Por Carlos Tórtora.-

Las negociaciones para la eliminación de las PASO por el Congreso en las próximas extraordinarias no son precisamente transparentes. Mientras Milei sigue su interminable pulseada con Mauricio Macri, Santiago Caputo y Karina Milei sondean que hará Cristina Kirchner, que se ha llamado a silencio.

A todo esto, el presidente del bloque de UxP en Diputados, Germán Martínez, tendió una cortina de humo al decir que los diputados están deliberando acerca de si conviene o no eliminar las PASO. Lo que en realidad están haciendo es ganar tiempo por si Cristina decide jugar fuerte y condicionar su apoyo al gobierno a una negociación por la integración de la Corte Suprema de Justicia y la designación de un nuevo Procurador de la Nación. A ella le conviene que no haya PASO para poder ordenar sin tropiezos el frente interno peronista. Pero a Milei le conviene más todavía, porque sin PASO, el PRO y los radicales violetas se verían obligados a migrar hacia LLA y ésta absorbería sus votos.

Aunque ambos bandos hacen esfuerzos por mostrarse enfrentados, en realidad hay clima de acuerdos y se perciben señales. Por ejemplo, nada dijo el kirchnerismo sobre la significativa omisión de Milei al no incorporar la ley de presupuesto en la agenda de las sesiones extraordinarias. Un pequeño olvido que permite la instalación de una dictadura económica.

Olvidos oportunos

Pero esta distracción no fue la única. En marzo pasado, el Senado se pronunció por la derogación del mega DNU 70/2023, tan importante para el gobierno como la misma Ley Bases. Pero el kirchnerismo jamás reclamó que se llamara a sesión en Diputados para derogar el 70/2023. Este extraño olvido le permitió al gobierno mantener vigente su principal arma desregulatoria.

Con estos antecedentes sobre la mesa, están dadas las condiciones para que Milei y Cristina pacten una vez más. Eso sí, esta vez no podrán disimular demasiado su acuerdo. Pero aun así, es dudoso que el PRO aproveche la situación y denuncie el escándalo del contubernio. Es obvio que Mauricio Macri se va quedando solo y ya no tiene con qué hacerle frente a Milei, porque sus principales dirigentes ya se están pasando de bando.

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