Por Hernán Andrés Kruse.-
El 13 de mayo falleció el ex presidente uruguayo José Mujica. El lamentable hecho fue anunciado por el presidente Yamandú Orsi: “Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo”.
José Mujica comenzó su carrera política apostando a la lucha armada para modificar de cuajo el sistema político y económico vigente en Uruguay. En 1964 fue preso por primera vez. En ese momento era miembro del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros. Estuvo en la cárcel más de ocho meses por hurto. Su última caída fue en agosto de 1972. Recién recuperaría su libertad en marzo de 1985. Con la recuperación de la democracia Mujica dedicó todos sus esfuerzos a reconstruir el Movimiento de Liberación Nacional. Fue evidente su decisión de insertarse en el sistema político democrático. Ello le permitió ser legislador durante cuatro períodos y llegar a la presidencia. Luego de concluido su mandato retornó al Senado. En 2020, en compañía del expresidente Julio María Sanguinetti, renunció a la política. A comienzos de 2024 anunció que padecía cáncer de esófago. Sin embargo, bendijo la candidatura presidencial de Yamandú Orsi, quien finalmente derrotaría al presidente Luis Lacalle Pou (fuente: Pedro Tristant, Infobae, 13/5/025).
Buceando en Google me encontré con un ensayo de Gonzalo Sarasqueta (UCA-Bs.As.-Argentina-2022) titulado “Cartografía de una épica global: el relato político del presidente José Mujica (2010-2015)”. Su objetivo es “identificar y comprender los ejes narrativos que convirtieron a José Mujica en un líder global”.
ANÁLISIS DEL RELATO POLÍTICO
“La trama de la gestión de José Mujica (2010-2015) fue el cambio cultural. El presidente uruguayo estaba convencido que la transformación sostenible, aquella que perdura en el tiempo y realmente le mejora la vida a la ciudadanía, es la cultura. En base a esta concepción, establece que la educación –tanto a nivel formal (inicial y universitaria) como informal– debe ser una de las prioridades de su gobierno. Dentro de estas instituciones es donde, según él, se dará la creación de una nueva subjetividad que permitirá superar el actual modelo de vida. Así lo expuso en su discurso de asunción y al ser condecorado en el Senado de Chile: “Sin pretensiones de verdad absoluta, hemos dicho que deberíamos empezar por cuatro asuntos: educación, energía, medio ambiente y seguridad. Permítanme un pequeño subrayado: educación, educación, educación. Y otra vez, educación. Los gobernantes deberíamos ser obligados todas las mañanas a llenar planas, como en la escuela, escribiendo 100 veces, debo ocuparme de la educación. Porque allí se anticipa el rostro de la sociedad que vendrá. De la educación dependen buena parte de las potencialidades productivas de un país. Pero también depende la futura aptitud de nuestra gente para la convivencia cotidiana” (1/3/2010). “No se puede construir una sociedad mejor con capataces, albañiles, peones. Estamos educados para construir capitalismo. Y adentro de nuestros valores internos funciona capitalismo, muchas veces, casi inconscientemente. Y es mucho más fácil cambiar una realidad material que una realidad cultural. Acá hay una larga batalla en el campo de las ideas y en el campo de los valores. Y no solo vale con el discurso, hay que levantar la bandera del compromiso real y tajante” (14/3/2014).
Subyace a esta perspectiva una visión gramsciana. Si bien no utiliza conceptos clave del filósofo italiano –“hegemonía”, “bloque histórico”, “guerra de posiciones”, etc.– anida una lectura sobre la realidad que hace hincapié que lo fundamental en la política es la disputa por el sentido común, por lo que es aceptado naturalmente en las personas. Según Mujica, sin sentido crítico, sin la posibilidad de negar el statu quo, determinado por el sistema de valores capitalista, es imposible crear un mundo nuevo. Este trabajo político-cultural consta de tres etapas: primero, alumbrar y socializar los hilos que estructuran las relaciones entre dominadores y dominados; en segundo lugar, concebir un otro marco ontológico; y, por último, establecer un sistema de vínculos de producción, donde no haya explotadores ni explotados. Dicho de manera resumida: para alcanzar un nuevo orden material es imprescindible antes modificar el orden cultural.
Los pilares de ese flamante marco axiológico son los llamados “nuevos derechos” o “valores pos-materiales”, es decir, aquella agenda marcada por el individuo, la libertad y la autorrealización que cobró fuerza una vez que los Estados de bienestar aseguraron cierto umbral de seguridad económica. En ese sentido, una de las temáticas planteadas recurrentemente por Mujica fue el medioambiente. Como veremos en las siguientes alocuciones, pertenecientes a la Conferencia de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas en Río de Janeiro y a su condecoración en el Senado chileno, el enfoque medioambiental se desagrega en tres perspectivas: la ontológica (la felicidad humana), la económica (el decrecimiento) y la política (una solución de escala global). “El desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene que ser a favor de la felicidad humana; del amor arriba de la Tierra, de las relaciones humanas, del cuidado a los hijos, de tener amigos, de tener lo elemental. Precisamente, porque ese es el tesoro más importante que tenemos, la felicidad. Cuando luchamos por el medioambiente, tenemos que recordar que el primer elemento del medio ambiente se llama felicidad humana” (20/6/2012). “Hemos organizado tales desastres que tienen tal magnitud. La suba del mar. Hay islas que están pensando cómo se van a mudar. ¿Cómo arreglamos eso? ¿Cómo arreglamos lo que va a pasar con el tercer polo, con la meseta del Tibet? Y sabemos por qué pasa eso. Porque sabemos que cada ser humano tiene que tener un auto. Y dale que es tarde. ¿Verdad? Hay un conjunto de problemas que no los arregla ningún país. Y que el mundo no tiene gobernanza” (14/3/2014).
Las interpretaciones de Mujica se emparentan con el eco-socialismo, cuyas características principales son las siguientes: erradicar el productivismo que impulsa el sistema capitalista y abrir espacios de tiempo libre para que las personas desarrollen sus capacidades artísticas o simplemente descansen; promocionar una ética y una solidaridad transgeneracional, que piense en el planeta que se le va a dejar a las generaciones venideras; luchar contra la cultura consumista y la competencia suntuaria y, a su vez, promover hábitos más sobrios en la vida humana (privilegiar el valor de uso sobre el valor de cambio). Dentro de la batalla cultural por salvaguardar el medioambiente, Mujica considera indispensable desarticular la maquinaria publicitaria que estimula la compra del último coche para pertenecer a un determinado círculo social. Al ser gregario, el ser humano quiere formar parte de su entorno, no desea ser excluido. El marketing, a través de la promoción de estereotipos diseñados por el acceso a determinados bienes materiales en un marco temporal preciso, delimita las fronteras de pertenencia (la llamada “moda”). En muchas de sus intervenciones, el presidente uruguayo convoca a los jóvenes a combatir y superar el imperativo mercantil y, en su lugar, luchar por un estilo de vida que haga hincapié en el compromiso político, la felicidad y la austeridad. Aspira a cambiar la esencia del ser, terminar con el culto a la mercancía y desarmar al “Leviatán Publicitario”, una estructura comunicacional omnipotente que invade con información segmentada, diaria e intensa a las personas para modelar su comportamiento económico y social.
