Por Hernán Andrés Kruse.-
Ante la crème de la crème del empresariado vernáculo reunido en Mar del Plata, Federico Sturzenegger afirmó sin anestesia: “La motosierra hasta ahora cortó en línea horizontal, ahora va a ir a las vísceras”. Ello significa que a partir de ahora el gobierno libertario aplicará un ajuste impiadoso, utilizará la motosierra para desangrar al pueblo con tal de garantizar el déficit O. Estaremos en presencia de la dramática ejecución de lo que se está dando en denominar “la deep motosierra”. El ajuste inclemente avanzará sobre cuestiones regulatorias, el empleo público, las privatizaciones y la puesta en marcha de reformas aprobadas por el Congreso (fuente: Mariano Boettner, Infobae, 19/10/024).
La primera víctima de la “deep motosierra” ha sido la AFIP. En las últimas horas el gobierno nacional anunció la disolución de la administración Federal de Ingresos públicos (AFIP) y la creación de la Agencia Nacional de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). Un Manuel Adorni exultante sentenció: “El gobierno anuncia muy felizmente que la AFIP dejará de existir”. “La Argentina de la voracidad fiscal se terminó. Lo que es de cada argentino es suyo y de nadie más, ningún burócrata del Estado tiene por qué delegarse el poder de decirle a un argentino qué hacer con su propiedad” (fuente: Sebastián Catalano, Infobae, 21/10/024).
La “deep motosierra” no es más que la expresión menemista “cirugía sin anestesia” multiplicada por mil. Implica la puesta en ejecución de la ideología anarcocapitalista, cuya idea medular es hacer añicos todo lo que huela a “estado”. Para Milei y Sturzenegger lo único relevante es la pulverización de la burocracia del estado, aunque ello implique el despido de miles de trabajadores. En la sociedad anarcocapitalista la salud, la justicia, la seguridad y la educación están en manos privadas.
Es cierto que a Milei le provoca un inmenso placer ser el topo dentro del estado. Es, qué duda cabe, un psicópata. Pero es, además, un ideólogo del anarcocapitalismo, un economista que cree que la única solución para nuestros endémicos problemas es “la deep motosierra”. El estado es el “mal absoluto”. Por ende, debe ser aniquilado. Quienes más influyeron en su pensamiento fueron Ludwig Von Mises, Friedrich Von Hayek, Murray Rothbard Alberto Benegas Lynch y un catedrático español que es uno de los emblemas del anarcocapitalismo europeo: Jesús Huerta de Soto.
Huerta de Soto nació en Madrid el 23 de diciembre de 1956. En 1978 obtuvo las Licenciaturas en Ciencias Económicas y empresariales, y en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. En 1983 culminó un Master of Business Administration en la Universidad de Stanford (California). Al año siguiente, obtuvo el doctorado en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid- Becado por el Banco de España obtuvo en 1985 el título de MBA en Ciencias Actuariales en la Universidad de Stanford. En 1992 se doctoró en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Madrid cuya tesis se titula “socialismo, cálculo económico y función empresarial”.
Se desempeña como profesor de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid desde 1979. A partir del año 2000 es profesor de Economía Política en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Rey Juan Carlos. Además, es fundador, director y profesor del Máster Oficial de Economía de la Escuela Austríaca de la Universidad Rey Juan Carlos, es miembro del Instituto Mises y fue vicepresidente de la Sociedad Mont Pelerin entre 2000 y 2004 (fuente: Wikipedia, la Enciclopedia Libre).
Huerta de Soto aborrece el estado. Sueña con una sociedad sin estado, con su privatización total y absoluta. Considera al anarcocapitalismo la única versión legítima y verdadera del liberalismo. Estamos en presencia, qué duda cabe, de uno de los mayores emblemas del fundamentalismo libertario. Para tener una idea cabal de su pensamiento anarcocapitalista nada mejor que leer su ensayo de 2007 titulado “Liberalismo versus anarcocapitalismo” (Procesos de Mercado-Revista Europea de Economía Política-volumen IV-número 2).
EL ERROR FATAL DEL LIBERALISMO CLÁSICO
“El error fatal de los liberales clásicos radica en no haberse dado cuenta de que el programa del ideario liberal es teóricamente imposible pues incorpora dentro de sí mismo la semilla de su propia destrucción, precisamente en la medida en que considera necesaria y acepta la existencia de un estado (aunque sea mínimo) entendido como la agencia monopolista de la coacción institucional. Por tanto, el gran error de los liberales es de planteamiento: piensan que el liberalismo es un programa de acción política y doctrina económica que tiene por objetivo limitar el poder del estado, pero aceptándolo e incluso considerando necesaria su existencia. Sin embargo, hoy (en la primera década del siglo XXI), la Ciencia Económica ya ha puesto de manifiesto: (a) que el estado no es necesario; (b) que el estatismo (aunque sea mínimo) es teóricamente imposible; y (c) que, dada la naturaleza del ser humano, una vez que existe el estado es imposible limitar su poder. Comentaremos por separado cada uno de estos aspectos”.
EL ESTADO COMO ENTE INNECESARIO
“Desde el punto de vista científico, solo desde el equivocado paradigma del equilibrio puede llegar a pensarse que exista una categoría de «bienes públicos» en los que, por darse los requisitos de oferta conjunta y no rivalidad en el consumo, se justificaría prima facie la existencia de una agencia monopolista de la coacción institucional (estado) que obligara a todos a financiarlos. Sin embargo, la concepción dinámica del orden espontáneo impulsado por la función empresarial que ha desarrollado la Escuela Austriaca de Economía ha echado por tierra toda esta teoría justificativa del estado: siempre que surge una situación (aparente o real) de «bien público», i.e. de oferta conjunta y no rivalidad en el consumo, surgen los incentivos necesarios para que el ímpetu de la creatividad empresarial la supere mediante las innovaciones tecnológicas, jurídicas y los descubrimientos empresariales que hacen posible la solución de cualesquiera problemas que pudieran plantearse (siempre y cuando el recurso no sea declarado «público» y se permita el libre ejercicio de la función empresarial y la concomitante apropiación privada de los resultados de cada acto de creatividad empresarial).
