Por Guillermo Cherashny.-
A casi 90 días del nuevo gobierno del PRO -ya que la participación de Unión Cívica Radical es poca- se puede considerar que hay una muy buena política exterior de acercamiento a Occidente en momentos en que en Latinoamérica hacen agua el populismo y su sujeción a China y Rusia. Lo mismo en la economía, donde se salió del cepo sin inconvenientes, pero es un problema que el dólar siga atrasado en $ 15,60 de ayer, ya que la inflación de diciembre, enero, febrero y marzo promediará un 4% mensual y, como hasta hoy se devaluó más del 60% y se produjo una inflación sumada de menos del 20%, lo cual sería un éxito, y no lo es por una simple razón: la inflación reprimida que dejaron Cristina y Kicillof. Sólo se saldría con un dólar a $ 25, porque los $ 15,50 de hoy son como el 1,40 de Remes Lenicoff en enero del 2002. Pero la diferencia es que ahora hay muchas restricciones políticas, porque la mayoría de la población no tiene conciencia de la gravedad de la situación, que es bastante similar a la del 2001, aunque de menor relieve, porque la gente tiene sus ahorros dolarizados en bancos, cajas de ahorro, colchones, pero la inflación reprimida no terminó, ya que faltan aumentos en el gas, agua y transporte, y quizás uno o dos ajustes más a lo largo del año en las tarifas, por lo cual el primer semestre seguirá, con suerte, desde abril hasta junio con un 2,5% mensual y, si bien los alimentos pararon de subir hace dos o tres semanas, los servicios subieron mucho -colegios, prepagas, peluquerías, garage, etc.- y así y todo no alcanza para volver a crecer.
El pago a los holdouts servirá para seguir pagando distorsiones pasadas que están en el 7% del déficit fiscal heredado y que el gobierno sólo quiere bajar un 1% nada más, porque teme, según Jaime Durán Barba, que Macri sea el émulo local de Gonzalo Sánchez Losada, el presidente boliviano que lanzó un ajuste fuerte y abrió las puertas al populismo de Evo Morales. Por eso Durán Barba y Marcos Peña, al igual que Macri, profesan el hipergradualismo en economía que, a 90 días de gobierno, está causando malhumor en la gente por el aumento de precios al tiempo que no se solucionan las distorsiones heredadas y el gobierno es acusado por parte de la opinión pública de gobernar para los ricos, cuando los ricos creen que Macri no ajusta la economía y no gobierna para ellos y mantiene los rasgos generales del populismo, mientras los despidos en el sector privado aumentan y en el sector público son pocos, por miedo a la reacción de los K y los troskos.
08/03/2016 a las 12:53 PM
TODO SERIA PEOR CON LOS KIRCHNER
POR ESO EL CAMINO CORRECTO ES DURO PERO
NUESTROS HIJOS PODRAN TENER UN PAIS MEJOR.
DEBEMOS HACER FUERZA PARA QUE NUNCA MAS VUELVAN
LOS PORQUERIAS DE LOS KIRCHNER
CON SU BANDA DE LADRONES DEGENERADOS
08/03/2016 a las 8:11 PM
ASI ES JUAN CARLOS…PERO PARECE Q PERIODISTAS COMO CHERASNY…AÑORA A LA REINA BATATA…Q LE ACERCARIA BUENA PLATA….!!!! DANA SCO TODOS LOS PERIODIOSTAS..X Q SABEN Q MACRI NO LOS HARA ULTRA MILLONARIOS COMO LOS KAKA….PARE TENERLOS A SU FAVOR EN EL RELATO X 12 AÑOS…….ASCO ..ASCO….!!