La despenalización del consumo de cannabis es otra transformación cultural de la gestión de Mujica. Con este proyecto, el mandatario uruguayo no solo trastocó el sentido común uruguayo, sino también el de la política mundial. Despertó el interés de medios internacionales que cubrieron el proceso y encuadraron la experiencia del país sudamericano como de vanguardia. En una entrevista al diario español El Periódico, el presidente desmenuzaba las razones que lo llevaron a tomar esta iniciativa: “Llevamos 80 años persiguiendo y nosotros llegamos a esta conclusión: si tu quieres cambiar no puedes seguir haciendo lo mismo, porque cada vez hay más presos, cada vez más cantidad de droga. Entonces nosotros decidimos tratar de robarle el mercado al narcotráfico. Sacarle el mercado. Porque peor que la droga es el narcotráfico. Es mucho peor. ¿Cómo le sacamos? Organizando un servicio público, donde tenemos la gente identificada y le aseguramos una ración por mes. Si se quiere pasar de eso, le vamos a decir “Usted se tiene que atender”, tiene que ir al hospital. Se tiene que atender” (29/11/2013).
En estas respuestas, Mujica deja en claro dos supuestos: (a) frente a la guerra abierta y la terapia de shock, con recursos militares y policiales, apuesta por una solución prolongada, donde la batalla se desarrolle en el plano económico, disminuyendo el precio del cannabis y quitándole el mercado al narcotráfico. Esto significa una ruptura con el statu-quo, ya que se trata de una medida inédita donde se busca reformar culturalmente a la sociedad, sacarla de su zona de confort y proponerle un nuevo marco moral en la convivencia. En segundo lugar, y en sintonía con el ideario de izquierda, (b) sostiene que hay que dejar de intentar la vía punitiva y ensayar una respuesta de contención ante la adicción, una perspectiva que está en línea con lo que George Lakoff califica como “padre protector”. El lingüista norteamericano construye metafóricamente dos modelos de familia: el del padre estricto, que es el que los conservadores utilizan para educar mediante el castigo, el reto, la férrea disciplina a sus hijos, y el de los progenitores protectores, que es el prototipo progresista, donde la madre y el padre educan –en simultáneo– a sus hijos a través del cuidado, la sensibilidad y la comprensión. La respuesta que diseña Mujica para desarmar al narcotráfico se circunscribe a la segunda visión. En vez de perseguir y castigar a los consumidores, se los trata como enfermos.
El matrimonio igualitario también está incluido en el cambio cultural que proyecta Mujica para Uruguay. A diferencia de la legalización del cannabis, donde prevalece la lógica de costo-beneficio, el mandatario está convencido que no permitir el casamiento entre personas del mismo sexo es discriminación. Sin importar su orientación sexual, todas las personas poseen la libertad de elegir con quien casarse. Así lo puso de manifiesto en un evento donde recibió una condecoración de la Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos (ALDHU): “Lo del matrimonio igualitario es más viejo que el hombre, solamente nuestras mentalidades reaccionarias y conservadoras a veces se espantan, pero hay que tener el coraje de poner a la luz del día lo que las cosas son y no lo que a uno le gustaría que fueran” (5/3/2014). “Hay un sentido conservador en la gente que tiene miedo en los cambios, pero cuando los cambios parten del principio de reconocer objetivamente la existencia de la realidad y tratar de organizar la realidad para que lastime lo menos posible, esos son los cambios que hay que tener el coraje de llevar adelante” (5/3/2014).
En este caso, Mujica utiliza el clivaje ideológico, sustentado en la dicotomía progresista-conservador. Para él, se trata de desafiar lo establecido y modificar las costumbres. Está convencido que al ser humano hay que sacarle el miedo al cambio e impulsarlo al progreso. La familia, el paternalismo y la religión, valores clave del conservadurismo, son reemplazados por el multiculturalismo, la tolerancia y las libertades individuales. El cuidado de unas determinadas estructuras heredades, que garantizan continuidad, confianza y seguridad, es desplazado por una óptica dinámica, que fomenta la alteración constante de nuestra forma de vivir. En relación con este contraste ideológico, Christian Mirza, exdirector del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) y actual investigador de la Universidad de la República, aclara cuál era la trama de Mujica y el tipo de resistencias que afrontó: “Poner el Uruguay en la vanguardia en muchos de estos derechos. Y abrir a la Participación de estos colectivos, muy criticados por una parte de la ciudadanía que está muy reacia a estos avances y tiene un pensamiento muy reaccionario en el sentido literal del término. Pero sin embargo el gobierno de Mujica abrió las puertas y las ventanas de la institucionalidad pública para que estos derechos se reconocieran y se pudiera avanzar. Ese fue uno de los hilos” (5/12/2020).
La despenalización del aborto completa el conjunto de medidas que Mujica impulsó para realizar la transformación cultural. Al igual que en la despenalización del cannabis, el exmilitante tupamaro no hace hincapié en la libertad individual como base de la decisión, sino más bien hace foco en el daño que causa el flagelo. Así lo remarcó en una entrevista a Televisión Española: “Periodista: A veces es necesario, gobernar y tomar decisiones, aunque uno no esté de acuerdo con ellas. Me explico. Usted está plantando medidas en su país sobre el asunto de la marihuana, del aborto, del matrimonio homosexual. Usted ha dicho que no está a favor del aborto… Mujica: ¿Quién va a estar a favor del aborto? Periodista: Pero por lo menos usted está planteando ese debate, esas medidas. Mujica: Pero no por estar a favor del aborto. Periodista: Usted dice que lo hace por el bien de la comunidad, para evitar que el daño sea mayor. Mujica: La cosa es sencilla y es sentido común. Creo que nadie puede estar a favor del aborto como cuestión de principio. Pero hay un cuadro de mujeres en toda la sociedad que se ve en la amargura de tener que tomar esa decisión contra viento y marea. Porque la familia no la entiende, por soledad, por avatares de la vida. Y en segundo, viven en la clandestinidad, la explotan y se juega la vida. Y toma decisiones más allá de las discusiones de principio que puedan tener los políticos y los filósofos. Y ahí hay vida que se pierden. Yo creo en reconocer la existencia de ese hecho. Ponerlo arriba de la mesa legalizándolo nos da la oportunidad de poder obrar persuasivamente sobre la decisión de esa mujer. Y si hay una cuestión económica, una cuestión de soledad, una cuestión de angustia, los hechos demuestran que muchas mujeres retroceden y se pueden salvar más vidas” (31/3/2013).
