Por Hernán Andrés Kruse.-
El concepto de persona
Las tesis central que sostendré en este apartado es que el concepto de persona que presupone Rawls y que, como él lo dice, está en deuda con Kant, no sólo condiciona, sino que determina los principios de justicia social y la totalidad de su teoría de justicia social. De hecho este es el punto más criticado por sus opositores, quienes sostienen que Rawls no parte de los hombres de carne y hueso, sino de cómo deben ser y cómo deben estar las personas a la hora de escoger los criterios morales y los principios éticos que guiarán la construcción de una «sociedad bien ordenada», como la distribución de las ventajas de los esfuerzos cooperativos entre los miembros de dicha sociedad.
En los artículos anteriores a la Teoría de la justicia, Rawls fue construyendo lo que en la Teoría de la justicia aparece como su presupuesto fundamental y que permite no sólo relacionarlo con la propuesta kantiana, sino también que le da a toda su obra la orientación ética. Así por ejemplo, en el artículo de 1951 le da al ciudadano las mismas características que han de tener los atributos morales de los jueces competentes.
En el artículo de 1957 «Justice of Fairness», Rawls deja planteados problemas claves que serán recogidos en la «Teoría de la Justicia, es decir, los principios de justicia y, al mismo tiempo, de las características de las personas con idoneidad para elegir dichos principios en contra de los criterios para maximizar los intereses individuales propios del utilitarismo clásico. Allí las personas con capacidad para obrar, siguiendo una idea de justicia, serán aquellas que: 1-tienen intereses propios. Es decir, que en una situación de elección se guiarán por aquel criterio que les permita sacar provecho propio; 2.son racionales. Es decir, son capaces de intuir y prever las consecuencias y subconsecuencias de sus acciones en el ámbito social; 3-tienen necesidades semejantes, de tal forma que se identifican como personas necesitadas de los demás para satisfacer plenamente sus intereses y 4-se encuentran en igualdad de condiciones de poder, de tal manera que esta situación les garantiza la imposibilidad de dominarse unos a otros en condiciones normales.
Como se ve, lo que le interesa mostrar a Rawls es que, en situaciones normales, las personas interesadas van a escoger aquellos criterios que mejor satisfagan sus necesidades e intereses, con detrimento posiblemente de los demás. Lo cual hace necesario la elección de unos principios que posibiliten la satisfacción óptima de sus intereses. Con lo dicho estaríamos en el planteamiento típico del utilitarismo clásico que considera a los individuos como «egoístas racionales» que buscan satisfacer su máximo interés: placer y dolor, así sea en detrimento de los demás. Esto es, en últimas, lo que propone el principio de utilidad.
Pero Rawls no se queda ahí, sino que va más allá. En efecto, los seres humanos no son solamente racionales, sino al mismo tiempo razonables. No se guían en sus acciones únicamente por la idea que tiene del bien, sino por la concepción que tienen de la justicia. Esto significa que son capaces de tener una concepción estricta de justicia. En su artículo de 1963 «The sense of Justice, Rawls, apoyándose en autores provenientes de la psicología, dirá que el sentido de justicia es el último estadio o etapa del desarrollo de la conciencia moral que se configura por etapas o estadios. El primero tiene como eje el sentimiento de culpa hacia la autoridad; el segundo, el sentimiento de culpa hacia los miembros de una asociación y, el tercero, el sentimiento de culpa hacia los principios que regulan la conducta individual e institucional. Y finalmente, en el artículo de 1968 «Distributive Justice», Rawls nos dirá que las personas que son capaces de guiar su vida por principios de justicia serán aquellas que, a diferencia del principio de utilidad, ven a las personas no sólo como medios, sino fundamentalmente como fines.
“Podríamos decir que tratar a las personas siempre como fines y nunca sólo como medios significa cuando menos tratarlas tal como lo exigen aquellos principios a los que ellas darían un consentimiento en una posición original de igualdad… considerar a una persona como fin en sí misma en el diseño básico de la sociedad es estar de acuerdo en renunciar a aquellas ganancias que no contribuyan a sus expectativas. Por el contrario, considerar a una persona sólo como medio es estar dispuesto a imponerle inferiores perspectivas vitales en aras de expectativas superiores, y suficientemente compensadoras, de otros y de ese modo promover una mayor suma de beneficios”.
De esta manera Rawls comienza, a partir de Kant, a distanciarse críticamente del principio de utilidad. Recordemos que el principio de utilidad sostiene que es legítimo subordinar los intereses de los individuos al bien común de la mayoría. Pero Rawls, sosteniendo la idea kantiana según la cual la persona humana no es sólo un medio sino un fin en sí misma, no admite subordinación alguna desde ningún punto de vista que puede llevar a concebir a la persona como un único medio. Y por ello, para completar la contrastación entre el principio del «bien» utilitarista y principio de «justicia» contractualista, nos dirá que: Una sociedad está bien ordenada no sólo cuando fue organizada para promover el bien de sus miembros (principio de utilidad), sino cuando también está eficazmente regulada por una concepción pública de justicia (principio de la justicia como equidad). Esto quiere decir que se trata de una sociedad en la que: 1) cada cual acepta y sabe que los otros aceptan los mismos principios de justicia, y 2) las instituciones sociales básicas satisfacen estos principios y saben que generalmente lo hacen…. Puede pensarse que una concepción pública de justicia constituye el rasgo fundamental de una asociación humana bien ordenada”.
Obviamente que las sociedades tal cual existen no están en sentido estricto bien ordenadas y permanentemente está en discusión lo que es justo e injusto. Sin embargo, y de eso no le cabe duda a nuestro autor, todos los hombres en todas las sociedades tienen un sentido intuitivo de justicia. En este sentido, están en la capacidad intelectual y moral de sentir la necesidad de unos criterios básicos que regulen sus acciones en igual libertad y que definan la distribución justa de las ventajas y desventajas de la cooperación social.
Desde una reinterpretación rawlsiana de la teoría ética de Kant, podemos concluir que la justicia como equidad o, todavía mejor, la Teoría de justicia social constituye y fundamenta el concepto fuerte de dignidad humana. La concepción de justicia como equidad considera a cada persona como libre e igual y en este sentido combina dos tradiciones políticas de la modernidad: Locke (igualdad) y Rousseau (libertad). Pero, todavía más, las integra desde el concepto fuerte de dignidad humana. Es decir, ninguna persona, dada la igual libertad y las capacidades intelectuales y morales, puede ser tratada como un medio, sino un fin en sí misma. Si Kant decía en una de sus formulaciones del imperativo categórico que: “Obra de tal modo que uses a la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio”, Rawls va a decir que: “Los principios de la justicia reflejan en la estructura básica de la sociedad el deseo que tienen los hombres de no tratarse como medios, sino únicamente como fines en sí mismos”.
Pero esta perspectiva, que se profundiza en teoría de la justicia, ya venía de antes. Así, en el artículo sobre la «justicia distributiva», 1968, Rawls ya relacionaba la noción de persona capaz de guiarse por la idea de justicia con el meollo mismo de su teoría: “Considerar a una persona como fin en sí misma en el diseño básico de la sociedad es estar de acuerdo en renunciar a aquellas ganancias que no contribuyan a sus expectativas. Por el contrario, considerar a una persona sólo como un medio es estar dispuesto a imponerle inferiores perspectivas vitales en aras de expectativas superiores, y suficientemente compensadoras, de otros y de ese modo promover una mayor suma de beneficios… Podríamos decir que el principio de utilidad trata a las persona al mismo tiempo como medios y como fines. Las trata como fines cuando asigna el mismo peso al bienestar de cada una; las trata como medios al admitir que los beneficios de algunos contrapesen las pérdidas de otras, especialmente cuando los que salen perdiendo son los menos favorecidos de la sociedad”.
