Por Carlos Tórtora.-

El olor a derrota electoral inundó ayer los despachos de la Casa Rosada al asumir el gobierno que el resultado de la elección de convencionales constituyentes de Santa Fe había sepultado la estrategia de Karina Milei. El posicionamiento de La Libertad Avanza como tercera fuerza representa un augurio negro para los libertarios.

Experto en tapar un tema usando la repercusión de otro tema, Javier Milei salió a proclamar que la alianza entre el PRO y LLA en Buenos Aires es inexorable.

¿Es así? ¿Está dispuesto el macrismo a pactar con los libertarios en Buenos Aires mientras compite con ellos en la Capital? Es casi seguro que semejante acuerdo, antes de las elecciones porteñas del 18 de mayo, sólo serviría para debilitar aún más el caudal de votos del PRO en su bastión.

Lo que está ocurriendo es que, luego de tener que bajar la cabeza ante Donald Trump y el FMI, Milei siente que el clima electoral se va tiñendo de oposición e intenta ponerle frenos a la realidad, algo que suele salir mal.

El combo de malas noticias políticas para el presidente se completó ayer también al diluirse la expectativa oficial de que el peronismo ingrese en una guerra interna luego de que Axel Kicillof desafiara a Cristina Kirchner y desdoblara la elección provincial para el 7 de septiembre.

Oscuros presagios

Con una moderación notable para alguien tan celoso de su poder, Cristina aceptó su derrota y les ordenó a los legisladores de Unión por la Patria que abandonen el proyecto de ley de elecciones concurrentes lanzado para frenar al gobernador. No es poco. Significa que casi con seguridad habrá una distribución acordada de candidaturas y que el PJ irá a las urnas unido en septiembre.

La elección bonaerense pasa así a ser la línea roja de la política nacional. Una derrota de LLA en esta elección sería el seguro precedente de otra en octubre. Los mercados obviamente podrían reaccionar entonces ante un gobierno cuya base electoral se deshilacha. Milei tiene ahora 60 días para demostrar que Macri es de vuelta su socio y que juntos derrotarán al peronismo. ¿Aceptará el expresidente este rol?

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