducción de la ética kantiana para la fundamentación del socialismo moderno.
Lo anterior implica que, desde la política práctica, se da un fuerte rechazo a esos posicionamientos que han intentado instalar a Popper en aquellas posturas que defienden el statu quo e incluso las posturas neoliberales. Ralf Darendorf comentando las afirmaciones de Magee ha sostenido: “[…] el concepto de Sociedad Abierta y el libro sobre este tema muy bien podrían evidenciarse como el aporte más perdurable de Popper”. Bryan Magee no lo dice tan así en su brillante y breve tratado sobre Popper. Magee cree-y en eso sin duda tiene razón-que la obra de Popper es de una sola pieza, aunque dedica dos de los siete capítulos a la sociedad abierta. También llega a la conclusión de que la sociedad abierta contiene una visión socialdemócrata que es la misma que él, Magee, defiende.
Magee profundiza su postura sobre el pensamiento socialdemócrata que hay en Popper y también el hecho de la existencia de una filosofía práctica, que indica directrices concretas para la actuación política, y no sólo un formalismo ético propios del Kant de la Crítica de la Razón Pura. En Popper no hay solamente academia, sino que también existe la posibilidad de la recomendación para la acción tanto en las ciencias, como en el quehacer social y político.
Por su parte Popper, más allá de los respetables planteamientos de Magee y Dahrendorf, para aclarar su postura liberal, sostiene que usa el término ‘liberal’ en el sentido en que comúnmente se usa en Inglaterra y la tradición anglosajona. Por liberal no se entiende una persona que simpatiza con algún partido político, más bien una persona que otorga la mayor importancia a la libertad individual y es consciente de los peligros inherentes a todas las formas de poder y de autoridad. Además de la forma en que Popper concibe el concepto de liberalismo, este término en la historia de la filosofía y teoría política presenta una compleja historia. En este contexto, el liberalismo es una doctrina política de una larga historia y de una extensa evolución y formas de ser presentado. No obstante lo anterior, el liberalismo ha tenido básicamente dos vertientes. Una económica y otra política.
No obstante lo anterior, en la concepción de Popper se asigna una importancia fundamental a una medida que suena como contrafáctica con lo anterior. Esto es el rol del Estado y el necesario control de la libertad para salvaguardar la libertad misma. En esta forma, Popper declara: “Necesitamos la libertad para impedir que el Estado abuse de su poder, y necesitamos al Estado para impedir el abuso de la libertad. Este es un problema concreto que quizás nunca se resuelva en lo abstracto por medio de leyes; es necesario un corte constitucional, y buena voluntad más que nada en el mundo”.
Mientras que en otra obra política, Popper profundiza sobre esta situación y dice: “El deseo de libertad es algo completamente primitivo que ya encontramos en los animales […] y en los niños pequeños, y ciertamente en grados muy diferentes. Pero en el terreno político la libertad se convierte en problema. Pues la libertad ilimitada de cada individuo se vuelve naturalmente imposible por la convivencia de los seres humanos. Si soy libre de hacer todo lo que quiero, entonces también soy dueño de despojar a los otros de su libertad”.
Esta es una de las particularidades del pensamiento de Popper. La libertad se controla para no perder la libertad. El Estado debe hacer ese control. Y al mismo tiempo la libertad debe controlar al Estado para que este no abuse de su poder. En este punto encontramos una relación entre Libertad y Estado absolutamente simétrica y complementaria, para motivos de avanzar hacia la sociedad abierta y evitar los peligros del tribalismo en sus formas de totalitarismo y/o de fundamentalismo”.
PRINCIPIOS DEL LIBERALISMO Y TEORÍA POLÍTICA: HISTORIA Y PROPUESTA
Karl Popper es, como hemos sostenido a lo largo de este trabajo y de otros un pensador de amplísimas dimensiones. No tan solo es un empirista y un racionalista de tipo particular, sino también un liberal y como ya se ha señalado, es un liberal en el sentido del término inglés. El liberal es para Popper un falibilista, un racionalista crítico, un individuo que no cree que la verdad sea manifiesta o que solamente pocos tengan ojos para verla. Para Popper, la teoría que la verdad es manifiesta, está a la base de toda forma de fanatismo. En relación a este punto, intentaremos mostrar cómo Popper se hubiera opuesto de manera decidida al fundamentalismo que ha campeado en estos presentes años, sobre todo en los pocos años que van del Siglo XXI. En contraposición a Popper para el fundamentalismo sí hay una verdad manifiesta y por lo tanto un tipo de sociedad perfecta en la cual los individuos y su libertad no tienen nada que aportar.