Así, por ejemplo, el sistema de faros marítimos fue durante mucho tiempo de titularidad y financiación privada en el Reino Unido, lográndose por procedimientos privados (asociaciones de navegantes, precios portuarios, control social espontáneo, etc.) solventar el «problema» de lo que se considera en los libros de texto de economía «estatistas» el caso más típico de «bien público». Igualmente, en el lejano oeste norteamericano se planteó el problema de la definición y defensa del derecho de propiedad de, por ejemplo, las reses de ganado en amplísimas extensiones de tierra, introduciéndose paulatinamente diversas innovaciones empresariales («marcaje» de las reses, vigilancia continua por «cow-boys» a caballo armados y, finalmente, el descubrimiento e introducción del alambre de espino que, por primera vez, permitió la separación efectiva de grandes extensiones de tierra a un precio muy asequible) que solucionaron los problemas conforme se iban planteando.
Todo este flujo creativo de innovaciones empresariales se habría bloqueado por completo si los recursos hubieran sido declarados «públicos», excluidos de la propiedad privada y gestionados burocráticamente por una agencia estatal. (Y así, hoy en día, por ejemplo, la mayoría de calles y carreteras están cerradas a la introducción de innumerables innovaciones empresariales —como el cobro de precio por vehículo y hora, la gestión privada de la seguridad, de la polución acústica, etc.— y ello a pesar de que la mayoría ya no plantean problema tecnológico alguno, pues dichos bienes han sido declarados «públicos» imposibilitándose así su privatización y gestión creativa empresarial). Además, a nivel popular se piensa que el estado es necesario porque se confunde la existencia del mismo (innecesaria) con el carácter imprescindible de muchos de los servicios y recursos que hoy (malamente) oferta (casi siempre so pretexto de su carácter público) con carácter exclusivo. Los seres humanos observan que hoy en día las carreteras, los hospitales, las escuelas, el orden público, etc. etc., son proporcionados en gran (sino en exclusiva) medida por el estado, y como son muy necesarios, concluyen sin más análisis que el estado es también imprescindible.
No se dan cuenta de que los recursos citados pueden producirse con mucha más calidad y de forma más eficiente, barata, y conforme con las cambiantes y variadas necesidades de cada persona, a través del orden espontáneo del mercado, la creatividad empresarial y la propiedad privada. Además, caen en la trampa de creer que el estado es también necesario para proteger a los indefensos, pobres y desvalidos (sean «pequeños» accionistas, consumidores de a pie, trabajadores, etc.) sin entender que las supuestas medidas de protección sistemáticamente tienen el efecto, como demuestra la teoría económica, de perjudicar en cada caso precisamente a aquellos a los que se dice proteger, por lo que desaparece también una de las más burdas y manidas justificaciones de la existencia del estado.
Decía Rothbard que el conjunto de los bienes y servicios que actualmente proporciona el estado se dividen, a su vez, en dos subconjuntos: el de aquellos que hay que eliminar y el de aquellos que es preciso privatizar. Es claro que los bienes citados en el párrafo anterior pertenecen al segundo grupo y que la desaparición del estado, lejos de significar la desaparición de carreteras, hospitales, escuelas, orden público, etc., implicaría su provisión con más abundancia, calidad y a un precio más asequible (siempre en comparación con el coste real que vía impuestos actualmente pagan los ciudadanos). Además, hay que señalar que los casos históricos de caos institucional y desorden público que puedan señalarse (por ejemplo, en muchas ocasiones durante los años previos y durante la Guerra Civil en la Segunda República española, u hoy en día en amplias zonas de Colombia o en Irak) se deben al vacío de provisión de estos bienes creado por los propios estados que ni hacen con un mínimo de eficiencia lo que en teoría deberían hacer según sus propios seguidores, ni dejan hacer al sector privado y empresarial, pues el estado prefiere el desorden (que, además, parece legitimar su presencia coactiva con más intensidad) a su desmantelamiento y privatización a todos los niveles.
Es especialmente importante entender que la definición, adquisición, transmisión, intercambio y defensa de los derechos de propiedad que articulan e impulsan el proceso social, no requieren de una agencia monopolista de la violencia (estado). Y no sólo no la requieren sino que, por el contrario, el estado siempre actúa pisoteando múltiples títulos legítimos de propiedad, defendiéndolos de forma muy deficiente y corrompiendo el comportamiento individual (moral y jurídico) de respeto a los derechos de propiedad privada ajena. El sistema jurídico es la plasmación evolutiva que integra los principios generales del derecho (especialmente de propiedad) compatibles con la naturaleza del ser humano. El derecho, por tanto, no es lo que el estado decide (democráticamente o no), sino que está ahí, inserto en la naturaleza del ser humano, aunque se descubra y consolide jurisprudencial y, sobre todo, doctrinalmente de forma evolutiva (en este sentido consideramos que el sistema jurídico de tradición romana y continental, por su carácter más abstracto y doctrinal, es muy superior al sistema anglosajón del common law, que surge de un desproporcionado respaldo del estado a las decisiones o fallos judiciales que, a través del «binding case», introducen en el sistema legal todo tipo de disfunciones provenientes de las circunstancias e intereses particulares que preponderan en cada proceso).
El derecho es evolutivo y consuetudinario y, por tanto, es previo e independiente del estado y no requiere para su definición y descubrimiento de ninguna agencia monopolista de la coacción. Y el estado no sólo no es preciso para definir el derecho. Tampoco lo es para hacerlo valer y defenderlo, y esto debe resultar especialmente obvio en los tiempos actuales, en los que el uso —incluso, paradójicamente, por muchos organismos gubernamentales— de empresas privadas de seguridad, está a la orden del día. No puede pretenderse que expongamos aquí con detalle cómo funcionaría la provisión privada de los que hoy se consideran como «bienes públicos» (aunque el no saber a priori cómo solucionaría el mercado infinidad de problemas concretos es la objeción ingenua y fácil de aquellos que prefieren el statu quo actual so pretexto de que «más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer»). De hecho, no pueden conocerse hoy las soluciones empresariales que un ejército de emprendedores daría a los problemas planteados —si se les dejase hacerlo—. Pero lo que hasta los más escépticos han de reconocer es que «lo que hoy ya se sabe» es que el mercado, impulsado por la empresarialidad creativa, funciona y precisamente lo hace en la medida en que el estado no interviene coactivamente en su proceso social. Y que las dificultades y conflictos siempre surgen precisamente allí donde no se deja que se desarrolle libremente el orden espontáneo del mercado.