Hasta aquí podemos resumir nuestra exposición, diciendo que el concepto de persona subyacente a la Teoría de la justicia es el de un sujeto capaz de perseguir sus propios intereses, en igualdad de condiciones, con libertad para elegir, pero no sólo desde la idea individual de bien, sino desde la concepción intuitiva de justicia. Una sociedad bien ordenada será aquella que posibilite la elección de los criterios de justicia en una posición original de igualdad, por un lado, y que guíe sus acciones a nivel personal como institucional desde dichos principios. Sólo así estaremos respetando la igual libertad de las personas. Es decir, la dignidad de la persona humana. Dicho de otra manera, la justicia social en una sociedad bien ordenada depende fundamentalmente de la manera en que se asignen los derechos y deberes de toda persona, y se distribuyan las ventajas y desventajas de la cooperación entre sus miembros.
Por tanto, “Esta teoría no se ofrece como una descripción de significados ordinarios, sino como una explicación de ciertos principios distributivos para la estructura básica de la sociedad. Estos principios, cualesquiera que sean, constituyen su doctrina de la justicia. Supongo que cualquier teoría ética razonablemente completa tiene que incluir principios para este problema fundamental, y que estos principios, cualesquiera que fuesen, constituyen su doctrina de justicia. Considero entonces que el concepto de justicia ha de ser definido por el papel de sus principios al asignar derechos y deberes, y al definir la división correcta de las ventajas sociales. Una concepción de la justicia es una interpretación de este papel”.
Los dos principios de justicia social
Dicho todo lo anterior vamos a nombrar los dos principios de la justicia social a los que llegan o deberían llegar las partes en lidia luego de la deliberación en «Posición Original»:
El primer principio (o Principio de igual libertad) se refiere a las libertades contempladas en una lista de bienes que para Rawls no se pueden obviar jamás en ninguna deliberación, ellos son: derechos básicos y libertades políticas, claramente establecidos; libertad de movimiento y libertad de escoger ocupación entre un espectro amplio de oportunidades; poder y posibilidades de acceso a oficios y condiciones de responsabilidad en las instituciones políticas y económicas de la estructura básica de la sociedad; renta y riqueza y, finalmente, el respeto mutuo. La formulación final de este principio reza así: “Cada persona ha de tener un derecho igual al más extenso sistema total de libertades básicas compatible con un sistema similar de libertad para todos” (Principio de igual libertad).
Mediante este principio Rawls establece una disputa razonable con las concepciones que son presumibles en las partes, para postular que la igualdad democrática supera a la concepción de aristocracia natural, de libertad natural y de igualdad liberal respectivamente. Y al mismo tiempo, asegurarse de que las distintas concepciones de bien tengan igualdad de condiciones para desarrollarse. (Recordemos que para Rawls las concepciones de Bien están íntimamente relacionadas con la capacidad racional del ser humano y, por lo tanto, con los planes de vida que esas concepciones hacen posible).
El segundo principio de la Justicia social al que deberían llegar las deliberantes se apoya en la capacidad que tienen los hombres de formarse, según el desarrollo de la conciencia moral, un sentido de la justicia. Y consta de dos partes, la primera de ellas se construye desde la premisa según la cual la cooperación social voluntaria es más estable que la impuesta, por un lado, y brinda unas ventajas que son imposibles de alcanzar en un modo de vida aislado, por otro. La segunda parte del segundo principio afirma que la prioridad de las libertades sobre los «bienes secundarios» (la terminología es mía), permite un sistema de cooperación voluntario más estable que otros muchos principios, y reza de la siguiente manera: “Las desigualdades sociales y económicas habrán de ser conformadas de modo a tal que a la vez: a-se espera razonablemente que sean ventajosas para todos (principio de diferencia) y b-se vinculen a empleos o cargos asequibles para todos (principio de justa igualdad de oportunidades).37
Estos principios serán, según Rawls, los que permitirán la construcción de una sociedad bien ordenada, por un lado, y los que garantizarán que a los hombres no se les trate nunca solamente como medios, sino al mismo tiempo como fines. En palabras de Enrique Bonete Perales: “La pregunta que se plantea Rawls de no tratar a los hombres como medios, contiene en su respuesta dos dimensiones: una de ellas se refiere al proceso de elección de principios y otra a la aplicación de su contenido. Podrían distinguirse de la siguiente manera: 1) tratar a los hombres como fines y no como medios puede querer decir, tratarlos conforme a unos principios que ellos mismos elegirán en una posición original de igualdad, y 2) tratar a los hombres como fines y no como medios puede querer decir también que hay que renunciar a las ventajas y expectativas que no mejoren las ventajas y expectativas de los menos favorecidos de la sociedad”.
Quisiera volver a esta aplicación del contenido de los principios, porque eso es justamente lo que hace Rawls en la segunda parte de su libro, al aplicar esta fundamentación filosófica al ámbito de la justicia distributiva dentro de una democracia constitucional. Dicho de otra manera, Rawls aborda en la primera parte de su libro la elección de los dos principios de la justicia, y en la segunda parte nos muestra los criterios para su aplicación en el ámbito económico. Esta segunda parte, dada nuestras condiciones socio-económicas, nos debe hacer reflexionar my profundamente, pues allí Rawls nos dice que habiendo considerado los principios y los casos para su jerarquización, es importante finalizar haciendo un exposición de los dos principios de justicia para las instituciones.
Por ello, permítanme finalizar este apartado con una cita larga que, al mismo tiempo que perturbadora, nos permitirá, a manera de conclusiones, sacar algunas consecuencias para nuestra vida nacional. Dice Rawls: “Haré una exposición final de los dos principios de la justicia para las instituciones. Para hacerlo de un modo completo, haré un examen exhaustivo incluyendo las anteriores formulaciones. Primer principio
Cada persona ha de tener un derecho igual al más extenso sistema total de libertades básicas compatible con un sistema similar de libertad para todos. Segundo principio Las desigualdades económicas y sociales han de ser estructuradas de manera que sean para: a-El beneficio de los menos aventajadas, de acuerdo con un principio de ahorro justo, y b-Unidos a los cargos y las funciones asequibles a todos, en condiciones de justa igualdad de oportunidades.
Primera norma de prioridad (La Prioridad de la Libertad) Los principios de justicia han de ser clasificados en un orden lexicográfico y, por tanto, las libertades básicas sólo pueden ser restringidas a favor de la libertad. Hay dos casos: a-Una libertad menos extensa debe reforzar el sistema total de libertades compartido por todos; b-Una libertad menor que la libertad igual debe ser aceptable para los que tienen una libertad menor. Segunda norma de prioridad (La prioridad de la Justicia sobre la Eficiencia y el Bienestar). El segundo principio de la justicia es lexicográficamente anterior al principio de eficacia, y al de maximizar la suma de ventajas; y la igualdad de oportunidades es anterior al principio de la diferencia. Hay dos casos: a-la desigualdad de oportunidades debe aumentar las oportunidades de aquellos que tengan menos; b-una cantidad excesiva de ahorro debe, de acuerdo con un examen previo, mitigar el peso de aquellos que soportan esta carga.
Concepción general Todos los bienes sociales primarios -libertad, igualdad de oportunidades, renta, riqueza y las bases del respeto mutuo- han de ser distribuidos de un modo igual, a menos que una distribución desigual de uno o de todos los bienes redunde en beneficio de los menos aventajados”.
