Por Hernán Andrés Kruse.-
Finalmente el Cónclave eligió al sucesor de Francisco. Se trata de Robert Prevost, de nacionalidad estadounidense-peruana. En sus primeras palabras ante una colmada Plaza San Pedro, el flamante papa León XIV recordó a su antecesor: “Todavía conservamos en nuestros oídos esa voz débil, pero siempre valiente del Papa Francisco que bendecía a Roma”. “El papa que bendecía a Roma y daba su bendición al mundo entero esa mañana del día de Pascua. Permítanme darle continuidad a esa misma bendición que Dios nos quiere mucho, Dios nos ama a todos. El mal no prevalecerá”. “Estamos todos en las manos de Dios, por lo tanto, sin miedo, unidos, mano a mano con Dios y entre nosotros vayamos adelante. Seamos discípulos de Cristo, Él nos precede. El mundo necesita de su luz, la humanidad necesita de él como el puente para ser alcanzado por su amor”. “Gracias al papa Francisco” (fuente: Infobae, 8/5/025). El mensaje del papa León XIV es claro y contundente: “queridos fieles, mi papado será una continuación y profundización del papado de Francisco”.
Otro asunto relevante ha sido la decisión de Robert Prevost de elegir el nombre “León XIV”. El papa lo tomó de León XIII, quien estuvo al frente del Vaticano entre 1878 y 1903. Se trata de un Pontífice muy reconocido por su encíclica “Rerum Novarum”, que centraba su enfoque en las condiciones de los trabajadores. Buceando en Google me encontré con una versión resumida de la famosa encíclica. A continuación paso a transcribir, por razones de espacio, partes de la misma.
“El ardiente afán de novedades que hace ya tiempo agita a los pueblos, necesariamente tenía que pasar del orden político al de la economía social, tan unido a aquél. La verdad es que las nuevas tendencias de las artes y los nuevos métodos de las industrias; el cambio de las relaciones entre patronos y obreros; la acumulación de las riquezas en pocas manos, y la pobreza ampliamente extendida; la mayor conciencia de su valer en los obreros, y su mutua unión más íntima; todo ello, junto con la progresiva corrupción de costumbres han hecho estallar la guerra. Cuán suma gravedad entrañe esa guerra, se colige de la viva expectación que tiene suspensos los ánimos, y de cómo ocupa los ingenios de los doctos, las reuniones de los sabios, las asambleas populares, el juicio de los legisladores, los consejos de los príncipes; de tal manera, que no hay cuestión alguna, por grande que sea, que más que ésta preocupe los ánimos de los hombres.
LA “CUESTIÓN OBRERA”
“Por esto, pensando sólo en el bien de la Iglesia y en el bienestar común, así como otras veces os hemos escrito sobre el Poder político, la Libertad humana, la Constitución cristiana de los Estados y otros temas semejantes, cuanto parecía a propósito para refutar las opiniones engañosas, así ahora y por las mismas razones creemos deber escribiros algo sobre la cuestión obrera. Materia ésta, que ya otras veces ocasionalmente hemos tocado; mas en esta Encíclica la conciencia de Nuestro Apostólico oficio Nos incita a tratar la cuestión de propósito y por completo, de modo que aparezcan claros los principios que han de dar a esta contienda la solución que exigen la verdad y la justicia.
Cuestión tan difícil de resolver como peligrosa. Porque es difícil señalar la medida justa de los derechos y las obligaciones que regulan las relaciones entre los ricos y los proletarios, entre los que aportan el capital y los que contribuyen con su trabajo. Y peligrosa esta contienda, porque hombres turbulentos y maliciosos frecuentemente la retuercen para pervertir el juicio de la verdad y mover la multitud a sediciones. Como quiera que sea, vemos claramente, y en esto convienen todos, que es preciso auxiliar, pronta y oportunamente, a los hombres de la ínfima clase, pues la mayoría de ellos se resuelve indignamente en una miserable y calamitosa situación. Pues, destruidos en el pasado siglo los antiguos gremios de obreros, sin ser sustituidos por nada, y al haberse apartado las naciones y las leyes civiles de la religión de nuestros padres, poco a poco ha sucedido que los obreros se han encontrado entregados, solos e indefensos, a la inhumanidad de sus patronos y a la desenfrenada codicia de los competidores.
A aumentar el mal, vino voraz la usura, la cual, más de una vez condenada por sentencia de la Iglesia, sigue siempre, bajo diversas formas, la misma en su ser, ejercida por hombres avaros y codiciosos. Júntase a esto que los contratos de las obras y el comercio de todas las cosas están, casi por completo, en manos de unos pocos, de tal suerte que unos cuantos hombres opulentos y riquísimos han puesto sobre los hombros de la innumerable multitud de proletarios un yugo casi de esclavos”.
SOCIALISMO
“Para remedio de este mal los Socialistas, después de excitar en los pobres el odio a los ricos, pretenden que es preciso acabar con la propiedad privada y sustituirla por la colectiva, en la que los bienes de cada uno sean comunes a todos, atendiendo a su conservación y distribución los que rigen el municipio o tienen el gobierno general del Estado. Pasados así los bienes de manos de los particulares a las de la comunidad y repartidos, por igual, los bienes y sus productos, entre todos los ciudadanos, creen ellos que pueden curar radicalmente el mal hoy día existente. Pero este su método para resolver la cuestión es tan poco a propósito para ello, que más bien no hace sino dañar a los mismos obreros; es, además, injusto por muchos títulos, pues conculca los derechos de los propietarios legítimos, altera la competencia y misión del Estado y trastorna por completo el orden social la propiedad privada.