Mujica suspende el hilo argumentativo de las corrientes feministas, que conecta la demanda de legalización del aborto con la libertad de la mujer para decidir sobre su cuerpo (“Nuestro cuerpo, nuestra decisión” o “Mi cuerpo, mis derechos”). En su lugar, pone en el centro la cantidad de vidas que se pierden cuando el Estado ignora este problema de salud pública. Vuelve a aplicar la lógica del padre protector. Si se legaliza el aborto, él está convencido que se puede persuadir a la mujer de no abortar. De esta manera, se evitarían perder dos vidas: la del bebé y la de la madre. Es una explicación que, en un principio, comparte el marco conceptual de los sectores provida (“Salvemos las dos vidas”), pero no su solución. Frente a la propuesta de educación preventiva y política punitiva para evitar los abortos de los grupos provida, Mujica, sin dejar de reconocer la importancia que tiene la información y la pedagogía, apunta a darle una cobertura legal y un acompañamiento desde el Estado a las mujeres que se inclinan por esa decisión.
En la segunda variable del relato político, analizaremos el guión dicotómico. Esto quiere decir que desentrañaremos el conflicto, el desafío, el adversario que configura para llevar adelante su gestión. Un primer paso para analizar es que el mandatario uruguayo no construyó un adversario personalizado. Ni Luis Lacalle Pou o Edgardo Novick, por citar dos referentes del campo ideológico de la centroderecha y derecha uruguaya, fueron sus contrincantes. En otra dirección, Mujica buscó articular consensos con el arco opositor. Adolfo Garcé, politólogo de la Universidad de la República, y Eduardo Fernández, sindicalista y secretario del Partido Socialista (2005-2011), lo explican de la siguiente manera: “Eso es raro. Porque tiene cosas de populismo, pero eso no. No construyó enemigos. En ningún momento utilizó la lógica amigo-enemigo. Al contrario, es más, yo creo que Vázquez tenía un discurso más adversativo que él, que Mujica. Toda la vida lo que llamó la atención de Mujica es que tenía mayor capacidad de diálogo con los partidos tradicionales, particularmente con los blancos, que Tabaré Vázquez” (10/12/2020). “Mujica, como presidente, nunca buscó la confrontación contra la derecha. En todo caso, era la derecha que confrontaba con él. Y en la respuesta, Mujica siempre estuvo por encima, buscando lo filosófico, “¿quién puede estar en desacuerdo con combatir la pobreza?”, “¿quién puede estar en desacuerdo en que las mujeres pueden tener los mismos derechos?” Siempre fue por ahí “(11/12/2020).
En sentido contrario, Mujica articuló un adversario genérico: el consumismo. Dentro de la transformación cultural que proponía como trama, estaba incluida la disputa por una sociedad más sobria. Desde el ejemplo en primera persona y, como se observará en el repertorio simbólico, con mensajes visuales de su cotidianidad y su hogar, defenderá un estilo austero. Así lo expuso en la ONU y también en una entrevista a la cadena regional Telesur: “Prometemos una vida de derroche y despilfarro, y en el fondo constituye una cuenta regresiva contra la naturaleza, contra la humanidad como futuro. Civilización contra la sencillez, contra la sobriedad, contra todos los ciclos naturales. O peor: civilización contra la libertad que supone tener tiempo para vivir las relaciones humanas, lo único trascendente, el amor, la amistad, aventura, solidaridad, familia. Civilización contra tiempo libre no paga, que no se compra, y que nos permite contemplar y escudriñar el escenario de la naturaleza… Cabe hacerse esta pregunta, huimos de nuestra biología que defiende la vida por la vida misma, como causa superior, y lo suplantamos por el consumismo funcional a la acumulación” (24/9/2012). “El problema es que el consumo se transformó en el motor del sistema capitalista. ¿Cuál es la tragedia de todos los gobiernos? La economía tiene que crecer. Para que crezca, la gente tiene que consumir más y hay que gastar más. Y si se llega a parar el consumo, tenés una tragedia. ¿Por qué? Porque no somos capaces de acortar la hora del trabajo y una cantidad de cosas. En vez de discutir la ecología, deberíamos discutir de alta política. El desastre ecológico es consecuencia de que la política no está gobernando el mundo, sino que el mercado está conduciendo el mundo” (9/1/2013).
Se evidencian dos interpretaciones de Mujica sobre el consumismo: una de escala micro (personal) y otra de escala macro (colectiva). Sobre la primera, el mandatario está convencido que el consumismo le quita tiempo al ser humano. Para gastar y adquirir productos, hay que trabajar, por ende, hay que invertir tiempo en tareas ingratas. Este proceso introduce a las personas en un bucle compuesto por dos elementos: trabajo y consumo de bienes materiales. Son dos variables interdependientes, que se retroalimentan constantemente y les quitan libertad a los ciudadanos actuales. El “tener” opaca la búsqueda del “ser”. Inmerso en ese círculo vicioso, según Mujica, el hombre se olvida de otras cuestiones esenciales de la vida: la amistad, el disfrute, la contemplación, la creación y la naturaleza. A raíz de esta noción, Mujica se referencia permanentemente en filósofos como Epicuro o Séneca. “Pobre no es el que tiene poco, sino el que necesita infinitamente mucho” o “No soy pobre, soy sobrio, liviano de equipaje, vivir con lo justo para que las cosas no me roben la libertad”, son frases recurrentes.
Esta prédica lo convierte en una rara avis en los mandatarios actuales, una especie de “gobernante filósofo”. Mujica enuncia para gestionar, pero también para reflexionar. Permanentemente, busca que sus palabras impacten en la manera que las personas interpretan y abordan la vida en el siglo XXI. En el nivel estructural, la política –según él– es la herramienta colectiva para superar el consumismo. El poder debe concentrarse en reemplazar la cultura descartable (usar, tirar y adquirir productos diariamente) por una cultura consciente que preserve los recursos naturales. Esa metamorfosis se producirá a través de un nuevo marco legal, por un lado, y, por el otro costado, de una idea de progreso que deje de lado el materialismo, el crecimiento del PBI, el productivismo, y se ocupe del bienestar y de la salud del hombre. En síntesis, el guion dicotómico de Mujica no está constituido por protagonistas individualizados, sino que, por el contrario, el antagonismo se vertebra contra una abstracción, el consumismo. La trama cultural se viabiliza mediante el combate binario entre hombre (ciudadanía global) y consumismo (problema global). El mandatario busca interpelar a los uruguayos, pero también a personas de otras nacionalidades. Es un mensaje que trasciende las fronteras y aspira a la constitución de una nueva subjetividad.
La tercera variable para examinar del relato político es el arco temporal. En otras palabras, cómo se ensamblan los tres tiempos verbales –pasado, presente y futuro– en la narrativa gubernamental. Analizar si prevalece alguno de los tres y por qué. Un indicio son las siguientes tres exposiciones, en dos entrevistas, una para canal 9 de Argentina, otra para la revista Garganta Poderosa, y en un discurso en la Cumbre del Mercosur: “Yo soy muy nostálgico cuando escucho tango, pero en la vida no miro para atrás. Siempre ando persiguiendo alguna quimera por ahí y haciéndome problemas por quimeras. A veces, se transforman en utopías y a veces, ¿por qué no? Algún pequeño logro y subimos algún escaloncito” (9/1/2011). “Honrar la vida y apostar al futuro permanentemente. No es que la memoria, los recuerdos, el pasado no tiene importancia. Tiene flor de importancia. Pero no se puede vivir mirando para atrás. Más bien, mirar para atrás es para aprender. La lucha por el progreso humano no termina nunca, nunca. Y nunca llegamos y tocamos el cielo con las manos. No hay ningún arco del triunfo. El triunfo está en el camino, en el propio camino, el premio está en el propio camino” (18/6/2014).