08/03/2016 a las 1:09 PM
Hay gente que se empecina en comparar los 90 días de Macri con los 12 años de los Kirchner; nada mas incorrecto e inoportuno. En efecto y sin querer ser macrista, este, el de Mauricio, con errores o no con desaciertos o no, es un gobierno que pretende volver a la normalidad como país reconstruyendo realmente la ciudadanía, con valores, tolerancias y con vocación de superación. El otro fue, y pretende seguir siendo, la invasión de una tropelía que necesita del estado solo para robar in escrupulosamente, discriminando todos aquellos que tengan el valor o la necesidad de pararlos. Nos hemos convertidos durante todos estos años de atropellos, en enemigos que debimos haber desaparecido de la faz de la tierra, si no hubiese sido necesaria una población, vista como enemiga, pero que siguiera trabajando para que estos señores transformasen su estado patrimonial en el tremendo escándalo que ya todos conocen. Plutocracia pura, fundada y sostenida por delincuentes, asesinos y atropelladores de tosa clase.
09/03/2016 a las 9:02 AM
Kirchner: 12 años x 12 meses = 144 meses,
Macri: 3 meses,
Entonces: 144 meses vs. 3 meses,
Relación: 144/3 = 48,
O sea: ALGUNOS PERIODISTAS: deberían hablar 48 veces menos que como lo hicieron en el kirchnerismo. No consideramos en esta ecuación, la amplia libertad que tienen ahora respecto de los momentos del kirchnerismo. Yo recuerdo que durante todas las mañanas, iban a escuchar, calladitos, obedientes, silentes y obsecuentes, asintiendo genuflexionadamente; a los jefes de gabinete de turno (Capitanich, Fernández). Y hoy, compadritos y valientes de cuarta de barrio, critican mariconadamente al gobierno de turno, con el mismo libertinaje cobarde con el que le pegarían a un niño o a una viejita. Por supuesto, que si esta metodología, no ocurre por pensamiento independiente, por principios, por libertad de expresión, deberíamos estar pensando en el sponsoreo.
08/03/2016 a las 1:12 PM
Por favor Guillermo, seriedad!
Un occidente que hasta explota hasta a sus pa’ises mas debiles (Grecia, Espa;a_) Crea guerras en sus cerc
anias con consecuencias inmanejables *Siria, Libia) No tiene nada para ofrecernos.
Ademas nos estariamos aliando con elites en crisis y cuestionadas por todos lados.. Desde Francia hasta EUA, a derecha e izquierda (Trumps, Sanders, Le pen, Podemos en Esp, )
08/03/2016 a las 1:40 PM
es lo que viene a terminar de verdad con los populismos como los kks y macri aunque con buenos modales – Tramps – Le Pen tiembla la linea media inocua de Amercia del Sud.-
08/03/2016 a las 1:44 PM
Señor Ud no conoce nada de política exterior, y dice mentiras como que los paises desarrollados explotan a los mas débiles como España o Grecia, por ejemplo usted no sabía que para formar la Union Europea hubo una transferencia de dinero y recursos durante años de los paises mas ricos a los mas pobres para equiparar las economías. Que los gobiernos de esos paises como España y Grecia los hayan malgastado es otra cosa
08/03/2016 a las 2:12 PM
Seria muy logico de tu parte que te vayas a vivir a Venezuela o a Cuba… allí es el paraiso socialista
08/03/2016 a las 8:58 PM
el tetra cada dia viene pior!!!
08/03/2016 a las 1:35 PM
No es tan poca la participacion del radicalismo en el gobierno. Creo que manejan 3/4 ministerios, un sinnumero de direcciones y entes nacionales( Inadi, Telam, etc.etc.), y en la PBA su manejo e injerencia es importantisimo.
08/03/2016 a las 1:37 PM
MACRI PAYASO INUTIL HEREDERO DE LOS KKS – DESPUES DE EL hiper inflacion enfrentamientos caos, y luego la salvacion nacional – JUNTA MILITAR – Y SABRAN LOS KK Y LOS AMARILLOS LO QUE ES BUENO –
08/03/2016 a las 2:02 PM
LO ÚNICO CIERTO ES QUE EL DÓLAR TIENE QUE ESTAR A $ 25, PERO ESO ES OTRA ETAPA.
A TRABAJAR. BASTA DE 6 MESES DE VACACIONES, 2 VECES AL AÑO.