Por eso, los teóricos de la libertad (y con independencia del esfuerzo realizado desde Gustav de Molinari hasta hoy imaginando cómo funcionaría la red anarcocapitalista de agencias privadas de seguridad y defensa patrocinadoras cada una de ellas de sistemas jurídicos más o menos marginalmente alternativos) nunca deben de olvidar que precisamente lo que nos impide conocer con exactitud cómo sería un futuro sin estado (el carácter creativo de la función empresarial), es lo que nos da la tranquilidad de saber que cualquier problema tenderá a ser superado al dedicarse a su solución todo el esfuerzo y la creatividad de los seres humanos implicados. Ahora bien, gracias a la Ciencia Económica no sólo sabemos que el mercado funciona, también sabemos que el estatismo es teóricamente imposible”.
POR QUÉ EL ESTATISMO ES TEÓRICAMENTE IMPOSIBLE
“La teoría económica de la Escuela Austriaca sobre la imposibilidad del socialismo se generaliza y convierte en toda una teoría sobre la imposibilidad del estatismo, entendido como el intento de organizar cualquier parcela de la vida en sociedad mediante los mandatos coactivos de intervención, regulación y control procedentes del órgano monopolista de la agresión institucional (estado). Y es imposible que el estado cumpla sus objetivos coordinadores en cualquier parcela del proceso de cooperación social en que pretenda intervenir, incluyendo especialmente los ámbitos del dinero y la banca, del descubrimiento del derecho, de la impartición de Justicia y del orden público (entendido como la prevención, represión y sanción de los actos criminales), por los siguientes cuatro motivos:
a) Por el enorme volumen de información que necesitaría para ello y que sólo se encuentra de forma dispersa o diseminada en los millones de personas que cada día participan en el proceso social.
b) Dado el carácter predominantemente tácito y no articulable (y, por tanto, no transmisible de forma inequívoca) de la información que necesitaría el órgano de intervención para dar un contenido coordinador a sus mandatos.
c) Porque la información que se utiliza a nivel social no está «dada» sino que cambia continuamente como consecuencia de la creatividad humana, siendo obviamente imposible transmitir hoy una información que sólo será creada mañana y que es la que necesita el órgano de intervención estatal para que mañana pueda lograr sus objetivos; y
d) Sobre todo porque el carácter coactivo de los mandatos del estado, y en la medida en que sean cumplidos e incidan con éxito en el cuerpo social, bloquea la actividad empresarial de creación de esa información que es precisamente la que necesita como «agua de mayo» la organización estatal de intervención para dar un contenido coordinador (y no desajustador) a sus propios mandatos.
Además de ser teóricamente imposible, el estatismo genera toda una serie de efectos distorsionadores periféricos muy dañinos: fomento de la irresponsabilidad (al no conocer el estado el coste real de su intervención actúa de forma irresponsable); destrucción del medio ambiente cuando éste es declarado bien público y se impide su privatización; corrupción de los conceptos tradicionales de Ley y Justicia que pasan a ser sustituidos por los de mandato y justicia «social»; corrupción mimética del comportamiento individual que cada vez se hace más agresivo y respeta menos la moral y el derecho. Este análisis nos permite concluir también que si en la actualidad determinadas sociedades prosperan ello no es por el estado sino, precisamente, a pesar de él, pues todavía muchos seres humanos conservan la inercia del comportamiento pautado sometido a leyes en sentido material, siguen existiendo parcelas de mayor libertad relativa y el estado suele ser muy ineficiente a la hora de imponer sus forzosamente torpes y ciegos mandatos. Además, incluso hasta los incrementos más marginales de libertad generan notables impulsos de prosperidad, lo que ilustra hasta qué punto podría avanzar la civilización si pudiera desembarazarse de la rémora del estatismo.
Finalmente, ya hemos comentado el espejismo que afecta a todos aquellos que identifican al estado con la provisión de los bienes («públicos») que hoy (costosa y malamente) proporciona, concluyendo erróneamente que la desaparición del estado implicaría necesariamente la desaparición de sus preciados servicios, y ello en un entorno de continuo adoctrinamiento político a todos los niveles (y, especialmente, a través del sistema educativo que ningún estado, por razones obvias, quiere dejar de controlar), de imposición totalitaria de los criterios «políticamente correctos», y de racionalización autocomplaciente del statu quo por parte de una mayoría que se niega a ver lo obvio: que el estado no es sino una entelequia constituida por una minoría para vivir a costa de los demás, a los que primero explota, luego corrompe y después compra con recursos ajenos (impuestos) «favores» políticos de todo tipo”.
24/10/2024 a las 8:25 AM
Con teóricos como Jesús Huerta de Soto (catedrático español) sucede lo de siempre: intelectuales dedicados a «la doxa» con gran déficit de «episteme». De ello depende su subsistencia material y prestigio profesional.
¡Lo demás es apenas relato plasmado en «papers»!
24/10/2024 a las 9:28 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
La nueva “línea caputista”
Eduardo van der Kooy
Fuente; Clarín
(*) Notiar.com.ar
23/10/024
Dos recientes medidas que adoptó el gobierno de Javier Milei estarían trasuntando la existencia de una maquinaria complementaria en el esquema de toma de decisiones del poder. Se conoce, porque lo explicó el propio Presidente, sobre la existencia del que llama “Triángulo de Hierro”. Esa cápsula en la que tienen cabida él mismo, su hermana Karina y el poderoso y joven asesor Santiago Caputo.
En el reciente reemplazo del ex secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, y en la desaparición de la Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que será reemplazada por otro organismo, tuvieron participación determinante lo que dirigentes libertarios definen como la “línea caputista”. Ese eslabón imaginario que vincula a Caputo junior con el ya canoso Luis, el ministro de Economía. Esa corriente habría comenzado a consolidarse por un motivo: Karina ha diversificado tanto sus tareas que le resulta imposible estar en los detalles –aunque no lo sean tanto—de la gestión cotidiana.