(*) Sergio Néstor Osorio García (Docente del Departamento de Humanidades, -Universidad Militar Nueva Granada, Bogotá, Colombia) titulado “John Rawls: Una teoría de justicia social. Su pretensión de validez para una sociedad como la nuestra” (Revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad, Bogotá, 2010).
13/12/2024 a las 11:23 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Javier Milei y una deuda de institucionalidad que se acumula
Gabriel Morini
Fuente: Ámbito.com
(*) Notiar-com.ar
11/12/024
Si bien nunca fue parte de su plataforma de campaña, ni siquiera una promesa, y su perfil distaba mucho de el de un político que propusiera recuperar ciertos pilares tradicionales del liberalismo en la materia, la institucionalidad durante la gestión de Javier Milei es una deuda que continúa engrosándose. Por fuera de las diatribas contra otro poder del Estado como el Congreso, hubo acciones concretas que esmerilaron aspectos centrales de la vida institucional de la Argentina que, crease o no, en el mundo resultan fundamentales para otorgar credibilidad y atraer inversiones.
Cercenar por decreto el acceso a la información pública, ataques permanentes a los medios de prensa y a periodistas, la amplificación de fake news y ataques a discreción a críticas sobre la gestión superan una marca de estilo. Encierran alertas sobre derivas inéditas que se sabe cómo comienzan, pero no como terminan. La propensión a utilizar decretos por sobre proyectos de ley aprobados por el Legislativo, utilizar la excepcionalidad como regla y el desdén por la crítica a rasgos déspotas, son señales que han sido exculpadas livianamente a la luz de indicadores macro económicos que ilusionan a quienes perciben que las medidas van en dirección correcta.
Estos son aspectos significativos, más allá del costo político de sabotear el tratamiento de una ley como Ficha Limpia, cuyo diseño responde a otro tipo de diagrama regional con el que se busca aprovechar cierta permeabilidad judicial como excusa para dirimir cuestiones electorales sobre las que no se tiene certeza. Traducido, si existen candidatos cuyas condenas penales por delitos contra la administración pública son tan contundentes y probadas en juicios objetivamente justos, es poco probable que se necesite una ley que los margine de disputar elecciones porque los votantes ejercerían el castigo. Nada de esto anima, en el fondo, el espíritu “republicano” de este tipo de iniciativas.
La relación de Milei con el Poder Judicial adquirió hasta ahora una doble cara: no existieron –más allá de alguna singularidad- ataques dirigidos hacia la justicia o sus decisiones; las demandas económicas de equiparaciones salariales fueron satisfechas en mayor medida que a las de otros sectores del Estado. Nada de su discurso de motosierra o “casta” apunta a un sector que suele conservar la mayor cantidad de privilegios en la estructura estatal.
Dominó una suerte de despreocupación que tiene su contracara: arribando al último mes del año, existe un cuello de botella de 150 pliegos de jueces, fiscales y defensores que no han sido elegidos por el Presidente para que el Senado los avale y pueda entrar en funciones. Milei no nombró un solo juez, la tentación de cualquier presidente.
Pero eso no es bueno porque obstaculiza la normal prestación del servicio de justicia. Eso complicó también que la propuesta para integrar la Corte Suprema pase el filtro. La amenaza de echar mano de un decreto para que ingresen en “comisión” es otro ejemplo de flojera institucional, cuyas eventuales consecuencias habrá que dimensionar.
¿Cómo explicar a inversores del mundo que la Argentina tiene un 25% de vacantes en los jueces que deben entender en litigios muchas veces complejos y que el máximo Tribunal puede llegar a funcionar con tres personas y otras dos nombradas “por un año” y sin seguir los preceptos constitucionales?
El reflejo permanente en la iniciativa gubernamental por atiborrar de leyes que van contra el texto fundamental, violentando algún artículo, o se superpone con cuestiones ya legisladas o sobre las cuales Argentina tiene sanciones internacionales por no haber seguido jurisprudencia internacional se acumulan por semana. ¿Eso quiere decir que hasta ahora el Gobierno ha tenido problemas de gobernabilidad por estas acciones? No, se diría casi lo contrario. Un llamado de atención a la pasividad que estos temas engendran y a lo poco taquilleros que son para las encuestas de opinión ciudadana.
A la Argentina, desde siempre, le faltan años de instrucción cívica en sus programas educativos para la formación de una ciudadanía que tenga estos valores –no como una cuestión ajena o leguleya-, sino para el impacto real que puede tener en su devenir cotidiano. De ser así, las exigencias a los presidentes serían mandatorias y su apartamiento, preocupación en los sondeos de opinión. Argentina tiene laxos valores institucionales y Milei lo sabe y juega al fleje aprovechando su condición de outsider y su discurso belicoso contra la política tradicional que viene a ser una suerte de buzón donde se transfiere –como en el psicoanálisis- la voluntad de gobernar sin otros poderes que obstaculicen o hagan de contrapeso, con la justa frustración ciudadana de décadas de percibir deterioro en todo cuanto lo rodea.
El primer año de gobierno de Milei cierra esencialmente con una deuda de fortalecimiento de las instituciones que exceden el declaracionismo: desde borrar datos de quienes ingresaron al blanqueo de los sistemas del ARCA (exAFIP), algo imposible, a considerar “héroes” a los evasores. A Dios gracias, las buenas artes de negociación permitieron que Argentina no cayera en la lista gris del GAFI.
El abuso del “veto” como herramienta para evitar legislaciones incómodas tuvo como contrapartida la sospecha de que se utilizó cualquier medio para convencer al número justo de legisladores para que no se pudiera insistir en la norma vetada. La indiferencia a la sanción de un Presupuesto Nacional por segundo año consecutivo lleva a la idea de que el objetivo no es aprobarlo, sino precisamente disponer a discreción de fondos. La modificación de la Ley de Financiamiento de Partidos Políticos es una invitación para que el narcotráfico siente a sus propios representantes. De ahí para abajo, cualquier industria que quiera tener su diputado podrá financiarlo ya a cara descubierta.
La opacidad de la nueva SIDE, pomposamente brandeada y con un presupuesto inicial que excedía por lejos el de administraciones anteriores sugiere un orden de prioridades donde no quedan muy claros los límites desde donde se pretende ejercer el poder. A la pelea con la vicepresidenta Victoria Villarruel no la anotamos en esta saga. Argentina tiene historial completo de peleas entre presidente y vice que ya son un hábito.
El funcionamiento armónico de los tres poderes del Estado, ajustado a la Constitución y con roles de contrapeso en las decisiones, controles efectivos y una mínima porción de seriedad a la hora de impulsar iniciativas suena a entelequia. Dentro de un año se verá si fueron pronósticos agoreros o en algún momento habrá que pagar la factura de haber minimizado la institucionalidad como un pilar central de la democracia.