Este pensamiento crítico lo hará patente con críticas a su propio pensamiento liberal. Si el liberalismo no es capaz de cambiar y profundizar en sus propios errores estaría siendo un símil del otro liberalismo, del cual Popper es un abierto contestatario como lo es el liberalismo utópico. Para Popper, el liberalismo utópico es imposible de ejecutar ya que la sociedad perfecta no existe, al ser seres humanos los que la van construyendo. Ahí versa, para nosotros, uno de los puntos esenciales de esta diferencia: un liberalismo que es capaz de ver sus errores y repararlos, como lo es el crítico y otro, que no verá absolutamente nada ya que se encuentra en una nube de idealismos a ultranza. El pensador austriaco hablará antes de la Sociedad Abierta y sus enemigos, de un racionalismo erróneo, “esto es, viciado, que comprende la acción racional como aquella que dispone de una forma eficaz para alcanzar fines futuros remotos”. Para esta crítica, Misseri cita el artículo “Utopía y violencia”, escrito a dos años de concluida la Segunda Guerra Mundial y cuando el mundo comenzaba su bipolaridad. Hoy Popper, no estaría de acuerdo y conforme con las atrocidades que se han visto y donde el liberalismo crítico ha quedado mudo. En ello, no compartimos la opinión de que gracias al racionalismo crítico, el capitalismo y la ideología política liberal siguen en pie y que Popper “sin lugar dudas”, estaría “orgulloso de ello”. Popper vería esto -nos atrevimos a decirlo-, como un germen del pensamiento utópico más que del pensamiento crítico, al no reparar en los errores que está provocando.
El liberal que dibuja nuestro autor, tiene, entre otras características, la de ser antihistoricista y antiperfectista. Para el liberalismo, en la acepción de Popper, no se considera tener el itinerario de la historia, ni de tener acceso a las cartas de la providencia. Más bien para el liberalismo es un punto cardinal el hecho de que no existen leyes de la historia. Para el liberalismo, el futuro está abierto. El futuro no está predeterminado. En este punto se entiende el frontal ataque de Popper a las doctrinas que han sostenido la existencia de leyes del desarrollo histórico. La sociedad se deberá construir en un constante juego donde participa la libertad individual, el dinamismo social y la aplicación de la racionalidad, a través del método de la ciencia”.
28/12/2024 a las 10:33 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Milei hace negocio con la imprevisibilidad
Claudio Jacquelin
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
27/12/024
Como un prestidigitador ante una platea rendida, entre la fascinación y la resignación, Javier Milei termina el año permitiéndose trucos exitosos hasta en terrenos en los que es un novato, como la política, y ante algunos que presumían de ser expertos en ese arte.
Asuntos tan relevantes en materia institucional como el presupuesto nacional, la integración de la Corte Suprema de Justicia o las reglas de juego electorales siguen en la galera del mago, que disfruta mostrándolos y ocultándolos a placer, sin definir siquiera cuándo ni cómo podría usarlos.
Las fotos que el Gobierno armó ayer en la Casa Rosada junto a diputados nacionales radicales (con y sin peluca) son una de las mayores demostraciones del colapso de la estructura política que existía hasta hace poco más de un año, así como de la actual centralidad excluyente del Presidente.
La imprevisibilidad se ha convertido para Milei en una de sus herramientas preferidas para concretar negocios (políticos) muy rentables, al menos en el corto plazo, ante la incertidumbre y parálisis que genera en los ajenos (y también en los propios). Así, parece jugar al gato y al ratón con los opositores dialoguistas y colaboracionistas que se ven sorprendidos a diario con salidas fuera de manual por parte del jefe del Estado y terminan siendo funcionales a su juego.
En medio del avance sostenido, en varios frentes, sobre el Pro residual, que todavía sigue fiel a su creador Mauricio Macri, el Presidente le dedicó, en contraposición, casi tres horas al bloque oficial de la UCR, encabezado por su jefe, Rodrigo de Loredo. ¿El objetivo declarado? Agradecerles, con inusual amabilidad y cercanía, su colaboración legislativa, luego de haberlos maltratado sin piedad a ellos y a sus próceres durante el primer año de mandato. Después de bajar el cuadro de Alfonsín, Milei los abrazó y se dejaron abrazar. Fin.