08/03/2016 a las 2:45 PM
Remitente: camacho@cnea.gov.ar
Destinatario: CNEA@cnea.gov.ar
Buenos Aires, 24 de febrero de 2016
UN FRENO A LA HIPOCRESÍA
Leyendo atentamente los mails enviados por algunos compañeros de la CNEA, creo humildemente que seguimos poniendo el carro delante del caballo. En algunos casos, el rasgado de vestiduras por el advenimiento de un nuevo gobierno es conmovedor, todo ello matizado con pronósticos apocalípticos, llamados a la resistencia, procedimientos de contingencia que incluyen en forma preventiva equipos de abogados laboralistas e incluso acusaciones implícitas hacia los votantes del nuevo gobierno. No es esto algo nuevo, hemos sido testigos durante la campaña electoral de planteos por el estilo, pero lo que menos me imaginaba es que se continuaría en campaña una vez superado el balotaje y con la nueva administración en funciones.
En primer lugar, todos nosotros hemos respetado siempre el voto popular, como corresponde, incluso ante un gobierno que nos llamaba «desestabilizadores», «golpistas» o «gorilas» a quienes no pensábamos en forma idéntica. Esto último, hiriente desde lo personal, no deja de ser un hecho anecdótico ante otro tipo de acciones mucho más graves. Basta recordar, por ejemplo, cuando la «patota» al mando del señor Guillermo Moreno, en aquel momento Secretario de Comercio, echó prácticamente a puntapiés del INDEC a numerosos profesionales y técnicos, con la finalidad de falsear las estadísticas; o quizá sea necesario recordar la muerte en circunstancias nunca aclaradas de indios de la comunidad Qom en el norte del país (utilizo deliberadamente el término «indios», pues jamás se me ocurriría hacerlo en sentido peyorativo; me resisto en cambio a utilizar el sinónimo «pueblos originarios», pues creo que se trata de un mero simbolismo, utilizado en muchos casos por funcionarios con pocos escrúpulos, en la falsa creencia que un cambio de nombre es capaz de disimular las malas acciones) o bizarros espectáculos, como el de la Sra. ex Presidente de la Nación bailando en forma grosera durante los festejos del Bicentenario, mientras los desmanes que ocurrían en ese momento en distintos puntos del país dejaban como saldo compatriotas muertos o heridos. Todo muy desagradable y son sólo tres ejemplos, entre infinidad de barbaridades por el estilo o aún peores. No es mi intención poner de manifiesto un muestrario de hechos lamentables, mucho menos justificar con ellos eventuales futuros errores de la actual administración, pero sí bregar porque el cambio votado por la mayoría de la sociedad, en efecto tenga lugar, con críticas cuando se juzgue necesario pero también con respeto y sin demonizaciones interesadas.
En referencia a muchas de las cosas que han ocurrido en los últimos doce años y en particular las nombradas, cuya real dimensión e importancia quedarán sujetas seguramente a la perspectiva del tiempo, siento tristeza por el silencio, tanto de la comunidad científica como de los grandes defensores de los derechos humanos, sólo por nombrar algunos sectores, pues ese silencio fue abrumador; sea por interés, por convencimiento ideológico, por complicidad o por algún otro factor desconocido, fueron escasísimas las voces que se alzaron en disonancia. Tampoco tuve el placer de leer o escuchar a ningún científico o tecnólogo, si no fue así pido disculpas pero sinceramente no lo recuerdo, denostando firmemente la creación de la tragicómica secretaría para direccionar estratégicamente el pensamiento nacional. Peor aún: tal secretaría, cuya sola concepción es un hecho abominable, no quedó circunscripta a una idea desafortunada. Esa secretaría existió y la sociedad debió pagar con sus aportes toda una estructura, encabezada por un «filósofo» encargado de explicarnos cómo debíamos pensar, especialmente a aquéllos que teníamos fuertes críticas hacia la forma en que se estaba implementando el «modelo». Coincidirán conmigo en que resulta difícil encontrar un ejemplo más humillante para la comunidad científico-tecnológica y para la sociedad en su conjunto, que el citado. /…/