Fácil es, en verdad, el comprender que la finalidad del trabajo y su intención próxima es, en el obrero, el procurarse las cosas que pueda poseer como suyas propias. Si él emplea sus fuerzas y su actividad en beneficio de otro, lo hace a fin de procurarse todo lo necesario para su alimentación y su vida; y por ello, mediante su trabajo, adquiere un verdadero y perfecto derecho no sólo de exigir su salario, sino también de emplear éste luego como quiera. Luego si gastando poco lograre ahorrar algo y, para mejor guardar lo ahorrado, lo colocare en adquirir una finca, es indudable que esta finca no es sino el mismo salario bajo otra especie; y, por lo tanto, la finca, así comprada por el obrero, debe ser tan suya propia como el salario ganado por su trabajo. Ahora bien: precisamente en esto consiste, como fácilmente entienden todos, el dominio de los bienes, sean muebles o inmuebles. Por lo tanto, al hacer común toda propiedad particular, los socialistas empeoran la condición de los obreros porque, al quitarles la libertad de emplear sus salarios como quisieren, por ello mismo les quitan el derecho y hasta la esperanza de aumentar el patrimonio doméstico y de mejorar con sus utilidades su propio estado.
Pero lo más grave es que el remedio por ellos propuesto es una clara injusticia, porque la propiedad privada es un derecho natural del hombre. -Porque en esto es, en efecto, muy grande la diferencia entre el hombre y los brutos. Estos no se gobiernan a sí mismos, sino que les gobiernan y rigen dos instintos naturales: de una parte, mantienen en ellos despierta la facultad de obrar y desarrollan sus fuerzas oportunamente; y de otra, provocan y limitan cada uno de sus movimientos. Con un instinto atienden a su propia conservación, por el otro se inclinan a conservar la especie. Para conseguir los dos fines perfectamente les basta el uso de las cosas ya existentes, que están a su alcance; y no podrían ir más allá, porque se mueven sólo por el sentido y por las sensaciones particulares de las cosas.
Muy distinta es la naturaleza del hombre. En él se halla la plenitud de la vida sensitiva, y por ello puede, como los otros animales, gozar los bienes de la naturaleza material. Pero la naturaleza animal, aún poseída en toda perfección, dista tanto de circunscribir a la naturaleza humana, que le queda muy inferior y aun ha nacido para estarle sujeta y obedecerla. Lo que por antonomasia distingue al hombre, dándole el carácter de tal -y en lo que se diferencia completamente de los demás animales- es la inteligencia, esto es, la razón. Y precisamente porque el hombre es animal razonable, necesario es atribuirle no sólo el uso de los bienes presentes, que es común a todos los animales, sino también el usarlos estable y perpetuamente, ya se trate de las cosas que se consumen con el uso, ya de las que permanecen, aunque se usen los bienes creados.
Y todo esto resulta aun más evidente, cuando se estudia en sí y más profundamente la naturaleza humana. El hombre, pues, al abarcar con su inteligencia cosas innumerables, al unir y encadenar también las futuras con las presentes y al ser dueño de sus acciones, es -él mismo- quien bajo la ley eterna y bajo la providencia universal de Dios se gobierna a sí mismo con la providencia de su albedrío: por ello en su poder está el escoger lo que juzgare más conveniente para su propio bien, no sólo en el momento presente sino también para el futuro. De donde se exige que en el hombre ha de existir no sólo el dominio de los frutos de la tierra sino también la propiedad de la misma tierra, pues de su fertilidad ve cómo se le suministran las cosas necesarias para el porvenir.
Las exigencias de cada hombre tienen, por decirlo así, un sucederse de vueltas perpetuas de tal modo que, satisfechas hoy, tornan mañana a aparecer imperiosas. Luego la naturaleza ha tenido que dar al hombre el derecho a bienes estables y perpetuos, que correspondan a la perpetuidad del socorro que necesita. Y semejantes bienes únicamente los puede suministrar la tierra con su inagotable fecundidad. No hay razón alguna para recurrir a la providencia del Estado; porque, siendo el hombre anterior al Estado, recibió aquél de la naturaleza el derecho de proveer a sí mismo, aun antes de que se constituyese la sociedad. Pero el hecho de que Dios haya dado la tierra a todo el linaje humano, para usarla y disfrutarla, no se opone en modo alguno al derecho de la propiedad privada. Al decir que Dios concedió en común la tierra al linaje humano, no se quiere significar que todos los hombres tengan indistintamente dicho dominio, sino que, al no haber señalado a ninguno, en particular, su parte propia, dejó dicha delimitación a la propia actividad de los hombres y a la legislación de cada pueblo.
Por lo demás, la tierra, aunque esté dividida entre particulares, continúa sirviendo al beneficio de todos, pues nadie hay en el mundo que de aquélla no reciba su sustento. Quienes carecen de capital, lo suplen con su trabajo: y así, puede afirmarse la verdad de que el medio de proveer de lo necesario se halla en el trabajo empleado o en trabajar la propia finca o en el ejercicio de alguna actividad, cuyo salario -en último término- se saca de los múltiples frutos de la tierra o se permuta por ellos. De todo esto se deduce, una vez más, que la propiedad privada es indudablemente conforme a la naturaleza. Porque las cosas necesarias para la vida y para su perfección son ciertamente producidas por la tierra, con gran abundancia, pero a condición de que el hombre la cultive y la cuide con todo empeño. Ahora bien: cuando en preparar estos bienes materiales emplea el hombre la actividad de su inteligencia y las fuerzas de su cuerpo, por ello mismo se aplica a sí mismo aquella parte de la naturaleza material que cultivó y en la que dejó impresa como una figura de su propia persona: y así justamente el hombre puede reclamarla como suya, sin que en modo alguno pueda nadie violentar su derecho”.