Se sabe que la hermana presidencial está encargada del armado de La Libertad Avanza a nivel nacional con el ojo puesto en las legislativas del 2025. Pero desde hace mucho, en un movimiento que causa fricciones con la canciller Diana Mondino, se encarga de intervenir en asuntos de política exterior. Fue quien gestionó la normalización de las relaciones con China que abriría las puertas a Milei para una visita a Beijing. Sofocó un absurdo incidente con Francia a raíz de cánticos de los futbolistas de la selección nacional entendidos como una ofensa en la nación gala. La semana pasada, por primera vez en diez meses, realizó sin su hermano un viaje a París que tuvo como objetivo la participación en una feria de innovación alimentaria, contactos con empresarios y una reunión a solas con la primera dama, Brigitte Macron, esposa del premier Emmanuel.
La llegada de María del Carmen Tettamanti a la secretaria de Energía contó con la impronta de Santiago Caputo. Como el apartamiento de Rodríguez Chirillo resultó gestionado por Luis Caputo. Un verdadero tándem. El ministro de Economía sabía que la presencia del ex secretario tenía fecha de vencimiento por un viejo problema de salud. Se agregó otra cuestión: cuando el funcionario que se fue adelantó que, sin remedio, deberían programarse cortes de luz en el verano. Caputo senior se enteró después que lo dijo y no le cayó bien. Justamente Tettamanti deberá rever aquel pronóstico estival realizado por Rodríguez Chirillo.
El cambio de piezas se produjo mientras Caputo junior realizaba otra de sus rondas de diálogo con Mauricio Macri. Desde el mes de agosto el ex secretario de Energía, Emilio Apud, venía conversando con el secretario coordinador de Energía y Minería, Daniel González, sobre el reemplazo de Rodriguez Chirillo que había anticipado Caputo senior.
Cuando se tomó la decisión desde la Casa Rosada dejaron trascender que la llegada de Tettamanti respondía a la consecuencia del diálogo entre el ex presidente y líder del PRO y Caputo junior. Macri fue sorprendido con la novedad cuando salía de un almuerzo en IDEA, en Mar del Plata, e hizo lo que debía: sin ser explícito sobre la designación sostuvo que, en efecto, el Gobierno había solicitado ayuda en el campo energético. Tettamanti tiene una larguísima experiencia en la industria del gas natural. Ha estado cercana al macrismo. Pero el año pasado integró el equipo de campaña de Patricia Bullrich. Ahora ministra de Seguridad de Milei y enfrentada con Macri.
El ingeniero, con cautela, no estaría dispuesto a aclarar que aquel recambio en Energía no significó, a juicio suyo, toda la compensación política que se ocuparon de difundir las usinas libertarias. Quizás ese desencanto pudo haber influido en las declaraciones que realizó en Córdoba. Si bien dijo que lo que logró Milei hasta ahora sería “milagroso”, se explayó sobre la personalidad del líder libertario que desde ese universo miraron con recelo. El ingeniero sostuvo, por ejemplo, que el mandatario tiene una “psicología especial” (??). Dijo que está desarrollando un “mandato destructivo y de confrontación”. Aunque aclaró que la gente lo votó conociendo eso y no está haciendo algo distinto a lo que propuso.
En el desmantelamiento de la AFIP y la próxima creación de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) “el caputismo” no llegó a considerar ninguna sugerencia del PRO. Ni siquiera el nombre deslizado de Leandro Cuccioli, a cargo de la vieja AFIP en épocas macristas. El nuevo diseño general fue pensado por Caputo senior. El ARCA dependerá del ministerio de Economía y perderá su condición de “organismo descentralizado”. Afirman que Florencia Mizrahi seguirá en la conducción. Habrá, tal vez, que salvar un obstáculo: con la recategorización general su sueldo sería una cuarta parte del que percibía hasta el presente. Habrá que ver si le alcanza para la vida cotidiana.
Los casilleros restantes fueron completados por Caputo junior. Al frente de la Dirección General Impositiva (DGI) colocó a Andrés Gerardo Vázquez. Un viejo burócrata que prestó servicios al kirchnerismo (el operativo con 200 agentes de la AFIP y policías en la sede de Clarin, en 2009) y desde ese tiempo mantiene relaciones con hombres ligados a la Inteligencia. Ha tenido causas por cuentas no declaradas en el exterior. En la Dirección General de Aduanas colocó a José Andrés Velis, otro burócrata que tampoco sería ajeno al mundo de los espías. Fanático de autos y motos; admirador de Franco Colapinto.
Es decir, Caputo junior, que maneja de hecho la Secretaria de Inteligencia del Estado (SIDE), ha cubierto lugares clave con gente opaca en el nuevo organismo que maneja un presupuesto multimillonario y tiene acceso a información privilegiada de los contribuyentes. Todo estaría cerrando.
El camino que queda por transitar, para consolidar el cambio, sería bastante sinuoso. El Gobierno se entusiasmó con la motosierra que en IDEA reflotó Adolfo Sturzenegger, el ministro desregulador. Afirman que se podrá prescindir de 3100 empleados, al parecer, designados en los dos años finales de la administración de Alberto Fernández. Coincidente con la llegada de Sergio Massa al ministerio de Economía. Si formaran parte de la planta permanente podría abrirse una batalla legal. Otro intríngulis rodearía la drástica reducción de los salarios. Último dato a considerar: la reestructuración deberá ser rápida y eficaz para no afectar la recaudación tributaria. Clave en la idea de Milei de sostener a rajatabla el equilibrio fiscal.
Caputo senior festejó los anuncios hacia adentro y hacia afuera. Con el desparpajo de un hombre metamorfoseado que en nada se asemeja a aquel que con agobio sobrellevó el tiempo macrista.
24/10/2024 a las 6:37 PM
HERMANOOOO pagate y abrite un blog Vossss si tanto te gustan los artículos de clarín
APARTE cero creativadad la tuyo TODO copypaste
TU OPINIÓN … … … cualES ????
24/10/2024 a las 9:30 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
El reino de Milei, cimentado sobre las peleas políticas
Walter Schmidt
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
23/10/024
Muchos le atribuyen la máxima al Emperador Julio César; otros la asignan a “El arte de la guerra” de Sun Tzu; hay quienes se la adjudican a Nicolás Maquiavelo en su obra “El Príncipe”; y entre otros de los posibles autores también figura el padre de Alejandro Magno, Filipo de Macedonia. Lo único cierto es que el axioma “Divide y reinarás” ha trascendido todos los tiempos con la misma eficacia y toma vigencia, una vez más, en la política local.