Voté el cambio, al igual que millones de argentinos y seguramente lo hicimos todos por el mismo motivo: simplemente por la esperanza que significa un nuevo enfoque y porque consideramos que el camino anterior ya no era viable, y se espera que aquellos que no lo hicieron respeten la voluntad de la mayoría. Está claro también que no comparto aunque por supuesto respeto la opinión de todos los compatriotas que hubieran deseado seguir con el mismo modelo, pero en mi caso, como en el de muchos otros, pensamos que el cambio era lo mejor, de modo que a mí tampoco el balotaje me daba igual y, a la luz del estado catastrófico en el que ha quedado la provincia de Buenos Aires (territorio del otro candidato, el ex gobernador), carente de infraestructura, tomada por la corrupción, la inseguridad y el narcotráfico, agradezco que a millones de argentinos no nos haya dado igual. En efecto, el candidato que perdió el balotaje no sólo fue cómplice de la indeseable aunque no exhaustiva lista anteriormente citada, sino que además tuvo la capacidad de enriquecerla con sus propias carencias personales, como la falta de independencia y la obsecuencia permanente a cualquier precio, sin contar con que jamás fue totalmente aceptado en los ámbitos kirchneristas, a los que supuestamente iba a representar en los comicios. /…/ Algunos científicos creen que la ciencia argentina estaba en peligro, de acuerdo al resultado del balotaje. Es un temor natural ante un cambio, especialmente teniendo en cuenta que en la CNEA supongo estamos todos de acuerdo en la importancia primordial de la ciencia y la tecnología. Sin embargo, nunca encontré fundamentos reales para tal temor, pues no creo que a esta altura pueda existir un gobierno, cualquiera sea su ideología, capaz de desestimar a la ciencia y creo también que la sociedad argentina ha madurado lo suficiente, si así ocurriera, como para no permitirlo, sin necesidad de tener que infundirle temores, ni por éste ni por ningún otro tema. Por el contrario, mal que nos pese, existen muchas otras variables importantes, además de la ciencia, a la hora de definir un voto en el balotaje y si esas variables no cierran, es lícito pensar que también la ciencia y la tecnología pueden verse perjudicadas en el futuro.
/…/ La mejor manera de defender al Estado no es desde la ideología, sino desde la mejora. Y para que esa mejora sea real, los recursos humanos deben estar motivados, y para que los recursos humanos estén motivados debe existir algo que se llama «igualdad de oportunidades», un concepto que durante los últimos años ha sido dinamitado, destruyendo con ello la motivación y la autoestima de gran parte del personal. Indudablemente, se han implementado políticas que han conducido a una CNEA para unos pocos, donde no existen objetivos para todo el personal, donde los cargos se otorgan «a dedo», donde el despliegue del organigrama institucional ocuparía varias mesas y donde la capacitación real es un privilegio para ciertos elegidos. La carrera laboral es, desde ya, una utopía. En alguna nota me he referido a la Resolución de Presidencia de CNEA Nro. 458/12 como paradigma lógico de todo lo anterior y no como un hecho desgraciado aislado. Por supuesto, creo que esta forma de gestionar debilita a la CNEA y al Estado en general, pero lo cierto es que nadie se hace cargo.