13/12/2024 a las 11:30 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
El «triángulo de hierro» que maneja el país
Noelia Barral Grigera
Fuente: Cenital
(*) Notiar.com.ar
11/12/024
La expresión “triángulo de hierro” para referirse a la mesa chica de decisiones partidarias y de gobierno empezó a ser usada por Milei a mediados de mayo. Corrían tiempos de incertidumbre para la gestión libertaria, que no había logrado aún aprobar la ley Bases y tenía previsto un “Pacto de Mayo” con los gobernadores que debía firmarse el 25 de ese mes y tambaleaba (al punto de que terminaría siendo rubricado un mes y medio más tarde de lo previsto, en otra fecha patria: el 9 de Julio). El presidente y su equipo evaluaban cómo salir del tropezón político que, con el estiramiento del debate y la poda de numerosos artículos, les asestaba el Congreso. Exactamente una semana más tarde, de manera inesperada, el Gobierno comunicaba el despido del primer jefe de Gabinete de Javier Milei y amigo personal del presidente, Nicolás Posse. Esa salida fue clave para la conformación del triángulo de hierro. Posse tensionaba con Santiago Caputo y, cuando cayó en desgracia ante los ojos de Karina Milei, perdió la pelea. Karina ungía a Caputo y, en un mismo movimiento, consolidaba un nuevo esquema tripartito de toma de decisiones. Un triángulo que para los hermanos Milei no era novedad (porque había funcionado en otros momentos con otros terceros, luego caídos en desgracia), pero que sí inauguraría una nueva etapa en la joven gestión libertaria. Javier, Karina y Santiago. Un triángulo diferente. Un triángulo de hierro.
Fue por entonces, también, que el triángulo de hierro empezó a ser nombrado como tal por el mandatario en entrevistas periodísticas. La expresión, que no es más que otra forma de llamar a la mesa chica o al círculo íntimo que tuvieron todos los presidentes, fue tomada por Milei de uno de sus autores de cabecera, el Premio Nobel de Economía Milton Friedman. Sin embargo, y como suele ocurrir con muchos de los conceptos que Milei aplica en su praxis política, su sentido fue cambiado. Friedman escribió con su esposa, la profesora de la Universidad de Chicago Rose Director, el libro “Tiranía del status quo”, en el que habla del “triángulo de hierro formado por los políticos que buscan votos otorgando privilegios, los beneficiarios de esas dádivas y los burócratas que se aferran a sus puestos alimentados por aquellas demagogias”. Milei lo resignificó.
El vértice del poder en el triángulo es Karina. En el libro Karina: La hermana. El jefe. La soberana (Sudamericana 2024), la periodista Victoria De Masi reconstruye con una multiplicidad de fuentes de distintos períodos de la vida de los Milei la relación entre Javier y Karina. A lo largo de 224 páginas, el libro retrata una codependencia que hace difícil distinguir quién protege o quién conduce. Probablemente, a veces uno, a veces otra. Javier le aseguró al periodista Eduardo Feinmann: “Yo reporto a mi hermana”. Karina le dijo al periodista Guido Braslavsky: “Yo soy los oídos de Javier. Él habla y sé lo que quiere”. Tras más de un año de investigación, De Masi define a Karina como “la dueña del látigo, que institucionalizó la obediencia debida en La Libertad Avanza”. Un látigo que, desde que funciona formalmente el triángulo de hierro, a veces operativiza Santiago Caputo a través del equipo de comunicación digital paraoficial, pero que siempre empuña y utiliza Karina. La lista de quienes se vieron marginados por su decisión es extensa. En una recopilación no exhaustiva aparecen los nombres de Carlos Kikuchi, Ramiro Marra, Eugenio Casielles, Carlos Maslatón, Eduardo Serenellini, Constanza Moragues, Oscar Zago, Francisco Paoltroni, ¿Fátima Florez? y tantos otros y otras. Estas decisiones, muchas veces intuitivas y poco estratégicas, a veces tienen vuelta atrás. Bien lo saben José Luis Espert, Lilia Lemoine y Carolina Píparo. Pero no dejan de ser decisiones que pasan por el tamiz de Karina. Todo lo que tiene que ver con Javier está a cargo de ella. Desde la comida hasta las actividades de campaña, pasando por las giras internacionales, las entrevistas en televisión y la ropa para cada ocasión. “Hablalo con Kari” es una respuesta que el celular de Javier ya debe teclear de memoria, sin que el presidente toque las letras.
De los tres integrantes de esta mesa chica de decisiones, Karina es la más inaccesible para la prensa. Dio una sola entrevista (la citada, al diario Clarín) y no mantiene relación de cercanía con casi ningún periodista. Apenas cruza mensajes de WhatsApp con un puñado de figuras de la televisión, como Franco Mercuriali, a quien admira desde antes del desembarco familiar en la política, o Esteban Trebucq. Quienes entrevistan a Milei deben coordinar las notas con ella. Sus vínculos con la prensa no van más allá de eso. Su equipo de trabajo tiene prohibido tener contactos con periodistas, ni on ni off the record. Con la obvia excepción del vocero Manuel Adorni y sus colaboradores.
La gestión de la comunicación es para el Gobierno de La Libertad Avanza un pilar fundamental. En nivel de importancia para el sostenimiento de la gestión está a la par de la desaceleración de la inflación. El objetivo principal es controlar la conversación pública. Y ahí el triángulo de hierro funciona como un equipo coordinado. Entre los tres deciden los temas y las estrategias. La semana pasada, cuando por segunda vez consecutiva los diputados oficialistas le restaron quórum a la sesión de Ficha Limpia, hubo una reunión entre los equipos de Karina, vinculados a la comunicación oficial vía Adorni, y los de Caputo, que inundan las redes de la mano de los trolls de Daniel “Gordo Dan” Parisini. El objetivo fue acordar con qué tema desviar la atención de una decisión que mostró cómo el Gobierno jugó en tándem con el peronismo y en contra del PRO para hacer naufragar un proyecto de ley que el propio Javier había defendido ante el Congreso y que, al menos declamativamente, apuntaba contra la corrupción. En este caso puntual, sin embargo, el operativo diseñado fracasó. Al día siguiente, el tema fue tapa de todos los diarios porteños (a excepción de El Cronista), con una editorialización clara sobre la decisión del Gobierno de hacer caer la iniciativa.
La convivencia del triángulo de hierro, de todas maneras, no está exenta de tensiones. Caputo adoptó temprano en la gestión la costumbre de conversar en off the record con los periodistas acreditados en Casa Rosada y con otros, con quienes chatea o toma café. En esos intercambios, baja línea e intenta marcar los temas de los que hablará la prensa durante el día. Su abanico de tópicos es variado y abarca desde decisiones de economía, política partidaria, legislativas o incluso de política internacional. Adorni, que procura hacer lo propio desde el atril de la Vocería, intentó disputarle el espacio de los offs, generando conversaciones informales entre él mismo o alguien de su equipo con los cronistas. El vocero también ha mostrado ocasionalmente su poca simpatía con el equipo de trolls. A la larga, sin embargo, prevaleció el asesor. Caputo atravesó momentos difíciles en su relación con los hermanos Milei. En abril, antes del despido de Posse, estuvo a punto de caer en desgracia cuando llegaron a oídos de Karina y de Javier (vía Sandra Pettovello) versiones sobre presuntos negocios para él o sus amigos, concretados gracias a designaciones y decisiones de Estado. Es un secreto de qué manera logró el asesor sobreponerse a la embestida, que él atribuye a Mauricio Macri. Pero lo cierto es que no solo evitó la expulsión, sino que además salió fortalecido e incluso, cuando Posse quedó afuera del Gobierno, avanzó con designaciones propias en lugares que antes había acaparado para sí el exfuncionario. Fue un movimiento con el que ganaron todos. Karina también se benefició. Se quedó con la oficina de la Jefatura de Gabinete, pegada a la de su hermano.
También existen tensiones entre los hermanos. Habitualmente, por decisiones que el primero intenta ocultarle a la segunda, de las que la secretaria General de la Presidencia igual se termina enterando. El ejemplo más claro pasa por la relación entre Milei y Macri, impugnada por Karina. En los albores del Gobierno, Javier solía reunirse relativamente seguido con el exmandatario, para disgusto de su hermana. Después de cada encuentro, siempre trascendían los detalles. Karina se ofuscaba. “No sé para qué me lo oculta si después me entero hasta de lo que comieron”, la escucharon mascullar en Casa Rosada. Las famosas milanesas.
