Por Hugo Modesto Izurdiaga.-

No sé si a un adolescente le interesan las noticias de los diarios y portales informativos, como para que lleguen a leer esta humilde esquela. En todo caso, espero que algún familiar o amigo le acerque estas palabras, que fueron escritas con el corazón y sin afán de crítica alguna. Mi único anhelo es que puedan reflexionar y modificar su rebelde actitud en cuanto a los hechos que cometen a diario. Desconozco las razones y/o causas que los llevan a perpetrar acciones delictivas, pero deberían saber que no es lo mismo cometer un robo que asesinar a una persona. Entre robar y matar existe una gran diferencia que establece nuestro Código Penal argentino. Por la primera transgresión, podrían llegar a ser sancionados con una pena leve. Si incurren en el delito de homicidio, el castigo que recibirán por parte de la justicia será de una larga condena. Por este último hecho se les impondrá una sanción de ocho a veinticinco años de reclusión. ¡Señores adolescentes, tengan en cuenta que en la vida, el mayor tesoro es la juventud! “Aprovechen a vivirla de forma saludable y sin drogas”. A nosotros, los adultos, no nos queda mucho camino por recorrer. Ustedes, en cambio, tienen toda una vida por delante.

¡No la malogren de manera innecesaria!

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