Que ingresen nuevos agentes a la CNEA siempre es un objetivo deseable, ahora: ¿alguien se preocupó seriamente en generar las condiciones para que esos nuevos agentes puedan tener en el futuro una carrera laboral digna y se sientan motivados para trabajar en la organización? Entiendo por carrera laboral digna la que puede llegar a construir cada agente con su propio esfuerzo y en un marco de igualdad de oportunidades, sin necesidad de tener que oficiar de «saltimbanqui» ante cada color político de turno o caerle en gracia a algún poderoso para mendigar una categoría, como sucede hoy en día en nuestra institución, salvo honrosas excepciones. Cada uno tendrá su respuesta; yo creo que no. Esas condiciones no se cumplen ni siquiera para un porcentaje nada desdeñable de los agentes actuales de planta permanente. Estoy convencido de que generar esas condiciones y promover la mejora institucional permanente hubiera sido la mejor defensa para despejar el miedo que tienen algunos de que muchos agentes perdamos hoy nuestro trabajo. /…/
Nos queda la dignidad, por supuesto, que no es poco, pero el precio a pagar es alto: años de sentirse un «paria institucional», años que por otro lado se han perdido por falta de motivación y capacitación adecuada, y por supuesto años de destrucción de la autoestima. En síntesis, años para muchos de nosotros dilapidados e irrecuperables, por el cruel antojo de la «dedocracia» y la mediocridad avaladas, insisto, desde lo más alto de la conducción institucional durante los últimos tiempos. Por supuesto, parece que todo esto también es aceptado en silencio y respetuosamente por la comunidad científica. Un pacto de silencio que sólo se rompe ante la posibilidad de que algún cambio rompa con este sistema prebendario y vergonzoso. Parece que de esto nadie se da cuenta, ni siquiera los sindicatos. Evidentemente, la transparencia del sistema y la mejora de los agentes no son objetivos prioritarios. Quizá es más prioritario el ingreso de más y más personal que, insisto, es deseable en circunstancias normales, pero no nos podemos quedar en eso. El problema es que los nuevos agentes que han ingresado o ingresarán tienen ante sí un futuro dudoso; de continuar por este camino, la mayoría de ellos serán víctimas a sueldo de este sistema perverso, como lo somos hoy muchos de nosotros.
Ahora bien: ¿por qué llegamos a esta situación? Es difícil la respuesta pero en mi humilde creencia creo que podemos visualizar, en principio, tres motivos: 1) el pensamiento y el consiguiente accionar de gran parte de las máximas autoridades de la CNEA; 2) la complicidad de distintos sectores de poder con estas políticas; y 3) nuestro silencio. Pensemos entonces en todo aquello que hemos aceptado como normal en los últimos años (como los hechos que mencioné al principio de la nota, como la «dedocracia», como la obsecuencia como herramienta válida de progreso laboral).
/…/ Aspiro a que la CNEA tenga un gran proyecto, como podría ser el CAREM o el RA-10 y, sin perjuicio de otras líneas de trabajo, concentre a la mayor parte de su personal, directa o indirectamente, detrás de ese proyecto, lo cual nos daría una fuerza y una identidad con la organización muy importantes. Ello llevaría a pensar en organigramas compatibles con el logro de ese gran proyecto, eligiendo a los responsables de dicho organigrama en base a concursos de cargo transparentes, los cuales serían infinitamente más justos que la «dedocracia» actual. Aspiro también a que exista una verdadera carrera laboral y una capacitación inteligente para todo el personal, con la finalidad de que pueda servir mejor a ese gran proyecto, algo que hoy no existe en la CNEA. Pero fundamentalmente, aspiro a que cuando asuman nuevas autoridades, escuchen a todo su personal, no solamente a los que piensan como ellos o a los que hacen de la servilidad o la obsecuencia una falsa virtud y una herramienta de ascenso.
Creo que la CNEA necesita que sus máximas autoridades transformen la mejora institucional y la motivación de su personal en su mayor desvelo, pues supongo que ésa debería ser su verdadera misión. Todo lo demás, ya sea viajar, tener contactos en el exterior, sillones en los directorios de empresas asociadas (que entiendo deben ser gratis, por el honor de representar a la CNEA en esos directorios), las altas categorías y los altos sueltos, es muy lindo, pero debería ser secundario. Lo principal es la CNEA, su futuro y su personal. Ojalá que las próximas autoridades de la CNEA lleven a cabo el cambio y, en ese sentido, confío en que el Dr. Gadano, nuevo Subsecretario de Energía Nuclear, pueda encontrar a las personas adecuadas para ello, pues me cuesta entender que seriamente se hable de cambio y que éste sea timoneado por las mismas autoridades que nos han llevado a esta situación de injusticia institucional. /…/
Mientras las actuales máximas autoridades de la CNEA, salvo honrosas excepciones, continúen firmemente atornilladas a sus cargos, pueden estar seguros de que nada va a cambiar, pues son las mismas que han obedecido “a pies juntillas y con venia” los mandatos del gobierno anterior. Puede que algunos juzguen esta crítica como injusta, cruel o despiadada. Lo cierto es que lejos de serlo, es hecha con respeto y de acuerdo a la realidad; mucho más injusto, cruel y despiadado es avalar un sistema perverso que pulveriza la carrera laboral de muchos agentes, y esto es precisamente lo que se ha apañado en los últimos años. Supongo que todos tenemos en claro que esto no fue ningún error. Las máximas autoridades de la CNEA responsables de estos hechos actuaron con premeditación y sabiendo perfectamente lo que hacían, incluyendo el aval cómplice a medidas y conductas desequilibradas del gobierno encabezado por la Dra. Cristina Fernández de Kirchner, como las antes mencionadas. Es por ello que me resisto a creer que podamos hablar sinceramente de un cambio comandado por los cultores del “no cambio”. Defender y luchar por una CNEA más justa es también una forma de defender la ciencia y la tecnología.