LA IGLESIA Y EL PROBLEMA SOCIAL
“Con plena confianza, y por propio derecho Nuestro, entramos a tratar de esta materia: se trata ciertamente de una cuestión en la que no es aceptable ninguna solución si no se recurre a la religión y a la Iglesia. Y como quiera que la defensa de la religión y la administración de los bienes que la Iglesia tiene en su poder, se halla de modo muy principal en Nos, faltaríamos a Nuestro deber si calláramos. Problema éste tan grande, que ciertamente exige la cooperación y máxima actividad de otros también: Nos referimos a los gobernantes, a los amos y a los ricos, pero también a los mismos obreros, de cuya causa se trata; y afirmamos con toda verdad que serán inútiles todos los esfuerzos futuros que se hagan, si se prescinde de la Iglesia. De hecho la Iglesia es la que saca del Evangelio las doctrinas, gracias a las cuales, o ciertamente se resolverá el conflicto, o al menos podrá lograrse que, limando asperezas, se haga más suave: ella -la Iglesia-procura con sus enseñanzas no tan sólo iluminar las inteligencias, sino también regir la vida y costumbres de cada uno con sus preceptos; ella, mediante un gran número de benéficas instituciones, mejora la condición misma de las clases proletarias; ella quiere y solicita que los pensamientos y actividad de todas las clases sociales se unan y conspiren juntos para mejorar en cuanto sea posible la condición de los obreros; y piensa ella también que, dentro de los debidos límites en las soluciones y en su aplicación, el Estado mismo ha de dirigir a esta finalidad sus mismas leyes y toda su autoridad, pero con la debida justicia y moderación”.
CONCORDIA, NO LUCHA
“Como primer principio, pues, debe establecerse que hay que respetar la condición propia de la humanidad, es decir, que es imposible el quitar, en la sociedad civil, toda desigualdad. Lo andan intentando, es verdad, los socialistas; pero toda tentativa contra la misma naturaleza de las cosas resultará inútil. En la naturaleza de los hombres existe la mayor variedad: no todos poseen el mismo ingenio, ni la misma actividad, salud o fuerza: y de diferencias tan inevitables síguense necesariamente las diferencias de las condiciones sociales, sobre todo en la fortuna. Y ello es en beneficio así de los particulares como de la misma sociedad; pues la vida común necesita aptitudes varias y oficios diversos; y es la misma diferencia de fortuna, en cada uno, la que sobre todo impulsa a los hombres a ejercitar tales oficios. Y por lo que toca al trabajo corporal, el hombre en el estado mismo de inocencia no hubiese permanecido inactivo por completo: la realidad es que entonces su voluntad hubiese deseado como un natural deleite de su alma aquello que después la necesidad le obligó a cumplir no sin molestia, para expiación de su culpa: Maldita sea la tierra en tu trabajo, tú comerás de ella fatigosamente todos los días de tu vida.
Por igual razón en la tierra no habrá fin para los demás dolores, porque los males consiguientes al pecado son ásperos, duros y difíciles para sufrirse; y necesariamente acompañarán al hombre hasta el último momento de su vida. Y, por lo tanto, el sufrir y el padecer es herencia humana; pues de ningún modo podrán los hombres lograr, cualesquiera que sean sus experiencias e intentos, el que desaparezcan del mundo tales sufrimientos. Quienes dicen que lo pueden hacer, quienes a las clases pobres prometen una vida libre de todo sufrimiento y molestias, y llena de descanso y perpetuas alegrías, engañan miserablemente al pueblo arrastrándolo a males mayores aún que los presentes. Lo mejor es enfrentarse con las cosas humanas tal como son; y al mismo tiempo buscar en otra parte, según dijimos, el remedio de los males. En la presente cuestión, la mayor equivocación es suponer que una clase social necesariamente sea enemiga de la otra, como si la naturaleza hubiese hecho a los ricos y a los proletarios para luchar entre sí con una guerra siempre incesante.
Esto es tan contrario a la verdad y a la razón que más bien es verdad el hecho de que, así como en el cuerpo humano los diversos miembros se ajustan entre sí dando como resultado cierta moderada disposición que podríamos llamar simetría, del mismo modo la naturaleza ha cuidado de que en la sociedad dichas dos clases hayan de armonizarse concordes entre sí, correspondiéndose oportunamente para lograr el equilibrio. Una clase tiene absoluta necesidad de la otra: ni el capital puede existir sin el trabajo, ni el trabajo sin el capital. La concordia engendra la hermosura y el orden de las cosas; por lo contrario, de una lucha perpetua necesariamente ha de surgir la confusión y la barbarie. Ahora bien: para acabar con la lucha, cortando hasta sus raíces mismas, el cristianismo tiene una fuerza exuberante y maravillosa. Y, en primer lugar, toda la enseñanza cristiana, cuyo intérprete y depositaria es la Iglesia, puede en alto grado conciliar y poner acordes mutuamente a ricos y proletarios, recordando a unos y a otros sus mutuos deberes, y ante todo los que la justicia les impone”.
13/05/2025 a las 3:47 PM
https://www.youtube.com/shorts/qXh1S_ozdTQ?feature=share
13/05/2025 a las 4:09 PM
Fuentes vaticanas seguras indican que, con seguridad; cuando LEÓN XIV se vea con Milei; le va a pedir que Lule, Martín y el Seba Pajero, dejen de coimear el sueldo de los empleados de PAMI y ANSES
13/05/2025 a las 5:14 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOUES
El caso testigo del cepo de Milei a los salarios
Leandro Renou
Página/12
13 de mayo de 2025
Capitulando en su discurso de que la inflación es un fenómeno sólo monetario, el gobierno de Javier Milei primero pisó el precio del dólar quemando reservas y ahora entró en una dinámica peligrosa de intervenir en paritarias para que no haya aumentos superiores al 1 por ciento que recaliente el IPC. El caso testigo de la iniciativa es el zafarrancho que generaron el tándem Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, en la mesa salarial más grande de la actividad privada: los empleados de Comercio, con 1,2 millones de trabajadores afectados que hoy no pueden cobrar su aumento en una actividad de salarios muy bajos y por decisión exclusiva del gobierno libertario. Una intervención que, además, intenta domesticar no sólo a esa actividad, sino al resto de los gremios y, sobre todo, a los empresarios, en medio de la evidencia de que la plata cada vez alcanza para menos.