Por supuesto, la reunión concluyó sin que el prestidigitador mayor les rebelara ninguno de los próximos trucos, que los tendrán por espectadores. Y probables víctimas. Ni siquiera se los preguntaron. Las reglas de juego que regirán en el año electoral que ya está empezando y sobre el que el oficialismo trabaja a destajo, la integración de la Corte, el presupuesto para 2025 y los recursos para las provincias estuvieron ausentes del diálogo o fueron temas gambeteados por el Presidente ante la permisividad de los visitantes.
“Fue una reunión en la que el Presidente nos agradeció y nos trató muy empáticamente. Prometió tener otros encuentros en los que, además, estuvieran miembros del Gabinete para responder algunas cuestiones que llevamos, como la situación de las cajas previsionales, el impacto para las provincias de la anunciada simplificación impositiva o el crítico estado de la red vial nacional. Por eso, no planteamos otros temas de índole política o electoral que podrían haberse tratado si estas reuniones fueran frecuentes”, explicó (aparentemente convencido) uno de los principales referentes de la delegación radical.
Fue la manera que encontraron los diputados radicales de justificar que no demandaran respuestas sobre temas de estrictísima actualidad, en los que muchos de los presentes se juegan su futuro y que atañen a los ciudadanos a los que representan.
MILEI CON ACENTO RIOJANO
Por un rato, Javier Milei cambió de rol y de piel para hacer de Carlos Menem (las patillas ya las tiene) y conseguir un efecto similar al que lograba el riojano con sus visitantes, según el relato de varios de los asistentes. Aunque en este caso ya había mucha predisposición de los convidados para que el hechizo funcionara.
“Nos trató súper amablemente, nos llamaba por el nombre a varios y nos pidió que lo tuteáramos como excolegas del Congreso que hemos sido. Para nosotros fue una forma de validarnos y de reconocernos después de habernos llamado ratas y otros insultos”, le contó a algunos dirigentes cercanos un De Loredo sorprendido (o extasiado) ante la inusual afabilidad y dedicación a la política del Presidente.
No pareció afectarle al titular de la bancada ni a otros diputados presentes, que han sido más críticos con el Gobierno o más sensibles al maltrato, el hecho de que se llevaran poco y nada concreto de la reunión. Tampoco que tuvieran trato privilegiado los “radicales con peluca”, como se conoce a los cinco diputados que se independizaron de sus pares y rompieron la disciplina partidaria para apoyar al Gobierno en varias votaciones cruciales para la gestión.
La reunión y foto previas de esos legisladores con el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, gestor del encuentro, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que los cobija y los potencia frente a sus correligionarios, dejó en off side a varios, que prefirieron disimular la operación realizada con premeditación y alevosía.
Bullrich apuntó así a dos frentes. Por un lado, se propuso profundizar su vínculo directo con los radimileístas que fueron en su lista y ampliar la grieta interna en el partido de Alem. Por otro lado (más caro a sus intereses), buscó seguir complicando al macrismo, con cuyo líder ha roto tantos vínculos como los que en su momento rompió con sus anteriores jefes del peronismo revolucionario, del menemismo y de la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Haber transitado casi todo el espectro político nacional no le ha impedido ser consecuente ni coherente. Aunque algunos distraídos hoy se sorprendan y la acusen de traición.
UN TROFEO DE BULLRICH Y MENEM
La imagen de que la reunión fue un trofeo que Bullrich y Martín Menem le ofrecieron a Milei, en desmedro de la identidad radical y, sobre todo, para debilitar a Pro, al que buscan cooptar definitivamente, es compartida tanto por los radicales y el macrismo, como por altos funcionarios mileístas.
“No somos tan ingenuos como para no darnos cuenta de que quisieron usar la reunión para su beneficio político-electoral, pero no podíamos negarnos a una reunión con un presidente elegido democráticamente, que nos reconoce como fuerza política. Además, la mayoría de nuestro electorado banca a Milei”, se sinceró uno de los referentes de la delegación de diputados radicales.
En esa interpretación también manda una mirada hacia la interna partidaria. Aunque parezca extraño, De Loredo y sus acompañantes consideran que el encuentro los valida en su disputa intestina. Como si necesitaran el aval de Milei, en una inusual delegación de autoridad y poder. Hasta las entrañas del más antiguo partido político argentino parece llegar el efecto de la centralidad de Milei. No es nuevo para ellos. Ya les pasó con Néstor Kirchner y Mauricio Macri. Los efectos del colapso del último gobierno radical parecen seguir abiertos.
En Pro las cosas no están mejor. El desconcierto abunda y las contradicciones internas crecen frente al avance mileísta.