Finalmente y en relación al tratamiento de los recursos humanos, podrá deducirse en base a reflexiones anteriores por qué me cuesta tanto creerle a la Sra. Presidente de la CNEA cuando vierte los conceptos contenidos en la nota que figura en el enlace [1]http://www.unsam.edu.ar/tss/boero-tenemos-que-convencer-al-gobierno/ [1]
Digo esto con mucho respeto y hasta con dolor, pero me resulta muy difícil creer que ciertamente considere a los recursos humanos como lo más importante que tiene la CNEA, cuando fue ella y sus fieles seguidores, con la «dedocracia» y sus prebendas, quienes contribuyeron a construir la injusta realidad que hoy aqueja a nuestra institución y a pulverizar la motivación y autoestima de gran parte de sus cuadros.
Dudo que los funcionarios del gobierno nacional sean tontos, no hace falta que se les explique que estos proyectos son importantes para el país. Lo que sí resultará difícil de explicarles es cómo la CNEA ha digitado la promoción o el ninguneo de sus recursos humanos en los últimos años, basando muchas veces este proceder en cuestiones arbitrarias, lo cual atenta en última instancia contra esos mismos proyectos que tanto dicen defender o necesitar hacerles entender su importancia a las nuevas autoridades nacionales.
Tal vez la Sra. Presidente de la CNEA o alguno de sus fieles seguidores puedan explicar esta contradicción. Por el futuro de la institución y por respeto al cambio que ha pedido claramente la sociedad, sería altamente deseable. Y por sobre todas las cosas, que el verdadero síntoma de cambio sea de una vez por todas un freno a la hipocresía, pues la CNEA no se merece esto.
Atte:
Ing. Esteban F. Camacho
Matrícula 15.849
camacho@cnea.gov.ar
PD: me he enterado de que en anteriores oportunidades hubo notas que no han sido distribuidas a ciertas dependencias de la CNEA, cuando fue pedido expresamente. En virtud de que las mismas han sido siempre redactadas de manera respetuosa y sin términos ofensivos, supongo que se tratará de un error, razón por la cual pido a quien corresponda que se tomen los recaudos necesarios para asegurar que las notas publicadas por los agentes de la CNEA lleguen a todas las dependencias que los mismos indiquen. En este caso, he solicitado que la presente se distribuya a todos los ámbitos de la institución, sin excepciones.
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Links:
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[1] http://www.unsam.edu.ar/tss/boero-tenemos-que-convencer-al-gobierno/.
08/03/2016 a las 6:57 PM
…la tiene difícil. Muy difícil.
Se desfinanció fiscalmente.
La guita que entre, sólo va a servir para paliar el déficit.
…a la mierda con inversión productiva.
No hay mercado externo y pulverizó el interno. No cierra…
Ya que el viejo le consiguió 10.000 millones a la loca. Que ahora se lo consiga al hijo…
09/03/2016 a las 7:17 PM
Sanchez de Losada contaba con el 80 % de» cabezaurios» .
Aca no llegan al 35 % .
Las condiciones son diferentes. Afortunadamente.
Habrá que ver como apoyan ciertas potencias de Occidente.
Y que estrategia planean para América .
Sin una inserción clara de nuestro País .Nuestro futuro ,en verdad , puede ser incierto.
Y en ese caso .Creo que todos tendríamos que temer.
Se me ocurre ¿vió?