En las últimas horas, con un acuerdo ya cerrado hace más de dos semanas y una suba superior al 5,4 por ciento, el Gobierno convocó por segunda vez a la Federación de Empleados de Comercio (Faecys) y a la Cámara de Comercio (CAC) para que tumben ese porcentaje y acuerden un aumento menor. Eso, que ya había sido rechazado por las partes la semana pasada, detonó el nexo entre el gremio y los privados y dejó al Gobierno expuesto interveniendo de manera directa en un acuerdo entre privados. Justo cuando, en campaña, el Presidente había garantizado paritarias libres.
Este lunes, en medio de una confusión pocas veces vista, la Faecys, con Armando Cavallieri al frente, aseguró que las empresas van a pagar los aumentos. Por medio de un comunicado precisaron que «gracias a su diálogo responsable con las cámaras empresarias del sector (CAC, CAME y UDECA), y en reconocimiento a la validez del acuerdo firmado paritario firmado, correspondiente al trimestre abril-junio, los supermercados y comercios se comprometieron a abonar durante la corriente semana los incrementos salariales previstos».
El problema es que esas cámaras son una parte. Fuentes del sector supermercadista, la otra parte clave, dijeron a Página I12 que «a fin de tomar en consideración a nuestros trabajadores se pagará un adelanto de sueldo que no implica reconocer la paritaria que el gobierno ha llamado a renegociar». Es decir, el sector que tiene -sumando a los mayoristas y los hipermercados- a un tercio de los trabajadores totales, se niega a pagar no porque el acuerdo no esté firmado, sino porque el Gobierno de Milei no lo homologa, es decir, no lo aprueba.
ADELANTOS Y UN GREMIO ALERTA
Naturalmente, la tensión que generó la intervención del oficialismo puso al gremio en alerta y con amenazas de asambleas en los lugares de trabajo, lo que llevó a los comercios más grandes a aceptar dar adelantos. Lo curioso es que es tan grave la apuesta del Gobierno que hasta lograron que los privados hagan oídos sordos, sin hacer nada ilegal, a una cláusula que debía garantizar el pago.
El artículo 10 especifica que «(…) para el caso de estar pendiente la homologación del acuerdo y se produzcan vencimientos de los plazos pactados para el pago de los incrementos en la forma escalonada prevista, los empleadores abonarán las sumas devengadas con la mención “Pago anticipado a cuenta del Acuerdo Colectivo Abril 2025”, el que quedará reemplazado y compensado por los rubros correspondientes una vez homologado el acuerdo».
El conflicto que inquieta al Gobierno es que Milei le pidió a Caputo que no haya subas mensuales de salarios mayores al 1 por ciento. Y este acuerdo de Comercio, que es grande, no sólo lo sobrepasa sino que, cuando se pague, los comercios lo trasladarán a precios. Un breve resumen refleja que el pacto de los mercantiles tiene un aumento de 1,9 por ciento en abril, más suma fija de 35 mil pesos; suba de 1,8 en mayo, con suma fija de 40 mil pesos; y aumentos del 1,7 por ciento más suma fija de 40 mil pesos en junio. Esos montos se pagan como no remunerativos y se incorporan a los básicos de manera escalonada desde julio próximo.
CAPUTO ARMÓ UNA INTERNA EMPRESARIA
Vale decir que, una vez aplicada la suba que el Gobierno no quiere aprobar, el sueldo básico de los empleados de comercio ascendería a algo más de 1,2 millones de pesos. Es decir, la foto de un rubro que está por debajo de la media de los sueldos de privados y que no alcanza a pagar la canasta de pobreza que mide el INDEC.
Otro punto interesante de esta pulseada que el Gobierno busca forzar es que generó una interna entre los que firmaron el acuerdo y los supermercados y mayoristas, que son los mayores pagadores. La rúbrica más importante del lado privado la estampó Natalio Mario Grinnman, el presidente de la CAC y uno de los ceos más militantes de los libertarios. En las últimas horas recibió fuertes críticas de funcionarios nacionales, que le observan que no podía firmar algo con lo cual los grandes supermercados y mayoristas no estaban de acuerdo con abonar. Hoy la foto es que CAC quiere pagar, pero en el resto está dificil.
El asunto es que viendo el desempeño de la inflación en los primeros meses del año en base al IPC CABA (que ya midió abril), el número supera al 11 por ciento. Es decir, aún contando las sumas fijas, el acuerdo de comercio queda por debajo de los precios. Pero para el Gobierno no es suficiente: si firma una paritaria de ese estilo, en la Rosada saben que habilitan acuerdos por ese monto, con el riesgo seguro de que se vayan a precios.
13/05/2025 a las 5:17 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
La abstención electoral como síntoma de época
Paula Marussich
Página/12
13 de mayo de 2025
La caída en la participación volvió a ser protagonista en las elecciones provinciales del fin de semana. En Chaco, Jujuy, Salta y San Luis, la concurrencia electoral retrocedió en comparación con los comicios legislativos de 2021, cuando todavía persistía el impacto del aislamiento por la pandemia. Cuatro años después, la apatía se profundiza. En Chaco, apenas votó el 52% del padrón, lo que representa una caída de 14 puntos. En San Luis, la merma fue de 12,5. En Jujuy y Salta, el descenso rondó los cinco puntos, y en esta última se trató de la segunda participación más baja desde 1983. A ese mapa se suma Santa Fe, que semanas atrás registró un derrumbe histórico en su primer turno electoral del año: solo asistió a las urnas el 55,6% del padrón, el nivel más bajo desde el retorno democrático. “El gran perdedor fue el sistema político”, sintetizó el consultor Gustavo Córdoba. Pero la preocupación no se agota en la abstención. Detrás de esos números se consolida un proceso más profundo de fragmentación y repliegue territorial, donde los partidos tradicionales pierden cohesión nacional. La desnacionalización de la política no solo debilita la representación: deja al sistema sin un horizonte claro.