Ni el mejor de los estrategas hubiera imaginado semejante atomización que parece alinearse con los designios de “las fuerzas del cielo”. Sin mover demasiadas piezas, Javier Milei ha reconfigurado el ajedrez político con el reacomodamiento de partidos y coaliciones que parece inexorable.
El peronismo, con el núcleo K que lidera Cristina Kirchner, se ha reducido a su mínima expresión en 40 años, con apenas un puñado de provincias bajo su órbita y sin recambio a la vista. Solo emerge entre los escombros del fallido gobierno de Alberto Fernández y de la propia Cristina, un discípulo de la ex vicepresidenta como Axel Kicillof, con un pasado como ministro de Economía y una gestión bonaerense lo suficientemente cuestionables como para despejarle el camino hacia una candidatura presidencial en el 2027.
Sin embargo, con muy poco, sumado a un dirigente funcional como el riojano Ricardo Quintela, le alcanza a Kicillof para enfrentar a Cristina y obstruir su camino hacia la presidencia del PJ nacional, que debería ser un trámite. Deja a la vista, que el poder de la ex mandataria ya no es el mismo.
A veces desde la Casa Rosada se pueden ver los hilos de una estrategia política y comunicacional tendiente a sostener a Cristina Kirchner como la principal rival de Milei. Quedó claro con la verba irascible del Presidente, escudándose en su “morbo” -dijo- para afirmar que le encantaría “meterle el último clavo al cajón del kirchnerismo con Cristina adentro”.
Un episodio que transformó en una anécdota risueña la quema de un cajón con las siglas de la UCR que se le ocurrió a Herminio Iglesias en el acto de cierre de la campaña presidencial del peronismo que, apuntan a muchos, fue uno de los motivos del triunfo de Raúl Alfonsín. En aquél entonces, se perdía una elección. Hoy, en cambio, el impacto parece ser insignificante y efímero en medio de una feroz guerra minuto a minuto que se vive en la red social «X», alimentada por la grieta y por influencers que ganan adeptos escrachando e insultando a los que piensan distinto.
Nada de eso está en sintonía con lo que necesitan los millones que vienen sosteniendo un ajuste, necesario, pero con su propio bolsillo sin obtener, aún, nada a cambio.
En simultáneo, también en la vereda opositora, a la desaparición de Juntos por el Cambio se suma la casi segura ruptura en el bloque de diputados del radicalismo. Se trata de legisladores que responden a Facundo Manes y de Martín Lousteau, referentes que perdieron la interna de la UCR bonaerense aunque, quince días después del comicio, siguen sin reconocer el triunfo de la lista de Miguel Fernández. La división de los radicales tiene un solo motivo: la discrepancia de cómo pararse frente a Milei.
El PJ y la UCR, dos sellos que supieron repartirse el poder político en las décadas de los ochenta y los noventa, transitan por una metamorfosis de final incierto mientras buscan sobrevivir. Tal vez no sean más que el ejemplo del fin de los partidos nacionales. Un histórico dirigente peronista, ortodoxo y adoctrinado por el verticalismo pejotista, reflexionaba días atrás que esas fuerzas con presencia en todo el país habían perdido su razón de ser. Argumentaba, que los liderazgos ahora pueden consolidarse a nivel nacional a partir de alianzas interesadas de un referente político con los gobernadores. Una dinámica que consolida la incertidumbre en un país que lo que más requiere es previsibilidad.
24/10/2024 a las 9:33 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
La decisión de Milei de disolver la AFIP: cruzada contra Massa, un plan que “no terminó” y la explicación sobre el nuevo administrador
Ignacio Ortelli
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
23/10/024
El sábado 17 de agosto, mientras Javier Milei encabezaba el acto en homenaje a San Martín, el estratega presidencial Santiago Caputo reunía a su equipo para arrancar a trabajar en el ambicioso plan para reformular la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) que el Gobierno anunció este lunes. Días antes había recibido la luz verde del Presidente para avanzar en un plan en el que a lo largo de dos meses se involucró a la menor cantidad de funcionarios posible, con la premisa de que cualquier filtración podía poner en riesgo su efecto y hasta su concreción: «Es un área muy compleja, con códigos propios», argumenta hoy un importante miembro del Ejecutivo sobre una iniciativa de la que según afirma recién se está conociendo “el primer paso”.
El hermetismo fue extremo. Al punto que entre los que participaron del grupo que ideó la disolución del organismo y la creación de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) abundaba bronca cada vez que se escuchaban críticas por la continuidad de resortes de la gestión en el área. Desde sectores de la política, en especial cuando surgían desde el PRO, y también en los medios de comunicación.
«La idea fue que no se filtrara, por eso cada vez que nos pegaban porque habían quedado massistas y gente de La Cámpora nos teníamos que aguantar para no responder», recuerda uno de los que participó de las primeras reuniones.
En efecto, recién este viernes en la Casa Rosada hubo señales concretas de cambios, cuando en su regreso del coloquio de IDEA el ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, desembarcó con Florencia Misrahi, titular de la AFIP y quien seguirá al frente de la ARCA, para juntarse con Santiago Caputo, quien se aseguró de bajar la línea: “Vamos por los massistas”, dijeron desde su tropa.
Si bien en el Gobierno se encargaron de aclarar que “no hay nada” contra el líder del Frente Renovador Sergio Massa, la referencia no pasó de largo. En particular porque la semana pasada el Gobierno se había encargado de señalar irregularidades en AySA, empresa que durante el gobierno de Alberto Fernández manejó Malena Galmarini, esposa del tigrense.
“Algunos le dicen ‘purga massista’, otros decimos que es donde se encuentran designaciones irregulares”, es el planteo de un incondicional de Milei.
“Es indudable que Sergio tuvo mucha injerencia, pero esto lo hacemos porque fueron mal hechas (las designaciones), no por quién las hizo. Da lo mismo a quién pertenecen, pero está claro que la mayoría las autorizó él porque era el que manejó todo el Gobierno el último tiempo”, completó.