Dado que el triángulo ha funcionado en otras ocasiones con otras personas (los hermanos Milei y Carlos Kikuchi, por ejemplo) la pregunta sobre la estabilidad de Caputo es una duda que subyace en el círculo ampliado de la gestión y que los enemigos del asesor suelen agitar con cierta asiduidad. ¿Qué lo hace diferente? ¿Por qué él sí va a poder sobrevivir? Cuando se lo preguntan de manera directa, él responde con dos frases que, de llegar a oídos de los hermanos Milei seguramente los deleitarían. Primero, dice, hay una diferencia fundamental entre él y el resto: él no tiene proyecto político propio. O, mejor: sus ambiciones y las de los Milei son exactamente las mismas. Empujan la misma agenda, quieren lo mismo. Y, agrega, hay algo que tiene claro: los únicos indispensables son Javier y Karina. Él se sabe fusible y también se considera escudo. Mientras le peguen a él, dice, los otros dos estarán resguardados. Algo parecido ha dicho públicamente Milei al defenderlos a él y a su hermana. Los tres sienten que, cuando reciben alguna embestida pública, están protegiendo al resto.
En la biografía sobre Karina que acaba de publicar De Masi abundan los ejemplos de personas más o menos conocedoras de la política y los negocios que subestimaron a la hermana del presidente. Las fuentes consultadas por la periodista, incluso, utilizan palabras hirientes para describir a la secretaria General de la Presidencia. “Tolola”, “bruta”, “improvisada” e “influenciable” son algunas de las que aparecen en boca de las varias personas entrevistadas para la investigación. Todos los que la enfrentaron, sin embargo, terminaron eyectados del partido o marginados. Caputo parecería evitar caer en esa tentación, aunque personas que lo frecuentan no se privan de observar que últimamente “Kari se entretuvo con el partido” (la conformación y aprobación de La Libertad Avanza como partido nacional), dejando liberado el terreno para la toma de decisiones de la gestión diaria.
La creación del partido, sin embargo, es el núcleo de la tensión más reciente entre la hermana y el asesor. Tensión que comenzó con el lanzamiento en San Miguel de Las Fuerzas del Cielo, la agrupación de Parisini, presentada como “el brazo armado” de Javier Milei. En ese acto, el tuitero avisó: “Con las redes no alcanza, hay que ocupar todos los espacios, hay que meterse en la política, tenemos que construir nuestros propios candidatos para llenar las listas”. Días más tarde, el karinista Sebastián Pareja gestionó un contra-acto: el joven Sharif Menem (sobrino de otro karinista, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem) junto con funcionarios jóvenes designados en dependencias de ANSES y PAMI de todo el país por Lule Menem, la mano derecha de la secretaria General de la Presidencia. El contra-acto fue absolutamente diferente: si el que idearon los jóvenes de Caputo fue desafiante (por decir lo menos) en estética y retórica, el de los jóvenes karinistas fue sobrio, medido, tradicional, federal y pensado desde una lógica territorial. Es una tensión que podría persistir aunque tiene un día D prefijado: cuando cierren las listas. Y ese día, todos saben, la que tendrá el poder en sus manos será, como siempre, Karina.
13/12/2024 a las 11:39 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
A Kueider no lo salvaron ni sus socios libertarios
María Cafferata
Página/12
13 de diciembre de 2024
Una semana después de ser descubierto intentando pasar más de 200 mil dólares no declarados por la frontera con Paraguay, el senador Edgardo Kueider fue expulsado del Senado. Fue con 60 votos a favor, 6 en contra y una abstención: un escenario de casi unanimidad habilitado por el acompañamiento de último momento de la UCR y parte del PRO al pedido de expulsión del peronismo. El oficialismo, después de hacer todo lo posible para evitar la destitución de su ex aliado, terminó plegándose a la mayoría, temeroso de quedar expuesto defendiendo en soledad a Kueider. Victoria Villarruel fracasó en el intento de suspenderlo y preparó, así, el terreno para la expulsión de un alfil de Casa Rosada en el Senado de la Nación. Su lugar, ahora, será ocupado por una dirigenta entrerriana de La Cámpora. Al final del día, surgió la versión de una enventual invalidez de la sesión porque, afirman, Villarruel debía estar a cargo del Ejecutivo por el viaje de Milei a Italia.
El pedido de desafuero y detención pedido por la jueza Sandra Arroyo Salgado fue el comienzo del fin para Kueider. Hasta la noche anterior, el Senado se encontraba en empate técnico, indeciso entre la suspensión, impulsada por el oficialismo, y la expulsión, impulsada por el peronismo. Victoria Villarruel había pergeñado la convocatoria con la convicción de que toda la oposición no kirchnerista se plegaría a la idea de suspender a Kueider hasta marzo, un castigo simulado que, en la práctica, no significaba más que unas vacaciones no pagas durante el verano. La UCR había tenido una reunión de bloque la tarde anterior y había decidido ir por la suspensión. Y el PRO, conducido por Luis Juez, amagaba con adoptar la misma postura. Pero, al día siguiente, Arroyo Salgado pidió la extradición de Kueider y el panorama cambió.
Fue Guadalupe Tagliaferri, senadora larretista de CABA, quien anticipó que la relación de fuerzas en el recinto había comenzado a mutar. «Este senador fue encontrado in fraganti y cuando sos encontrado in fraganti es causal de desafuero, y la suspensión que están proponiendo es que durante dos meses va a seguir teniendo fueros. Yo voy a votar por la expulsión de este senador», adelantó Tagliaferri, luego de un largo discurso que apuntaba contra el «contorsionismo moral» del kirchnerismo.
El PRO, hasta entonces, venía sosteniendo una postura zigzagueante. Luis Juez había sido el primero en advertir que el bloque daría quórum a la sesión pedida por UxP, y fue por este motivo, según cuentan en el entorno de la vice, que Villarruel terminó viéndose obligada a convocar. Entonces, Juez había firmado el proyecto de suspensión, pero, al momento de votar, terminó volcándose por la expulsión junto a Tagliaferri y gran parte de los senadores del PRO. «La única sanción que le corresponde es la expulsión. ¿En serio vamos a tener problema que esa banca sea ocupada por una dirigenta política que consiguió los mismos votos que Kueider? No venimos a entregarle nuestra honra a los chanchos. Esto no es un aguantadero», cuestionó, con dureza, mirando de frente a Villarruel, que presidía la sesión.
Finalmente, solo Carmen Álvarez Rivero, Martín Goerling, Alfredo De Angeli y Andrea Cristina votarían, dentro del bloque PRO, en contra de la expulsión. De Angeli lo haría a pesar de que, horas antes, había tenido un discurso muy encendido a favor de expulsar a Kueider. «Acá el que se dio vuelta fue Juez, ahí se perdió», mascullaba, enojado, un senador libertario luego de la sesión.
El oficialismo hizo todo lo posible para evitar la expulsión, pero, a medida que se desarrollaba la sesión, iban apareciendo discursos más y más duros contra Kueider. «Voy a modificar mi postura. Yo sostenía la suspensión, pero lo realizado por Kueider agravia al cuerpo. Voy a acompañar que lo echen», anunció, en un momento, Pablo Blanco, uno de los senadores radicales que había firmado el pedido de suspensión junto a Juez.