El desdoblamiento de la elección porteña y la suspensión de las PASO en su bastión, que serán formalizados hoy por el primísimo jefe de gobierno Jorge Macri, son un intento casi de última instancia de preservar el territorio por parte del macrismo, aunque eso pueda entrar en contradicción con su posicionamiento respecto de las elecciones generales.
Mientras tanto, Pro aspira a concretar una sociedad en el plano nacional, que el triángulo de hierro oficialista les muestra y luego les escamotea.
“Nunca sabés cuándo y qué va a hacer. Esa es la ventaja que Milei tiene sobre mí, ser totalmente impredecible. Y eso ahora le funciona”, describe y se lamenta Macri ante sus interlocutores, para explicar la dificultad que encuentra para lograr algún tipo de acuerdo.
Se trata tanto de un elogio como de una admisión de desconcierto, pero es relativizado rápidamente por el fundador de Pro.
“Ya salimos del riesgo de hiperinflación y llegó el momento de ofrecer otros resultados y despegar. Ahora empieza el verdadero partido y ahí la imprevisibilidad juega en contra. Hay que sostener y mejorar la institucionalidad. Por eso, a pesar de la baja de la inflación, de la profundidad del ajuste, de la determinación de Milei para hacer lo que promete y de la sanción del RIGI, todavía la mayoría de los inversores extranjeros miran y esperan, salvo los extractivistas”, amplía Macri, para justificar su posicionamiento discursivo.
La institucionalidad es uno de los puntos desde donde el expresidente busca marcar alguna diferencia para fortalecerse y negociar con el oficialismo.
“Estados Unidos se puede dar el lujo de tener un Donald Trump porque tiene instituciones fuertes y es la principal economía del mundo, pero no es el caso de la Argentina, que no tiene ni una cosa ni la otra”, suele decir.
A ello agrega: “Estamos dispuestos a ir juntos con La Libertad Avanza porque coincidimos en muchas cosas, pero nos tienen que decir cómo y para qué. Si es para seguir transando con los malos, no estamos. Los malos no quieren una Argentina liberal, porque ahí pierden”, dicen que le ha dicho a Milei, sin mucho éxito a la vista.
“Al final, todo indica que nosotros nos llevamos mejor con los votantes y los dirigentes macristas que con Macri, más allá de la relación que él tiene con Javier. Así que seguiremos avanzando por ahí”, dice uno de los funcionarios más próximos al Presidente. El principismo macrista no parece hacer mella. La reunión de este jueves con los diputados radicales así lo indica.
Otro tanto puede decirse del audaz cobijo público que le brindó Milei al jefe del bloque de diputados amarillos, Cristian Ritondo, tras la revelación de propiedades y sociedades off shore de su esposa que aún no ha logrado explicar públicamente, frente al silencio del macrismo. Todo suma.
La imprevisibilidad, el efecto sorpresa y dividir para reinar son un trípode sobre el que se asienta la construcción política mileísta.
Por eso, en Pro buscan una fisura en el triángulo del poder oficialista, pero sin éxito.
La inoperancia efectiva de las conversaciones con el Presidente carcomen al expresidente. La duda de Macri es si Milei le miente cuando escucha y acepta algunos de sus planteos y luego opta por echarles la culpa a Karina Milei y Santiago Caputo por la falta de realización o si está dominado por la influencia de esa dupla, como dicen a su alrededor que le ha explicado su amiga del Gabinete, Sandra Pettovello. Misterios de la santísima trinidad libertaria vedados a la comprensión (lineal) del macrismo y para la racionalidad ingenieril de su fundador.
Demasiadas incógnitas que los adversarios, aliados y aspirantes a socios del oficialismo no logran despejar. La construcción político-electoral resulta hoy tan inextricable para la mayoría de la dirigencia política como la indefinición sobre asuntos más trascendentes.
La integración de la Corte, las reglas de juego electorales o la ejecución del presupuesto 2025 pueden resolverse de un momento para otro, sin preaviso. La imprevisibilidad sigue siendo la herramienta favorita de Milei. Y cuenta con suficiente ayuda para que el truco funcione.