El fenómeno no es nuevo ni aislado. Ya en 2023, el sistema político había recibido una señal de alerta: el balotaje presidencial que consagró a Javier Milei registró una participación del 76,37%, una de las más bajas desde 1983. Los primeros turnos electorales de 2025 ratifican esa tendencia. Lo advirtieron los politólogos de Harvard Steven Levitsky y Daniel Ziblatt en Cómo mueren las democracias: “Cuando los votantes pierden la fe en los partidos tradicionales, la puerta queda abierta para forasteros con discursos antisistema, que muchas veces erosionan las instituciones desde dentro”. Esa advertencia global ya tiene su capítulo en estas latitudes.
El patrón se repite: desafección, voto castigo, ruptura. Según el diagnóstico de Gustavo Córdoba, «había un votante frustrado que no estaba contenido en términos económicos y que, después, terminó votando a Milei”, explicó. Para el politólogo Pablo Salinas, el fenómeno actual expresa un nivel de desconexión aún más profundo que el de 2001: “Es mucho más grave el ausentismo que fenómenos como el voto bronca. Porque el voto bronca no cuestionaba al sistema, cuestionaba a los candidatos. El ausentismo cuestiona al sistema”. Una renuncia silenciosa a la política como herramienta de transformación.
Pero la baja participación no sería la única luz roja encendida en el tablero electoral, o al menos no la más grave. El politólogo Sebastián Galmarini no se mostró particularmente alarmado por la disminución en la concurrencia —“no afecta el resultado”, señaló—, pero sí advirtió sobre un fenómeno más estructural: la desarticulación del sistema de partidos. “No hay partidos nacionales”, aseguró el actual director del Banco Provincia, y puso como ejemplo la desaparición del peronismo como fuerza competitiva en distritos como Salta y Jujuy, donde directamente se quedó sin representación. Para Galmarini, la política se transformó en “un conglomerado de buscas y agrupaciones locales”, sin capacidad de articular política nacional. Ese, señala, es el verdadero costo de los desdoblamientos electorales y del repliegue a lo provincial: un escenario cada vez más fragmentado, donde las campañas se reducen a ejercicios de ingeniería electoral. “Se parece a un tablero de ajedrez donde todos juegan sin saber mover las piezas”, graficó. De cara a los comicios del próximo domingo en la Ciudad de Buenos Aires, anticipó que la participación podría volver a ser baja, aunque sin un impacto definido sobre el resultado.
Facundo Cruz, consultor y codirector del Centro de Investigación para la Calidad Democrática (CICaD), aporta perspectiva histórica: “Lo que está pasando con la participación electoral en Argentina no es nuevo ni excepcional. En cada década, desde 1983 hasta hoy, observamos una caída promedio de cinco puntos. En los años ’80 teníamos elecciones con más del 80% de participación. En los ’90 ya estábamos por debajo. Tras la crisis de 2001, la participación bajó al 70% y, si bien hubo un pequeño repunte, después de la pandemia estamos viendo elecciones que oscilan entre el 65 y el 70%, e incluso muchas por debajo del 60%. Pero esto no significa que vote menos gente: nominalmente, hay más votantes. Lo que ocurre es que los padrones crecen más rápido que la cantidad de personas que efectivamente van a votar. Con este escenario, tenemos que acostumbrarnos a elecciones donde una participación del 65% es aceptable”.
¿QUÉ EXPLICA LA MERMA?
Entre los factores que explican la caída, los analistas destacan al menos tres. El primero es el desgaste generalizado del sistema político, que atraviesa una crisis de representación donde los partidos tradicionales ya no interpelan con la fuerza de otros tiempos. A esto se suma el impacto de la situación económica, que golpea con más dureza a los sectores populares y tiende a generar apatía o resignación más que movilización política. Por último, los desdoblamientos electorales —diseñados para blindar a los oficialismos provinciales— también contribuyen a diluir el sentido de la contienda y a desconectar el voto local de un proyecto nacional.
Paola Zuban, directora de Zuban Córdoba e integrante de la Red de Politólogas, lo resume así: “La caída en la participación es todo un fenómeno que tiene que ver principalmente con cierto sentimiento de frustración que tienen amplias capas de votantes. Desde la pandemia hasta acá, ha descendido el caudal de votantes”. Según su análisis, en 2021 la abstención estuvo vinculada al aislamiento, la recesión y el desgaste del gobierno de Alberto Fernández. Muchos de esos votantes reaparecieron en 2023, volcándose a Milei, lo que entonces pareció indicar que habían encontrado representación. Pero los niveles actuales vuelven a poner eso en duda. “Una caída en estas provincias que va entre el 5 y el 14% es un alto número de votantes que no encuentran representación”, concluye.
Para Santiago Giorgietta, director asociado de la consultora Proyección, el fenómeno golpea con especial fuerza en los sectores más postergados. “En los niveles socioeconómicos medios bajos y bajos, que en gran parte confiaron en Milei, esa confianza está totalmente rota”, explicó. En su lectura, esos mismos sectores “no encuentran una representación que les esté dando una solución a los problemas, o que les proponga un proyecto con el que se sientan identificados”.
¿QUIÉN GANA Y QUIÉN PIERDE?
La baja participación no parece favorecer a La Libertad Avanza. En los distritos donde logró imponerse, lo hizo con pisos electorales que rondan el 30%, apoyado únicamente en sus núcleos duros. “No hay un sector mayoritario que esté acompañando al gobierno nacional”, advierte Giorgietta. El voto de Milei no se expande: pierde conexión con los sectores más dinámicos y populares, mientras su figura aparece cada vez más acotada.
Sin embargo, no hay una fórmula única. “A veces beneficia a los oficialismos, otras a la oposición”, señala Facundo Cruz. Todo depende del contexto local, el desgaste acumulado y la capacidad de los espacios políticos para ofrecer representación en un escenario de creciente desencanto.