Blanco anticipaba así una postura que se había empezado a gestar por la mañana, luego de una nueva reunión bloque que terminó desautorizando lo decidido el día anterior: Kueider tenía que ser expulsado. Los más mileístas en el bloque, como Eduardo Vischi y los mendocinos, habían quedado en offside. El pedido de Arroyo Salgado había calado hondo y, además, muchos habían quedado molestos luego de las palabras de Javier Milei en en el streaming libertario «La Misa» la noche anterior, donde había dicho que a Kueider había que «echarlo a patadas». «Bueno, lo vamos a echar a patadas entonces», afirmaba, irritado, un senador radical.
Finalmente, solo un radical votó en contra de la expulsión: el bonaerense Maximiliano Abad. El resto terminaría votando con Unión por la Patria. A pesar de todos los intentos desesperados por La Libertad Avanza de convencerlos de hacer lo contrario.
EL FALLIDO CUARTO INTERMEDIO
Antes del desenlace fatal para Kueider, el jefe de bloque oficialista, Ezequiel Atauche, convocó a un cuarto intermedio para intentar evitar lo inevitable. Reunidos en el salón Gris, Villarruel gastó todas las municiones que tenía. Insistió en el principio de inocencia, la institucionalidad y el recurso de la suspensión. Cuando falló, sugirió ir por el desafuero en otra sesión, como resultado del pedido de Arroyo Salgado. Tampoco prendió. Finalmente, les pidió a los radicales abstenerse.
En el mientras tanto, los senadores hacían tiempo en sus bancas. «¿Y? ¿Qué van a hacer? Lo que tengan que hacer háganlo de una vez», le espetó Juliana Di Tullio a Eduardo Vischi, jefe de bloque radical, cuando entraba en el recinto a hablar con un senador y se volvía a retirar. UxP estaba nervioso: desde la noche anterior, los ánimos habían mutado de la convicción absoluta de ir a una batalla perdida a la realización de que podrían anotarse un verdadero triunfo. Sabían que parte del PRO acompañaría, pero desconfiaban de los radicales. Solo unos pocos se habían quedado en sus bancas, como Blanco, y temían que Villarruel lograra darlos vuelta a último momento.
Los discursos habían sido duros. «Si ustedes dicen que Kueider es kirchnerista bueno, acá venimos a pedir la expulsión. Salvo que se hayan convertido tan en casta que digan una cosa y hagan otra. O lo que es peor aún, sea el miedo de que se sepa cómo consiguieron los votos para la Ley Bases. O el miedo de que si no lo protegen cante más que Valeria Lynch», cuestionó, al principio, la mendocina Anabel Fernández Sagasti. El peronismo disputaría con el oficialismo (y la oposición dialoguista) la nacionalidad de Kueider: el objetivo era establecer que Kueider se había aliado al gobierno durante el debate de la Ley Bases y que su cambio de postura podía estar vinculado al pago de coimas.
José Mayans, presidente del bloque, apuntaría los cañones contra «Camau» Espínola, compañero de bloque de Kueider y quien el formoseño considera que es el «jefe de la banda». «A las 10 de la mañana del día de la votación de la Ley Bases, Kueider me decía que votaba conmigo. A las 11 qué votaba con ustedes. ¿Qué le ofrecieron? Él me decía que tenía que hablar con Camau que era su socio, su jefe, ¿qué quieren que yo piense de Camau?», cuestionó Mayans, durante el debate.
Mientras tanto, el malestar iba a creciendo a medida de que el cuarto intermedio se iba extendiendo. Después de casi una hora, Silvia Sapag (UxP) amagó con ocupar el lugar de la presidencia, atenta a la posibilidad de que el oficialismo intentara vaciar la sesión. LLA lo intentó y falló y, a cuenta gotas, los senadores fueron volviendo a sus bancas. Apenas se consiguió nuevamente el quórum, UxP empezó a pedir a los gritos que se retomara la sesión y se votara de una vez. Solo cuando la situación se volvió impostergable, Villarruel volvió.
Atauche intentó insistir con desaforar a Kueider, pero la batalla estaba perdida. El peronismo los había acolarralado y se vieron obligados a votar a favor de la expulsión para no quedar pegados defendiendo a Kueider. Solo los cuatro PRO, Abad y Espínola votaron en contra. El salteño Juan Carlos Romero se abstuvo. El castigo contra Kueider había sido ejemplar y devastador.
Desde Casa Rosada, a último momento, intentaron instalar que, como Milei había abandonado el país, Villarruel no debería estar habilitada para presidir la sesión. En el entorno de la vicepresidenta, sin embargo, lo negaron: «Estaba habilitada». La pelea se había perdido.
13/12/2024 a las 11:46 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Las falsas noticias de Milei en cadena nacional
Vanina Biasi
Prensa Obrera
12/12/024
El discurso de Milei al año de su asunción tuvo mucho de escenificación y de mentira comunicacional y nada de registro de la realidad que se está viviendo con la recesión, el recorte jubilatorio, el vaciamiento de la salud y de la educación y con el empobrecimiento generalizado. Tampoco reafirmó la agenda parlamentaria que venía agitando y tenía como objetivo la reforma política para despejar el terreno electoral y disciplinar a los que queden en pie. El episodio de su aliado peronista Kueider, ahora detenido en Paraguay, le modificó algunos planes. De la agenda parlamentaria apenas mencionó la ley antimafias, reiterancia y la de baja de punibilidad, instrumentos políticos que para nada servirán para terminar con narcos y con la inseguridad que definitivamente no es responsabilidad de los menores de edad. El sacrificio que agradeció seguirá siendo ejecutado por las mayorías populares y la felicidad que prometió seguirá siendo patrimonio del reducido grupo de empresarios que gobierna el país.
El ingrato se presentó como un león que en solitario libró batallas heroicas, cuando es un niño mimado de la casta más concentrada, la casta empresarial, que dirige el país y moldea la vida de todos los partidos patronales, que siempre pone sus intereses de clase por delante de las mayorías populares. Gracias al gran acompañamiento que tuvo este año logró tener instrumentos fundamentales como la Ley Bases, el decreto 70/23 o la viabilidad del veto a la ley jubilatoria y a la de financiamiento universitario, que solo han podido prosperar con la inestimable colaboración de radicales, peronistas, lilitos y macristas.
De largada planteó el fin de la recesión, aunque las cifras muestran un incremento de la caída del consumo (5,5% en el primer semestre y 9,8% en el segundo) y una caída de inversiones que se calcula que en este 2024 superará el 22%. La caída de la actividad manufacturera durante el año supera el 17% y la industria opera al 59,1% de su capacidad instalada. El desempleo aumentó 2 puntos bajo su gobierno, llegando casi al 8% y la pobreza trepó al 52,8%, creciendo 12 puntos en 10 meses mientras se duplicó la indigencia de 9 a 18%; todo un récord histórico. Definitivamente la felicidad que prometió es para el reducido universo de empresarios beneficiados por Milei y sus colaboradores, que aunque despotrican contra el Estado se están enriqueciendo a costa suyo como siempre ha ocurrido. Al menos la familia Adorni acomodada en varios ministerios y secretarías es un gran ejemplo de eso. O los influencers como el gordo Dan que inundan las redes con discursos antiestatales cuando hoy se llena los bolsillos con la pauta y con su ingreso directo de funcionario estatal.
Un pasaje destacado de sus mentiras, que expresó al comienzo de su cadena nacional, estuvo relacionado con la afirmación de que el superávit fiscal resolvería el tema de deuda, lo cual es falso ya que este gobierno lleva incrementada la deuda externa en 95 mil millones de dólares aunque el “Messi de las finanzas” y él quieran ocultarlo.