En Balcarce 50, con la misma reserva con la que se trabajó desde agosto, anticipan que “esta es sólo la primera etapa, el primer paso, recién arranca”. Con la disolución de la AFIP y la creación de la ARCA, el vocero presidencial Manuel Adorni confirmó que se asegura un ahorro anual de 6.400 millones de pesos y que de la planta total, superior a los 21 mil empleados, se despedirán a 3.155 trabajadores incorporados el último año.
A partir de esta segunda etapa, dicen en el Gobierno, será clave el rol de Andrés Vázquez, flamante titular de la DGI, y José Veliz, reemplazo de Eduardo Mallea en la Aduana, para ejecutar la hoja de ruta trazada por Milei. “Esperamos que asuman y confiamos en que muy rápido van a poder manejar dos lugares muy sensibles”, dicen en el entorno presidencial, donde reivindican la elección de los dos funcionarios.
Las medidas de fuerza que impulsan los trabajadores de AFIP y Aduana son las primeras pruebas de fuego para ambos: “Tienen la misión de depurar y terminar con los curros”. Es curioso porque durante los primeros meses de gobierno de Milei, en Presidencia resaltaban la gestión del ex titular de Aduana, Guillermo Michel. Más: en privado el propio Milei elogiaba al lugarteniente de Massa y lamentaba no poder retenerlo.
La designación de Vázquez, el más cuestionado por su anterior paso por la AFIP de Ricardo Echegaray, etapa en la que impulsó -en 2009- un operativo contra el Grupo Clarín, y en la que se le encontraron dos cuentas en el exterior sin declarar ante el organismo, es defendida con fiereza en Casa Rosada, a pesar de las críticas. “Para manejar esto teníamos que poner gente que conozca bien el tema y los códigos”, justifican desde “el triángulo de hierro” del Gobierno, integrado por el Presidente, su hermana Karina Milei y el asesor Caputo.
No hicieron falta mayores aclaraciones sobre las virtudes de Vázquez, que al igual que a Veliz, se le atribuye una cercanía con un sector de los servicios de Inteligencia alineados con el ex jefe de los espías Jaime Stiuso.
24/10/2024 a las 9:38 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Incoherencias muy difíciles de disimular
Carlos Pagni
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
24/10/024
Una premisa sagrada del credo de Javier Milei es que la economía debe estar sometida a normas impersonales. Por eso él afirma muy a menudo que la intervención del Estado entraña una perversidad intrínseca. Contamina con el germen de la arbitrariedad lo que debería obedecer sólo a reglas generales. El fervor con que el oficialismo abraza este criterio hace que se vuelva más llamativa la frecuencia con que lo pone en suspenso. El paso del tiempo va dejando al descubierto incoherencias muy difíciles de disimular. Sobre todo en una materia frente a la cual La Libertad Avanza se muestra hipersensible: la recaudación de impuestos.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, comunicó el lunes pasado que el Gobierno había decidido eliminar la exención del IVA a los medios de comunicación. Adorni calculó que, de ese modo, el fisco dejaría de resignar 234.000 millones de pesos. Un cálculo elaborado por la Secretaría de Hacienda que para algunos actores del mercado resultaría algo exagerado.
El primer reflejo ante cualquier medida oficial relacionada con excepciones tributarias es comparar con el régimen de protección de Tierra del Fuego, un homenaje a la irracionalidad del que se beneficia un selecto club de importadores de electrónicos. El Presidente aseguró en 2022 que ese sistema era una agresión a los argentinos de bien. Unos meses más tarde, cuando ya había ingresado en la campaña electoral, corrigió esa impresión. Dijo que, en realidad, esa ventaja excéntrica que se otorga a los ensambladores de la isla es ejemplar y debería ser replicada en todas las provincias. Hacia fines del año pasado, volvió a pronunciarse, con otro argumento: el privilegio para esos empresarios era inevitable porque se trataba de un derecho adquirido.
Más allá de esas misteriosas variaciones, es sorprendente que un economista como Milei, tan interesado en denunciar a la casta y sus prerrogativas, ignore que, además de estar excluidos del pago de tarifas de importación y del impuesto a las ganancias, los beneficiarios de esas excepciones tienen también a favor un resguardo arancelario frente a la competencia de firmas internacionales. Y algo más: un diferencial de impuestos internos que les otorga una prebenda más frente a los mismos productos ensamblados en sus países de origen. Lo más insólito: ese diferencial fue fijado por ley gracias a una propuesta de la administración de Alberto Fernández. Para caracterizar por completo la situación fueguina hay que recordar el detalle más increíble: las empresas radicadas allí cobran el IVA pero no lo transfieren a la AFIP. Se lo quedan. Es lo que se conoce como “liberación” de impuestos. Quiere decir que el régimen de Tierra del Fuego es, en realidad, una lluvia de regalos de la que se benefician, sobre todo, Nicolás Caputo, hermano de la vida de Mauricio Macri, y Rubén Cherñajovsky, sponsor eterno de Daniel Scioli y orgulloso propietario del Carinthia VII, un yacht soñado, de 100 metros de eslora, que se puede alquilar por un canon semanal de 1.400.000 dólares. Una pequeña joya adquirida con la plusvalía que ofrece la isla del fin del mundo. Cherñajovsky se hizo célebre, hace ya décadas, por esta descripción de su oficio, que se le atribuye: “Yo hago negocios con impuestos”. Cuánto que aprender.
Milei tiene derecho a decir que esta extraordinaria deformación es heredada. Y que todavía no está en condiciones de eliminarla, a pesar de los esfuerzos de Federico Sturzenegger por hacerlo. Es cierto que tendría que justificar algunas decisiones de su propia gestión. Los privilegiados de Tierra del Fuego, para no hablar de “casta”, deben contribuir a un fideicomiso creado para estimular inversiones menos artificiales, como las turísticas, madereras o pesqueras. Al llegar al poder, la administración actual tuvo el impulso de revisar ese fideicomiso, para saber si los empresarios que deben aportar a él cumplían con la obligación. Pero al poco tiempo Santiago Caputo, el Mago del Kremlin, que es sobrino segundo de Nicolás, interrumpió esa investigación y puso esa caja en las obedientes manos de Noelia Ruiz, quien se presenta como “la killer de Santi”. Por otra parte, lo de los derechos adquiridos también parecer ser flexible. Porque el mismo Gobierno que se los reconoce a los importadores de electrónicos los acaba de ignorar en el caso de los importadores de telas, un sector liderado por José Lapidus. Fue por una resolución firmada por Pablo Lavigne, un funcionario intachable que, como Sturzenegger, sigue manteniendo la fe en la doctrina económica oficial.
