Por Carlos Rubén Calabrese.-
Referida al articulo que publicó su portal, del cual soy lector, llamado «Otra historia de corrupción en la Comisión Nacional de Energía Atómica, y van…» firmado por Roberto Corcuera.
En este articulo se menciona mi nombre y miente respecto de mi persona, respecto de supuestas causas que tengo, como por ejemplo, enriquecimiento ilícito. (No tengo ni declaré en carácter de imputado o siquiera de testigo en ninguna causa). Desde el año 2007 que no tuve incumbencia con la planta citada, no intervine en la contratación de la empresa que se menciona en dicho artículo, por lo tanto no hice el seguimiento de obra ni aprobé su entrega final. Por lo tanto, no tuve ningún tipo de vinculación con lo esgrimido en el artículo por Corcuera.
Soy Ingeniero Nuclear, doctor en Ingeniería Nuclear, fui Gerente del Centro Atómico Ezeiza y Gerente General de CNEA (Y tengo cierto prestigio científico técnico que no quisiera que sea perjudicado a través de una difamación semejante). Y el señor Roberto Corcuera será objeto de las acciones judiciales correspondientes.
Solicitando a Uds. el derecho a réplica por el mismo medio.
Desde ya muchas gracias, atte. quedo a su disposición.
Dr. Carlos Rubén Calabrese
DNI 12.367.027
26/02/2016 a las 4:10 PM
Cuando ande cerca de la Av. Belgrano y la 9De Julio, córrase hasta la esquina de moreno y la Av. de julio, y levante la vista hasta la altura del 2º Piso y verá el ÚNICO MONUMENTO A LA COIMA DEL MUNDO, la Obra Escultórica es del Maestro Toiano Troiani, por encargo del Arquitecto Director de la Obra del Edificio del Ministerio de Obras Públicas, finalizado en 1935.
La decisión de esa Escultura fue porque estaba tan asqueado de la corrupción reinante, que decidió dejar constancia de ello. Para todos los Gobiernos que sucedieron esa estátua fue motivo de íntimo orgullo, cada vez que la observaban, (haciéndose los boludos por supuesto).
26/02/2016 a las 6:12 PM
Separan a funcionarios del área nuclear acusados de corrupción
Suspendieron al gerente general de la CNEA y al jefe de una empresa pública
SÁBADO 24 DE NOVIEMBRE DE 2007
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El escándalo por las denuncias de corrupción en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) hizo temblar la estructura del máximo organismo nuclear y dos importantes funcionarios fueron suspendidos.
Uno es el gerente general de la comisión, Rubén Calabrese; el otro, el presidente de la empresa estatal Dioxitek, Santiago Morazzo. Están acusados de haber intervenido en una maniobra que posibilitó un desvío millonario de fondos.
La suspensión «preventiva» por 30 días fue ordenada por el presidente de la CNEA, José Abriata, ante el avance de una causa judicial que investiga a la cúpula del organismo por una presunta malversación de 6 millones de pesos. Esos fondos estaban destinados a brindar «asistencia» para terminar la central atómica Atucha II, que lleva 27 años en obra.
La Comisión Nacional de Energía Atómica, centro de un escándalo
La Comisión Nacional de Energía Atómica, centro de un escándalo.Foto:Archivo
La CNEA recibió ese dinero para brindar capacitación y apoyo técnico a la empresa que construye la central. Pero decidió tercerizar el contrato y recurrió a Dioxitek S.A., que pertenece a la CNEA en un 99 por ciento. Le transfirió para ese fin los 6 millones de pesos.
La Justicia lleva varios meses investigando si esta maniobra defraudó al Estado y la Sindicatura General de la Nación (Sigen) le pidió explicaciones a Abriata el mes pasado. Fue entonces cuando la CNEA abrió un sumario. La decisión de suspender a los funcionarios llegaría más tarde.
Según fuentes de la CNEA, Abriata se enteró el viernes, por una llamada de LA NACION, de que el caso se haría público. Resolvió no hacer declaraciones, pero sí tomar medidas. Antes de subir al avión que lo llevaría a su casa, en Bariloche, preparó un proyecto de resolución para suspender a los dos funcionarios. La decisión fue publicada el martes en el boletín administrativo del organismo.
De Vido, querellante
Tanto la CNEA como Dioxitek son entes descentralizados bajo la órbita del Ministerio de Planificación, que conduce Julio De Vido. Ese ministerio informó que se había presentado como querellante en las causas judiciales que investigan la maniobra.
Consultados sobre la suspensión, fuentes del ministerio a cargo de De Vido dijeron que fue «una decisión administrativa para deslindar responsabilidades». No informaron si las denuncias complican el futuro de Abriata como director de la CNEA.
La información sobre el desplazamiento de los dos funcionarios sospechados fue escueta: «Se dispone la suspensión preventiva por el término de 30 días de los agentes doctor Carlos Rubén Calabrese y licenciado Santiago Máximo Morazzo, de acuerdo a lo establecido en el artículo 57 de la resolución de directorio 42/99».
Aunque no se publicaron los fundamentos y Abriata desistió de hablar con LA NACION, fuentes interiorizadas con el caso indicaron que la justificación remite al avance de la causa abierta por la jueza María Servini de Cubría, hoy delegada en la fiscalía de Guillermo Marijuán.
El miércoles Morazzo y Calabrese recibieron cartas documento que les informaban la suspensión.
Calabrese tiene 49 años, es egresado del Instituto Balseiro y cursó una maestría en ingeniería nuclear. Dirigió el Centro Atómico Ezeiza y se desempeñó en las centrales de Atucha I y Embalse. Trabajó en el exterior y es profesor universitario.
Morazzo es químico y militó en el peronismo. En los 70 -ya trabajaba en la CNEA- fue detenido por la dictadura. Cuando recuperó la libertad, se exilió en Italia y trabajó para el organismo de energía atómica de ese país. Durante la acutal administración se reincorporó a la comisión, desde la presidencia de Dioxitek.
LA NACION se comunicó con los dos funcionarios, pero optaron por no hacer declaraciones. Calabrese informó que presentó un recurso de reconsideración para que se dejara sin efecto la suspensión. Juzgó arbitraria la decisión, según relató a LA NACION una fuente que leyó el escrito. En su defensa, dijo que él acababa de ingresar a la comisión cuando fue el traspaso de fondos cuestionado y que no había intervenido en la decisión.
Además de la causa de Servini, hay otros dos expedientes vinculados al tema. Uno a cargo de Marcelo Martínez de Giorgi, abierto por una denuncia del abogado Ricardo Monner Sans (que ayer sumó nuevos documentos al caso), y otro en poder de Rodolfo Canicoba Corral, que también investiga el uso de facturas falsas en la CNEA.
La Justicia avanza en un mal momento para un escándalo. La semana próxima viaja a Buenos Aires el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), el egipcio Mohammed el-Baradei. Prevé reunirse con la plana mayor del Gobierno y con Abriata.