Por Carlos Tórtora.-

Javier Milei anunció que viajará a China en enero y redefinió su relación con el gigante asiático hablando de que se trata de un socio muy interesante. No se trata sólo de que hay una agenda bilateral común que es importante, como que incluye las negociaciones por el Swap, las centrales eléctricas y el litio. Es que el fracaso de las gestiones de Luis Caputo para conseguir fondos frescos hace que la Casa Rosada esté entrando en emergencia.

De ahí, por ejemplo, que se haya dictado días atrás el Decreto 846, que viola tanto la Constitución Nacional como la Ley de Administración Financiera, autorizando el canje de deuda sin limitaciones.

Es así la desesperación de Milei por conseguir auxilio financiero. Los vencimientos de deuda del 2025 alcanzan los US$ 17.000 millones más otros US$ 2.100 millones de Bonos Bopreal. Pero entre enero y julio próximo se concentran la mayor parte de las obligaciones.

Hace pocas horas el Departamento de Estado le lanzó al líder libertario una advertencia sobre su acercamiento a China e hizo referencia en especial a la inversión en infraestructura.

Esto se refiere al proyecto de puerto de aguas profundas en Ushuaia, a sólo 1000 kilómetros de la Antártida, el que podría permitir que China redoble su influencia en el Atlántico Sur.

Una realidad muy complicada

Lo cierto es que el viaje de Milei en enero será coincidente con el traspaso del mando presidencial en los EEUU. La cercanía entre el mandatario argentino y Donald Trump es contradictoria con el acercamiento de Argentina a China. Trump lidera en EEUU el enfrentamiento con el régimen de Xi Jinping.

En el caso de los demócratas, es obvio que Kamala Harris tiene una postura más flexible.

Así las cosas, si Milei profundiza su acercamiento con Xi Jinping, puede entrar en colisión con una eventual nueva administración republicana. Es obvio, por otra parte, que los chinos van por más y que no se conforman con la base espacial en Neuquén.

Habrá que ver cómo evoluciona la desesperación de Caputo por conseguir dólares en las próximas semanas, aunque hay algo que es obvio y es que el gobierno ya no espera buenas noticias.

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