Por Italo Pallotti.-
En algún momento, en el medio de esas declaraciones muy a contrapelo de lo habitual, CFK supo decir “es necesario que nos examinemos a nosotros mismos y lo que somos”. Para un contexto de cierta y desconocida racionalidad, agregaba “siempre hubo grupos, pequeños y de gran poder que quieren eliminar al que piensa diferente”. Esta semana, con esa concepción de raigambre farandulera, y como complemento de esas apariciones de ocasión, anduvo por La Matanza, cura villero de por medio, para lagrimear cuando hizo referencia a la pobreza, qué como es bien sabido es una de su más funesta herencia como gobernante. Por otro lado, la semana no podía cerrar sino con otro episodio de esos que marcan la vida cotidiana poniéndole el sello de ese pintoresquismo al que estamos acostumbrados. Tal fue la convocatoria a la marcha en defensa de la Universidad Pública y del Financiamiento Universitario. Dicho encuentro que está plagado, para muchos, de nobles propósitos se enmarcó en esas patriadas en las que se conjugan, luego, las intenciones y los hechos que por su desarrollo no pueden menos que terminar siendo una especie de vodevil sainetero en el que al final, desdichadamente, se mezclan una especia de biblia y calefón con el consiguiente balance en el que ya no importan los porqué; sino todo lo contrario; porque las buenas intenciones se prostituyen, los valores de bastardean y el final no es otra cosa que la pérdida de los objetivos buscados; por auténticos que ellos sean.
Dicha convocatoria federal, como era previsible, no pudo menos que transformarse en una grosera kermese política; ya no sólo por quienes se congregaron; sino por lo que muchos de ellos aprovecharon, tan imperioso reclamo, para mezclarlos con el discursito sensiblero, ideologizado, como burdo, al momento de referir conductas de adversarios. Todo para poner su bocadillo que contraríe el discurso oficial, siempre en el marco de las dos verdades, sobre el tema principal de tal encuentro. Las banderas, las pancartas, los mensajes, las manifestaciones, el reclamo seguramente auténtico y justo, desvirtuado por una agresión de los “acompañantes” auto convocados, o no, nunca se sabe bien, para un contorno donde la grosería y mal gusto copan la parada. Y todo lo auténtico, se diluye en la banalidad y el pésimo lenguaje de los mismos de siempre. Esos qué, nunca sabremos, porqué algún tipo de justicia no los pone en caja.
Y ahí estuvieron, Pablo Moyano (que no es novedad) tratando de borracha a la ministra Bullrich. Juan Grabois, ostentando su poder para romper códigos y adueñarse de la calle; Moreno y Massa (en otros tiempos, agua y aceite) en un abrazo de “viejos amigos”. Lousteau, huyendo para alejarse de un periodista incisivo el que a la vez resultó golpeado; un Larreta víctima de feroces insultos, más una agresión de esas que no pasan a mayores porque “Dios es Grande”. Para completar este escenario variopinto, se entremezclaron, Wado de Pedro, Manes, Mayra Mendoza, Belliboni (reaparecido), Recalde, Pérsico, Pietragalla, Stolbizer, Lilita Carrió, C. Moreau, Bregman, intendentes, sindicalistas, y algún grupito con la bandera de Palestina, para ponerle el matiz patético que faltaba. También se dio una vueltita Axel Kicillof; y con el éxtasis que siempre dan los balcones (aunque ahora del Instituto Patria) Cristina, saludando a lo Evita. Finalmente, lo que no es más que una obviedad, el centro de todos los reproches y los insultos a rabiar fueron para el Presidente Milei; como germen de todos los males. Porque los nombrados más arriba, entraron en una secuencia amnésica, cínica e hipócrita de no reconocer y ser, muchos de ellos, los causantes de toda nuestra desgracia de ahí nomás, hace un rato, en esta penosa historia argentina. De todos modos su proverbial desfachatez no les impidió, seguramente, decir: por si acaso, vamos. El veto obstinado del Presidente a la ley en cuestión, abre nuevas instancias que ojalá la racionalidad y una visión consensuada sobre el asunto traiga, finalmente, lo que sea mejor. De lo contrario, nuevos hartazgos verán la luz en nuestro país.
05/10/2024 a las 9:31 PM
CON EL PASO DE LA EDAD, LA MALDAD SE NOTA EN LA CARA.