“La palabra innovación pueden considerarse productos nuevos que se colocan, pero hay otra innovación, la innovación profunda que surge de la investigación propia. No hay soberanía de largo plazo, si no hay conocimiento nuestro. La batalla del futuro es en derredor del conocimiento. Y es un craso error que no podamos juntar el esfuerzo universitario latinoamericano y tener un sistema común de investigación porque llegamos tarde, porque nos llevan enorme ventaja. Porque el siglo en el que entramos es el siglo de la biología. Porque estamos en la última reserva agrícola que le queda a la humanidad. Y es criminal que la biología no sea el centro de la preocupación del Mercosur” (23/10/2014).
Entre las dos zonas temporales que plantea Koselleck, “horizonte de expectativa” y “espacio de experiencia”, Mujica se desenvuelve principalmente en la primera. Enlaza el presente con el porvenir. A diferencia de lo que se examinará en el ethos presidencial, a nivel gubernamental privilegia el lenguaje aspiracional. La trama de la transformación cultural conlleva tiempo. Como todo cambio sistémico al que aspira un reformista, es lento, paulatino y tácito. El proceso es parte del resultado y las formas son fondo. Las políticas públicas que propone –legalización del cannabis, despenalización del aborto, matrimonio igualitario y cuidado del medioambiente– no mostrarán resultados concretos de manera inminente, sino que, por el contrario, van a evidenciar un progreso en el tejido social con el paso de los años o, inclusive, de las décadas. Esto significa que son difíciles de capitalizar en términos político-electorales por el partido gobernante”.
17/05/2025 a las 3:24 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Como Massa, Milei armó su plan platita para una elección que cree importante y no lo es
Ricardo Roa
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
17/5/025
A menos que la pifien todos los encuestadores, Santoro ganará en la Ciudad y el peronismo podrá decir que vuelve a la victoria después de 22 años. No podrá decir que ganó Cristina, aunque algunos lo digan. Pero ganarle a Milei y al Pro no será poca cosa, más allá de que los votos canten que no superan los que siempre sacó el peronismo.
Un dato: los votos que juntó el riojano Erman González con Menem en el 93 eran de centro y de derecha. Los que juntará Santoro son de centro izquierda, que esta vez encontraron candidato único. Se sabe, el centro derecha irá partido en cuatro: Adorni, Lospennato, Marra y Larreta.
Mérito del jefe peronista porteño Juan Manuel Olmos, que reclutó al exalfonsinista Santoro cuando Máximo Kirchner lo excomulgó por votar a favor del acuerdo con el FMI. Máximo es de los que se ofenden rápido y para siempre: ni siquiera volvió a responderle el teléfono. Así le va a La Cámpora, que pese al triunfo perderá varios legisladores.
Si se dan los números que se espera se den, la elección cambiará poco y nada la Legislatura. El PJ podrá pasar de 18 a 20 concejales; el Pro de 9 irá a 10 u 11. La Libertad Avanza de Karina puede crecer de 8 a 10 y La Libertad Avanza de Marra puede perder 1 o 2. Los radicales, que tienen un solo bloque pero votan como si fueran dos, así funcionan con Lousteau, no van a crecer. La cuenta real es difícil de hacer porque ahí están los de Angelici que ahora van en el Pro. Así funciona Angelici. ¿Y Larreta? Depende de cuántos votos le robe al PRO. Probablemente salga empatado.
Será la misma Legislatura, sólo que más complicada de manejar para el oficialismo. Hay que ver cómo quedan parados Macri y Milei, que nacionalizó la elección para tratar de sacar a Macri de la cancha. En las cinco elecciones hasta hoy no le fue bien. Apostó a ir con su propio partido, y perdió en cuatro. Sólo salvó la ropa en Chaco, donde fue aliado al gobernador radical Zdero.
Que Milei puso para este domingo toda la carne al asador se ve en que su portavoz Adorni encabeza la lista. También, en el plan platita que le copió a Massa para que Adorni anunciara buenas noticias. Postergar tarifas, endurecer la política migratoria, apretar a los barrabravas, distribuir pañales a jubilados y abaratar celulares y electrónicos. Avisaron pero no le encontraron la vuelta al uso de los dólares en el colchón, una demora que Adorni facturó al kirchnerismo, como hacen con todas las cosas.
La verdadera ayuda para Adorni llegó con la baja de la inflación, que cayó en abril a 2,8 y se ubicó por primera vez, en la gestión Milei, debajo del 50% anual. Sigue siendo una enormidad pero es un alivio al lado de la que dejaron Fernández, Cristina y Massa.
Otra prueba de que Milei jugó todas las cartas: al cierre de campaña mandó a todo el gobierno. Fue en la placita donde cae, en suave barranca sobre Libertador, La Isla, barrio top de la Recoleta. Pegada a la embajada británica y con una fantástica estatua del general Mitre a caballo, rodeada de esculturas en mármol de Carrara, en lo más alto.
Todos subieron por un costado al escenario salvo Milei, al que hicieron cruzar la pequeña plaza para televisar abrazos de los seguidores de remeras violeta, color que en el imperio romano asociaban con la realeza, y que los libertarios usan y mezclan con banderas y águilas imperiales y antorchas. Un delirio a la medida del Gordo Dan. ¿Sólo del Gordo Dan?
¿Sabrán que de color violeta es la camiseta de rugby de Cardenal Newman, donde Macri estudió? Milei avanzaba hacia el palco y la tevé empezó a mostrar un rostro oscuro del acto: militantes que denunciaban que les habían prometido $25.000 y sólo les daban remeras. Uno le robó el celular a un periodista. El gobierno los calificó de infiltrados. Adentro, se admitió que habían sido llevados por Sebastián Pareja, el armador jefe de Karina en el Conurbano. Pareja es el que dijo, en respuesta a Macri, que a los dirigentes bonaerenses del Pro no hacía falta comprarlos “porque están regalados”. Ritondo, Santilli y otros, muy agradecidos.
Lo peor vino después. Acostumbrado a entender mal las cosas, Milei acusó al veterano periodista Carlos Méndez de ser “absolutamente violento” porque en 2021, al asumir como diputado, le había preguntado qué podían hacer en el Congreso siendo tan pocos. La gente empezó a gritar: “hijo de puta, hijo de puta”, sin que a Milei se le ocurriera parar los insultos. Milei había empezado el discurso diciendo que el liberalismo está “basado en el principio de no agresión”: lo terminó generando un linchamiento, para decirlo sin rodeos.
Otra noticia que nos hace pensar en por qué estamos cómo estamos: el escándalo por las muertes en un hospital de La Plata y el laboratorio Pharma, del empresario García Furfaro y Jorge Salinas. Sólo la corrupción política puede explicar sus contratos con el Estado y que, sin ser del sector, haya podido seguir produciendo drogas y medicamentos todos estos años.
