Por Ovidio Winter.-

En un mensaje de fin de año, la expresidenta Cristina de Kirchner, desde Río Gallegos por X envió un mensaje al pueblo: “Deseo de todo corazón que en este 2025 que comienza podamos cambiar el rumbo”, dijo con cara de preocupación, pero yo también, como ciudadano espero que ese mensaje esté acompañado de la premisa “sin engañar al pueblo”. Porque, si hubo alguien que se cansó de inaugurar obras que no estaban terminadas, ni lejos de estarlo, en un plazo menor a los 2 años, esa persona estuvo representada en la cínica figura de CFK. Una constante de sus promesas.

En medio de la campaña electoral de 2015, CFK inauguró un “tren fantasma” que costó 70M de dólares y sólo funcionó 8 kilómetros, el día de la inauguración del tren Eva Perón (con la presencia de Alicia y Máximo), en Santa Cruz para la algarabía de la gente que se agolpó para ver la obra del “gobierno del pueblo, para el pueblo”.

Pero éste no fue el único tren que perdió la Argentina; sólo se trató de una más de las tantas “cajas vacías” que se inauguraron durante el kirchnerismo.

El Hospital René Favaloro de Rafael Castillo (La Matanza) se empezó a construir en 2010 y debía estar terminado en 2012.

En octubre de 2015, también para la campaña, por cadena nacional, en su inauguración CFK decía señalando el exterior del “flamante hospital” que tenía a sus espaldas: esto que está aquí no es un decorado ni un set de televisión, pero lo era. Estaba el edificio en un 80% finalizado pero carecía por completo del equipamiento y de personal.

El hospital se inauguró “de verdad”, en 2022 y lo hizo Alberto (como era su costumbre chupándole las medias a más no poder a Máximo al contar que éste le había dicho: ¿por qué no lo terminamos de una vez?, cuando la pandemia del Covid comenzaba a hacer estragos en la salud de los argentinos).

Otro tanto sucedió con el colosal hospital Néstor Kirchner, de 20.000m2 en Gregorio de Laferrere, que también comenzó a construirse en 2010 pero que hacia fines de 2023 sólo funcionaba en una pequeñísima dependencia como vacunatorio Covid19 y unas insuficientes prestaciones pediátricas.

Estaría bueno que algún periodista comprometido con la verdad le dijera, en la cara, si alguna vez se decidirá a preguntarse seriamente ante el espejo por qué cree que Milei arrasó con los políticos que, igual que ella, se cansaron de mentirnos y engañarnos como una vez más pretende hacerlo ahora.

¿No habrá llegado la hora de que “la Justicia se ponga los pantalones”, haga lo que tenga que hacer y encarcele a quienes mintieron y robaron al sufrido pueblo hundiéndolo en la decadencia y pobreza más extrema, que se instaló en los lugares más vulnerables degradando a la condición humana?

Marche una “tobillera Louis Vuitton” para corruptos coquetos mayores de 70 años.

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