La distancia entre lo que el Tesoro resigna en el ensamblado de electrónicos y lo que cede con la exención al periodismo es impresionante, tal como lo demostró el diputado Juan Manuel López basándose en información oficial. Pero es un detalle cuando se compara la conducta del Gobierno ante otro desaguisado tributario: el que protagonizan los empresarios del tabaco que hacen fortunas siderales eludiendo el pago de impuestos. A la cabeza de todos, Pablo Otero, dueño de tabacalera Sarandí. La primera curiosidad fue el giro copernicano que efectuó La Libertad Avanza en el Congreso entre el primer y el segundo tratamiento de la ley que, propuesta por el propio Poder Ejecutivo, equiparaba a esas empresas con los demás competidores del sector. Todas las versiones indican que la defensa de Sarandí y los demás beneficiarios de medidas cautelares que exceptuaban el pago de un impuesto interno fue encabezada por Cristian Ritondo, el entrañable “Pucho”. Pero fue muy asombroso que, cuando el proyecto debió tratarse por segunda vez, los diputados de Milei se plegaron a la posición favorable a Otero. Todas las explicaciones de ese cambio de criterio fueron insatisfactorias. Salvo una: que los tabacaleros interesados en mantener el statu quo sensibilizaron al oficialismo a través de una gestión de Diego Santilli ante José Luis Espert. El problema de esta versión, tan detallada e insistente, es que es inverificable.
Una alianza de diputados de la Coalición Cívica, la UCR, el bloque de Miguel Pichetto y una veintena de peronistas encabezados por Victoria Tolosa Paz consiguió que el proyecto del Gobierno fuera aprobado sin el voto de los legisladores del Gobierno. Aquí se abre otro capítulo, en el que aparece una nueva conducta sospechosa de los funcionarios de Milei. Una de las irregularidades que se le reprochan a los fabricantes de cigarrillos de bajo costo es declarar ante la AFIP un precio inferior al que hay que pagar en los kioscos para adquirir sus productos. La ley que se sancionó este año establece en su artículo 229 que, si el precio declarado es inferior en por lo menos 20% respecto del de venta, no se lo considerará para la fijación del gravamen a pagar. Ese artículo iba a ser reglamentado para que, a través del Indec, se pudiera detectar lo que esos cigarrillos cuestan en los comercios. Hace un par de meses, las autoridades comunicaron a todas las empresas que esa reglamentación estaba a punto de emitirse, y que sería puesta a consideración de organismos técnicos, como algunos consejos profesionales. Sin embargo, semanas después de ese anunció no se habló más del tema.
Esta demora cobra interés en estos días, con la reforma de la agencia de recaudación. Va a ser muy interesante observar qué empeño pone el nuevo responsable de la DGI, Andrés Vázquez, en definir esa reglamentación. Si se tiene en cuenta que la diferencia entre el precio declarado a la AFIP y el de venta llega en algunos casos al 140%, se concluye que la demora hace que el fisco deje de recaudar una suma de alrededor de 300 millones de dólares por año. En otras palabras: con sólo aplicar una ley ya sancionada, Hacienda podría obtener recursos superiores a los que piensa conseguir aplicando el IVA a la prensa. No hace falta aclarar la diferencia estratégica que existe entre el periodismo y la venta de cigarrillos, si se consideran los beneficios o perjuicios que derraman sobre la sociedad.
En este contexto, la presencia de Vázquez en la nueva agencia tributaria plantea incógnitas muy interesantes. La primera: ¿Caputo el joven ya convenció a Florencia Misrahi, la máxima autoridad de la vieja AFIP, de que firme su designación? A ese antiguo funcionario se lo identifica como un engranaje del aparato de espionaje y negocios de Antonio Stiuso en el sector del comercio exterior. Las informaciones que surgen en las últimas horas de la nueva DGI afirman que él desmiente esa dependencia: “Conozco a Stiuso pero no soy un hombre suyo. A mí me convocó Santiago Caputo pero a través de otro vínculo, una persona radicada en los Estados Unidos”, explicó Vázquez a varios colegas. La eventual relación con Stiuso es relevante porque el exespía trabajó, y acaso lo sigue haciendo, para Otero. Estos enigmas alimentan una incógnita más amplia: ¿se está construyendo un aparato de control del “sottogoverno” con una articulación entre la SIDE y la nueva ARCA? Caputo es el responsable político de las dos agencias. Es una pregunta interesante porque en el organismo de Inteligencia ya existe un puente con el negocio aduanero: : es Ignacio Giménez, el segundo de la Agencia de Seguridad Nacional, hijo del dueño de Megatom S.A. una mega importadora.
De todos modos, Vázquez no necesita de Stiuso para conocer ese sector. Fue por años el titular de la región sur del conurbano de la AFIP, es decir, la oficina encargada de controlar a Sarandí y otras tabacaleras similares. ¿Es verdad que su primera reunión fue para tratar este problema? No hace falta seguir especulando. Habrá que ver qué política sigue la DGI de ahora en adelante con la deuda que acumuló Otero. También será interesante saber qué actitud adopta el organismo si este empresario decide, como es habitual en estos casos, declararse en convocatoria. Para todo esto habrá que observar las decisiones de los funcionarios del sector Quiebras de la nueva ARCA y, más todavía, el comportamiento de Gustavo Paturlane, el titular de Asuntos Jurídicos. Cuestiones que deberá ir controlando el Mago Caputo. Eso sí: sin que se sepa del todo con qué objetivo.
Milei vuelve a demostrar en estas horas que puede no conocer los códigos de la partidocracia, que ignora los rituales parlamentarios, que carece de experiencia profesional. Pero que tiene un sentido muy agudo del manejo del poder. Y suele exhibirlo en su relación con Macri. El líder de Pro debe tolerar que su aparente asociación con el Gobierno en el área de Energía, con la designación de María Tettamanti en el área, coincida con el instante en que la Casa Rosada resuelve descerrajar un fuerte ataque contra la prensa. Incómoda simultaneidad para Macri.