García Furfaro se recibió de abogado en la cárcel, fundó un sindicato de presos y se ganó la confianza de Alicia Kirchner, la otra gran hermana, montando la verdulería La Colina. Compró un laboratorio ¿quién no compra un laboratorio? para meterse de lleno en el negocio de medicamentos y consiguió que un cineasta, Fernando Sulichin, y un embajador chavista, Sánchez Arvaláiz, lo engancharan con un fondo de inversión de Putin. El ladriprogresismo. Registró aquí la Sputnik como propia y Alberto Fernández lo subió en un avión a Rusia con su asesora estrella Nicolini y la ministra de Salud Vizzoti para negociar las vacunas.
Se las apañó para vender en pandemia barbijos y todo lo que pudo al Estado, por supuesto compras directas y sin licitación, y terminó como un proveedor de salud clave en Santa Fe y Buenos Aires. Otro delirio como los del Gordo Dan. Que terminara causando un desastre era cuestión de tiempo. Se dice que el intendente Ishii está haciendo una movida para quedarse con el laboratorio. Ishii se hizo famoso por el escándalo con una ambulancia de su municipio en la que transportaban falopa. Ahí sí, llegó la hora de transparentar el negocio.
Volviendo a estas elecciones, que muchos toman como trascendentales. Si gana Santoro, ni Cristina ni Alberto Fernández serán reivindicados. Si gana Adorni, no comenzará la hegemonía de Milei. Si el Pro sale tercero, no se acabará la carrera de Macri. A lo sumo veremos cómo los resultados reubican las piezas para las próximas batallas, la más importante en la Provincia. Nada termina con esta elección, aunque intenten llenarla de dramatismo.
17/05/2025 a las 3:39 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
El newsletter de Luciana Geuna
Fuente: TN
(*) Notiar.com.ar
16/5/025
La inminencia de un resultado electoral es un acto que suele dejar sin palabras. Todo lo que se diga será desmentido o ratificado por la realidad del domingo, cuando los porteños vayan a votar y, con el simple objetivo de renovar su legislatura, decidan en realidad el devenir de las principales fuerzas políticas para las elecciones de este año. Sobre todo el PRO y Mauricio Macri.
Pero mientras esa definición está por suceder, dentro del Gobierno se acelera el conflicto por la estrategia para la provincia de Buenos Aires. Lo que pasó en el cierre de campaña de Adorni con los supuestos militantes pagos es parte de esa dinámica que ya no es subterránea, es evidente.
Hay ahí una pugna rumbo a colisión en la que intervienen el Presidente, Karina y Santiago Caputo y que tendrá sin duda, una definición a corto plazo. El peronismo, por su parte, enfrenta la misma pelea intestina. En el medio, suceden muchas otras batallas: los detalles del conflicto por los aranceles en Tierra del Fuego, detalles técnicos del decreto por el uso de dólares y adelantos sobre lo que puede pasar el lunes.
LA NEO-DOLARIZACIÓN
La semana que viene, con el resultado del domingo en la calle, el Gobierno acelerará un anuncio que misteriosamente dilató con argumentos electorales y que tiene un impacto impredecible. La noticia sobre el uso de dólares -no declarados- estaba prometido casi como un hito del sprint final de la campaña porteña pero terminó posponiéndose. ¿Había miedo de que se convierta en un boomerang en la previa a la elección o todavía hay tecnicismos entrampados en la nueva medida? A diferencia de la competencia electoral, que generó una profunda desconexión en los porteños -1 de cada 3 que no tenían ganas de ir a votar hace un mes-, y la mitad de los encuestados en la última semana; todo lo que tenga que ver con el dólar genera atención. Y la Rosada lo sabe.
Alterar de modo definitivo el uso de la moneda norteamericana requiere tocar muchísimos resortes administrativos y algunos penales.
En esta columna contamos que el Presidente hablaría el martes -como sucedió- en un foro empresario dando precisiones y que estaban estudiando modificaciones las leyes penales cambiarias y tributarias. Atención con este punto porque la intención de hacer esta movida por decreto choca con un problema: buscan encontrar la manera de derogar directamente por decreto la ley penal cambiaria (O un gobierno libertario mantendrá la persecución por la compra y venta de moneda extranjera?) pero en el caso de la ley tributaria hay un elefante en el placard. Si Economía desea evitarle las causas penales a los que gasten más de cien mil dólares -sin lanzar un blanque formal-, hay que tocar una ley.
Hoy en argentina los juzgados en lo Penal Económico están colapsados de causas por evasión de gente a la que el ARCA denuncia por no declarar 1300 dólares (1.5 M de pesos), el tope actual que dispone la ley. Para subirlo (de 1300 a más de 100 mil) necesitan de otra norma del Congreso, un riesgo que parece imposible que decidan tomar. El límite vigente se actualizó por última vez en el gobierno de Macri con la ley 27430 que modificó varios impuestos. Como en muchos otros temas, la falta de actualización de esa cifra diseñó un descalabro. Son cifras que están poniendo en problemas a dueños de un kiosco. ¿Quién se ocupa entonces de los grandes evasores?
Hay que mirar con atención el anuncio que está preparando Economía para esta nueva modalidad libre de uso de dólares sin cuestionar su origen hasta determinado monto. Según fuentes al tanto de este anuncio, puede haber en el régimen de Ganancias una clave para la operatoria que se viene. ¿Se termina el control sobre la justificación patrimonial en las declaraciones juradas? ¿Cambiarán algunas condiciones para los funcionarios públicos? Intriga.
DESTINO
Se está produciendo, en estas horas, una revelación. Un resultado inapelable decidido por los porteños que diseñará lo que viene en el mapa político del año electoral. El tiempo está detenido hasta esa definición que cada candidato imagina a su manera: Javier Milei se recluyó en la quinta de Olivos a esperar repetir el domingo un triunfo que lo devuelva al Hotel Libertador donde funcionó la sede de campaña en 2023 que lo llevó a la Presidencia de la Nación.
Es época de vedas y no pueden publicarse datos de encuestas pero los despachos presidenciales y las reuniones dentro y fuera de la Casa de Gobierno se poblaron de gráficos con mediciones diarias elaborados por Santiago Caputo donde se mostraban cómodos con un segundo puesto pero se ilusionan con un primer lugar. Su objetivo ya fue dicho mil veces: despoblar al PRO en su distrito de origen. Más específicamente a Mauricio Macri. ¿Pero qué pasaría si logran ganar cuando el peronismo tiene su oportunidad histórica en la Ciudad en la que nunca pudieron ganar?
En cualquiera de esos dos escenarios posibles, la Casa Rosada los ve como un triunfo. La estrategia electoral se enfoca desde hace rato en las batallas que vienen, un ajedrez cada vez más tensionado por una definición profunda donde, como siempre, la provincia de Buenos Aires, tiene un rol medular.
