Por Carlos Tórtora.-

Hay que tomar en cuenta la declaración de ayer de Ricardo Lorenzetti acerca de que la Corte Suprema de Justicia está cerca de fallar sobre el recurso de queja interpuesto por Cristina Kirchner en la causa Vialidad. Si se pronunciara en contra de la expresidente, la condena quedaría firme y no podría ser candidata a diputada nacional, pero tampoco a legisladora provincial, como se dijo últimamente.

El fallo de la Corte pasa así a ser un factor determinante de la campaña electoral. Pero hay diversas especulaciones. Si el tribunal se demorara hasta los primeros días de julio -o sea hasta la feria judicial de invierno- vencería entonces el plazo para la presentación de las listas de candidatos para las elecciones provinciales del 7 de septiembre. Una vez presentada la candidatura de CFK, se abriría una discusión judicial: ¿puede inhabilitarse a un candidato cuya candidatura ya fue presentada ante la justicia electoral?

No se registran casos, por lo menos en Buenos Aires, y la controversia no sería menor. Pero hay más alternativas, porque todavía no se descarta del todo que Axel Kicillof, presionado por los problemas que plantea la ley provincial 5130, termine por atrasar varias semanas la fecha del comicio. De ser así, la Corte tendría más tiempo para dejar proscripta a Cristina.

Queda otra alternativa y es que Cristina presente su candidatura para diputada nacional. En este caso, el plazo para inhabilitarla sería hasta fines de agosto.

Todo cambia

Hasta poco tiempo atrás, era un hecho que a Javier Milei le convenía polarizar con la expresidenta en las urnas, porque el deterioro de su figura la haría fácil de vencer por la Libertad Avanza. Pero la realidad cambió: lenta pero firmemente, cae la imagen positiva del presidente y también la intención de voto a LLA. Desde el escándalo de $LIBRA, el gobierno está pasando a ser un claro candidato a perder en los distritos grandes, empezando por Capital y Buenos Aires. Prueba de que esto está ocurriendo es que Milei prácticamente dejó de polemizar permanentemente con Cristina. Aun con todas sus desventajas, Cristina ya no es tan fácil de doblegar electoralmente como hace unos meses atrás. Y el peronismo no se fracturó como especulaba el gobierno.

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