El tipo de cambio de Milei, que achicó la brecha y mantuvo al dólar quieto, se sostuvo sobre la base de una bicicleta financiera costosísima para el pueblo argentino y absurdamente beneficiosa para los especuladores; es el “carry trade” que rindió en este año un 66,6% en dólares, un rendimiento absolutamente ficticio y costeado por el recorte a los ingresos de los trabajadores. El ingreso de dólares del blanqueo es el gran artífice de esta primavera de estabilidad que, sin embargo, no revirtió el hecho de que las reservas netas en dólares están en casi 10 mil millones negativos. Atención a este dato: la primavera política de Milei se conquistó con el voto unánime en el Senado del blanqueo de capitales. Esto significa que el blanqueo más fraudulento de la historia para que evasores y delincuentes blanqueen sus existencias fue apoyado por kirchneristas, peronistas de otros espacios, radicales y demás senadores.
La promesa de Milei de salida del cepo para el 2025 no deja de ser un blef ya que en la memoria de las políticas económicas está presente todavía la salida fallida del cepo protagonizada por Mauricio Macri, quien debió volver a colocarlo reperfilando paralelamente deuda para evitar el default. La realidad que vive el gobierno actual es peor aún que la de entonces y finalmente depende, como ha ocurrido en el pasado, de que el gobierno contraiga más deuda. No vienen a pagar la deuda de los “defolteadores seriales” como afirmó, sino que va a seguir pagando las deudas de los pagadores seriales, incluido él mismo.
La escenificación de excentricidad de Milei viene a tapar su rutinaria condición de corderito de los grandes empresarios y de empleado de los acreedores internacionales, que es la marca registrada de todos los gobernantes capitalistas, sean del signo que sean.
Habló de aplicar una “motosierra profunda” en la próxima etapa, adornando su discursos con delirios tales como que la eliminación de la Ley de Alquileres habría permitido ”bajar un 30% el precio de los alquileres” cuando los mismos aumentaron un promedio de 213% entre diciembre y septiembre cuando en esa etapa la inflación fue del 103%; esto también se vio en el pasaje en el que afirmó que el “salario básico” habría pasado de 300 a 1.100 dólares, cuando el promedio salarial general es de 400 dólares y el salario básico está por debajo de ese promedio.
Habló de “32 piquetes por día”, un delirio que mediáticamente lograron instalar con mucha efectividad demonizando a pobres que luchan con represión y persecución judicial y persiguiendo a sus referentes, como ocurre con el Polo Obrero. Dijo que los “15 puntos del PBI reducidos” -a fuerza de hambrear a niños y jubilados- eran para “devolver el dinero al sector privado”, eufemismo para encubrir que financian la fuga de capitales ya que con esa plata no se hizo una sola inversión.
También afirmó que se terminaba la recesión aunque las cifras y las perspectivas digan lo contrario. Se vanaglorió de despedir a “34 mil empleados estatales” y de haber activado un examen que es puro humo para seguir echando gente. Afirmó que eliminaría el 90% de los impuestos pero sin embargo este año incrementó aquellos que recaen sobre las espaldas populares y su promesa ya fue refutada por el propio Sturzenegger. La mayor parte de la recaudación se produce a través del pago del IVA, que recae especialmente sobre los más pobres. No se trata de cuántos impuestos reduzcan, sino de que los que serán disminuidos serán aquellos que afectan el bolsillo de una minoría social enriquecida como ocurrió con la rebaja impositiva a través del pago de Bienes Personales que se ejecutó con la Ley Bases. Gracias a esa política, la Argentina dejó de recaudar alrededor de un 0,5% del PBI que provenía de los bolsillos de 100 mil de las personas más ricas a cambio del recorte jubilatorio que aportó el 25% del total de gastos reducidos.
En uno de los pasajes afirmó que apostará al desarrollo de la energía nuclear. En este rubro su gobierno redujo el presupuesto en un 40%, y lo que es más grave, frenó el proyecto de realización del primer reactor nuclear creado en Argentina, el Carem 25, y se robó sus planos, lo cual nos permite inferir que dicho desarrollo será entregado a capitales privados de los que se están beneficiando con sus políticas o, peor aún, a Estado extranjeros.
Habló de una “reforma laboral en serio”, confesando que a sus empleadores no les alcanzó con el pacto con la CGT que llevó a aprobar 14 artículos de reforma laboral en la Ley Bases. Los pactos con los “gordos” de la CGT son parte estructural de la política de Milei, que se corona con la total complicidad de la “casta judicial” llena de privilegios de los que el mileísmo jamás habla.
Gracias a estas medidas, los que más ganaron en este año fueron los empresarios de energía, alimentos y finanzas. Según el informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (Ypypp), el resultado operativo del sector hidrocarburífero creció un 709,6% mientras que el bancario alcanzó un 450,6%. En cuanto a resultados netos, los empresarios petroleros y gasíferos lideraron con un incremento del 740%, y los de las productoras de alimentos crecieron un 683%. Algunas empresas lograron expandir sus beneficios muy por encima de la media del mercado. Molinos Agro, la cerealera de la familia Pérez Companc, aumentó su resultado operativo un 7.543%, mientras que el de Metrogas creció en un 2.581%. En cuanto a ganancias netas, Mirgor, de la familia del ministro de Economía, Luis Caputo, se posicionó con un crecimiento del 2.788%, destacándose junto a firmas como Telecom Argentina y Mastellone Hermanos, que multiplicaron sus beneficios más de 20 veces mientras el consumo de leche cae a niveles históricos. Este es el verdadero balance para hacer. Milei es un títere de los dueños del poder. Fin.
Un pasaje destacado de su propuesta económica fue cuando planteó su voluntad de impulsar un acuerdo de libre comercio con EE.UU. Un programa que nada tiene de original, que es el mismo plato recalentado impulsado hace 20 y 30 años atrás y que nos lleva a un país con una destrucción industrial final y con una primarización de la economía aún mayor a la que hoy tenemos. En el cuadro del reforzamiento de las guerras comerciales y del proteccionismo yanqui, esta política es sencillamente un suicidio económico para el país, que pasará a ser, aun más, una factoría de capitales extractivistas y primarizadores de la economía.
Milei no hizo nada solo, estuvo muy acompañado por los demás partidos gobernantes y por la casta judicial y sindical. Las y los trabajadores que sufrimos estas políticas tenemos en nuestras manos la llave para desandar este camino. La organización, la lucha y el entendimiento común entre los sectores afectados. ¡Marchemos masivamente el próximo 20 de diciembre!
13/12/2024 a las 11:50 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
El Congreso y la Justicia, dos escollos para Milei
Daniel Bilotta
Fuente: La Nación
(*) Infobae
13/12/024
La manifiesta incapacidad del oficialismo para lograr acuerdos con el resto de las representaciones políticas no solo dejaría en suspenso el agresivo plan de modificaciones al régimen electoral y parlamentario, además del intento de cubrir las dos vacantes libres en la Corte a través del Senado. La novedad en ese panorama es que la consecuencia de esa impericia lo somete por primera vez a tensiones simultáneas con Unión por la Patria y el Pro. Los dos bloques más numerosos, y antagónicos, en la Cámara de Diputados.
Los reacomodamientos de liderazgos hacia el interior de esas fuerzas es la repercusión más visible de este acontecimiento. Los más suspicaces le atribuyen a estos remezones las caídas en desgracia de Edgardo Kueider y Cristian Ritondo. Tal vez porque su armónica y estrecha interlocución con el Gobierno había puesto en crisis su identidad política antes que fuesen reveladas las supuestas fortunas amasadas en paralelo a servir en la función pública.