En el caso de la Libertad Avanza, la clave de ese territorio está en su propia interna, una pugna que llegó hasta la Recoleta cuando esta semana en vivo por televisión se vieron militantes con remeras violetas libertarias reclamando supuestos pagos por participar del cierre de campaña de Manuel Adorni en Capital. Fue una incomodidad mayúscula en un acto que tenía al Presidente y a todo el Gabinete arriba del escenario.
REPASEMOS: desde el origen de LLA, Karina Milei y Lule Menem pusieron a Sebastián Pareja como su armador bonaerense e integrante de la mesa política nacional. Santiago Caputo por su lado, tiene a Agustín Romo, diputado provincial, jefe del bloque libertario provincial y motor de las Fuerzas del Cielo, la agrupación que también apareció en Recoleta con banderas identificatorias y su simbología romana.
El Gordo Dan, el más influyente de todos los libertarios en las redes, formó parte de esa columna caputista. ¿Quién le pagó a los militantes? Nadie cree que haya sido el kirchnerismo. Esta tensión escaló en las redes. El Gordo Dan cuestionó públicamente a Pareja por sacarse una foto con la mesa política en la puerta de la Casa Rosada sin invitar a Romo. Circulan videos sugestivos del acto en Recoleta. ¿Quién los grabó?
El influencer libertario está ahora mismo invitando a los militantes a contactarse con una red de fiscalización que está por fuera del armado de Karina en la Ciudad para el domingo. Es una guerra de guerrillas de final abierto, aunque hay muchas especulaciones con una definición posible: si dejan a Macri afuera, ¿se pondrían de acuerdo Karina y Caputo en ofrecerle a Ritondo y Santilli todo el armado bonaerense bajo el amparo violeta? De todo eso se está hablando ahora en la quinta de Olivos.
RESULTADOS
Cristina Kirchner está expectante con los resultados del domingo. Seguirá su perfil bajo aún si hay un triunfo. Pero activó esta semana un movimiento que hasta ahora no había hecho, el de empezar a mirar con detalle las ocho provincias donde el PJ se juega senadores. Después de todo, es la Presidenta del partido y el conflicto bonaerense parece no dejar lugar para el resto de la Argentina. Los resultados del domingo pasado sacudieron este pendiente. Los contactos con Axel Kicillof siguen congelados y CFK estira el tiempo como mecanismo de presión.
Mira con atención los reclamos que supone harán ahora los intendentes del conurbano, imposibilitados de conseguir fondos para pagar el aguinaldo. Sabe, de todos modos, que habrá que negociar. ¿Quién será el intermediario de esta mesa imposible? Lo intentó Sergio Massa pero no hubo manera.
La Procuración le dio una mala noticia al convalidar el pedido del fiscal de Casación de subir la pena y la calificación en la causa Vialidad. Curiosamente en su intimidad, no parece preocupada por el devenir del expediente en la Corte durante este año. Con esa calma y sin Ficha Limpia, puede decidir donde jugar. Quedan por delante dos meses relevantes. Es un tiempo interminable en una guerra que en lo personal es irreversible pero en lo político necesita un camino de salida.
GHOSTEO DE LLAMADAS
El régimen especial de Tierra del Fuego tiene dos empresarios que concentran la gran mayoría de la producción: Nicolás Caputo (Mirgor) y Rubén Cherñajovsky (Newsan). Hay un tercer jugador relevante que es Jorge Brito con Solnik. Los tres juraron a todos los interlocutores con los que hablaron que no supieron nada de los anuncios del Gobierno hasta media hora antes de que sucedan. Que nunca la vieron venir y que sólo le encuentran una explicación de interés electoral.
“Ahora, si esto es electoral, qué hay que esperar para octubre?”, se lamenta uno de los operadores más fuertes de este negocio. Hay todo tipo de teorías sobre esta medida que todavía no tiene decreto publicado, como casi todo lo que difundió el vocero y candidato, Manuel Adorni, en los días finales de campaña.
La UOM tiene paradas las plantas por tiempo indeterminado en reclamo por el peligro de sus puestos de trabajo. Con el paso de los días, empiezan a crujir otras cadenas de producción como -un ejemplo entre muchos-, la industria automotriz que necesita los productos que le proveen desde el sur para el entretenimiento a bordo de sus vehículos.
Más allá de la discusión de fondo sobre este régimen, hay una intriga política en este asunto porque el Presidente supo ponerle mucho el cuerpo a defenderlo. También de modos intrigantes. No hubo aviso previo desde Economía sobre lo que vendría pero sí reuniones frenéticas para escuchar los reclamos desde el sur durante toda la semana.
El gobernador Melella no puede creer que no hayan coordinado un trabajo previo. Hubo teléfonos claves de la primera plana del Gobierno que esta vez decidieron ignorar la llamada. El decreto no salió todavía. Este conflicto continuará.
17/05/2025 a las 3:54 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Las claves de una elección crucial
Claudio Jacquelin
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
16/5/025
La grisura de propuestas y la consecuente abulia con la que parece haber recibida la sociedad la campaña electoral contrastan con la relevancia que tiene para el Gobierno, para las principales fuerzas políticas y, también, para la economía la elección de legisladores porteños que se hará pasado mañana. Los muchos gritos y las infinitas acusaciones cruzadas no cambiaron ese escenario. Apenas si lo agravaron.
Lo que empezará a dirimirse el próximo domingo es, primero, el piso político que tendrá el Gobierno y el horizonte que se le abrirá para encarar las elecciones bonaerenses de septiembre y las nacionales de octubre. Instancias determinantes para la segunda y última mitad del mandato presidencial.
Por eso, Javier Milei nacionalizó la contienda, ubicó a su vocero Manuel Adorni al frente de la lista de la Libertad Avanza, se puso él mismo al frente de la campaña e involucró a todo su gabinete para darle un carácter plebiscitario sobre su gestión.
A pesar de su prédica contra el Estado y su fanatismo por el orden fiscal, no se privó de utilizar las herramientas que este le provee a los oficialismos y no escatimó siquiera hacer un pequeño plan platita con la postergación de aumentos de tarifas y el anuncio de rebajas de aranceles para comprar celulares y otros electrónicos. Anuncio que dejó en boca del candidato y vocero, sin preocuparse por la posible comisión de una violación a la ley electoral.
Además, el propio presidente volvió a mostrar todo su talento para romper récords de agresiones verbales, que nunca parecen encontrar un límite, y seguir afectando la investidura presidencial, en la ofensiva contra sus contradictores. Sean estos periodistas, que informan, investigan u opinan al margen del relato oficial, o sean adversarios políticos (inclusive algunos que han sido o son aliados), a los que se empeña en convertir en enemigos. Nada es casual, aunque muchas veces se trate de arrebatos emocionales espontáneos. Lo que no es parte de la estrategia, después el gurú Santiago Caputo lo ajusta a ella, asistido por la milicia comunicacional en las redes sociales.
La fuerte apuesta presidencial está estrechamente vinculada con la suerte de Pro, que pone en juego su supervivencia.