13/05/2025 a las 5:28 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Atentado a Cristina Kirchner: La jueza que pregunta para que nada se sepa
Irina Hauser
Página/12
13 de mayo de 2025
En su cruzada por correr el foco del expediente sobre la autoría intelectual del atentado a Cristina Fernández de Kirchner, la jueza María Eugenia Capuchetti citó a declarar como testigo al actual jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal (DNIC) del Ministerio de Seguridad, Ramiro Anzit Guerrero, un viejo protegido del diputado del PRO, Gerardo Milman, hasta ahora el único imputado en esta causa residual. Desde que le quitó al fiscal Carlos Rívolo el manejo del caso a comienzos de abril, la magistrada dice que investiga a la Policía Federal (PFA), algo que ya hicieron por un lado la fiscalía y, por otro, la propia fuerza con sumarios internos. A más de dos años y ocho meses del intento de magnicidio, ahora ella le pidió a Gendarmería –la fuerza favorita de la ministra Patricia Bullrich– que revise esas actuaciones administrativas que realizó la PFA y, lo que es más impactante, que defina «el objeto procesal del presente legajo».
UNA CAUSA CON NUEVOS DESAFÍOS
Dos semanas atrás, Capuchetti le pidió una ayudita directo a Bullrich, quien no parece estar en una posición de gran objetividad: no sólo porque no repudió el atentado, sino porque los celulares de las dos secretarias que estaban con Milman cuando un testigo lo escuchó decir «cuando la maten yo estoy camino a la costa» (dos días antes del atentado) fueron borrados en una oficina suya. El teléfono de Milman, que era jefe de campaña de la actual ministra, también habría sido manipulado allí. Ahora la jueza recurrió a Anzit Guerrero, quien tiene un cargo clave en la cartera de Bullrich al estar a cargo de Inteligencia Criminal, área que coordina las estructuras de inteligencia de las fuerzas federales (PFA, Gendarmería, Prefectura y Policía de Seguridad Aeroportuaria).
El funcionario reemplazó a fines de marzo a Ricardo Ferrer, cuestionado por producir datos falsos vinculados con al marcha de los jubilados del 12 de marzo (en la que fue brutalmente herido Pablo Grillo, entre otros hechos judicializados). Había formado parte de la gestión anterior de Bullrich en Seguridad, en el gobierno de Mauricio Macri. Era director de Análisis en la Dirección de Inteligencia, de la que Milman era titular. Una de las tareas de las que estuvo a cargo fue armar un informe para rotular como «terroristas» a los integrantes del pueblo mapuche. El llamado «Informe RAM» aludía a una supuesta organización, Resistencia Ancestral Mapuche, a la que se adjudicaban, sin evidencia, actos violentos. El fiscal Franco Picardi dijo en un dictamen que habían inventado una categoría para justificar la represión a los indígenas.
Durante el gobierno de Alberto Fernández, Anzit Guerrero fue eyectado de la cartera por «ñoqui»: según le adjudicaron pasaba más tiempo en el despacho de Milman y del diputado Cristian Ritondo en el Congreso que en su trabajo. En la provincia de Buenos Aires había sido director de Planificación Estratégica, en la administración de María Eugenia Vidal. Con el gobierno de Javier Milei, logró un regreso con gloria ya que directamente lo pusieron a cargo de la DNIC.
La declaración testimonial de Anzit fue breve. La jueza quería que le explicara cómo puede obtener información desclasificada del organismo que él conduce de la época del atentado. La respuesta fue que le tiene que mandar un oficio con el pedido a la ministra Bullrich. Otra vez, un pedido de ayuda a la ministra. En este caso, es por información reservada. En el anterior, la jueza le requirió un informe sobre «totalidad de los funcionarios, empelados y/o miembros de dicha cartera, que se abocaron a tareas operativas y/o administrativas vinculadas y posteriores» al ataque a CFK. Un representante de la fiscalía le preguntó a Anzit Guerrero si la Dirección de Inteligencia había recibido algún alerta de un posible atentado previo al 1 de septiembre de 2022: dijo que no tenía idea y que en esa época estaba en Francia, reconstruyó Página/12.
Como reveló este diario, el legajo de investigación que originalmente llevaba el nombre de Milman, principal imputado, dejó de tener esa denominación por decisión de la jueza, que lo juntó con todo lo alusivo a la PFA. Luego le puso el nombre de una mujer, que no tenía ninguna relación con el tema: era solo una mencionada por un llamado anónimo (había decenas) en los días posteriores al atentado. Ahora la carátula dice «NN». Además de que los celulares de sus secretarias fueron borrados, el o los suyos nunca fueron secuestrados. Entregó uno que era modelo posterior al hecho, y para colmo no hay manera de extraer su contenido.
Capuchetti rechazó el año pasado investigar lo ocurrido con los celulares (algo que quedó habilitado que pudo ocurrir porque ella demoró su secuestro) y las implicancias. Cuando le sacó la investigación al fiscal Rívolo (a quien se la había delegado más de dos años atrás porque estaba recusada), Milman salió a decir que no quería «spoilear a la jueza» pero pasarían cosas relevantes en la causa y volvió a poner en duda el intento de magnicidio al definirlo como un atentado «entre comillas». ¿Será esa descabellada teoría la que busca la jueza? Por ahora es un enigma.
GENDARMERÍA EN ACCIÓN
El broche de oro de las nuevas medidas ordenadas por la jueza fue pedirle a la Gendarmería que revise los sumarios administrativos realizados por la Policía Federal, sobre policías que formaban parte de la custodia de la expresidenta al momento del atentado, o integraban su dispositivo de seguridad, y que tuvieron alguna participación poco feliz en la investigación, como el dúo de agentes que estaba como consigna a metros una vivienda en Barracas donde se juntaban los «copitos», lugar en el se había recluido Brenda Uliarte, exnovia de Fernando Sabag Montiel, principal acusado. Debían detenerla, pero pasó camuflada delante de ellos y se fue a tomar el tren. La detuvieron en la estación Palermo. Los policías fueron castigados con cinco días de arresto. Sobre otros agentes se hicieron entrecruzamientos telefónicos y hasta escucha, sin hallazgos.