Senador por Entre Ríos, Kueider fue expulsado por el PJ de esa provincia, que sigue sin pronunciarse sobre la detención por defraudación al Estado del ex gobernador Sergio Urribarri. Al PJ lo preside José Cáceres, el exvicegobernador de Urribarri. Kueider pagaría el precio de exhibirse en el Senado como el eslabón más débil de una cadena de solidaridad fácil de quebrar lejos del calor del poder de turno. ¿A Ritondo lo perjudicó acercarse demasiado? Por ahora solo una conjetura.
Con cierto sadismo, dirigentes del Pro se preguntaban si Diego Santilli se vería amenazado por algún evento similar. Sobre todo por la influencia desplegada con Ritondo en la administración de Milei en temas sensibles, como el de la regulación fiscal de las tabacaleras. Sarandí, entre las más notables. Agustín Forchieri se encarga de difundir en la Legislatura bonaerense que Santilli presentaría en breve el partido político que inscribió en la Justicia Electoral.
No solo para formalizar la unión de hecho que lo liga a La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, También para sincerar su divorcio con el Pro. Tan íntima sería la relación que al primo y diputado provincial de Santilli no le preocuparía la connotación del nombre elegido para esa nueva formación: Colorado. El rechazo al presupuesto de Jorge Macri de los legisladores porteños de Patricia Bullrich y Karina Milei marcaría la ruptura definitiva del Pro con los libertarios.
Mauricio Macri sería el más decidido a competir en 2025 sin aliarse con los libertarios. El jefe del gobierno porteño, Jorge Macri, convocaría antes de fin de año a elecciones locales desdobladas de las nacionales para mayo. Axel Kicillof es otra víctima de los coletazos con los que repercuten las aparentes negociaciones entre Cristina y Milei. El gobernador crispa a sus aliados con su falta de resolución sobre el desdoblamiento electoral.
Quienes recomiendan esa medida tienen como prioridad enterrar el liderazgo electoral de Cristina. Es decir, subordinan la victoria en las elecciones del 2025 a esa meta. La Boleta Única de Papel (BUP) plantea una disociación entre la elección de cargos nacionales y la de provinciales y municipales. Kicillof tiene pendiente resolver si se realizan el mismo día o en fechas diferentes.
Si desdobla, la composición de las listas debería dirimirse en una PASO pero bajo la tutela de las autoridades del peronismo bonaerense. Es decir, Máximo Kirchner. Jorge Ferraresi está resuelto a presentar listas por fuera de Unión por la Patria. Descuenta que sus pretensiones serán desatendidas. El gobernador aguarda que la Legislatura apruebe un endeudamiento por 1.100 millones de dólares en sesiones extraordinarias.
Ferraresi le habría aconsejado distraer parte de esos recursos para financiar el desdoblamiento. Organizar la elección en un único día le costaría 100 millones al Estado bonaerense. El cálculo es obvio y redundante. Desdoblar cuesta el doble. La Cámara de Diputados bonaerense le dio media sanción ayer a la ley que promueve la fabricación de medicamentos públicos. La oposición teme, con razón, que parte del empréstito sea destinado a financiar la entrega de medicamentos en campaña.
Alguien de La Cámpora bromeó que a Kicillof hubiese precisado un miorelajante para el sofocón que vivió al aire libre en Moreno, durante la reunión del PJ organizada por Máximo Kirchner. Una humorada de mal gusto. Con diferentes estilos de persuasión, Cristina y Sergio Massa lo instaron a no desdoblar. El gobernador, por ahora, rehúye hablar del tema. ¿Podría ser candidato a presidente si contribuye a una derrota del kirchnerismo? Es la pregunta que no atinan a responder quienes ofician como sus consultores en el peronismo.
Lo que parece seguro es el impacto emocional causado en sus filas por Massa, con quien Kicillof compartió el cartel de invitado en Moreno. La buena sintonía que aparentó exhibir con Cristina y Máximo habría tenido como reacción inesperada la confirmación de Jorge D´Onofrio al frente del Ministerio de Transporte. Massa es percibido como una amenaza a la candidatura presidencial de Kicillof. El líder del Frente Renovador viene reclamando la renuncia de D´Onofrio que parecía un hecho para el 2 de enero hasta antes de la reunión del PJ en Moreno.
El riesgo que asume el gobernador para no aparecer cediendo frente a Massa en esta situación es muy grande. La presencia de D´Onofrio en su gabinete de ministros abre serias dudas sobre la decencia que pregona en su gestión. El ministro es investigado por supuesta asociación ilícita y defraudación al Estado con irregularidades en el sistema de fotomultas. Una estafa multimillonaria contra el fisco, muy difícil de practicar sin la complicidad de funcionarios públicos.
Las empresas de Verificación Técnica Vehicular (VTV) analizan declararse en esa causa como víctimas de una extorsión. Todas argumentarían haber sido presionadas para contratar un software para entregar turnos online cuando tenían vencidos sus contratos con el Ministerio de Transporte. Ese servicio lo presta “Soluciones en Telecomunicaciones y Electrónica” de Sebastián Desio. La intimidad de Desio con D´Onofrio sería testimoniada por la vivienda que durante años le alquiló al funcionario.
Massa propondría que Martín Marinucci sustituya a D´Onofrio. Marinucci fue titular de la ADIF. El área a cargo de reponer, y comprar, los materiales para que rueden los trenes en Ferrocarriles Argentinos. Ese fragor le otorga otro relieve a la influencia de Ferraresi sobre Kicillof. El intendente de Avellaneda resignará el manejo de una de las cajas políticas más importantes para sumar a Claudio “Chiqui” Tapia al gobierno bonaerense-
Tapia reemplazará en el Ceamse a Mónica Cappellini, una funcionaria de Ferraresi. El titular de la AFA regresará al organismo del que fue expulsado por Jorge Macri y al que había llegado por Santilli. A cambio, Tapia organizaría partidos de la selección nacional de fútbol en el estadio único de La Plata. Un campo de juego que pasó a administrar la AFA por un convenio suscripto con el gobierno bonaerense.
La influencia de Ferraresi sobre el fútbol no se agotaría solamente en ese gesto audaz. Blanca Frattini sería parte del equipo que administra su secretaría privada en el municipio de Avellaneda. Un lugar de máxima reserva al que habría accedido gracias a su padre, Cristian Frattini, candidato a intendente en 2019 por Consenso Federal de Roberto Lavagna. Pero también fue el presidente del club Dock Sud, un cargo que le habría permitido desarrollar una red de contactos con barrabravas como Fabricio Martínez, exjefe de la del club Nueva Chicago. Frattini fue convocado por Martínez para coordinar la conducción de la Libertad Avanza en la Tercera Sección bajo las órdenes de Sebastian Pareja. El delegado de Milei en la provincia de Buenos Aires. Un universo que no le sería extraño por los contactos que Pareja mantendría con la barra del club San Lorenzo de Almagro.
Con frecuencia, Frattini y Martinez serían auxiliados por Alejandro “Terremoto” Caiño, ladero de “Bebote” Álvarez en la barra de Independiente de Avellaneda. Ferraresi ya tomó partido por Victor Blanco en la elección interna del Racing Club. Blanco disputará su reelección con la lista que lleva a Diego Milito de candidato a presidente. Ferraresi justificaría su respaldo a Blanco con un argumento peculiar. Si gana Milito, Hernán Lacunza asumiría como vicepresidente.
Ferraresi acusa a Lacunza de haber fundido la provincia de Buenos Aires por su gestión al frente del ministerio de Economía en el gobierno de María Eugenia Vidal.