Al partido hegemónico de la ciudad de Buenos Aires, desde hace exactamente 20 años las encuestas le vaticinan, por lo pronto, que no solo sufriría su primera derrota en dos décadas, sino que sería el primer espacio oficialista que pierde este año, en el que hasta ahora se impusieron todos los oficialismos locales. Los Macri, más los Milei, más Patricia Bullrich, más Horacio Rodríguez Larreta lo habrán hecho. Deserciones propias y embestidas ajenas pusieron en jaque lo que fue la fortaleza macrista, devenida hoy en una ciudadela sitiada.
Sin embargo, la suerte del macrismo no se definirá por esa muy probable derrota. Dependerá del lugar que termine ocupando en la grilla final, antes que por lo que suceda en la disputa por el primer puesto y con la conformación final de la Legislatura.
EN BUSCA DE LA HEGEMONÍA
Si Mauricio y Jorge Macri y sus candidatos son superados por Milei-Adorni se le abrirá la puerta a los libertarios para quedarse en el plano nacional con la absoluta mayoría del electorado que va del centro a la derecha y, más aún con buena parte de los más conocidos dirigentes que todavía lucen algún tono de amarillo, y están dispuestos a pintarse de violeta. Especialmente los de la provincia de Buenos Aires.
Así, la posibilidad de convertirse en una nueva hegemonía dependerá casi exclusivamente del Gobierno, tanto por su pericia en la gestión política y, sobre todo, económica como por su propensión a cometer errores no forzados, que son los verdaderos límites que ha encontrado hasta acá.
Por eso las elecciones de la ciudad de Buenos Aires son una especie de “madrecita” de todas las batallas para La Libertad Avanza y para lo que queda de Pro. Más aún después de la buena performance, en términos relativos, en los primeros cuatro comicios legislativos provinciales (Chaco, Jujuy, Salta y San Luis) en los que empezó a hacer pie sin depender de la presencia de Milei en la boleta, aun cuando haya sido mayoritariamente derrotada.
Mauricio Macri corre el serio riesgo de terminar en las muy parroquiales elecciones legislativas porteñas convirtiéndose, con Milei, en el Eduardo Duhalde de 2005, con Néstor Kirchner, en los comicios bonaerenses. Ni más ni menos.
Para la lista peronista porteña, encabeza por Leandro Santoro, que se presenta pasteurizado de peronismo y desnatado de kirchnerismo, también se le abre una oportunidad de hacer historia si, como pronostica una mayoría de encuestas, logra ser la fuerza más votada.
Se trataría de alcanzar un éxito en la ciudad que solo logró hace 32 años la boleta encabezada por el exministro menemista Antonio Erman González. Santoro aspira a que este sea el trampolín para su proyecto de ser jefe de gobierno en 2027.
Sin embargo, hay dudas de que supere (y aún de que sostenga) el 32,27% alcanzado por él mismo hace dos años. La división del propio peronismo, que lleva otras dos listas encabezadas por Juan Manuel Abal Medina y por Alejandro Kim, así como la fragmentación de la oferta partidaria, repartida en 17 listas, amenazan ese objetivo.
Casi no hay encuesta en las que una lista aparezca superando el umbral del 32%. Y la mayoría da a los tres primeros componiendo un falso reparto en tercios, que en total podría no llegar a reunir el 70% de los votos.
Santoro aspira a que lo ayude la lista del aún mileísta expatriado de la LLA Ramiro Marra restándole votos clave a Adorni.
El oficialismo también tiene fugas, aunque, en este caso, autoprovocadas por la hermanísima Karina Milei, en su rol de armadora electoral, empoderada (aún más) por el Presidente, tras las recientes elecciones provinciales.
La principal beneficiada de esa férreo y excluyente armado es su amiga personal Pilar Ramírez, legisladora porteña y (junto con su marido el emprendedor vicepresidente del Banco Nación, Darío Wasserman) abrepuertas de un mundo de luces y brillos al que la secretaria general de la Presidencia antes nunca había accedido.
EL SUBSUELO PORTEÑO, EN JUEGO
Las ambiciones a futuro de Santoro, además, están sustentadas por el gran padrino del peronismo porteño Juan Manuel Olmos, quien de llegar a la Legislatura podría sumar su martillo para clavar desde allí los últimos clavos al ataúd amarillo (Milei dixit).
Si así resultara, terminaría por dinamitar una vieja alianza tácita con el macrismo que le dio gobernabilidad y, al mismo, tiempo le puso algunos límites en su beneficio. Para ello Olmos ha contado con la sólida sociedad que mantiene desde hace casi dos décadas con el binguero Daniel Angelici, el otro gran titiritero de la política, la justicia y los negocios porteños, tan radical como macrista, aunque, sobre todo, amigo de sus amigos del poder y las sombras.
Un tercer lugar del macrismo encabezado por la sufrida Silvia Lospennato (obligada a transitar un calvario ajeno) impactaría fuertemente en la configuración electoral de la provincia de Buenos Aires, en beneficio de los libertarios. Al mismo tiempo un triunfo de Santoro volvería a darle una sobrevida al perokirchnerismo.
Sería una bocanada de aire vital para el oficialismo bonaerense, en su intento por reponerse de las múltiples fracturas expuestas que viene sufriendo a causa de la disputa interna del cristinismo. Una guerra civil librada entre los Kirchner (madre e hijo biológico) y el que alguna fue el heredero político de la expresidenta, Axel Kicillof, junto con un buen número de intendentes y con el esponsoreo a distancia de algunos gobernadores, ilusionados con emanciparse alguna vez de la asfixiante tutela de la familia santacruceña.
La gran pregunta es si un triunfo en la ciudad de Buenos Aires daría razones a las partes para poner en pausa a esa guerra con le objetivo de retener el bastión bonaerense o si incentivaría a los que impulsan algún tipo de renovación. De cualquier manera, un kirchnerismo revivido (aunque con mucha asistencia química) no sería un buen escenario para el Gobierno. Las inversiones que espera con desesperación podría seguir demorándose.
La última de las claves de estos comicios es que tendrán la particularidad de develar mucho más que la composición de uno de los poderes públicos sobre los que los electores de la ciudad menos saben y menos parece interesarles, como es la Legislatura porteña. A pesar de que allí se resuelve buena parte de la calidad de vida de los porteños y el destino de más de 10.000 millones de dólares, solo contando el presupuesto oficial y sin contabilizar otros montos más opacos.
La participación ciudadana es hoy una de las grandes incógnitas en un largo proceso de crisis de representación que afecta a la dirigencia política y que se viene verificando elección tras elección desde 2021, pero que ha estado batiendo récords en las cinco primeras elecciones provinciales de este año. El promedio de participación en los cuatro comicios legislativos (Chaco, Jujuy, Salta y San Luis), más la elección de convencionales constituyentes de Santa Fe, apenas llegó al 58%.
En la ciudad de Buenos Aires los antecedentes ponen una vara muy alta en comparación con esos porcentajes. En la última elección legislativa y aún con algunas restricciones de la pandemia vigentes acudió a las urnas el 73% del padrón y en 2023, en la que también se eligió jefe de gobierno, concurrió el 76,7%, mientras que el promedio histórico es del 74%.