28/12/2024 a las 10:37 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
La propuesta navideña de Milei a Macri, en el espejo de Néstor Kirchner
Roberto García
Fuente: Perfil
(*) Notiar.com.ar
27/12/024
Fue un año que, para muchos, navegó en el desconcierto. Un ejemplo, el locuaz abogado y dirigente social Juan Grabois. En pocos días de distancia, entre otras declaraciones, formuló la siguiente: “Hay que ser pelotudo para no entender que se necesitan superávits gemelos”. Lo dice quien ha preconizado el respaldo al gobierno de Cristina de Kirchner y su sucedáneo Alberto Fernández, ambos especializados en promover el déficit. Sumido en el desprecio a Javier Milei, el referente del Vaticano señaló: “A pesar de que el proyecto del gobierno funcione, lo respalde más del 90% de la gente, yo voy a estar en contra”. Casi un cieguito en el desierto, obstinado en ignorar que si finalmente Milei tiene éxito será justamente por conseguir el superávit de los gemelos. A menos, obvio, que Grabois se considere un pelotudo o no controle su logorrea, ya que en otras manifestaciones improvisó sobre la inflación con el mismo talento cómico de los políticos por hablar sin decir nada. Quizás, por esas condiciones, sea Presidente algún día como le gustaría al Papa, según le confesó a un visitante hace pocos años.
La chanza no es personal, se refiere a buena cantidad de afectados por el huracán Milei durante el 2024, que movilizó costumbres y pensamientos con un simple procedimiento contable de no gastar más de lo que se puede. Un hábito que los argentinos ignoraban desde los tiempos en que Roberto Lavagna fuera ministro de Economía de Néstor Kirchner, quien lo soportó en el cargo por una razón que no era exactamente la eficiencia. En esos primeros años de gestión, Néstor se sostenía en Lavagna como intérprete de Eduardo Duhalde y porque lo imaginaba poseedor o propietario de una millonada de votos que le habían servido para llegar a la Casa Rosada. De ahí, que apenas concluyeron las elecciones posteriores, le comentó a su ministro —un hombre indócil, por otra parte— que ya no le debía nada, que la nueva millonada de votos le pertenecía a él, y que estaba en el poder debido a su capacidad para conseguir adhesiones. Era él y el Universo, parafraseando a Ernesto Sábato. Un argumento político que no contemplaba lo económico y le permitía despedirlo luego de cualquier mínima confrontación. Por supuesto, ocurrió.
Un capricho narcisista en medio de un clima nervioso, cualquier anécdota rebalsaba el vaso. Había una reunión de IDEA a la cual Kirchner ordenó no asistir a su plantel de gobierno. “No puedo faltar”, sostuvo su ministro consciente de su rebeldía, “ya me comprometí hace tiempo para hablar en ese evento”. Y concurrió, ocasión en la que señalo en público, por primera vez, la turbidez de ciertos negocios emprendidos por el envalentonado patagónico (tipo Lázaro Báez, entre otros que luego se volvieron escandalosos). Claro, el ministro dejó luego su cargo y Kirchner empezó a gobernar como si él fuera un técnico en el Palacio de Hacienda, con prevalencia de asesores que le contaban el día a día del almacén y con figuras económicas cuyo apellido, rostro o curriculums nadie recuerda: directo al déficit. Lo pagó su mujer, Cristina. Como diría Grabois, fue un pelotudo, si uno se atiene a esta versión de la historia, hasta ahora no divulgada en forma completa, aunque el cronista no pretende disponer de los derechos de autor. Solo contar.
Viene a cuento esa transición desconocida por el aporte invisible, al menos difícil de contabilizar, que realizó el PRO de Mauricio Macri a la expresión política de Milei para ganar las últimas elecciones. Más o menos semejante, quizás, a la contribución que realizó Lavagna y el duhaldismo para que Néstor triunfara en su momento. En el 2025 se puede dirimir ese enigma desafiante, planteado sin ocultamientos por Milei al ingeniero boquense: “Vamos juntos a los comicios en todo el país. O vamos por separado. Ningún municipio puede ir por su cuenta”. No esperaba Macri esa propuesta terminante, todavía rumiaba por los rincones el “mal trato” que percibía su agrupación y él mismo por parte del Presidente. Al parecer, además lo sacan de quicio los trolls oficialistas que, durante su gobierno, empezaron a actuar bajo las órdenes de Marcos Peña. Son distintos personajes pero con la misma misión, claro antes eran más tímidos los mensajes. Sin disponer de una respuesta esclarecidas para la invitación, Macri ensayo un “si” ambiguo, característico, quizás la demostración más cierta de que no estaba en su cabeza el mensaje que le envió Milei.