Aun así, hay que subrayar la palabra “aparente”. Porque en el mercado energético existen muchas dudas respecto de que Tettamanti exprese la eventual alianza entre La Libertad Avanza y Pro. Es verdad que trabajó para Alejandro Macfarlane en la distribuidora de gas Camuzzi, tan cercana a Macri. Macfarlane es, acaso, el hombre de negocios más próximo a Luis Caputo, el ministro de Economía. Sin embargo, en el sector de la energía sostienen que Tettamanti reemplazó a Eduardo Rodríguez Chirillo como resultado de un “casting” independiente que realizó el coordinador de Energía y Minería Daniel González. Las designaciones que comenzó a realizar Tettamanti, como Fernando Veller o Eduardo Hollidege, confirmarían esta interpretación porque, en un principio, defraudan las expectativas de la Fundación Pensar, que es donde el macrismo, dirigido por María Eugenia Vidal, imaginó el desembarco. Una tranquilidad para Martín Lousteau: Macri no se habría incorporando al gabinete para hacer negocios. Ni siquiera se estaría incorporando.
La presunción de que el vínculo entre Milei y Macri sigue siendo complejo tiene una verificación contundente en la política porteña. Allí Karina Milei despliega una iniciativa tras otra para hostigar a Jorge Macri. La hermana del Presidente acaba de promover, a través de Pilar Ramírez, un proyecto de ley que promueve la reducción drástica del estado porteño. Ramírez es la representante de la secretaria general de la Presidencia en la Legislatura. Quedó demostrado la semana pasada, cuando la señora Milei asistió a esa casa para respaldar a uno de los cuatro bloques que representan allí a La Libertad Avanza. Es el presidido por Ramírez. Los otros tres son: el que reporta a Ramiro Marra; el que obedece al diputado Oscar Zago; y el que integran los legisladores de Patricia Bullrich.
El detalle más significativo es que el jefe de Gobierno se enteró de la iniciativa de Ramírez cuando ya se había puesto en marcha. Anoche se comentaba que la novedad motivó una áspera conversación con Karina Milei. No son los primeros chisporroteos. Cuando se trató el nuevo código urbanístico propuesto por Macri, los diputados de Bullrich votaron en contra y los de la señora Milei se abstuvieron. La asimetría con la conducta que exhibe Pro en el Congreso nacional en relación con las propuestas del Poder Ejecutivo es ostensible.
¿Cuál es la importancia de este conflicto entre los Milei y los Macri? Que confirma lo que trasciende de infinidad de conversaciones: el Presidente, su hermana y Santiago Caputo están decididos a enfrentar al Pro en la ciudad de Buenos Aires con una lista propia, encabezada por Adorni o, tal vez, por Bullrich. Esta amenaza es más grave cuando se advierte que el oficialismo porteño ya no cuenta entre sus filas a los radicales del distrito, como demuestra la ruptura entre Macri y Martín Lousteau. ¿Los Macri estimularán la candidatura de Marra para debilitar a La Libertad Avanza? Todas las maldades están disponibles.
El desencuentro porteño está destinado a proyectarse sobre la provincia de Buenos Aires. Es muy difícil que allí exista una oferta unificada de La Libertad Avanza y el Pro si se declara la guerra en la ciudad. Es un dato crucial para la suerte del kirchnerismo, que está dañado por su propia contradicción. Cristina Kirchner pretende ratificar su liderazgo en ese territorio. No ante el desafío del riojano Ricardo Quintela, sino ante la crítica de Axel Kicillof.
El gobernador coqueteó con Quintela sin calcular que debería enfrentar no a Máximo Kirchner, sino a su madre. Cuando la expresidenta se postuló para encabezar el partido, Kicillof recogió las velas y declaró que su único interés es la gobernabilidad bonaerense. Es cierto que lo hizo en un comunicado que contiene esta frase: “La lógica del sometido o traidor es una lógica que entró en crisis y que viene causando malos resultados”. Es una aseveración curiosa. Supone que hubo un momento en que la lógica del sometido o traidor dio buenos resultados. “Él es un ejemplo” dicen, maliciosos, en La Cámpora. Fallidos de alguien que, como Kicillof, insinúa un enfrentamiento con quien, hasta hace pocos días, era su mentora incuestionable.
La decisión tácita del gobernador de no plegarse a la lógica del traidor ni el sometido pone en problemas a Quintela. La señora de Kirchner quiere cortar de cuajo cualquier conato de rebeldía en las propias filas. Por eso insiste en ir a una competencia interna por la presidencia del PJ con el gobernador de La Rioja. Los desafiantes resisten. Temen, con acierto, una derrota dolorosa. Y, sobre todo, carecen de recursos económicos y logísticos. Por eso ayer se produjo una situación cómica. El apoderado de la lista de Quintela, el expertísimo Jorge Yoma, reclamaba que se someta a su propuesta a un control estricto de todos los avales, a sabiendas de que, al cabo de ese examen, les sería negado el derecho a participar de los comicios. Del otro lado, los seguidores de la expresidenta, que denunciaban las irregularidades de Quintela, exigen que la elección se celebre a pesar de esas denuncias. Son las contradicciones principales. Hay otras. Los kicillofistas riojanos promueven una renovación a través de una nómina en la que figuran Fernando Espinoza y Roberto Baradel. Y el ultrakirchnerismo lanza su campaña nacional y popular mientras el embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley, divulga una foto en la que aparece hermanado al dudoso revolucionario Eduardo “Wado” de Pedro.
Son trivialidades. Lo relevante, lo curioso, es que los dos sujetos que protagonizaron las últimas dos décadas de la política nacional entran en crisis en el distrito en el que cada uno disfruta más del poder: el macrismo en la ciudad, el kirchnerismo en la provincia. La historia siempre ofrece estas oscuras armonías.
24/10/2024 a las 11:31 PM
CRITICAN A MILEI POR RECORTAR GASTOS DEL ESTADO.
ENTONCES ESTE PAIS ESTA LLENO DE IMBECILES.
EL SUELDO BASE DE LA AFIP, ES DE 5 PALOS Y EL DIRECTOR GANA 27 PALOS POR MES, QUE TUL !!
SI LA CIERRAN DEL TODO, HASTA PODRIAN SUPRIMIR LOS IMPUESTOS.