Por Carlos Tórtora.-

El gobierno no se decide ahora acerca de si convocar a sesiones extraordinarias para enero o postergar el llamado hasta febrero. Es que en ambas cámaras, la convulsión es tan grande que los libertarios piensan que la situación puede escaparse de control. Hasta fines de noviembre, Javier Milei marchaba seguro hacia la conquista de la suma del poder. Con la prórroga del presupuesto y el DNU 846/2024 que permite realizar canjes de deuda sin control legislativo, Milei se aseguraba un poder económico casi inédito. Si al mismo tiempo lograra, mediante un acuerdo con Cristina Kirchner, eliminar las PASO y absorber así al PRO y los radicales violetas, la concentración de poder del oficialismo sería inigualable.

Pero, como suele ocurrir, apareció un cisne negro y las cosas se complicaron. Mauricio Macri ordenó a varios de sus diputados cuestionar la honestidad de la postura de Milei al eludir el debate del proyecto de ley de Ficha Limpia y a partir de entonces se desencadenaron una serie de hechos. La detención en Ciudad del Este del senador peronista libertario Edgardo Kueider instaló las sospechas acerca de la existencia de una cadena de coimas a legisladores peronistas para votar la ley Bases. Como nunca, La Libertad Avanza quedó a la defensiva y se extendió la convicción de que el presidente y Cristina están desarrollando una polarización ficticia. El pacto con CFK y las coimas empezaron a mellar la imagen de Milei en su rol de jefe de la lucha contra la corrupción. Macri, el principal instigador de este clima de desconfianza, recuperaba así oxígeno político a costa del deterioro del gobierno.

¿Y ahora qué?

Tal vez sea temprano para saber si el contragolpe de Macri está haciendo tambalear el entendimiento entre Milei y Cristina. Lo que sí parece seguro es que el caso Kueider, con sus proyecciones, golpea la imagen presidencial.

¿Está en crisis el acuerdo entre La Libertad Avanza y UxP para eliminar las PASO y designar a Ariel Lijo en la Corte Suprema de Justicia?

Esta incógnita puede tardar varias semanas en develarse. Macri sólo podría sobrevivir políticamente si el Pacto se frena y los libertarios vuelven a girar en torno a una alianza con el PRO. Pero Milei se resiste a compartir el poder con el expresidente y seguiría tentado por su ambición de repartirse el cien por ciento de la torta con el kirchnerismo. En el medio está la bomba de tiempo de la corrupción, que puede llevárselo puesto al gobierno como ocurriera 25 años atrás con la Banelco de De la Rúa.

Share