Pero parece que Capuchetti también le quiere pedir ayuda a la fuerza predilecta de Bullrich para definir «el objeto procesal». Le dio copia de todas las actuaciones reservadas y le pidió que la orienten. ¿Gendarmería definirá hacia dónde va la investigación? En rigor, fue lo que esa fuerza hizo con la causa sobre la muerte de Alberto Nisman: armó un informe para decir que lo habían matado, aunque nunca nadie jamás pudo explicar cómo, pese a que ya se había expedido el Cuerpo Médico Forense entre otros peritos oficiales sobre la inexistencia de intervención de terceros. También fue la fuerza que realizó la cacería en la que terminó desaparecido y muerto Santiago Maldonado. La jueza ya insinuó que también le quiere dar para peritar el celular dañado de Sabag Montiel, que ella misma había hecho analizar primero adentro de su juzgado (sin bloqueo de señales, con un corte de luz previo y condiciones dudosas) y luego envió sin cadena de custodia a la Policía Aeroportuaria.
Estas y otras irregularidades surgieron en el juicio oral en las últimas semanas y dejaron muy mal parada a la magistrada, algo que podría explicar por qué reasumió la investigación y decidió correr el eje.
PEDIDO DE CFK
La semana pasada, la presidenta del Partido Justicialista le reclamó a Capuchetti a través de sus abogados -José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal- que se avance en las medidas pendientes respecto de Milman y se investigue el borrado de los celulares. Planteó que su querella siempre «ha manifestado la necesidad de investigar a los miembros de la PFA que incurrieron en irregularidades luego del atentado». «Sin embargo, nos llama poderosamente la atención, y nos preocupa, que para profundizar en esa línea (dos años y medio después de que lo marcáramos)» la magistrada «oficie a una persona (Bullrich) que, según el relato de una testigo, es dueña de una oficina en la que se adulteró prueba solicitada en la causa». Esa prueba, dicen, se podía pedir directo a la Federal y que está disponible desde el comienzo.
«Con el oficio enviado a Bullrich, la revictimización y la deslegitimidad de la instrucción han dado un nuevo salto. Ahora, además de no investigársela, a la dueña de la oficina donde se habría borrado la prueba se le pide colaboración en la causa», advierte la presentación de CFK. Recordó que en una entrevista reciente Milman «dijo haber leído toda la causa (no sabemos cómo, ya que en ese momento no tenía acceso a todo el expediente) y saber quién habría puesto el arma en manos de Sabag Montiel (…) refirió que venía de ver a Bullrich y que su relación es ‘impecable'».
13/05/2025 a las 5:50 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Milei avanza en las provincias, pero de a poco
Claudio Jacquelin
Fuente: Notiar.com.ar
(*) Notiar.com.ar
12/5/025
Aunque todo depende del vaso que se mire y de la mitad que se privilegie para sacar conclusiones sobre la primera ronda de elecciones provinciales del año, lo cierto es que para el Gobierno fue todo ganancia si se compara con iguales comicios de 2023. A pesar de que las listas libertarias fueron derrotadas en tres de las cuatro contiendas de ayer.
El oficialismo libertario empezó a hacer pie en territorios donde solo la figura de Javier Milei había penetrado con éxito en las elecciones presidenciales de hace dos años, al margen del ranking de ganadores y perdedores por número total de votos en cada distrito. Más aún, en la mayoría de las provincias en las que se votó ayer ni siquiera había tenido listas locales.
La Libertad Avanza logró, así, progresar en tres de las cuatro provincias en las que se votó. Aunque va de a poco, sin el estrépito y la disrupción del propio Milei en las presidenciales.
En este escenario, uno de los resultados más resonantes es el batacazo en la capital salteña, aunque en el plano provincial el mileísmo haya sido finalmente derrotado.
El fenómeno unipersonal de hace dos años empieza a tener un carácter más plural con visos de fuerza nacional y arraigos provinciales.
Esa es la parte del vaso que Milei y los suyos ven y muestran llena, para salir anoche a brindar hasta embriagarse. Para reivindicar a la hermanísima Karina en su rol de armadora política, contra los consejos del supergurú Santiago Caputo. Lo hizo anoche en X el propio Presidente, reivindicándola como el único “jefe”. Y para maltratar, aún más, a sus contradictores. Se aconseja beber con moderación. Ningún triunfo está asegurado ni las diferencias internas se han saldado.
Las proyecciones (ahora como en 2023, aunque en sentido contrario) pueden resultar engañosas. Para las elecciones nacionales de octubre todavía falta mucho. Pero los indicios no deben ni pueden ser eludidos. Y estos han sido innegablemente positivos para los libertarios. Así como negativos para el PJ y los macristas.
Los opositores, por su parte, podrán decir, con una buena cuota de razón, que las franquicias locales de LLA todavía están lejos de lograr la performance que obtuvo hace dos años el titular de la compañía, a título individual, cuando en el balotaje presidencial Milei se impuso con porcentajes aún superiores al promedio nacional del 56% en tres provincias (Jujuy, Salta y San Luis) de las cuatro en las que ayer hubo comicios para elegir legisladores provinciales y concejales.
La curiosidad mayor estuvo en Chaco, la única de estas provincias donde el libertario fue derrotado por Sergio Massa el 19 de noviembre de 2023. Ayer, el oficialismo nacional pudo festejar un triunfo, aunque como furgón de cola del radicalismo, que es el oficialismo provincial.
No es un dato menor que esa sociedad se haya concretado merced a las urgencias del erario chaqueño y a la discrecional distribución de los recursos nacionales que hace la administración mileísta. Palo y zanahoria con los que se relaciona con los gobernadores según se comporten en el Congreso los legisladores nacionales que les responden.
Un crédito para pagar sueldos otorgado al gobernador Leandro Zdero días antes del cierre de listas fue la llave para que se concretara esta singular alianza contra natura entre herederos de otro Leandro (Alem) y de Murray Rothbard, en la que los libertarios obligaron a dejar afuera a los macristas. Billetera nacional mata alianzas locales.
