Veredas de Buenos Aires
Por Alberto Buela.-
Hace como un tres asistimos a la destrucción impiadosa de veredas, algunas bastante sanas, y a su posterior reconstrucción por parte (en su momento por Rodríguez Larreta y ahora por Macri), pero hay dos detalles que llaman la atención: 1) que en lugar de uniformar todas ellas con un cemento antideslizante como se hace en París, Roma o Madrid, a cada una se le coloca la baldosa que el vecino pide. Lo que hace más cara la reparación. Y el otro, 2) lo grave, es que en el momento en que se la repara se tapa siempre el pozo donde estaba el viejo árbol. En mi barrio llevo contabilizadas treinta veredas reparadas sin su hoyo para el árbol. Ni siquiera se tiene en cuenta aquellos, que a lado de la parada de los bondis nos ofrecen sombra en verano. Ej. Parada de San Martín y Tres Arroyos. ¿Alguna vez usarán el sentido común los funcionarios de turno? No quiero pensar que la intención es reparar para después romper. Porque eso ya sería un negociado.
Un segundo punto es preguntar por qué se tapió con un cartel de propaganda política con la cara políticos del PRO, todo el frente de la casa de Viale al 1200 donde murieron seis bolivianos en marzo del 2006 encerrados como esclavos por los dueños del taller Daniel Fischberg y Jaime Geiler, que dicho sea de paso, no les pasó nada. No cumplieron pena ni fueron castigados. Los vecinos dicen que se refugiaron en Israel, vaya uno a saber. Por el barrio no aparecieron más.
Vaya costumbre la de contabilizar hoyos tapados. No se…yo por las dudas por ese barrio no camino.
Champollón (léase de la polla)
Vete vos y tu puta lengua a la re puta madre que te re mil parió «Hiena» relamida.