Complejo el momento para quien imaginaba vacaciones largas en el sur, bucólicas, y ahora debe adaptarse —otra vez— a exigencias particulares y tempraneras que despacha el hombre que no se permite licencias y lo induce al desconcierto como a Grabois. Aunque se reconozcan en signos diferentes. Macri debe analizar ahora contingencias previas a los comicios, derogación o no de las PASO, la constitución de un frente previo al armado de listas, el sometimiento que en materia de nombres seguramente querrá imponerle Milei, a listas violetas o amarillas. También a la suspensión de otras pamplinas, como el diálogo con la Vicepresidente Victoria Villarruel, a la cual más de un PRO la coqueteó con una posición dominante en el futuro. También a la contemplación del territorio que parecía pertenecerle más que la herencia de su padre, la Capital Federal, ahora en manos de un primo que en general hace lo contrario al gobierno nacional, punto de partida de un posible declive, insalvable políticamente. Mejor la paz cuando la motosierra amenaza con una guerra.
28/12/2024 a las 10:42 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Javier Milei y Mauricio Macri, enredados en un complicado ajedrez electoral
Marcos Novaro
Fuente: TN
(*) Notiar.com.ar
27/12/024
La oferta que días atrás le hizo Milei al PRO, sellar una alianza en todo el país para las próximas elecciones, sonó tan exigente como imprevista: la única condición que puso fue que ningún distrito quedara afuera. En verdad, el libertario es el que menos apuro tiene para definir su estrategia electoral: le conviene esperar que la economía mejore, se consoliden sus apoyos y el clima de polarización, y el macrismo se siga deshilachando. Lo que buscaba, en forma urgente, era evitar el desdoblamiento de las elecciones distritales de la ciudad respecto a las nacionales.
Es que Milei lidera un movimiento de opinión de alcance nacional, que carece casi por completo de expresiones y asientos locales y territoriales. Así que es lógico que busque consolidar sus bases de apoyo, y asegurar su posible triunfo electoral para el año próximo, “de arriba hacia abajo”, ignorando en la mayor medida posible el peso de los liderazgos y las organizaciones distritales, y subordinando la elección de los cargos correspondientes en concejos deliberantes y legislaturas a un plebiscito en que los ciudadanos opten entre solo dos alternativas, apoyar o rechazar al gobierno nacional y su líder.
MILEI Y EL DESDOBLAMIENTO ELECTORAL EN CABA
Que se desdoblen las elecciones para aquellos cargos provinciales y municipales no le conviene entonces en lo más mínimo. Aunque tampoco puede hacer mucho por evitarlo. Salvo, tal vez, en la provincia y la ciudad de Buenos Aires, donde en general se ha votado en forma simultánea con los comicios nacionales y desdoblar tiene sus complicaciones, por las diferencias que atraviesan a las demás fuerzas y los obstáculos que introducen los sistemas vigentes de internas abiertas.
Y no es casual, tampoco, que durante las últimas semanas en ambos distritos el desdoblamiento electoral haya estado en el centro de las discusiones. En particular en la Ciudad, donde las autoridades locales lo tenían ya decidido y procederían a implementarlo en cualquier momento. Como finalmente hicieron, en la mañana de este viernes. Porque a ellas, al igual que a Kicillof y la mayoría de los intendentes bonaerenses, les pasa lo contrario que a los libertarios: como representantes de las corrientes de opinión ciudadana están desde hace tiempo de capa caída, pero tienen todavía bastante apoyo como administradores locales y cuentan a su favor con los recursos de esos aparatos estatales y fuertes organizaciones territoriales, y esperan hacerlos pesar para conservar la preeminencia en esos territorios.
Fue justamente para evitar que Jorge Macri avanzara en esa dirección que el presidente se refirió, de forma imprevista pero mucho más concreta y precisa que nunca antes, a la relación con el PRO. Lanzando en una entrevista que estaba enfocada en otros temas, la propuesta de sellar una alianza nacional con el partido de Macri, que no aceptaría excepciones y debía contemplar una estrategia común en todas las provincias. La oferta fue simultánea, además, a la difusión de varias encuestas de las consultoras preferidas de la Casa Rosada, otorgándole apoyos casi residuales al macrismo (entre 4 y 7%). Como para dejarle en claro a sus eventuales “socios” que la oferta ileísta era una muestra de generosidad, la única que iban a recibir y la alternativa que les quedaría era la marginalidad.
QUÉ DICEN EN EL PRO
Como fuera, dado que esta dista de ser la primera jugarreta que les hacen los libertarios, Jorge y Mauricio no parecen haberse tomado tan en serio esa advertencia, ni el convite recibido. Y aprovecharon la invitación presidencial, en cambio, para recuperar algo del protagonismo y la autonomía que han venido perdiendo.
