Por Luis Américo Illuminati.-

Si en las manifestaciones de energúmenos piqueteros vas bien vestido y llevas puesta una gorra con la inscripción: «Las «Fuerzas del Cielo», te interceptan violentos kromagnones y te golpean. Eso sucedió hoy en la vía pública frente al Congreso Nacional. Una vergüenza. En el video se puede observar a un cobarde con chiva encanecida agredir sorpresivamente a un simpatizante de Milei y luego escapar. Y a una feminazi empujar a otro joven que no piensa igual que ella.

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Los cabecillas y activistas de la turbamulta arrojaron botellazos y piedras a la policía que cumplió con su deber de preservar el orden. Son orates. Insultaban y gritaban: «La patria no se vende». Son los mercenarios de la organización conspirativa «La Cámpora». Los argentinos que el 19 de noviembre votaron a Milei apoyamos a la Policía Federal y Gendarmería Nacional y repudiamos a los diputados como Del Caño y otros chiflados peligrosos que promueven el caos y los disturbios junto con las hordas de la izquierda reaccionaria. La barbarie a la orden del día. Mientras tanto, en el recinto, Máximo Kirchner improvisaba un discurso de barricada. Comparó el gobierno de la ciudad con la dictadura militar de Videla.

Señor hijo de Cretina, cállese la boca. Sinvergüenza. Caradura. Inmoral. Bestia peluda (Bête Noire). No habría habido ninguna dictadura militar si los montoneros que expulsó Perón de su movimiento por imberbes e infiltrados -los jóvenes idealistas- no hubieran puesto en grave peligro la continuidad de la democracia y asesinado a tantos argentinos, comenzando por José Ignacio Rucci. Estos actos de terrorismo irritaron sobremanera al entonces presidente de la Nación General Perón e hicieron que redactara un contundente radiograma con motivo del alevoso copamiento de las unidades militares de Azul y Olavarría, antecedente inmediato de los posteriores decretos que ordenaban la aniquilación de la guerrilla, firmado con posterioridad a su muerte por el gobierno de su viuda María Estela Martínez. En efecto, el 20 de enero de 1974, el presidente Perón brindó un duro mensaje por cadena nacional condenando el ataque al Regimiento de Azul. En la parte final de su discurso dejó una contundente frase destinada a quedar marcada en la historia. Fue cuando llamó a «aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal», convocando a todos los sectores a «la lucha que dé lugar». Asimismo, advirtió que, si el pueblo no lo acompañaba en ese desafío, estaba dispuesto a dar un paso al costado.» (Ver Infobae, Nicolás Gilardi, 13 de agosto de 2022).

Por eso, Sr. Diputado Máximo Kirchner, hágase a la idea de que las masas irracionales no pasarán la línea roja. La sociedad que votó a Milei quiere que Ud. y su madre vayan presos. No hay marcha atrás. No podrán torcerle el brazo al presidente ni a la democracia. Si Perón volviera de la muerte, tenga por seguro que a su madre y a usted les diría unas cuantas cosas que son fáciles de imaginar, una de ellas que acabaron con el movimiento por él fundado y fundaron sobre sus restos uno mucho peor, un leviatán montonero, rematador público de la Argentina.

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