La importancia del porcentaje de asistencia no solo radica en su condición de termómetro del compromiso cívico, del vínculo de la ciudadanía con la política y de la legitimidad de los representantes, sino también porque podría influir fuertemente en el resultado final.
Los expertos y los dirigentes políticos de todos los espacios coinciden en que una baja participación podría beneficiar al oficialismo porteño por la capacidad de movilización de su aparato con fuerte asistencia de las palancas estatales, aunque también refuerza el peso del voto duro de cada uno de los espacios. Son dos caras de la moneda de la legitimidad de la representación política. Habrá que ver quién tiene más músculo y sex appeal.
Todos los pronósticos conocidos hasta ahora estarán sujetos a esa variable, así como a otro factor relevante que es el porcentaje de electores indecisos o que dijeron que podían cambiar su voto a último momento.
Al cierre de la mayoría de las encuestas, ese segmento orillaba en total el 15%. Un porcentaje demasiado elevado, que cobra mayor relevancia cuando se incorpora el factor de que los estudios cualicuantivos realizado a posteriori de las últimas elecciones muestran un creciente número de votantes que resuelve tanto su asistencia como su preferencia en las últimas 72 horas.
Sobran las razones para darle dramatismo a la elección de pasado mañana. Tanto como para considerarlas cruciales para la futura configuración del sistema político, para las condiciones de gobernabilidad del oficialismo y, también, para la suerte de la economía.
17/05/2025 a las 4:07 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Javier Milei y la insólita carrera por conquistar un segundo puesto
Roberto García
Fuente: Perfil
(*) Notiar.com.ar
16/5/025
Dos rostros, dos discursos, dos estilos, la misma persona en menos de 24 horas. A la noche del martes, Javier Milei expuso ante gerentes, expertos en finanzas y empresarios, sólido, docente, catedrático. Recomendable hasta por los que detestan la economía y les resulta árida esa disciplina. Más de una hora de sosegado monólogo explicando parte de un plan que ni siquiera dice corresponderle. No voló una mosca, ni se escucharon cuchicheos en la convención del IAF. El traje y corbata mudó al día siguiente por un atavío oscuro, camperón negro y de cuero, más bien de milicia alemana, las facciones también: endurecidas, crispadas, con la cara endemoniada, vociferante. Más toro de Osborne que león, finalmente esas fieras masculinas se pasan la vida durmiendo, vagoneando, mientras sus hembras son las que cazan y buscan comida.
Parece el Presidente el Jano romano, dual, aunque en ese mismo cuerpo siempre guardó la misma persona que después de un año de gobierno todavía sorprende a un electorado que persiste en objetarle las formas en relación al contenido. Este domingo, sin necesidad y por la bagatela de un comicio inesperado, menor, se probará ante la audiencia porteña como protagonista, casi por el capricho de voltear la estatua capitalina de Mauricio Macri más que por vencer a un sui generis Leandro Santoro que difícilmente —aunque gane— en el futuro alcance una figuración superior a la instancia municipal. Solo así puede entenderse la tontería de disputar una insólita carrera por conquistar un segundo puesto en lugar del tercero, ignorando el primero, a través de los alfiles Manuel Adorni versus Silvia Lospennato. De nacionalizar, además, un compromiso electoral que hasta ahora enfrentaba a ignotos concejales, a quienes solo conocen parientes y vecinos, que iban colgados de las listas de rangos superiores.
En verdad, el carácter nacional del comicio del 18 no proviene solo de esta instancia: la Capital Federal exhibió comportamientos opuestos al resto del país y, en las mismas capitales de provincia, la conducta del votante ha sido diferente a la del territorio que integran. Último caso: el triunfo mileista en la capital salteña. Pero ese tipo de contradicción también se observó en distintas épocas: en los 90, por ejemplo, el peronismo de Carlos Menem ganaba en el país pero debió convivir con capitales de provincias en manos opositoras. Y no fueron pocas. A saber: Capital Federal, La Plata, Córdoba, Rosario, Jujuy, Mendoza, Santa Cruz, Chubut, Neuquén y hasta Santiago del Estero. Curioso el fenómeno, escasamente difundido en los análisis políticos, como si las capitales o grandes urbes votaran al revés del interior de sus provincias.
Lo de este domingo, por otra parte, parece distinto por el escaso conocimiento del público de la elección y la eventualidad de una participación menos intensa que en otras oportunidades. Así, dicen, se favorecen aquellas marcas políticas con estructura, tipo el PRO y en menor medida el neo kirchnerismo, al contrario de la nula inserción burocrática del mileísmo. Son muchos los candidatos presidiendo listas, 17 cuyas identidades o trayectorias ignora gran parte del país, del Santoro que era uno del grupo de los “irrompibles” que velaba por la salud de Raúl Alfonsín cuando al mandatario lo internaron y se hizo famoso luego por pasear el perro de Alberto Fernández, al misterio del poderoso encono de Horacio Rodríguez Larreta por competir en una competencia menor y tras discutir tres horas con Macri para abandonar el encuentro y sostener: “Haré lo imposible para lastimar a Mauricio”.
Situaciones anómalas, como la de Lospennato, quien llega a la candidatura por el apartamiento de Fernán Quirós, después el rechazo de Guillermo Dietrich y, por último, la retirada de María Eugenia Vidal. Casi descarte. Nunca imaginaron los desertores que se impondría una relevancia política tan notable en la pugna de los ediles. Del lado de Adorni, aunque él se comprometió a lo contrario, habrá que ver si en marzo del año próximo concurre a la banca en el maravilloso edificio del Concejo Deliberante o si regresa a la Casa Rosada. Pueden hacerse apuestas. Poco se sabe de otros candidatos, del delegado Kim de Guillermo Moreno al DT Caruso Lombardi, desarrollista que debe ignorar que a Rogelio Frigerio le decían Tapir o la verdadera razón por la cual Ramiro Marra, fundador de la Libertad Avanza, no puede acercarse hoy a los hermanos Milei. Raro ese distanciamiento ya que si Marra —quien podría irse a vivir a Italia con su pareja más adelante— le trasladara sus votos al postulante Adorni, este casi seguro sería primero.
Ni hablar de otros que van escondidos en las listas, de uno que la cantante Shakira lo objetó en su cercanía por un tema de manejo de fondos, de una doctora que se recibió en forma meteórica, de una candidata que endulza a la izquierda para ver si fascina a los jóvenes o de un funcionario aplicado en un banco estatal cuya esposa colocó a todos los miembros de la lista que acompañan al vocero presidencial. Allí, en el corazón de la Casa Rosada, también este domingo se dirime una interna entre la hermana Karina y el asesor Santiago Caputo, quien nunca se interesó por la estrategia electoral del “jefe”, según considera Javier a su pariente. Más bien, han abundado las discrepancias. Y eso que Caputo sería un experto a considerar. Con malos resultados, habrá réquiem para Mauricio Macri este domingo y, si esa mala suerte se traslada al mileismo, arderá el clima en Olivos. Como todo el mundo sabe, al Presidente le molesta la temperatura alta aunque en la noche del domingo diga, si no se cumplen las expectativas por un segundo lugar: no teníamos nada, ahora tenemos más.