Primero, el presidente del PRO planteó un “pliego de condiciones”. Incluyendo una que debió resonar del peor modo en los oídos libertarios: “Cuidar la república”. Lo que en las actuales circunstancias alude a varios problemas, todos incómodos para Milei y su gente: olvidar la candidatura de Lijo a la Corte, más todavía la posibilidad de nombrarlo por decreto, volver a poner en agenda Ficha Limpia y el presupuesto 2025, terminar con los ataques a periodistas y con el uso opaco de los servicios de inteligencia, etc.
Y, a continuación, el primo Jorge ratificó el desdoblamiento electoral, dando por hecho que no debía ser una pieza de negociación con LLA. Menos que menos a cambio de una promesa de coalición que por ahora no es más que una declaración de intenciones.
Claro que si los libertarios hubieran actuado en los últimos tiempos como aliados más confiables, al menos en el terreno legislativo, su mano tendida para las próximas elecciones hubiera tenido ahora otro valor. Pero por algo el presidente eligió ya tiempo atrás un camino distinto: seguramente él piensa que, con desdoblamiento o sin él, el PRO terminará en cualquier caso siendo devorado por la polarización, así que no le conviene pagar por lo que va a caer finalmente gratis en sus manos. Al menos si nos atenemos a los números de las últimas encuestas conocidas, puede que no se equivoque.
28/12/2024 a las 10:46 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Lijo, el fracaso de Milei en el primer año de gobierno
Daniel Bilotta
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
27/12/024
Este fracaso es ilustrativo de las dificultades que experimenta en el control de las variables efectivas del poder para liderar un proceso de cambio profundo que, sin embargo, contempla una alianza con quienes históricamente lo resistieron. Lo que a simple vista podría parecer una contradicción, se habría convertido en un requisito indispensable para ser considerado por Santiago Caputo, el responsable de reclutar aspirantes a cubrir vacantes de peso en la administración pública.
Un perfil de compatibilidad cuyo patrón Lijo comparte, entre otros, con Diego Kravetz y Cristian Ritondo. El segundo de la SIDE y el jefe de los diputados del PRO son imaginados por el oficialismo como el canal de drenaje de dirigentes de ese partido hacia La Libertad Avanza. Aunque con diferente grado, a los tres se les atribuye participación en las relaciones informales que desarrollan segmentos de la Justicia, la Seguridad y el espionaje.
El trípode en el que se asienta una estructura fuera del alcance de cualquier tipo de regulación legal, pero en condiciones de incidir en decisiones de orden institucional. El ajuste libertario al gasto del Estado jaquearía la bonanza de este sistema y sería el inédito punto de contacto entre posiciones aparentemente irreconciliables. Seguramente infundada, esta murmuración volvería lógica la defensa de Milei a Ritondo por considerarlo víctima de una operación orquestada para revelar bienes que no había declarado.
Kravetz habría escuchado en privado palabras igualmente tranquilizadoras para tomar la decisión de abandonar la secretaría de Seguridad en la Ciudad. La fuga de presos iniciada mientras fue el jefe de la policía, expresaría el conflicto por el control de los recursos asignados a esa área y estimados para 2025 en 224 millones de dólares. La caja sobre la que mantuvo incidencia la cúpula de esa fuerza hasta la asunción de Jorge Macri.
Además de confirmar que no habrá alianza entre Pro y la Libertad Avanza, el desdoblamiento electoral anunciado por el jefe del gobierno porteño le facilitaría a Axel Kicillof desoír las recomendaciones de Alejo Ramos Padilla. Sobre todo si en febrero la Legislatura porteña convalida la suspensión de las PASO. El juez federal N°1 de La Plata pero con competencia electoral, se pronunció el 19 de diciembre en contra del desdoblamiento de las elecciones en la provincia de Buenos Aires y de la eliminación de las primarias.
Sugestivamente, el magistrado instó a que los cargos provinciales y municipales sean elegidos adhiriendo a la Boleta Única de Papel (BUP), con el argumento de facilitar el recuento de los votos. La preocupación de Ramos Padilla por la suerte de los comicios es reconocida como legítima por funcionarios ligados al gobernador. Los más suspicaces, sin embargo, hacen notar la sutil coincidencia de sus posiciones con las que sostuvo Cristina en la reunión del PJ en Moreno.
Se descuenta que la ex residente liderará la lista de candidatos a diputados nacionales de Unión por la Patria. La BUP disocia en los hechos la elección de cargos nacionales de la de provinciales y municipales. A menos que las provincias adhieran a la BUP. La ley de Boleta Única plasmó el viejo anhelo de Pro para limitar el efecto arrastre de los líderes electorales en las listas sábanas. Particularmente en la provincia de Buenos Aires.