AUSENTISMO RÉCORD
La otra conclusión irrefutable y muy inquietante para el sistema democrático es que en las cuatro provincias hubo récord de caída de participación, como ya había ocurrido en las elecciones para convencionales de Santa Fe, hace un mes.
La comparación resulta negativa no solo con las elecciones de 2023, en las que se elegían cargos ejecutivos y siempre generan mayor asistencia, sino que también hubo menor participación que en las legislativas provinciales de 2021, cuando aún estaban vigentes restricciones y secuelas de la pandemia y la cuarentena del Covid-19. En casi todas, la caída supera los seis puntos. Ayer cuatro de cada diez electores no concurrieron a las urnas aunque en toda la Argentina el voto sigue siendo obligatorio.
Los números indican que la ola de caída de compromiso y hasta de regresión democrática que afecta a todo el mundo no se ha revertido en la Argentina con la llegada al poder de un nuevo espacio salido de la periferia de la política, encabezado por quien se jactaba de ser un outsider que venía a renovar la dirigencia y terminar con la vieja geografía del poder. Otro llamado de atención, al que la dirigencia no parece encontrarle solución. Si es que lo escucha.
En esa desafección se combina, según los observadores de cada provincia, una dosis de enojo o malestar tanto con los gobiernos provinciales como con el gobierno nacional. Todavía muchas demandas asoman irresueltas y la oferta no parece alimentar ilusiones de solución en los votantes, con el riesgo que eso implica para el sistema democrático y la legitimidad de los representantes.
La nueva caída en la participación, que viene sosteniéndose en las últimas tres elecciones y que en el plano nacional alcanzó un récord en 2023 resalta por contraste con la robustez que sigue mostrando el sistema político de un vecino que cada vez se diferencia más. Ayer, en las elecciones departamentales de Uruguay, la participación superó el 80%.
La crisis de representación y liderazgo que muestra la política argentina tiene su contracara al otro lado del Río de la Plata, donde los partidos políticos y el compromiso cívico siguen gozando de buena salud.
La alternancia democrática en el poder uruguayo, una sucesión de administraciones con resultados positivos y escasos escándalos, más una virtuosa renovación dirigencial dentro de los partidos tradicionales son diferencias nucleares con lo que sucede acá. Por ahora, ahí sigue sin haber lugar para excentricidades, en el más amplio sentido del término. Y no es solo cuestión de escalas.
DESACOPLE NACIONAL
Más allá de particularidades locales, lo ocurrido en las cuatro provincias argentinas también hay que analizarlo bajo la premisa de que cada vez más los gobernadores se aferran a defender su poder local y se independizan de la dinámica política nacional y de la suerte de sus propios partidos en ese plano. Prefieren entablar una conveniente relación transaccional con el ocupante de turno de la Casa Rosada. El desarrollo de algunos proyectos extractivistas en algunas provincias podría profundizar más ese desacople.
Esa realidad exacerba una práctica habitual en las elecciones de mitad de período, en las que los mandatarios provinciales suelen hacer alianzas superestructurales para sumar sellos, pero retienen el control de la conformación de las listas o ser parte del armado de espacios rivales, a los que proveen de candidatos que luego en la Legislatura sumarán sus votos a las iniciativas del oficialismo.
Milei lo comprobó en 2023 y lo padeció en el último año y medio en varias provincias y en el Congreso. Esta vez no fue la excepción. Habrá que ver si los nuevos legisladores no oficialistas de cada provincia logran alterar el statu quo o si para los barones provinciales, expertos en gatopardismo, son cambios para que nada cambie. Una vez más.
De cualquier manera, los resultados de ayer agregan aún más interés y expectación a las cruciales elecciones porteñas que se celebrarán el domingo próximo, en las que el mileísmo pretende y necesita bastante más que competir dignamente.
Para dimensionar la relevancia de lo que viene basta con decir que los electores habilitados para votar ayer en las cuatro provincias representan el 8,7% del padrón nacional, mientras que los porteños que podrán sufragar son el 7,1% del total del país.
Eso explica mucho la importancia que se les asigna, aunque no tanto como la repercusión mediática y las consecuencias políticas que de por sí tendrán los comicios porteños en el proceso de reconfiguración en que se encuentra el mapa nacional.
El futuro de las tres principales fuerzas políticas hoy existentes (libertarios, peronistas y macristas) ya se empezó a jugar, pero tendrá un desafío crucial el próximo domingo. Sobre todo para el macrismo, que pone en juego su bastión y que ayer fue un mero actor de reparto.
No es casualidad que al frente de la campaña libertaria se pusiera Javier Milei y que Mauricio Macri haya hecho lo mismo con la de Pro para terminar de nacionalizar la contienda y darle un cariz de batalla final.
El escándalo que produjo el sorpresivo y aún no explicado rechazo al proyecto de ley de ficha limpia en el Senado agitó la campaña porteña ante la instalación de la sospecha de algún tipo de acuerdo entre el Gobierno y el kirchnerismo.
El sustento a ese presunto pacto que le dio el mandamás misionero, Carlos Rovira, a quien sirven los dos senadores que torcieron la balanza, hace que todas las encuestas estén siendo revisadas. La nula reacción del Gobierno ante la defección de los misioneros y la versión que dejó correr Rovira frente al airado ataque a Pro y a su primera candidata y principal impulsora de la ficha limpia, Silvia Lospennato, acrecentaron suspicacias.
Los centenares de tuits y retuits que solo en las últimas 24 horas subió Milei con nuevas agresiones (que solo se superan a sí mismas) contra el periodismo por contar los hechos y subrayar inconsistencias en el relato oficialista muestran el grado de incomodidad que provocó la caída de ese proyecto que tiene un alto consenso ciudadano. También resalta su incapacidad para acallar el escándalo.
El cierre de la campaña porteña se prevé así muy agitado. Aún más después de estos resultados en lo que los libertarios avanzaron en las provincias, aunque sea de a poco. Pero todavía sin poder contar con un territorio propio.