Forzado por las circunstancias, Kicillof postergaría hasta febrero cualquier definición sobre esos temas. Si consigue destrabar la negociación que frustró las que convocó para diciembre, en ese mes debería volver a llamar a sesiones extraordinarias. El calendario electoral comenzará a correr en abril. La agenda parlamentaria luce endemoniada por los temas pendientes de resolución.
Aliados a sectores de la UCR y Pro, los intendentes peronistas del conurbano amenazaron la semana pasada con desfinanciar al gobierno bonaerense. Lo habrían hecho si hubieran sancionado el presupuesto pero sin una ley tarifaria que le permita reajustar impuestos. Ni el endeudamiento por 1.100 millones de dólares para afrontar dos vencimientos el año entrante.
Los intendentes exigen 600.000 millones de pesos para hacerlo. Equivaldría a casi tres puntos del total de la coparticipación que distribuye el Gobierno. El gobernador habría ofrecido 160.000 millones. La reelección indefinida de los intendentes y las tres vacantes de la Corte danzan sobre ese acuerdo. Aunque ninguno se opondría a una nueva modificación de la ley 14.836, Kicillof llevaría la delantera
El gobernador precisa proteger a Jorge Ferraresi y Mariano Cascallares. Los intendentes de Avellaneda y Almirante Brown son dos aliados importantes. En un eventual desdoblamiento y sin PASO, los cargos electivos se disputarían en una interna partidaria. Los intendentes exigirían la garantía de su reelección para romper con el PJ si no les permiten competir por ellos. Es lo que hace dudar a Máximo Kirchner de respaldar cambios a la reelección.
El jefe del PJ lidera a la mayoría de los intendentes del conurbano, dispuestos a esperar el cierre de listas y después modificar la norma que también limita la reelección de legisladores provinciales y municipales. Una situación que habría incomodado a Luis “El bicho” Vibona. A tal punto que amenazó con presidir la sesión del Senado la semana pasada, con tal de lograr su sanción.
La vicegobernadora Verónica Magario es la presidente natural en ejercicio y debería cederle ese lugar en la sesión. Vibona finaliza su mandato como senador en 2025 y no podría ser reelecto a menos que la ley sea modificada. Julio Alak abogó en la reunión del PJ en Moreno por liberar de ataduras a las reelecciones en la Provincia. El intendente de La Plata se habría reunido con Cristina la semana pasada. Él lo desmintió
Las delicias de Rapa Nui que le obsequió a la expresidente no habrían sido suficientes para endulzar el encuentro. Sergio Massa propuso que la Corte falle a favor de la reelección para evitar presentaciones judiciales contra una nueva modificación a la ley. El líder del Frente Renovador se especializa en hallar salidas a los laberintos que construye. Es uno de los autores de esa ley. Antes deberían cubrir las vacantes en sus vocalías si desean evitar sobresaltos.
Ese paso pone de relieve la condición impuesta a todos los candidatos por el total de los involucrados en la negociación. Deben garantizar confianza. Ese sería el impedimento para que Alak sea el candidato de consenso entre Cristina y Kicillof. La expresidente le habría recriminado seguir el camino de la traición iniciado por el gobernador. Es una imputación delicada. Si Alak renunciara a la intendencia sería sucedido por el concejal de La Cámpora Pablo Elías.
Ni estas complejas y traumáticas negociaciones bastarían para quebrar el espíritu humanitario del peronismo. Rubén Eslaiman gestionó con Alak que Martin Mena priorice a Julio “Chocolate” Rigau en la lista de las escasas tobilleras electrónicas de las que dispone el Ministerio de Justicia. Rigau fue detenido cobrando el salario de 60 supuestos empleados de la Legislatura en un cajero automático de La Plata.
La prisión domiciliaria concedida a Rigau por el Tribunal de Casación Penal en octubre, depende de que Mena, ministro de Justicia, le consiga una de las cotizadas tobilleras que le pidió Alak, su antecesor en esa cartera. Eslaiman es el diputado del Frente Renovador más cercano a Massa y uno de los principales sospechados de tutelar a Rigau.
Adrián Eslaiman, su hijo, jura hoy como fiscal del fuero penal Juvenil en Moreno. Pero sin el agasajo rutilante montado en “El mangrullo” de Ezeiza para celebrar la de Carlos Baccini como fiscal general en Lomas de Zamora, rodeado por Cascallares y el intendente local, Gastón “El gatito” Granados. Baccini es investigado por cerrar la causa donde Martín Insaurrralde fue acusado de defraudar al Estado municipal.